Prólogo

Un omega era seguido por una omega de edad avanzada la cual solo lo miraba dar vueltas una y otra vez, él se detuvo y vio el catálogo otra vez, no quería comprarse un alfa para obligarlo a qué se ate a su vida.

—Abuela no quiero un alfa. —la vio. —¿Es tan difícil pedir eso?

—Mañana cumples años. —le dijo. —si tú no eliges un alfa se te elegirá uno.

—No lo quiero. —se cruzó de brazos.

—Agradece a la Luna que fuiste omega. —lo señaló. —si no aceptas a un alfa serás sacerdote.

—Eso es excesivo. —suspiro. —bien, tendré alfa.

La mujer sonrió y le dio el catálogo, pero el omega negó y la mujer tiró el catálogo al suelo, se acercó al omega y le dio una cachetada fuerte, el alfa presente se quiso acercar para ayudar a su nieto, pero tenía miedo de la mujer que decía ser su omega.

—Si tanto quieres que tenga un alfa consíguelo tu abuela. —hablo el omega. —no pienso gastar mi dinero en ese acto tan asqueroso.

—Bien como quieras. —se alejó la mujer.

El alfa se acercó a paso lento y le tocó la mejilla a su nieto el cual solo se dispuso a abrazar al alfa, el omega aún no entendía cómo compartía sangre con una familia tan asquerosa, salvó los alfas que eran buenos, extrañaba más a su madre alfa que a su madre omega, si no hubiera sido por ese accidente estaría mejor con su madre alfa que lo consentía y cuidaba.

—Perdona a tu abuela Mimi. —sonrió el alfa.

—No me parece justo lo que les pasa. —lo vio. —y ahora yo tendré que obligar a un alfa a que esté conmigo.

—No tiene que ser así. —le beso la frente. —ten tu regalo de cumpleaños.

Jimin abrió la cajita y vio un dije de pollito lo cual lo hizo reír y le pidió al alfa que se lo pusiera, Jimin quería mucho más su familia por parte de alfas.

—Prométeme que te cuidaras y cuidaras al que sea tu alfa. —lo tomo de las mejillas.

—Ahora pienso que no fue buena idea dejar que mi abuela elija a mi alfa. —murmuró.

—Tú eres un chico bueno. —le arregló los mechones de cabello. —sé que harás lo correcto.

—Lo dejaré ir. —hablo.

—Jimin si haces eso a él lo matarán por no cumplir con su papel de alfa. —dijo. —eso le pasó a tu tío.

Jimin bajo el rostro tenía razón, si el alfa no cumplía con lo que los omegas decían eran asesinados en la plaza como advertencia a los demás alfas, había visto cómo varios alfas de su familia habían muerto por no cumplir con las malditas órdenes impuestas por omegas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top