𝑷𝒍𝒂𝒚𝒂.

Jimin soltó un largo suspiro y miró hacia la gran mansión que había a su lado y Jungkook abrió finalmente la puerta para que él saliera. Estaba demasiado nervioso y asustado.

—Jungkookie... n-no creo que sea buena idea.

—Tú no preocupar. Yo estar contigo siempre —le aseguró. Tomó de su mano y avanzaron a la entrada. No había camarógrafos ni paparazzis ya que era una celebración demasiado privada.

—¿C-Cómo debo saludar a todos? —preguntó asustado, apretando levemente la mano de Jungkook.

—Como tú querer —elevó la manos de Jimin y le besó el dorso, intentando darle tranquilidad y seguridad— Tú no tener que saludar si no querer, ni hablar, ni nada.

—¿No pensaran que estoy siendo mal educado?

—No importar —acarició una de sus mejillas— Yo solo saludar a mamá, amigo y uno que otro socio viejo, luego irnos.

—B-bien...

—Yo saludar por ti, no preocupar.

—Vale.

Entraron al inmenso lugar y Jimin no pudo ocultar su asombro que se dibujó en su rostro, haciendo sonreír a Jungkook. Mientras iba avanzando, el azabache comenzó a saludar a todos los que se cruzaban en el camino; tanto hombres como mujeres, las cuales unas eran más coquetas que otras.

En todo momento estuvieron tomados de la mano, Jimin hizo muchas reverencias a personas que en su vida había visto y quizás no volvería a ver. Mientras Jungkook cambiaba palabras con un hombre de edad bastante avanzada, Jimin pudo ver entre la multitud a una hermosa mujer de cabello negro, ojos negros y piel clara. Algo había en ella que le resultó familiar, entonces miró a Jungkook y luego giró su cabeza para volver a verla.

Oh, mierda. Era mamá de Jungkook.

El nudo en su estómago se incrementó y sintió un calor recorrer todo su cuerpo cuando sus ojos miel conectaron con unos azabaches. El hermoso rostro sonriente de la mujer se transformó en uno completamente serio mientras fruncía el ceño y comenzaba a caminar a pasos lentos, justo hacia su dirección.

¿Dios, estás ahí? Necesito que me ayudes una vez más.

—Ju-Jungkookie... —le llamó mientras apretaba el agarre de sus manos.

—¿Qué pasar? —preguntó, girando su rostro hacia el de Jimin. El hombre con el que estaba hablando ya se había retirado.

—C-creo que vi a t-tu mamá... —fue todo lo que alcanzo a decir, cuando una voz femenina, pero ronca, se escuchó.

—Jeon —el mencionado reconoció la voz y se giró para mirarla.

—Mamá —sonrió como un niño inocente al ver la cara tan seria de su madre.

Jimin era muy bueno aprendiendo a entender, le iba mejor que en escritura. Él lograba comprender una pequeña conversación en coreano, pero no sabía pronunciar bien las palabras, no aun. En cambio, en inglés, él ya sabía mucho más que solo escuchar.

—Veo que al final lo trajiste, me sorprende realmente —sonrió y miró a Jimin— Es hermoso —dijo con sinceridad.

—Claro que lo es —sonrió orgulloso. Jimin estaba casi escondido detrás de él, con sus mejillas afiebradas y sin soltarlo de la mano.

—¿No me vas a presentar?

—¿Para qué? No lo verás muy seguido.

—Cuida tus modales, hijo. Presentame como corresponde.

Jungkook soltó un bufido, sabía que su madre lo hacía para poner nervioso a Jimin.

—Jimin —le llamó y este lo miró. A la señora Jeon se le hizo un nudo en el estómago al ver como sus miradas se conectaban, como se sonrieron, como se daban inconscientemente sutiles caricias que entre dos hombres no era normal ver— Ella ser mamá —dijo en español y luego miró a su madre, para hablarle en su idioma natal— Madre, él es mi novio, Jimin —dijo con malicia, haciendo que su madre frunciera notoriamente el ceño.

—No habla coreano —no fue pregunta y Jungkook frunció los labios antes de responder.

—No, solo entiende un poco.

—¿Inglés?

—Sí.

—Lovely to meet you, Jimin.[Un gusto, Jimin.] —habló, en su perfecto inglés, logrando que Jimin se pusiera aun mas nervioso de lo que ya estaba.

—M-my pleasure.[Un gusto.] —dijo tímidamente e hizo una reverencia. Ella simplemente sonrió.

—Al menos tiene modales —habló en coreano, mirando a su hijo.

—Mamá... —Jungkook se quejó.

—Sí, sí. Dije que no me metería en nada — tomó una de las copas que los camareros andaban ofreciendo y bebió de ella, sin siquiera molestarse a averiguar qué licor era— Y estoy cumpliendo.

—Hm. No bebas tanto.

—Soy una mujer adulta desde... —pensó— Demasiado tiempo, puedo hacer lo que se me dé la gana.

—Mamá —ella rodó sus ojos y volvió a mirar a Jimin.

—Enjoy the party. We will be in touch and Jimin... I was pleased to meet you.[Disfruten de la fiesta. Estaremos en contacto y fue un gusto conocerte, Jimin.]

—I feel the same way.[Lo mismo digo] —cuando la madre de Jungkook se fue, Jimin volvió a respirar.

—¿Tú estar bien? —le preguntó, acariciando suavemente el dorso de su mano.

—Sí, estoy bien.

—Vale.

Una hora pasó increíblemente rápido, más si la comida y los tragos estaban maravillosos. Jimin ya se había comenzado a aburrir de escuchar charlas que no lograba entender, y soltó la mano de Jungkook para ir hasta una de las mesas llenas de comida, en donde se sentó y se dispuso a comer.

—Bored?[¿Aburrido?] —Jimin entendió lo que el hombre a su lado dijo y giró su rostro, buscando a quien le decía aquellas palabras.

—Me?[¿Yo?] —preguntó curioso. El hombre a su lado era de piel canela, ojos marrones, cabello castaño oscuro, alto y muy bien vestido.

—Yes.[Sí]

—The true is that I'm quite bored[Oh, sí. La verdad es que estoy bastante aburrido] —confesó y el contrario sonrió, haciendo que en sus mejillas unos bonitos hoyuelos se marcaran.

—I also get bored during these celebrations, I wish I was at home watching TV.[Yo igual me aburro en estas celebraciones, desearían estar en casa viendo la televisión] —Jimin se relajó y una bonita sonrisa se formó en sus labios— By the way, I'm Kim Namjoon. [Por cierto, soy Kim Namjoon] —le extendió la mano.

—Nice to meet you, I'm Park Jimin.[Mucho gusto. Soy Park Jimin] —correspondió al saludo de manos.

—Park, Park... —repitió al sentir que conocía el apellido— Oh, I know who you are![¡Oh, ya se quien eres!] —canturrió emocionado.

—Do you?[¿Sí?] —preguntó, frunciendo el ceño— I'm sorry, but I don't understand.[Lo siento, pero no entiendo.]

—Are you Jeon's Park?[¿Eres el park de Jeon?] —soltó, haciendo que las mejillas de Jimin se tiñeran de un rojo furioso.

—I guess I'm that Park.[Supongo que soy ese Park] —dijo tímidamente.

Antes de que pudieran seguir hablando, Jungkook llegó al lado de Jimin y lo tomó cariñosamente de la mano, luego miró a su amigo.

—Joonie.

—Kook —se dieron un apretón de manos— No te había visto. Bueno, igual apenas llegué hace unos minutos.

—Veo que ya conociste a Jimin.

—Lo hice —respondió Namjoon.

—Jimin, él ser amigo del que yo hablar —dijo Jungkook, totalmente perdido en la hermosa cara de su chico. Namjoon lo escuchó muy atentamente, mientras su ceño comenzaba a fruncirse. No tenía idea de que Jungkook hablaba español.

—Sí.

—¿Viniste solo? —preguntó Jungkook, mirando nuevamente a su amigo, viendo que su hermosa esposa no estaba a su lado..

—Hm, sí. Ya sabes que no me gusta traerla a estas cosas —dijo, encogiéndose de hombros.

—Es una pena —acarició el dorso de la mano de Jimin con su pulgar.

Se quedaron los tres ahí, charlando de diferentes temas mientras comían uno que otro bocadillo. Jimin, fue más lo que escuchó que lo que habló, y no le importaba realmente. Cuando dieron las doce de la noche, Jungkook consideró que era hora de partir y marcharse de aquella bulliciosa celebración. El azabache se despidió cariñosamente con un abrazo de su amigo y Jimin hizo una pequeña reverencia, sin soltar la mano de Jungkook.

"Disfruten su viaje" fue lo último que Kim les dijo a la pareja, antes de desaparecer entre la multitud.

Jungkook avanzó entre la gente, buscando a la única mujer que amaba por sobre todo. Su madre.

—Mamá —le llamó cuando logró encontrarla entre la multitud, en un tono que ella pudo escuchar.

—Jeon —lo miró— ¿Te vas?

—Sí, cuídate —besó una de sus mejillas— Te llamaré.

—No irás a la empresa mañana, por lo que veo.

—No. Nam puede manejar todo perfectamente —miró a Jimin y le guiñó un ojo— Bien, me voy. Te quiero mamá —se despidió finalmente de su madre, sin dejar que Jimin alcanzara siquiera a despedirse.



***


Habían salido de Seúl a eso de las doce de la noche, rumbo a Busan y Jungkook se mantuvo fijo al volante por casi cinco horas. Fue un viaje realmente agotador, pero no dejó de ser una gran aventura para ambos, quienes se mantuvieron despiertos todo el trayecto, hasta que finalmente llegaron a una hermosa casa frente al mar.

—¿Esta es tu casa? —preguntó Jimin, notoriamente emocionado, mientras estiraba enérgicamente su cuerpo una vez que bajó del auto.

—Ser casa de mamá, aquí viver ella cuando niña. Ahora solo yo vinir a veces.

—Oh, vaya. Que desperdicio —se acercó a Jungkook y lo abrazó— Podríamos venir más seguido —sugirió con una hermosa sonrisa.

—Sí. Todo lo que tú querer, bonito —lo rodeó por la cintura y lo apegó aún más a su cuerpo— Yo dar todo —subió sus manos hasta las mejillas sonrojadas del peligris— Hm... Te amo —aun estaban afuera de la casa y se escuchaba el sonido del mar de fondo.

—T-también te amo, Jungkookie —tartamudeó, sin dejar de lado la sonrisa en sus labios. Jungkook unió lentamente sus labios, cortando toda la distancia para deleitarse con el sabor dulce de su amante.

Cuando finalizaron el beso, Jungkook tomó la mano de Jimin y caminaron hacia la entrada de la casa para cubrirse de la fría noche. Jimin se animó a preparar cafés para ambos, mientras Jungkook encendía la calefacción en la casa.

—Yo voy a buscar cosas al auto, ten —le extendió una manta gruesa y besó una vez más sus labios— Uhm... te amo, te amo —ronroneó, repartiendo cortos besos en la cara de Jimin.

—J-Jungkookie... —Jimin se aferró a su camisa, mientras sonreía y ladeaba su cabeza para darle acceso a su cuello— Quitatela —pidió mientras mordía su labio inferior.

Jungkook besó y enterró sus dientes en el cuello de Jimin antes de conceder su petición. Con una hermosa sonrisa coqueta, comenzó a quitar cada prenda de su cuerpo, siendo devorado en todo momento por unos hermosos y lujuriosos ojos miel. Llevó una de sus manos a la nuca de Jimin para estrellar nuevamente sus labios y besarlo con más pasión que antes, recorriendo cada rincón de su boca con su lengua.

—Yo te sacar ropa —susurró, mientras sus manos ya se movían hábilmente entre sus prendas. No tardó mucho en desnudar completamente a Jimin, y cuando lo hizo, simplemente se apartó para poder mirarlo— Tú ser tan bonito. Uhm... tan mío.

—L-lo soy. Todo tuyo —gimió entrecortado, cuando Jungkook comenzó a acariciar su erección, mientras llevaba sus labios a la tibia piel blanquecina del cuello de Jimin— J-Jungkookie...

No supieron cómo, pero ya no estaban ni parados, ni en el sofá. Ambos estaban sobre la manta en el suelo, desnudos y agitados.

—¿Hm? —dió un lametón en el cuello de Jimin y luego mordisqueó el lóbulo de su oreja. Jimin tomó con ambas manos la cara de Jungkook, obligándolo a mirarlo.

—S-siéntate —pidió entre jadeos.

Jungkook enarco una ceja al no comprender, pero igualmente lo hizo. Alejándose del cuerpo perlado de su amante, se sentó.

—¿Así, bien? —preguntó. Estaba sentado sobre la manta en el piso, con su espalda pegada al sofá.

—Perfecto —Jimin relamió sus labios— D-déjame complacerte por hoy.

—Tú siempre lo hacer.

—Solo... solo quédate así.

Jimin se arrodilló frente a él y se posicionó entre sus piernas, frente a su generosa erección. Bajó a la endurecida polla de Jungkook y la tomó entre sus manos, acercando su rostro a ella y abriendo lentamente su boca. Dio un lametón en toda la extensión para luego meterla por completo en su pequeña boca, haciendo que Jungkook soltara un jadeo ronco y su cuerpo temblara ante las sensaciones placenteras que estaba sintiendo y el calor que cubría su miembro.

—Aaah... —Jungkook gruñó ronco, y llevó sus grandes manos a los cabellos grises, donde enterró lentamente sus dedos y comenzó a ayudar en los movimientos— Ugh, a-amor... —dijo sin aliento. Jimin sin saber, era jodidamente bueno en el sexo oral.

Los movimientos de arriba y abajo aumentaron, haciendo que el vientre bajo de Jungkook se tensara cada vez que Jimin succionaba. Sin poder contener el orgasmo que se avecinaba, Jungkook cerró los ojos y se corrió, dejando escapar gruñidos agudos, desde lo más profundo de su garganta.

—Hmm... —Jimin ronroneó. Alejándose del miembro duro y húmedo, tragando todo lo que había en su boca, mirando a su hombre con sus mejillas afiebradas y su respiración errática, trepando por sus piernas hasta quedar sentado a horcajadas de él, tomando sus mejillas para alza la vista y finalmente, uniendo sus labios hinchados, Jimin dio un demandante, pero apasionado beso— Acabas de comerte a tus hijos, Jungkookie —dijo, una vez el beso se rompió.

Jungkook solo sonrió y volvió a besarlo, pero esta vez fue más intenso y profundo, sus lenguas danzaban de manera violenta. Cuando el maldito oxigeno se les acabó, se separaron lentamente y antes de que Jungkook pudiera siquiera reaccionar, Jimin tomó la mano derecha del azabache y la llevó a sus labios, dando un sensual beso en sus yemas y luego lamiéndolos; tan sensual y lascivo.

Mierda, Jimin era jodidamente atractivo y adictivo.

Cuando Jimin dejó de lamer, Jungkook inmediatamente movió su mano hacia las nalgas de su amante, hundiendo los dedos ensalivados en los pliegues hasta llegar a su fruncida entrada. Comenzó a meterlos de a uno, hasta que un gemido roto lo hizo entender que había encontrado su próstata y se detuvo, sintiendo como Jimin serpenteaba sus caderas.

—Sacalos —pidió entre jadeos. Jungkook retiró sus dedos lentamente, haciendo que Jimin soltara soniditos estrangulados ante la sensación del vacío— N-no te muevas, déjame a mí —se acomodó sobre la polla engrosada de Jungkook y comenzó a bajar lentamente sus caderas, penetrandose él mismo.

Un gemido roto escapó de sus labios cuando finalmente la polla de Jungkook estaba toda en su interior. Jimin apoyó sus manos en los hombros del azabache y comenzó a rodar sus caderas, buscando el ritmo para darse y darle placer.

—Ugh... —gimió y mordió su labio inferior con fuerza, Jungkook gruñó ronco en su cuello, donde estaba dejando húmedos besos y lo tomó de las caderas, acelerando considerablemente el ritmo— Oh, dios... Ugh... S-sí, así. Ahh...

Jungkook enterró aún más sus dedos en la perlada piel que había frente a él y obligó al cuerpo de Jimin a bajar con fuerza; obligándolo a tomar toda su polla.

—M-mierda... más... —casi rogó.

No pasó mucho cuando Jimin se corrió sobre el vientre de Jungkook, abrazándolo por el cuello y escondiendo su rostro en el cuello del otro. Jungkook siguió moviéndose para alcanzar su propio orgasmo. No pasó mucho cuando sucedió y Jimin gimoteó a causa de la sobreestimulación en su próstata.

—Mgh... —gruñó, apretando la mandíbula y cerrando los ojos. La corriente de placer viajaba a través de todo su cuerpo.

Los brazos de Jimin comenzaron a abandonar lentamente el cuello de Jungkook y se separó para mirarlo y besarlo. Sus respiraciones erráticas y el orgasmo los tenían tan agotados que ni ganas de moverse parecían tener.

—Está amaneciendo —dijo Jimin, mirando en dirección al gran ventanal.

—Sí, amanecer y no dormir nada —apoyó su frente en el hombro de Jimin, cerrando los ojos e intentando calmar las alocadas pulsaciones de su corazón.

—Vamos a lavarnos y a dormir un poco, ¿te parece? —las manos de Jimin comenzaron a acariciar los alborotados cabellos negros de su amante.

—Sí, ser perfecto. Yo cansado y tú estar igual.

—Lo estoy... —bostezó y volvió a abrazar por el cuello a Jungkook— Vamos o me dormiré aquí.

—Vamos —repitió, ayudando a Jimin a levantarse y poniéndose de pie él para ir en dirección de los baños. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top