Capítulo 19

-¿Enya qué haces aquí? ¿sabe tu madre que has venido?- Raiden estaba algo confuso y preocupado.

-Como he dicho antes tenemos que hablar, por eso estoy aquí, y no, mis padres no saben que he venido, de todas formas esto no debería tomar demasiado tiempo así que volveré en cuanto acabemos... Antes de nada... ¿Qué tal tu...?- Enya señaló su brazo, o más bien quizá la ausencia de este.

Raiden sonrió con dulzura ante la preocupación de su nieta.

-Estoy bien, no tienes que preocuparte, era el brazo izquierdo y soy diestro, no es como si hubiera perdido algo muy útil- Raiden reía tranquilo.

Enya esbozó una leve risa, a diferencia de en su casa se sentía ahora más tranquila junto a su abuelo.

-Siéntate Enya, dime de qué quieres hablar.

Enya se sentó junto a la cama de su abuelo y tomó aire.

-Lo primero que quiero saber es sobre la profecía de la que le hablaste a mis padres sobre mí.

-Déjame adivinar, ¿le has estado escuchando a escondidas?

-No...- Enya miró hacia un lado algo molesta y avergonzada.

-Tus padres jamás te lo contarían- Raiden se reía con calma ante la situación- suelen decir que sabe más el diablo por viejo que por diablo, y yo soy un diablo muy viejo ya, no puedes engañarme pequeña- Raiden le miró con una leve sonrisa y aquellos brillantes ojos rojos que caracterizaban a su clan.

Ante los ojos de Raiden mucha gente se sentía intimidada, y en más de una ocasión Enya ha oído decir que esos ojos daban bastante miedo. Tanto los ojos de Raiden como los de Nozomi cuando se tornan rojos se suponen que son bastante intimidantes, sobre los de Nozomi Enya no puede saber mucho ya que siempre los ve azules, pero sobre los de su abuelo... Ella jamás ha entendido el miedo que sienten los demás, ya que ella siempre ha sentido mucha paz en su mirada.

La ira y frustración que sentía Enya parecía disiparse en presencia de su abuelo, se notaba mucho más calmada.

-Supongo que no puedo engañarte- soltó una leve risilla- he escuchado a escondidas a mis padres, ¿Qué puedo decir? soy una pequeña diablilla.

Raiden sonrió con ternura ya que así es como siempre la llamaba él desde pequeña.

-Sí que lo eres... ¿estás segura que quieres oír sobre la profecía? no deja de ser una profecía, podría no significar nada...

-Pero tú crees en ella.

Raiden la miró con algo de pesar.

-Yo no seré tan vieja, pero tampoco soy fácil de engañar abu.

Ambos rieron, pese a la tensa situación en que se encuentra la familia, ellos dos podían comunicarse sin ningún tipo de incomodidad.

-Me he criado en la Cloaca, esa profecía es algo que todos allí tenemos muy inculcado.

-Pues adelante, ilústrame, ¿Qué es esa profecía que tanto preocupa a mi madre?

-Las palabras exactas de la profecía son "Dentro de la paz y la luz surgirá el mayor caos y oscuridad. La llegada del gran líder demoníaco es inevitable, su poder temprano se manifestará y de forma natural el trono tomará"

Enya escuchó atención y tras unos segundos analizando las palabras de su abuelo resopló.

-Entiendo la preocupación entonces, estamos en tiempos de paz donde los héroes tienen todo bajo control y el todo el mundo es muy feliz, de pronto aparezco yo con el quirk demonio que se me notaba desde que nací y cuyo poder desperté siendo un bebé... encaja bastante bien con la situación. Sin embargo, el clan demoníaco está prácticamente extinto, ¿de qué voy a ser líder? y el trono de la cloaca no son más que ruinas ahora, ¿para qué tomaría un trono ruinoso?

-Bueno... sí, en principio no tendría sentido si interpretamos que la persona de la profecía nace para liderar al clan y tomar el control de la Cloaca.

-Oh mierda, ¿hay más interpretaciones verdad?

-Y más profecías.

-Joder abu, ¿le contaste todas a mamá?

-No, solo la que acabo de decirte.

-Hiciste bien en no contarle las demás, bastante preocupada está ya. Cuéntame.

Raiden resopló sin ganas de tener que hablar del tema.

-Bueno, la profecía principal es la que te he contado, esa viene inscrita por todas partes, pero hay leyendas que dicen que la misma persona que reveló esa profecía tenía una habilidad para ver ciertas cosas del futuro. Supongo que algún quirk que le hacía vidente o algo así, y que dijo más cosas que se han transmitido de manera oral.

-Sorpréndeme.

-Antes de nada, no sé que tan seguras son sus predicciones y tampoco que tanto se ha mezclado lo que ha dicho con interpretaciones de otros.

-Ahórratelo abu, sólo dime.

-Bueno... Se dice que la persona de la profecía tendrá el mayor poder demoníaco de la historia del clan, una persona indomable que albergaría todo el resentimiento hacia el clan angelical, su ira le dará poder... Luego hay dos interpretaciones o leyendas distintas, no sé cual será la correcta. Una dice que el líder demoníaco está destinado a erradicar el clan angelical, y la otra que ha nacido más bien para tomar su propio trono, para ser la persona más libre de todas, un soberano que no obedecerá a nadie ni se limitará a dirigir a unos pocos, sino que hará lo que desee sin tolerar que se le frene.

-El segundo suena bien- dijo Enya con calma.

Su abuelo le miró serio.

-Esto no es una broma Enya, sé que puede ser tentador, todos en el clan demoníaco tenemos... cierto desprecio por las normas y el control, pero no puedes hacer simplemente lo que te venga en gana.

Enya resopló.

-Lo que está claro, si realmente algo de todas las profecías es cierto y yo soy esa persona, es que no pienso erradicar al clan angelical. Puede que la actitud de mi hermano y mi madre cuando se ponen tan santurrones me irrite, pero no voy a asesinar a mi propia familia, últimamente tengo ganas de sangre, pero no de la de ellos.

-¿Qué acabas de decir?

Dato curioso:

Como mencioné antes pensaba matar al personaje de Raiden, pero ya que he decidido mantenerlo con vida (al menos por ahora) decidí darle utilidad, es un personaje que aproveché poco en la anterior parte.

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