31
Yoongi estaba en el auto mientras miraba al omega hablar con los de la aerolínea, pues tenía que hacer un pequeño papeleo para poderlo sacar del país y sobre todo ponerle una pulsera de identificación donde decía que era cuidando surcoreano y que ya tenía dueño para que esté no se escapará, este era una pulsera que solo el omega dueño podía quitar con un dispositivo especial. Cuando todo estaba listo, Jimin le dijo a Yoongi que saliera y este lo hizo, ambos se dirigieron al avión donde se subieron.
—¿A dónde iremos? —preguntó Yoongi.
—Iremos a Tailandia y luego a Perú. —contestó Jimin. —hay unos lugares hermosos que quiero que veas.
—Ya veo. —hablo Yoongi.
—Espero y disfrutes el viaje Yoongi. —sonrió Jimin.
Yoongi no dijo nada su vista, se posó en la ventana para ver cómo volaba, Jimin estaba en su celular viendo la reservación de la habitación donde se hospedarían y los restaurantes para ir a comer. Yoongi poco a poco fue cerrando los ojos hasta caer dormido en el hombro del omega, el cual lo vio y no pudo evitar sonreír al ver al pálido dormido.
—Nuestra luna de miel. —susurro.
Cuando llegaron al sitio, Jimin despertó al pálido y ambos bajaron para subirse al auto que los llevaría al hotel, Yoongi miraba los lugares, Tailandia no era muy diferente a Corea, solo que en este si se podían ver a alfas trabajar, pero estos tenían unos collares. Jimin tomo de la mano a Yoongi el cual lo vio y le sonrió para decirle con su mirada que todo estaba bien, que no lo dejaría solo.
—Cuando lleguemos a la habitación podremos descansar. —le dijo.
—Entiendo. —asintió.
Cuando llegaron al hotel Yoongi llevaba las maletas y se sentía algo incómodo al ver cómo lo miraban los omegas y betas del salón, Jimin noto eso e iba a imponer territorio ante eso.
—Reservación para dos a nombre de Park Jimin. —dijo serio.
—Claro. —sonrió la omega sin dejar de ver al alfa. —la suite ya casi está lista.
—Se supone que debería de estar lista con anticipación. —tronó los dedos al ver que la chica no le prestaba atención a él. —él es mío, así que no te pases de lista.
La chica vio al omega, el cual la miraba de manera fría, pues esta ignoraba todo lo que decía por mirar a su alfa.
—¿Qué decía? —lo vio de mala manera al interrumpir su vista.
—Que ni con tu miserable sueldo podrías obtener un alfa como el que tengo y no, no te lo presto por una noche. —dijo frío Jimin. —yo no presto lo que es mío y menos a un alfa como él.
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