Pov _____:
Era de mañana, sentí como la luz del sol que entraba por mi ventana se fijaba en mi cara.
Puse mi mano frente a mí para tapar la luz y evitar que me lastimara la vista, pero alguien tomó mi mano y comenzó a reír.

Entrecerré mis ojos para mirar mejor; Sally había abierto la cortina para que me despertara con el sol. Es algo típico que las personas quieran despertarte de ese modo y no pueden solamente hablarte. Sonreí un poco por eso.

—Buenos días hermana —saludó Sally con una sonrisa—. Lamento si te despierto, ya es algo tarde y los demás se están quejando sobre tu impuntualidad, así que me pidieron que te despertara.

—¿Qué hora es?.

—Casi son las tres de la tarde, además ya casi terminan de poner las decoraciones.

—¿Qué?.

Me puse de pie y caminé hacia mi armario para buscar algo de ropa para ponerme antes de ir a ayudar con lo que resta de la decoración.
Tomé una blusa de color rojo, un short y me puse mis zapatillas deportivas.
Sally y yo salimos de mi habitación para ir con los demás.
Al bajar al salón principal me encontré con una gran variedad de decoraciones, había quedado todo genial.

—¡Walker! —Tyler llamó mi atención y se acercó a nosotras—. Impuntualidad, casi nos volvemos locos por la decoración, con dificultad pude colocar el letrero en la entrada. ¿Dónde estabas?.

—Una disculpa, me quedé dormida.

—Esta bien, no importa, solamente danos tu opinión sobre lo que hemos hecho —señaló las decoraciones del salón—.

—Me parece genial la forma en que han decorado todo, veo que sí les agradó decorar el lugar.

—No sabes cuánto, a propósito, tú madre regresa mañana. Tuvo unos asuntos que atender —suspiró—.

—¿Era algo relacionado sobre lo de mi padre?.

—Si, dijo que ya estabas enterada...

—Lo sé, aun así, gracias por comentarlo —sonreí—.

~~~

—¿Segura que me queda bien? —preguntó Sally señalando su vestido de color negro—.

—Como una verdadera bruja —sonreí—. Te ves adorable.

—¿Y tú de qué te vestirás?.

—¿Eh?.

—Si —me miró algo confundida—. ¿No sabías que tú también debías vestirte por Halloween?.

—En realidad no.

—Bueno...vístete de...¡bruja! —dio un pequeño salto—. Combina a la perfección, maestra y alumna de hechicería o brujería.

—Claro, lo haré, pero necesito ayuda con el maquillaje de bruja, no puedo hacerlo sola —miré mi armario y luego miré a Sally—. ¿Puedes buscar a Tyler?. Él es algo bueno con el maquillaje.

—Claro pero primero debo preguntarte algo.

—Adelante —sonreí—.

—¿Eres pareja de Tyler?.

Miré algo confundida a Sally, su pregunta me había sorprendido, nunca creí que Tyler y yo pareciéramos pareja.
Sally esperaba mi respuesta, negué con la cabeza mientras sonreía.

—No somos pareja, simplemente es un amigo desde...podría decirse que desde la infancia.

—Ya veo, lamento si te incomodé con mi pregunta.

Sally dio media vuelta para salir y buscar a Tyler, pero alguien llamó a la puerta.
Nos miramos entre sí y Sally fue a abrir.

—Hola Tyler, iba a buscarte para que nos ayudaras con el maquillaje de bruja, _____ lo necesita —dijo Sally dejando pasar a Tyler—.

—Gracias y... —me miró— has elegido a la persona indicada.

—¿Enserio? —reí un poco—. ¿Y qué te traía por aquí, en primer lugar?.

—Bueno, quería decirte que nos veremos aquí antes de media noche, para iniciar la fiesta. Tal vez algunos de los niños quieran dormir antes y por eso, no queremos hacerlos desvelarse tanto —sonrió—. Y claro, si quieren regresarse antes, los traeremos de regreso.

—Esa idea es perfecta y de hecho, es como una regla que ya está desde hace tiempo —me cruce de brazos—. ¿A quién debes llevar este año?.

—A los hermanos Morris, Jerry y Jimi —sonrió—. De hecho pedí llevarlos, ellos me caen muy bien.

—Cuídalos bien.

—Lo haré, tú llevas a Sally, ¿verdad? —la miró—.

—Si, fue una buena noticia.

~~~

—Mira hermana, me dieron muchos dulces más —dijo Sally riendo un poco y mostrando su calabaza de plástico—.

—Te los mereces, además, este año todos quieren dar dulces —dije mirando cómo les daban dulces a los niños—.

—Vayamos a aquella casa —señaló una casa con una decoración exagerada—.

—¿Segura?, ¿no tienes miedo a aquella decoración? —sonreí—.

—Para nada, vamos, pueden darme más dulces.

Caminamos hacia aquella casa, estaba más lejos de lo que se veía.
Las personas caminaban hacia el lado contrario mientras Sally se apresuraba en llegar a aquella casa.
Sally se adelantó y yo la esperé en la entrada del jardín principal. Volví a mirar a los niños, parecían divertirse demasiado, algo que me hacía recordar mi infancia.
Regresé mi mirada hacia dónde estaba Sally, pero no la miré por ningún lado. Me alteré un poco y decidí llamar a la puerta de aquella casa.

—¿Quieren dul... —dijo una señora un poco mayor abriendo la puerta pero se detuvo al verme—. ¿Se le ofrece algo, jovencita?.

—Bueno, una niña vestida de bruja acaba de pedirle dulces, estoy buscándola. No salió de su jardín principal, es decir, no regresó a donde yo estaba...espero pueda entenderme.

—Claro que entiendo, y si, una niña muy tierna me acaba de pedir dulces, le di un puño de dulces y cuando le iba a dar más, ya no estaba —respondió con algo de pena—. Espero que la pequeña no esté perdida.

—Lo mismo espero —suspiré—.

—No es por los jóvenes o los adultos que se vuelvan locos, se lo digo porque en esta época suelen desaparecer los niños de forma misteriosa. Un ser, mejor dicho, un demonio los captura para mantenerlos en la tristeza y en la tortura.

—Entiendo que trate de asustarme pero... —me interrumpió—.

—No estoy tratando de asustarla, busque a esa niña lo más pronto posible.

Aquella señora dijo esto último de manera demasiado seria, yo solo asentí y me fui de allí para buscar a Sally.
Caminé por toda la ciudad sin encontrar un rastro de ella. Decidí tomar un descanso en un parque del cual me encontraba cerca.
Me senté en una de las bancas y suspiré.

—Es gracioso que Sally confiara en ti y tú la hayas descuidado.

Levanté la mirada encontrándome con un chico de cabello castaño, googles y bozal. Lo miré detenidamente y pude reconocerlo; era aquel chico extraño que había mirado en el bosque, cerca del orfanato.

—Tu eres... —fui interrumpida por él, ya que me tomó del cuello de la blusa y me elevó un poco—.

—¿Qué sucedió con Sally? —estaba molesto—.

—N-no lo sé, de la nada desapareció.

Traté de liberarme de su agarre; lo pateé en el abdomen y golpeé su brazo pero al parecer él no sentía nada de dolor.
Miró a su alrededor, dio un pequeño gruñido y me cargó sobre su hombro; como si fuera un costal de arena o algo parecido.
Caminó hacia el bosque, yo trataba de liberarme pero era más fuerte. Típico en un secuestro o algo parecido. Me molestaba eso.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunté de forma fría—. ¿A dónde me llevas?.

—Con el Operador, no hagas preguntas y no sufrirás demasiado.

—¿Por lo menos puedo saber tu nombre? —sabía que no me respondería, pero no era malo preguntar—.

—Ticci Toby.

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