Miles de recuerdos se venían a la cabeza de Peridot la cual no dejaba de llorar mientras llovía. Entre esos recuerdos pasados estaba aquel día en el que su vida cambio por completo. 

Era Lunes caía un brillante sol sobre la ciudad, y todo el mundo iba a la playa, hace unos días que Peridot había recibido una carta pidiendo un compañero de piso, ella sin pensarlo dos veces se negó sin embargo, la chica vino de igual manera. Picaron a la puerta y de mala gana Peridot se levantó a ver quién era. Una chica de piel blanca como la arena, y cabello y ojos azules oscuro a juego con su vestido, Peridot quedo boque abierta, hasta que la chica la hizo reaccionar chasqueando los dedos.

Lapis: Hola, perdón si molesto soy Lapislazuli, envié una carta solicitando ser tu compañera de piso, pero me llego una negativa y me gustaría saber ¿Por qué?

Peridot no reaccionaba, ella no salía de su asombro al ver que esa hermosa chica quería vivir con ella.

Lapis: Emmm.... perdón si e molestado. Yo.... Me voy.

Peridot: *sale de su babia* Que... No, no te vayas creo que hubo un error en mi mail. Por supuesto que puedes quedarte, por supuesto.

Lapis: ¿De verdad? ¡Asombroso!

Tras ello Lapis fue a su casa a por sus cosas y para menos de dos horas ya se había instalado.