Capítulo 15

Shoto estaba concentrado en evitar que Enya escape de su hielo, le dolía ver a su pequeña ahí encerrada sabiendo lo mucho que detestaba el frío... Sin embargo, sabía perfectamente que no iba a ser fácil calmarla, él sabía con cuánta fuerza estaba tratando de romper o de derretir su hielo, ella estaba usando todas sus fuerzas para seguir luchando.

Nozomi estaba ocupada tratando de mantener a los heridos de mayor gravedad con vida hasta que las ambulancias pudieran atenderlos. El resto de héroes evacuaban a los civiles y estudiantes, y se encargaban de llevar a los heridos ante Nozomi y hacia las ambulancias.

Tras unos 15 minutos de excelente trabajo por parte de los heroes profesionales. Los alumnos de la UA ya estaban camino a los dormitorios, los heridos al hospital, los civiles sin heridas tras comprobar que están bien a su casa, y el misterioso joven que había comenzado ese caos inconsiciente y de camino a la policía.

La única cuestión que quedaba por cerrar era Enya quien seguía atrapada en el hielo de su padre, el cual empezaba a verse also cansado.

-¿Está más calmada?- preguntó Nozomi acercándose a su esposo.

-En absoluto- Shoto llevaba todo este rato aumentando su hielo mientras mantenía algo de llamas en su otro lado para evitar la hipotermia- Sus llamas son muy intensas, creo que supera tu temperatura e incluso la de tu padre.

Nozomi suspiró preocupada, la había visto crecer poco a poco y ya había notado que su poder algún día sería tremendo... Además... Raiden le había contado sobre aquellas leyendas, y estaba más que claro, que si eran ciertas, anunciaban la llegada de Enya.

-Voy a intentar que me vea a través del hielo, avísame si notas que la intensidad del fuego baja- dijo Nozomi muy decidida.

-¿Qué haremos si no reacciona al verte?- preguntó Shoto.

-Tendremos que noquearla- ante tales palabras Shoto miró sorprendido y preocupado a sus esposa- no me mires así... ¿Crees que me gusta hacerle eso a nuestra pequeña? Pero... Si no es capaz de entrar en razón no hay otra manera.

-Tienes razón...-Shoto miró a Nozomi con una leve sonrisa y una mirada preocupada- salvemos a nuestra pequeña.

Nozomi sonrió suavemente y voló hacía el hielo, puso sus manos delicadamente sobre el bloque que encerraba a su hija. La pequeña tenía los ojos enteramente rojos, su rostro se veía completamente colérico.

-Enya, hija mía...- la observó con dulzura con la esperanza de que Enya se calmase al verla, luego miró hacia abajo donde estaba Shoto para ver si había funcionado.

Shoto estaba mirando hacia arriba, observando la escena. Cuando hizo contacto visual con Nozomi negó con la cabeza. Enya sigue en su estado enfurecido, es probable que no haya reconocido a su madre.

Nozomi se veía sumamente apenada. Sabía lo difícil que es salir de ese estado, ella misma sabe la falta de consciencia que se sufre cuando el modo demoniaco toma el control... Recuerda como la única vez que sucumbió a aquello, entre toda la oscuridad, lo único que vio fue a Shoto... ¿Habrá alguna persona capaz de despertar a Enya como Shoto depsierta a Nozomi o Tomori a Raiden? ¿Quizá su hermano? ¿Quizá un futuro amor? No importa. La situación debe ser resuelta de inmediato, y no hay otra forma más que....

-Detén el hielo- dijo Nozomi decidida aun con los ojos llorosos.

Shoto dejó de producir hielo en ese mismo instante Enya salió disparada hacía Nozomi para atacarla. Nozomi se defendió con su ala empujando con fuerza a Enya hacía atrás.

Enya emitió una gran cantidad de fuego que se dirigía hacia Nozomi, a lo cual ella respondió con una pequeña llama que se fusionó con esa gran ataque. La habilidad de Nozomi le permitía manipular cualquier fuego usando solo una pequeña llamada. Sin embargo...

-¡Hielo!- Gritó Nozomi tras llevarse una gran sorpresa.

Shoto rápidamente emitió hielo hacia esa fuego que por unos segundos habia quedado inmóvil. La diferencia de temperatura repentina hizo que se creara una gran nube de vapor la cual Enya atravesó rápidamente dispuesta a atacar a Nozomi, por suerte Nozomi cuya visión es tan buena o incluso mejor que la de Enya pudo ver venir el ataque y la esquivó.

-¡Congélala otra vez!- Gritó mientras activaba su escudo al cruzar las alas.

Enya atacaba frenéticamente la esfera, Shoto intentó usar su hielo mas Enya lo esquivó.

-Ahora es más rápida- dijo Shoto sorprendido.

-¡Otra vez!- exclamó Nozomi aun dentro de la esfera.

Shoto volvió a intentar atraparla en su hielo, esta vez, cuando Enya se dispuso a esquivar Nozomi deshizo su escudo y aprovechó para golpearle la cabeza con un puñetazo. Sin embargo, Enya no cayó, se llevó un fuerte golpe y su frente sangraba ligeramente, aun asi estaba dispuesta a seguir luchando.

-No me hagas hacerte más daño...- esta batalla estaba siendo emocionalmente muy dura para Nozomi, tener que golpear a su hija de esa manera es algo que jamás imaginó que llegaría a hacer.

Aprovechando el desequilibrio en Enya que provocó el puñetazo de Nozomi, Shoto logró congelarle un pie.

-Tenemos que hacerlo Nozomi, no dudes ahora- Shoto, que también estaba dolido por la situación intentó animar a Nozomi mientras avanzaba el hielo por el cuerpo de Enya.

Enya se cubrió en llamas tratando de evitar la congelación, pero su padre seguía creando hielo con todas sus fuerzas, había logrado avanzar a sus rodillas.

-Tienes razón Shoto... Lo siento Enya- pese a las fuertes llamas que emitía Nozomi fue hacia ella- Duerme- golpeó a la pequeña en la sien con su cuerno.

Enya quedó inconsciente, Nozomi cargó su hija y descendió a suelo firme junto a su marido.

-¿Estás bien?- Shoto puso su mano sobre el hombro de su esposa que cargaba a su hija inconsciente en brazos mientras las heridas de sus quemaduras sanando solas.

-Todo lo bien que puedo estar supongo.

-¿Qué ha sucedido? ¿Por qué no tomaste el control de sus llamas?

-Sus llamas no solo son sumamente intensas, tiene voluntad como las mías. No fui capaz de tomarlas, solo pude frenarlas unos segundos... Papá me dijo que cuando el modo demoniaco tomaba el control de la consciencia la fuerza aumentaba, pero la resistencia disminuía por lo que eventualmente se caía inconsciente... Enya debía estar exhausta para cuando nos hemos enfrentado y aun asi sus llamas han estado a punto de superarme no solo en cantidad, sino en intensidad y voluntad. Su fortaleza es temible.

Nozomi miró preocupada a Shoto, no quería decirlo en alto, pero la conclusión era obvia: Enya es un peligro que quizá algún día ni siquiera ellos dos juntos puedan frenar.

Curiosidad:
Inicialmente no quería que Shoto y Nozomi intervinieran tanto, sin embargo, siendo ambos héroes me parecía un sisentido que no fueran a salvar a su hija aun si estaban lejos u ocupados, no hay manera razonable de evitar que estuvieran ahí.

Voy a intentar publicar 1 vez por semanas, aunque habrán semanas que no pueda sowy.

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