—Estoy dispuesto a negociar mi libertad. — Hablo Bakugō que mordía una manzana. —Puedo cazar para ti todo lo que quieras a cambio de mi libertad.

Todoroki alzó una ceja dejando la flor que comía de lado.

—No.

— ¿¡Qué mierda!? ¡Ni siquiera lo pensaste maldito! — Aplastó la manzana con su puño.

— Me alegra que hayas disfrutado tu manzana por qué fue tu desayuno, ahora sigo yo. — Bakugō estaba apunto de huir de la mesa pero el mayor lo obligó a sentarse de nuevo.

— ¡No! ¡Mis heridas se van cerrando, pierdete! — Su collar fue arrebatado por Todoroki para poder tener acceso al cuello del rubio.

—Solo una mordida. —Se acercó a este lamiendo y provocando que Bakugō soltara un quejido. — Lo siento.

No dejo hablar al rubio pues lo mordió directamente, Bakugō soltó una gemido agudo que a Todoroki pareció agradar pues comenzó a succionar lentamente gozando de la vista.

Sintió las manos del rubio en su pecho tratando de empujarlo pero poco a poco bajaron y perdieron fuerza, Bakugō se estaba desmayando.

Fue cuando se dio cuenta de la gran cantidad de sangre que le había quitado por distraerse con los ruidos que salían de la boca del menor.

Bakugō se hubiera caído de la silla de no ser por qué Todoroki lo agarro de la cintura.

— Ugh... Ma-maldito. — Murmuró con poca fuerza el rubio.

— Lo siento, no quería llegar a tal extremo, me distraje con... Con... Ehhh — Se avergonzó con lo que estaba a punto de decir así que se quedó callado dejando el comedor en silencio solo con la respiración agitada de Bakugō.

Al momento de cruzar miradas Todoroki paso una mano por la mejilla del rubio acercándose a su rostro, el menor solo se quedaba quieto como en estado de shock y nerviosismo por lo que estaría apunto de pasar.

— ¡Shouto!— Se escuchó una voz grande apunto de entrar al comedor, Todoroki reaccionó separandose de él y tomando del pelo al rubio para ocultarlo debajo de la mesa en donde el mantel no dejaba verlo.

Bakugō tuvo que reprimir sus aullidos de dolor al ser jalado del pelo y tapar su nariz pues un fuerte olor dominante había entrado al comedor.

— Pa-Papá... Pensé que habías salido a cazar tu propio desayuno... — Se sentó en la silla en donde antes se encontraba el menor.

— Lo hice... Me encontré con un chico mitad dragón rubí. — Un golpe se escuchó debajo de la mesa llamando la atención del padre que alzó la ceja. — ¿Estás bien, Shouto?

El heterocromatico sonrió de lado y jalo más del pelo al rubio.

— Estoy bien...

— ¿Y qué haces aquí solo? — Se sentó delante de su hijo quien se tenso más en su asiento.

— Nada. — Miro el plato vacío que tenía enfrente y pensó que Bakugō no había desayunado más que esa simple manzana... Era un pésimo dueño.

Ambos vampiros se quedaron en un silencio incómodo, Todoroki siempre había sentido cierta rivalidad y odio hacia su padre y la cosa aumentaba con la llegada del mitad lobo.

— ¿No crees que huele a sangre fresca? — El mayor empezó a mirar a su alrededor alertando a su hijo.

— Y-Yo no huelo nada. — Olvidó la herida abierta que le había provocado recién a Bakugō.

— ¡Me dio más hambre! — Golpeó la mesa levantándose de golpe, Todoroki sintió que Bakugō se estremeció debajo de él. — Iré a casar, encontré una aldea no muy lejos del río... ¿Vienes? — Preguntó antes de salir del comedor.

— Tal vez luego. — Se relajo al ver a su padre darle la espalda, estrelló la puerta y se alejó con grandes pasos.

Soltó el pelo de Bakugō y levantó el mantel de la mesa.

— Ya puedes salir. — Ordenó sin embargo fue ignorado pues el rubio se encontraba hecho ovillo en el suelo temblando. — ¿Bakugō?

Cuando el rubio levantó la mirada se encontraba babeando con las mejillas rojas y lágrimas saliendo de sus ojos.

No tardó en notar que el menor había entrado en al parecer un ciclo de celo por el olor fuerte de su padre.

Maldijo mentalmente a su padre de nuevo.

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ALV LO VOLVÍ A RESUBIR (HOY 16 DE FEBRERO) Y LE ATINE CON KIRISHIMA DRAGÓN AHSKSHKSJAJAJAJAJJAJA PROFESORAS BERGAZ.

RESUBIDO.