Pov's Sasuke

Después de una semana de entrenamiento intensivo, por fin puedo descansar y estar en la biblioteca de Orochimaru para averiguar y perfeccionar mis jūtsus.

Por suerte, ahora estoy más tranquilo con el tema de Naruto. He pasado de pensar en él todo el tiempo, soñar con él todas las noches y tener esos sentimientos inútiles hacia él, a casi ni pensar en él. Por fin lo he olvidado. 

He entrenado esta semana porque, según fuentes de Kabuto, Itachi se ha movido. Esta es la oportunidad que tanto he esperado. También le pedí a Orochimaru que investigara todo lo que pudiera sobre la razón por la que Itachi se ha movido.

—¿Qué has averiguado? —pregunto. Ahora estoy en el laboratorio de la serpiente asquerosa.

—Tus modales me sorprenden cada día. —me dijo Orochimaru con sarcasmo. Yo lo miré con odio. ¡Quiero la información ya!—. Vale, vale. Mis fuentes me han dicho que se encuentra en los alrededores de Konoha y la razón está relacionado con el Kyubi, no hemos averiguado qué pretende, pero no parece nada bueno. —dijo sonriendo. Qué asco me da.

¿Itachi y Naruto? Sé que Akatsuki tiene que estar detrás de los bijūs, a lo mejor esta es mi oportunidad. Itachi se puede deshacer de Naruto y yo aprovechar para aniquilarlo. Pero, ¿por qué siento que debo proteger a Naruto?

—Esta es mi oportunidad. —pensé en voz alta. Mierda.

—No te veo preparado para enfrentarte a tu hermano ahora, pero si quieres ir para comprobar tu avance y sacar tus propias conclusiones, hazlo. —dijo saliendo del laboratorio. ¿A este qué le pasa?

Mejor así. Prepárate Itachi. Y tú también, Naruto.

Pov's Naruto

Si mi situación podía empeorar y ser más estresante, definitivamente lo ha hecho. Después de que me desmayara por mi encuentro con Itachi, todos se han vuelto locos.

Kakashi se ha convertido en mi guardaespaldas personal, Tsunade en mi médico particular, Sakura y las chicas, en caso de emergencia, se han convertido en mi escuadrón callejero, y los chicos en mis "espías".

Estoy vigilado las 24 horas. ¡No paso ni un solo momento solo! Por lo menos antes podía tener un respiro, pero ahora ni un solo segundo. Incluso cuando me baño no estoy solo. Por suerte es Iruka, porque si llega a ser otro, me clavo un kunia. ¡Es verdad! No puedo.

Por suerte, el bebé no ha sufrido ningún daño. Y encima tengo otro problema: el dinero. No he ido de misión desde hace cinco meses, no me han dejado trabajar en nada y no he podido ahorrar nada.

Hoy voy a hablar con Tsunade-obachan y me da igual lo que me diga. He encontrado un trabajo en Ichiraku de lavador de platos, no es mucho pero algo es. Estoy en la Torre Hokage, justamente en el pasillo, pero alguien interrumpe mi paso.

—¡¿Naruto, qué haces aquí?! —grita Shizune.

 —Tranquila, Shizune. Kakashi me está vigilando a saber donde y Tsunade sabe que venía hoy a hablar con ella. —vi como sus facciones se relajaban, menos mal.

—Vale, aprovecha ahora que está menos ocupada. —dijo. Me despedí de ella y llegué al despacho de oba-chan. Como siempre, quejándose del papaleo.

—¿Siempre quejándote? —dije.

—Siempre me traen muchos papeles. ¿Y cuántas veces te he dicho que llames antes de entrar? —me regaña. Ya se ha vuelto una costumbre.

—Muchas.  —dije soltando una pequeña carcajada. 

Tsunade: Ya no hay remedió y ¿de qué me querías hablar?

—Pues verás, falta poco para que nazca mi bebé y todavía no he comprado nada. No tengo nada de dinero, por lo que necesito un trabajo. —noto como su cara muestra enojo, entrándome pánico. Pero ya no hay vuelta atrás—. Y me da igual lo que me digas, oba-chan. Voy a trabajar sí o sí.

—Primero, no vas a trabajar porque a mí no me da la gana. Por el dinero no te preocupes, pagaremos todo lo que necesites. —dice. ¿Habla en serio?—. Segundo, trabajar puede suponer un riesgo para el bebé. Y tercero, recuerda que no estás solo, Naruto. —enseguida noto cómo me abraza—. No la cargues con todo, recibir ayuda no tiene nada de malo. —dice con un tono que jamás percibí de ella. Es como... ¿Sonido maternal?

Instintivamente, me abrazo a ella fuertemente y empiezo a llorar. ¡Malditas hormonas! Después de esa emotiva charla, me dirijo a mi apartamento, pensando en Itachi. ¿Por qué habrá venido? Desde ese encuentro no lo he vuelto a ver, tampoco se lo he contado a nadie porque no quiero que se preocupen más. No conozco sus motivos, pero no me espero nada bueno. Y lo que más me intriga: ¿cómo sabe de mi embarazo? Sé que se nota, pero, ¿cómo sabe que es de Sasuke? No tengo la más mínima idea, pero tengo miedo de que le pueda hacer algo a mi hijo.

Sumergido en mis pensamientos, noto una gran cantidad de chakra a mi alrededor. Y en un abrir y cerrar de ojos, desaparece, encontrándome a las afueras de la aldea. ¿Qué demonios...?

—Por fin podemos hablar a solas. —dice Itachi. Su cuerpo esta detrás mío, sujetándome las manos. El miedo me paraliza—. Naruto.