#38: Obsesión

Llego a casa, dejo caer las llaves y sin quitarme las botas me acuesto en la cama, a su lado. No se ha movido. Sigue igual de fría que esta mañana. En nariz y boca se le acumulan las larvas. Da igual, la beso. Para ésto la maté, que no saliera nunca de mi cama.

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