Capitulo V
Narra Argentina:
Buenos días... recién me despierto, con un dolor en el orto pero bueno, yo me lo busqué.
Estiré mis brazos mientras bostezaba y me quede viendo el techo aún con la vista media borrosa, tenia la mente en blanco y una sensación de calma por algún motivo extraño. Me apoyé sobre mis brazos y observe a quien estaba a un lado mío aún dormido, era más lindo verlo así a tenerlo despierto en mi más humilde opinión personal, suspiré y me levante de la cama, me vestí y me fui de la habitación dejando a Canadá dormir en paz.
Estaba bajando las escaleras para ir a la cocina a tomar algo de agua hasta que llegué al suelo y alguien llamó a mi puerta.- Ya me estaba hartando el golpe de la puerta- Giré mis ojos esperando que sea un latinoamericano y no otra potencia que viniera a joderme la mañana, no tengo un solo momento de paz. Refregé mis ojos con mis manos y me acerqué a la puerta para abrirla, no fue satisfactorio ver a quien me encontré detrás de ella.
- Morning darling (Buenos días cariño)-. Ya me estaba cansando de escuchar el inglés amigo, ¿no puede venir alguien más con un idioma más tolerable y copado? Onda, Japón?
- Buenos días USA...-. Bostecé y acomodé mi cabello.- No tengo ganas de pelear ni de hacer un papelito o algo por el estilo así que anda al grano-.
- Did Canada came here? I didn't see him in his bedroom when I woke up (¿Canadá vino para acá? No lo he visto en su habitacion cuando desperté)-. Sentí otra vez esa presión en mi pecho. ¿Ahora que le digo? ¿Qué está acá, en mi cama, sin ropa, y con rasguños en la espalda? Primero creo que lo mata a él y después a mi.
- Eh... había venido anoche pero después se fue por qué se debía ir a ver a... ¿a quien era?... bueno, era a alguien más pero no recuerdo quien-. Me hice el pelotudo, eso era lo mejor que sabía hacer. Esperé a que se comiera el cebo para ya estar tranquilo conmigo mismo.
- Oh, alright. Thanks you anyways darling, maybe I will came up here later (Está bien. Gracias de todas formas cariño, tal vez vuelva a pasar por aquí después)-. Me sonrió mientras bajaba sus lentes para dejar ver sus- lindos- ojos celestes.
- Ajá, bueno deja de hacerte el Leonardo DiCaprio-. Sonreí algo forzado. El yankee sacudió mi cabello y se fue, cerré la puerta y me fui hacia la cocina.
Me quede pensando en lo que hubiera pasado si delataba a Canadá, ya se que no iba a pasar nada bueno para ninguno de los dos pero me dejo en duda la actitud del gringito. Agarré una botella de agua de la heladera y empecé a tomar de ella mientras me apoyaba contra la mesada, me fui a la sala y prendí el televisor para poner algo de música, el silencio junto con mis pensamientos me incomodaba bastante para ser honesto.
Luego de poner algo de rock nacional subí de nuevo hacia mi habitación con la intención de levantar a Canadá, si su hermano no lo encontraba tal vez empezaría una guerra culpando a los que son supuestamente sus enemigos. Cuando entré me encontré con la cama vacía, miré a todos lados y hasta me asome por la ventana pensando que se fue por ahí- algo estúpido ya que no tendría motivos de huir-. Rasqué mi cabeza pensando donde estaría, me giré para volver a la cocina y me di un susto mortal al encontrármelo a mis espaldas. Yo estaba ahí al borde de un paro cardíaco y lo único que él hizo fue darme un abrazo llegando a levantarme unos centímetros del suelo.
- Comment ça va, Argie?~ (¿Cómo estás, Argie?)-.
- La tuya por si acaso, no entiendo francés-. Si, entiendo inglés, portugués, italiano, alemán, ruso y no voy a entender francés, medio pelele de mi parte pero bueno, me dio fiaca estudiar otro idioma más.
- Oh, sorry, I asked how were you (Lo siento, pregunte como estabas)-.
- Ah, y pues... bien, bien creo-. Me separé del abrazo apenas sentí que me dejó tocar el piso.- Eu... te iba a decir que hace un instante tu hermano... o sea USA estaba acá buscándote-.
- I know, I heard the conversation between he and you (Lo sé, escuché la conversación entre él y tú)-. Se me pasó una idea por la cabeza cuando confesó aquello, ¿y si por algún motivo salía de la habitación y me dejaba como un mentiroso enfrente del gafas de sol?.- Thanks you for lying for me Argie, I didn't told him I was outside last night (Gracias por mentir por mi Argie, no le había dicho que estaba afuera anoche)-.
- O sea que anoche prácticamente te escapaste... ¿no me podría meter en problemas por esto?-. Miré al pelirrojo con una sonrisa nerviosa.
- Um... I want to think you will not get in trouble by that (Quiero pensar que no vas a meterte en problemas por eso)-.
- Canadá no quiero terminar 5 metros bajo el suelo solo porque te escapaste-. Una cara de preocupación apareció en el rostro del canadiense, no quería echarlo pero no quiero terminar como el Imperio Japonés.- No es de malo, pero los dos conocemos como es USA. Así que, mejor anda y no sé, decile que estuviste en casa de alguien más o inventate algo...-.
El canadiense me volvió a abrazar pero con demasiada fuerza, parecía no querer irse o siquiera despegarse de mi.
- Yo tampoco quiero que te vayas pero dale Canadá, es por ambos-. Me costó algo decir lo primero, pero era la única forma de convencerlo.
Escuché un suspiro de su parte, después de eso me dejó de abrazar y me beso en los labios.- No lo hagas más difícil, dale-.
- Je t'aime Argie, don't forget it (Te amo Argie, no lo olvides)-. No entendí lo primero pero para no arruinar el momento solamente le sonreí.
Me dio un último beso y se marchó de mi habitación, solté un suspiro y me senté en el suelo cuando escuché la puerta de la entrada cerrarse. Me dolió un toque esa despedida pero bueno, puedo superarlo... eso creo. Sacudí mi cabello y me tire en mi cama, agarré el celular y me puse a ver esos mensajes de ayer por intriga.
Entre esos mensajes me encontré uno que me hizo cuestionar si no estaba en un coma etílico. Entré al chat de Rusia y me lo habia mandado anoche tipo 3 de la mañana... el pibe tiene inseguridades no sé yo, no era la gran cosa igual era un mensaje invitándome a una cena en su casa hoy a las... diez de la noche.
Empecé a pensar en no ir y ponerle una excusa, hasta que pensé en "el plan", no tengo una relación con Canadá puede que él ahora lo veo como una relación pero en ningún momento paso el tema de "Eu, me gustas, ¿te gusto?" Y pum, novios, así que puedo ir aparte es una cena... con el tercer país que me quiso agarrar. Negué con la cabeza y le respondí que si iría y todo re bonito y tal y tal, tire el celular y me fui a dar un baño.
[. . .]
Narrador:
Argentina se encontraba viendo una novela turca en lo que se hacían las 10 de la noche. No quiso salir por el miedo a que alguien fuera a secuestrarlo y hacerlo faltar a la cena que para él era "importante" por que lo invitaba Rusia, no le tenía miedo pero lo intimidaba por su tamaño.
En lo que veía su novela agarró su celular para ver si no había algún cambio o algo así, y solo se encontró con un mensaje del ruso que le anunciaba venir a buscarlo en su casa. Argentina pensó en el vehículo del eslavo y le causó gracia la imagen mental de un tanque en la puerta de su casa, era absurdo pero si sucedía no se negaría a ir sobre un tanque.
Luego de unos cuantos minutos alguien llamó a la puerta del latino, quien se levantó apagando el televisor y abrió la puerta, encontrándose con Rusia.
- Доброй ночи Argentina (Buenas noches Argentina)-. Sonrió, causándole un pequeño sonrojo al argentino.
- Buenas noches Rusia-. Saludó el argentino devolviendole la sonrisa.
- Te agradezco que hayas aceptado venir a cenar conmigo-.
- No, no es nada... como no tenia nada que hacer por la noche-. Se sentía algo incomodo ya que no se había vestido bien para ir a cenar, mientras el ruso vestía su típico abrigo y un buzo negro con unos jeans negros con zapatillas, él apenas había encontrado una remera de Boca- ya que era lo único que tenía limpio en su armario- una campera negra y unos shorts Adidas con unas zapatillas blancas y medias altas. Se puso a pensar y lo avergonzó demasiado la diferencia de formalidad entre ambos.
- Bien, vamonos-. Dijo el de mayor estatura mientras el argentino lo seguía por detrás, puso llave a su casa y se giró a ver el vehículo de la potencia. Lo dejo con una cara de payaso al ver que era un BMW X2. El ruso se subió en el asiento del piloto mientras que el argentino, ilusionado por subirse en auto de esos de chetito se sentó en el copiloto.
- Eu Rusia, si no te molesta, ¿me podes decir a donde vamos a ir a comer?-.
- У меня дома... (En mi casa...)-. Miró hacia otro lado mientras encendía el vehículo y empezaba a andar.
- Aah... ¿y que tiene?-. Lo miró confundido por cómo se expresó, el ruso ante la pregunta se encogió de hombros desviando la mirada algo avergonzado.
- Viven mis hermanos conmigo...-.
- Sigo sin ver lo malo de eso, si tus hermanos lo menos que van a hacer es molestarte... si es que te conocen bien-.
- Есть еще мой отец (También está mi padre)-.
- Ah, ahora entendí...-. El argentino empezó a ponerse nervioso, hacia décadas que no veía al soviético y le causaba más nervios aún que lo viera como está ahora.- Bueno, no creo que nos jodan...-.
- Eso espero-. Suspiró el de tez clara.
Ambos viajaron hacia la casa de Rusia teniendo algunos temas de conversación interesantes y algunos algo tontos que el de mayor estatura no entendia del todo.
Se la pasaron bien en el trayecto, y si, la casa de Rusia era una de las que estaba más lejos de la ciudad.
Cuando llegaron y bajaron del auto el argentino ya estaba hecho cubito de hielo tamaño humano, se arrepintió de no haber llevado algo más abrigado, sacudió su cabeza y siguió al ruso hasta la entrada de su casa.
Ambos pasaron y el latino observó de techo a piso la casa del eslavo, había fotos de sus hermanos y él cuando eran pequeños, de la URSS, algunas pinturas y retratos. Notó que algunos muebles eran algo antiguos, pensó que la URSS obligó a los hermanos a dejar esos muebles en vez de cambiarlos por otros.
- Siéntete como en tu hogar Arge-. Miró al más pequeño mientras iba hacia algún lado de la gran casa.
- Bueno!... me gustaría sentirme así pero el ambiente me intimida más que vos...-. Murmuró para si mirando el ambiente mientras seguía al más alto.
Entró en lo que parecía ser el comedor, no veía a los hermanos ni a la URSS cerca, bueno eso le favorecía para no tener que estar como pelotudo con una ropa de verano en tremendo frío siberiano.
- Eu, como que... tu familia desapareció-.
- Deben estar en sus cuartos... es mejor para nosotros-.
- Y ahora es la parte en la que bajan y nos arman tremendo lío-. Sonrió el argentino, deseando que no se cumpla.
El ruso sonrió soltando una pequeña risa.
El de piercings se sentó en una de las sillas, mientras que el ruso se iba hacia la cocina para traer la comida... o eso pensó el argentino, quien tiro su cabeza para atrás cerrando los ojos y cuando los abrió de vuelta se encontró con la intimidante mirada de un hombre mucho más alto que él, lo que hizo que el latino se girará y se levantara de su lugar medio asustado por la aparición repentina del mayor.
- ¿Argentina?-. Frunció el ceño mientras observaba al mas pequeño
- Eh... jeje... Cuánto tiempo, URSS-. Sonrió temeroso el argentino, el mayor miró de pies a cabeza al más joven.
- Has cambiado bastante desde la última vez que te he visto-.
- Bueno... que te puedo decir, no podía permanecer con el estilo del pasado-.
URSS conocía a Argentina desde hace bastante, y cuando acabó su tiempo de gloria no volvió a saber nada más de él. Verlo con el pelo largo y los piercings hizo que pensara que de verdad los tiempos cambian con gran velocidad.
- Espero que lo único que hayas perdido sea el sentido de la "moda"-. Sonrió ladino mientras se iba hacia otra habitación.
- No es mi culpa que te hayas quedado en el 1500-. Se cruzó de brazos, aún no confiaba del todo en el soviético pero no se iba a quedar callado ante una "humillación".
- Al menos no se usaba porquerías de metal en la cara-. Exclamó desde la otra habitación.
- Y yo al menos tengo los dos ojos...-. Murmuró con cobardía mientras volvía a sentarse. Apoyó sus manos en la mesa y volteó su mirada a la silueta de Rusia que se acercaba a su persona.
- ¿Porqué no le respondiste de vuelta? Normalmente lo insultarias con algo hiriente para él-. Preguntó sentandose a un lado suyo.
- Eh... falta de tacto, no lo he visto desde hace bastante y no sé... no quiero flashear confianza-. Confesó mirando la mesa.
- Él ya lo hizo como para decirte lo de los piercings-. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro mientras le acomodaba su cabello por detrás de su oreja, dejando ver los piercings que tenía. El de pelo largo miró de reojo al más alto y agarró su mano mientras sonreía.
- Si quieres provocarme para bardear a tu viejo, no va a funcionar-. Bajó su mano y la dejo sobre la mesa, aún agarrándolo.- Le tengo demasiado respeto como para cagarlo a puteadas-.
- Es decir que no sientes respeto hacia ningún otra persona?-. Preguntó mientras acariciaba la mano del argentino.
- Mmm, nah, si respeto al resto pero, mi respeto es diferente dependiendo la persona-. Respondió acercándose demasiado al ruso, dejandolo con un suave color rojo sobre sus mejillas.
- No... No hagas eso Arge-. Desvío su mirada y se levantó de su asiento para ya irse nuevamente a la cocina, el de pelo largo le parecia divertido provocar de esa forma al ruso.
. . .
Detrás del muro que separaba el comedor con la entrada a la casa, estaba apoyado el soviético, quien se había puesto a caminar soltando una risa baja luego de haber escuchado la conversación entre su hijo y el sudamericano.
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Esta historia continuará
Bueno, aviso que cuando aparezcan más países voy a subir otra actualización (no capitulo) en donde estarán las apariencias de los países.
Con eso dicho me despido, hasta luego.
2527 palabras.
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