#33: Otra callejuela manchada.

En aquella callejuela donde hasta las luces de la nocturna ciudad tenían miedo de llegar, la muchacha se descubrió temblando. El spray de pimienta le dio tiempo a huir, pero no conocía la zona y se metió en un lugar donde no podría volver a salir. ¿El territorio le pertenecía a una banda? ¿A cuál de tantas? Nunca lo sabría. Solo se encontró flotando en medio de aquella suciedad, elevándose hasta abrazar una esponjosa nube negra que le hacía cosquillas en la nariz y la abrigaba del frio. Creció la mancha de vino tinto sobre su vestido nuevo y del dolor abdominal quedó su virtud pintada como una rosa en el pavimento.
Ultrajado y sangrante, los asaltantes dejaron su cuerpo en aquel contenedor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top