Yoongi miraba el jardín, tuvo que abandonar por unos momentos a Jimin, ya que los omegas hablarían de algo, sumamente privado y él no debía de oír. Se encontraba solo debido a que los alfas de la familia Park lo ignoraban pese a que él les hablaba, los alfas mayores solo lo miraban y se fueron a su habitación, los alfas jóvenes lo miraron molestos por su culpa, eran golpeados por no ser como él.

—¿Qué tienes de especial tú? —le pregunto una alfa.

—¿Perdón? —la vio.

—Por tu culpa nos tratan todavía peor. —le dio un empujón, la alfa. —te crees mejor solo por ser un alfa VIP.

—Yo no me creo nada. —los vio. —si supieran hacer bien las cosas no los tratarán mal.

—Eres un hijo de puta creído. —le dijo otro alfa.

—Yo no soy ningún creído. —gruño molestó.

—Esa nadie te lo cree. —le dijo otro alfa. —seguramente se acostó con la abuela de su omega, por eso ella lo trata tan bien.

Yoongi le dejó ir un fuerte puñetazo en la cara al alfa, él cuál se tocó la nariz al ver cómo se la rompió el alfa. Los otros alfas se abalanzaron para golpear al alfa, él cuál cayó al suelo y comenzó a recibir patadas y puñetazos, una de las alfas tomó un cristal que tenía y le hizo una fuerte cicatriz en el rostro a Yoongi el cual gritó de dolor.

El ruido atrajo la atención de los omegas, los cuales al ver el alboroto corrieron para ver lo que ocurría, Jimin al ver en el suelo a Yoongi y con una mano cubriendo uno de sus ojos; se acercó y tomó del cabello a la alfa que tenía el cristal con sangre y la tiró al suelo. Los omegas corrieron para auxiliar al alfa él cuál se quejaba de dolor, Jimin lo ayudó a levantarse y tratar de ver lo que le habían hecho.

—¿Qué mierda les pasa? —grito molesto Jimin hacia los alfas. —esto no se va a quedar así.

Jimin solo dijo eso y ayudó a su alfa a levantarse y se lo llevó a la habitación para verle la herida y así llamar al médico, Yoongi solo cubría la parte en la cual había sido cortado.

—Déjame verte la herida. —hablo suave el omega.

—Ya no soy bonito. —se disculpó.

—No digas eso. —negó Jimin y cuando movió la mano vio la cicatriz que el alfa tenía desde la ceja hasta su mejilla. —aún eres hermoso para mí.