Los dos hermanos se sentaron en el suelo del piso de arriba tras un largo abrazo.

-Es poco usual que me dejes abrazarte tanto rato- dijo Yoshio con una leve risa.

-No pienses que se volverá habitual- Enya estaba sentada con las rodillas dobladas y los brazos apoyados en estas ocultando su rostro, solo se le veía de ojos para arriba.

-¿A mi dulce hermanita le da vergüenza admitir que le hacía falta un abrazo?- dijo Yoshio con una tierna sonrisa

Enya solo contestó con un gruñido, a lo que Yoshio simplemente se rió.

-Por cierto, a parte de los mensajes de esos idiotas cotillas

-WOAH- interrumpió Enya sorprendida- es la primera vez que te oigo insultar, aunque sea un insulto ridículamente suave.

-No suelo enfadarme fácilmente, pero me molesta que en circunstancias tan graves sólo piensen en los cotilleos en lugar de preocuparse por ti, nuestra familia o aunque sea las víctimas.

-Entiendo, hasta los angelitos pueden enfadarse- rió Enya- ¿qué ibas a decir?

-Que hay alguien de la UA que quizá sí está genuinamente preocupado.

-¿Quién?- dijo Enya con bajas expectativas y algo indiferente.

-Katsuo, me ha estado llamando, pero no he podido cogerle el teléfono con tanto lío.

Hostia, me había olvidado de su existencia con todo este caos. ¡JA! Eso confirma que definitivamente no me gusta, ¡lo sabía!

-Antes de apagar el móvil tenía cinco llamadas perdidas suyas, debe estar muy preocupado.

En ese momento Enya se imaginó a Katsuo todo preocupado llamando desesperado a su hermano para saber cómo está ella.

-¿Y esa sonrisa y mejillas sonrojadas?- dijo Yoshio con una sonrisilla victoriosa.

-¿Eh?

¿Estoy sonriendo?

Enya se puso la manos en la mejilla, estaban cálidas y definitivamente estaba sonriendo. Rápidamente borró la sonrisa de su rostro.

-ES QUE ES DIVERTIDO IMAGINAR A ESE IDIOTA TAN PREOCUPADO, ES DECIR DE QUÉ SE PREOCUPA TANTO ES EVIDENTE QUE IBA A ESTAR BIEN- dijo subiendo la voz sin darse cuenta.

-Ajá- respondió su hermano sin creerse una escusa tan lamentable- ¿y las mejillas rojas qué?

-Eh... es que...- se paró unos segundos intentando justificarse- ES VERGONZOSO QUE ALGUIEN TAN DÉBIL SE PREOCUPE POR MÍ- dijo nuevamente con tono elevado y una sonrisa de orgullo dibujado en su rostro, como si se sintiera realmente orgullosa de que se le haya ocurrido "tan buena" excusa.

-¿Débil? Katuso es de los más fuerte de mi clase, creo sinceramente que es más fuerte que yo- contestó Yoshio elevando una ceja.

-¿Y qué? Ambos sabemos que yo soy más fuerte que tú.

Yoshio puso una mueca aceptando la dura realidad de que su hermana pequeña es capaz de pegarle una paliza.

-El caso es que Katuso es muy fuerte, que está preocupado por ti, y que parece que eso te gusta.

-¿Queeeee?- dijo alargando Enya la voz- ¿por qué iba a gustarme eso?- dijo nerviosa

-¡niños!- oyeron la voz de su madre a lo lejos.

-Vamos para abajo- se levantó y salió corriendo hacia las escaleras.

Maldita sea, ¿por qué cada vez que pienso en ese idiota me siento así? No lo entiendo, no puede ser... Su rostro es irritantemente... agradable y... es el único fuera de la familia que me ha tratado bien, además, a diferencia de mi familia pese a ser bueno conmigo no me tiene entre algodones, a veces discutimos, y me chincha muchísimo, es un bobo que esconde su lado más agresivo y violento y cuando se le sale me divierto aun más con él...

Enya bajaba las escaleras mientras pensaba, rememoró algunos momentos con Katsuo y no pudo evitar sonreír, rápidamente sacudió la cabeza.

No es momento de pensar en estas tonterías.

-Ya estamos aquí- dijo Enya más calmada. Su hermano estaba detrás suya con un leve puchero por no haber logrado hacer que Enya confiese lo que siente realmente.

-¿todo bien?- preguntó Shoto al notar a sus hijos raros.

-Sí, ¿tenéis ya las condiciones?- respondió Enya rápidamente.

-Así es, escuchad atentamente. En primer lugar, y como ya hemos mencionado, todo este asunto va a ser un secreto, no podéis hablarlo con nadie que no seamos los aquí presentes y el abuelo Raiden- dijo Nozomi.

-¿Qué hay del abuelo Enji y las abuelas Rei y Tomori?- preguntó Yoshio.

-No creo que sea buena idea decírselo a mi padre, es probable que no esté de acuerdo- dijo Yoshio.

-Y sobre nuestras madres- Nozomi cruzó miradas con Shoto y volvió a mirar a sus hijos- preferimos no preocuparlas, si se enteran en qué está metida su nieta van a estar de los nervios.

-¿El abuelo Raiden no le cuenta todo a la abuela Tomori?- pregunto Yoshio.

-No si cree que le podría hacer daño, mi padre haría cualquier cosa por mi padre, incluso mentirla- suspiró Nozomi sabiendo que su madre (Yoshio tampoco en verdad) ni siquiera sabe sobre la leyenda de la Cloaca que podría tratar sobre Enya.

-Segunda condición, Enya, nosotros te diremos a dónde puedes ir, y a quienes debes atacar, no permitiremos que vayas por libre.

-Me sirve.

-Tercera condición, deberás ocultar tu identidad en todo momento, nos encargaremos de hacerte un traje que oculte tu cola y cuernos.

-¿Cómo voy a usar mi cola si está oculta?

-No usándola- contestó tajantemente su madre.

-Pero me es súper útil para luchar, ¿con qué apuñalo sin ella?

-Ay...- dijo Yoshio- ¿hace falta apuñalar?

-En ocasiones- contestaron al unísono Nozomi y Enya, a lo que Shoto rió levemente enternecido.

Enya miró a su madre molesta.

-¿Si lo sabes por qué no me dejas usar la sola?

-Tienes una cola roja con punta en triángulo, no hay muchas quirks que den esa cola, de hecho pese a conocer cientos de héroes, solo me sé de dos colas que se parezcan a la tuya, la mía y la de tu abuelo.

Enya se quedó en silencio, molesta de que su madre tuviera razón.

Dato curioso:

Originalmente Katsuo se echaría novia en la UA, la cual se iba a llevar fatal con Enya, pero eliminé ese personaje.