Extra: ¡Wonho siendo un buen amigo!
Wonho con Jimin
Jimin era conocido por su paciencia y por no ser llorón como la mayoría creía. Sabía cuándo retirarse y podía reconocer cuando ya no era bienvenido en algún lugar, él no era tonto. Pero todo eso cambiaba cuando se trataba de Jungkook.
Jimin sabía que, en el fondo, Jungkook era una buena persona. A pesar de su expresión molesta y sus constantes muestras de desagrado hacia los demás, Jimin sabía que Jungkook nunca haría algo malo a propósito. Sabía que a Jungkook le molestaba cuando invadían su espacio personal, también sabía que cuando se sentía demasiado nervioso actuaba impulsivamente. Pero para Jimin era inevitable acercarse a él, de alguna forma siempre tenía ese sentimiento de querer abrazarlo o simplemente sonreírle, esperando al menos una mirada a cambio.
Muchas veces Jimin pensó que Jungkook lo odiaba por ser tan cariñoso con él, pero luego recibía esa mirada que le decía: «¿Por qué no me abrazas?» causándole inevitablemente un conflicto interno.
Y Jimin no podía negárselo, no cuando estaba tan enamorado de él.
Siendo honestos, Jimin no sabría decir en qué momento comenzó este sentimiento que le provocaba mariposas en el estómago y para cuando se dio cuenta, supo que sería su perdición. No porque fuera un hombre como todos creían, no porque fuera su amigo, sino porque era Jungkook y Jungkook no lo soportaba, y eso, por supuesto, a Jimin le dolía.
Jimin sabía que si no dejaba de actuar tan afectuosamente con Jeon, todo terminaría mal. Por esa razón se propuso tomar en serio todas las peticiones de su amigo con respecto a como actuaba... así fue como se alejó.
— No me toques — dijo el mayor con fuerza.
Esa fue la primera frase. La frase que marcó el comienzo de su distanciamiento.
No era la primera vez que le escuchaba decir eso, pero podía contar con una sola mano las veces en las que venían acompañadas de una mínima sonrisa o un gesto de consuelo. Sin embargo, en esta ocasión, las palabras fueron pronunciadas con tanto desprecio que Jimin se sintió diminuto.
— No te acerques.
La segunda frase fue como un golpe directo al estómago.
Aunque tampoco era la primera vez que la escuchaba, le dolió. Fue rechazado, y lo irónico de la situación es que ni siquiera se había confesado.
— No me mires.
La tercera frase provocó un vacío inevitable.
¿Acaso no lo consideraba siquiera un amigo? ¿Realmente no lo soportaba? ¿Había vuelto a cometer algún error?
Jimin no tenía respuestas.
— No me sonrías.
La cuarta frase rompió por completo su corazón.
¿Es que ya no podía sonreír? ¿Qué hizo tan mal? ¿En qué había fallado tanto?
Y entonces, Jimin no puda más. Ya no podía soportarlo. Decidió alejarse.
...
Era patéticamente doloroso.
La decisión que tomó, ciertamente lo afectó, sobre todo porque estaba enamorado. Tal vez demasiado.
Pasaron de ser amigos (tal vez ni eso) a no ser nada.
Por eso, cuando Jimin se sentía deprimido y todo parecía oscurecerse con tristeza, Wonho aparecía.
— ¡Jimin, ven! — exclamaba el mayor con una sonrisa, apareciendo de la nada —. Vamos a comer ramen, yo invito. ¿Recuerdas ese anuncio que vimos antes? Iremos allí.
Jimin aceptaba sin dudarlo, formando una suave sonrisa.
...
— Jimin, ¿me ayudas con la tarea? — preguntó Wonho, colocándo un cuaderno amarillo sobre la mesa frente a ellos.
Jimin levantó la mirada.
— ¿Yo? — Su pregunta tal vez fue hecha con demasiada sorpresa, lo que hizo sonreír al contrario —. ¿No era de biología? — Wonho asintió. Jimin frunció el ceño —. Pero si tú eres el que entiende eso — dijo con evidente confusión.
Sin embargo, Wonho sostuvo su mirada con determinación.
— Pero quiero tu ayuda — insitió.
Jimin inclinó la cabeza hacia un lado, sintiéndose un tanto inseguro.
— Yo no sé nada de biología — replicó, queriendo enfatizar sus palabras.
Wonho sonrió suavemente y revolvió el cabello del más bajo.
— Aún así, quiero tu ayuda. Lo que no entiendas yo te enseño — aseguró con ternura.
Y Jimin lo miraba y "ayudaba", aunque no supiera nada.
...
— ¿Quién fue el que dijo que iríamos por un Starbucks? — preguntaba Wonho con un evidente tono burlón, desatando una chispa juguetona en sus ojos.
Jimin levantó la mirada frustrado, a medida que cruzaban la calle.
— Yo — respondió con desánimo.
Wonho dejó escapar una risa contagiosa, disfrutando de su pequeña victoria.
— ¿Y quién fue el que dijo que pagaría el que tenía peor nota? — continuó, arqueando una ceja en complicidad.
Jimin suspiró resignado, sabiendo que no podía escapar de él.
— Maldita sea... yo — admitió con un ligero puchero en los labios.
Al llegar al Starbucks, se acomodaron en una mesa junto a la ventana, observando el bullicio de la calle mientras esperaban sus pedidos. No pasó mucho cuando tuvieron que pagar y, tras una mirada de reproche, Jimin rompió el silencio.
— ¡Pagaré, pero eso no significa que lo haré otra vez! ¡No habrá más apuestas! — exclamó indignado, provocando risas por parte del contrario.
— ¡Está bien! ¡Pagaré esta vez, niño llorón, pero a la próxima pagas tú! — respondió Wonho divertido.
Jimin se recostó en el respaldo de la silla, miró a Wonho y continuó riendo mientras saboreaba su café.
...
— Gracias, Wonho — susurró Jimin recostando la cabeza en el hombro de Wonho.
— ¿Por qué?
Jimin tomó aire, sus palabras fluyeron con timidez.
— Por estar ahí para mí cada vez que me sentía triste — admitió tímido —. Sé que quisiste animarme, eras taaaaan obvio. Pero, en serio, me ayudaste mucho. Nunca me sentí solo como temía que estaría. Eres el mejor, ¿sabías?
Wonho asintió, con una sonrisa humilde.
— Lo soy — aceptó con modestia.
Jimin agregó rápidamente: — Maldición no debí eso, ahora serás más engreído.
Wonho asintió nuevamente, aceptando el comentario.
— Quizás no debiste — respondió en tono juguetón.
— Wonho, estoy siendo cariñoso. Sé cariñoso.
— Pero no hace falta.
— Pero quiero escucharlo, tarado.
Con una sonrisa cálida, Wonho se acomodó aún más, recostando su cabeza sobre la de Jimin.
— Ay, Jimin — comenzó —, no me gusta verte triste. Que sufras por alguien como Jeon es tonto, él no lo merece y nunca lo merecerá. Quería verte bien, quería verte feliz porque eres mi amigo. No dejaré de animarte, siempre estaré aquí para ti — hizo una pequeña pausa antes de continuar, recordando ese momento —. Y, por si no lo recuerdas, también estuviste ahí para mí cuando lo necesitaba. Hyungwon no sería mi novio si no me hubieras abierto los ojos a tiempo.
— Qué tierno eres.
Wonho rió.
— Eso no significa que sea fan de que le hayas dado una oportunidad — volvió a hablar.
Jimin asintió, entendiendo a lo que Wonho se refería.
— Lo sé, pero debes saber que estaré bien, ¡de verdad! Jungkook no me hará daño.
Aunque Wonho deseaba creer en esas palabras, no pudo evitar sentir cierta desconfianza.
— Eso espero — susurró en voz baja.
— ¿Qué eres? ¿Mi padre? — Dijo riendo, formando sus ojos como dos medias lunas —. Dios, me atrevo a decir que eres peor que él.
— ¿Es que ya no me puedo preocupar, niño desagradecido?
La conversación, como ya era costumbre, se llenó de risas.
Wongho con Jungkook.
Decir que estaba nervioso era un eufemismo. Jungkook no podía entender cómo aún no había salido corriendo y golpeado su cabeza contra el tronco más cercano al pensar que esta cita sería una buena idea.
Estaba completamente seguro de que quería estar allí con Jimin, había luchado por esta oportunidad y no iba a retroceder. Agradecía sinceramente la oportunidad de estar con él nuevamente, tal como había deseado, pero no sabía cómo actuar ni qué decir.
¡Y lo peor era que la cita ni siquiera había empezado! Llevaba diez minutos de pie, esperando una cita que aún estaba a treinta minutos de iniciar.
Jungkook, sintiéndose patético, había buscado desesperadamente en páginas sobre amistad y relaciones qué temas de conversación debería abordar. Aunque conocía de memoria todos los posibles temas y preguntas, sabía que podía arruinarlo todo y eso era lo que más temía.
Le aterraba volver a mostrarse impaciente o frustrado frente a Jimin y perder el control de sus emociones. Temía herir sus sentimientos una vez más. Temía no ser capaz de controlarse y arruinarlo todo.
Justo en ese momento, una voz inesperada lo interrumpió.
— ¿Debería reírme de ti? — preguntó.
No esperaba esto, así que se sobresaltó al escuchar la voz proveniente de detrás de él. Jungkook bufó y, sin poder evitarlo, dejó caer los brazos.
— Oh, vaya sorpresa verte aquí, Muscu- Wonho... — el nombre se escapó lentamente de los labios de Jungkook, casi con frustración.
Pero esa frustración fue completamente ignorada mientras Wonho simplemente rodaba los ojos.
Jungkook se mantuvo en silencio, esperando que, por alguna extraña razón, Wonho no le diera importancia al ridículo apodo que estuvo a punto de pronunciar.
— Jungkook — comenzó con un tono aburrido —, he escuchado cómo me llamas "Musculoso con Patas" desde el mismísimo primer día en que se te ocurrió ese nombre. No fuiste precisamente discreto al respecto.
Por supuesto, ese tonto iba a hacer un gran alboroto por eso. Nada salía como Jungkook quería.
«¿Debería tomarlo como una señal para huir de allí corriendo?» Se preguntó seriamente. Sin embargo, Jungkook no negó nada y simplemente lo miró.
— Bien — respondió con una falta de entusiasmo evidente.
Pronto, escuchó la risa desagradable de Wonho resonando en el ambiente, y no pudo evitar rodar los ojos ante ello.
— ¿Qué haces aquí? — volvió a preguntar, sin ocultar su frustración. Estaba preocupado por su cita, no quería que Wonho estuviera presente cuando Jimin llegara. Eso solo haría que perdiera un valioso tiempo con él.
Wonho lo observó y esbozó una leve sonrisa.
— Vine a hablar contigo — respondió encogiéndose de hombros, como si no tuviera otra opción.
— ¿Por qué? — su rostro se deformó, mostrando una expresión de confusión. Wonho ignoró eso.
— Jungkook, por favor, ¿por qué no vendría a hablar contigo?
— ¿Por qué deberías hablar conmigo? — replicó, su desconfianza claramente presente.
— Porque tengo que hacerlo.
— ¿Por qué? — Repitió —. Nunca hemos cruzado palabras, ni siquiera me agradas. Yo tampoco te agrado, ¿por qué lo haces?
— Por Jimin.
— ¡Lo sabía! — Las palabras salieron rápidamente de la boca de Jungkook, sin poder ocultar su emoción al saber que tenía razón —. ¡Siempre lo supe! ¿Acaso intentas quitármelo? ¿Me dirás que no debería estar con él? ¿O que no lo merezco? Porque ya sé todo eso, lo llevo en mente casi todo el tiempo, pero, hey, Musculoso con Patas, déjame decirte que he cambiado, y lo he hecho por él, también por mí, pero principalmente por él. Hablo en serio, ¿me escuchas? Así que si te gusta, te sugiero que empieces a alejarte, porque Jimin me ha dado una oportunidad, ¿entendiste? No la dejaré pasar. Y tampoco permitiré que me lo arrebates.
El vómito verbal de Jungkook se detuvo con una sonrisa de autosuficiencia.
Sonrisa que se desvaneció cuando la risa estruendosa de Wonho volvió a resonar.
— Oh, dios mío — su voz se quebraba mientras intentaba hablar —, eres divertido, Jeon.
— ¿Qué? Yo-Yo no entiendo, por qué...
— Jungkook, no me gusta Jimin, ¿de dónde sacaste esa idea? — dijo burlonamente —. Para tu información, tengo novio, se llama Hyungwoon.
El rubor en las mejillas de Jungkook no se comparaba en absoluto con el tomate que ahora adornaba su rostro.
— Oh, entiendo... no sabía eso — tragó saliva —, bueno, yo... ¡de todos modos! ¿Cómo supiste que estaba aquí?
— Jimin me dijo que saldrían — respondió sin preocupación.
— ¿Y decidiste venir por tu cuenta sin más?
— Mira, Jungkook, tal vez esto te resulte extraño, pero Jimin ya ha soportado suficiente de tu actitud. Solo quería asegurarme de que fueras en serio, no quiero volver a verlo triste, ¿entiendes? No estoy aquí por capricho, llegué media hora antes de que Jimin llegue para ver si puedo confiar en que no le harás daño o si debo decirle que es suficiente contigo — Wonho se encogió de hombros —. Además, también tengo una cita con mi novio.
Jungkook simplemente lo miró sin saber qué responder.
Vaya, Jimin había encontrado a alguien que lo cuidaba.
— No tienes que preocuparte — habló despacio —, yo tampoco estoy aquí por capricho, yo... yo realmente quiero estar con él — sus labios quedaron atrapados entre sus dientes por un momento —. Sé que me comporté mal y eso lo afectó, lo hice sentir mal, no lo niego. Solo... era yo, actuando como un tonto sin control — su mirada se encontró con la de Wonho, y dejando de lado su orgullo, continuó: —. Si alguna vez vuelvo a actuar mal, te pido que alejes a Jimin de mí. No intentes hacerme cambiar de opinión, no intentes razonar conmigo, no sientas lástima por mí o por él. Solo aléjalo, porque sabiendo lo que me costó tenerlo a mi lado, debería ser capaz de comprender que no debería lastimarlo de nuevo. Sé que no lo haré, solo... tenlo en cuenta.
Wonho asintió y miró su reloj de muñeca.
— Lo tendré en cuenta, Jeon — se dio la vuelta y se dirigió hacia otro lugar —, pero déjame decirte que nunca encontrarás consuelo en mí. Y te advierto, si alguna vez vuelves a lastimar a Jimin, solo recibirás un golpe de mi parte.
— Está bien.
— Me alegra que lo aceptes sin problemas — con esas palabras, Wonho se marchó y Jungkook sintió que finalmente podía respirar.
...
No pasó mucho tiempo cuando en medio de aquel atardecer bañado por tonos dorados, Wonho y Hyungwon observaban desde lejos a la pareja que se encontraba frente a ellos a medida que una suave brisa jugueteaba con sus cabellos
En un susurro apenas perceptible, Hyungwon rompió el silencio:
— ¿Ese era el chico que le gustaba a Jimin? — Preguntó con duda.
Ambos observaban la escena que se desenvolvía ante sus ojos, la pareja parecía estar conversando.
— Sí, es él — respondió Wonho, dejando escapar un suspiro cargado de cansancio. Frunció el ceño y añadió: — Parece un poco tonto, ¿no crees?
Hyungwon sonrió y asintió lentamente:
— Sí, realmente lo parece.
Tras un breve silencio, Wonho no pudo evitar preguntar:
— ¿En serio crees que Jimin hizo bien en darle una oportunidad?
Hyungwon se tomó un momento antes de responder.
— Sí, creo que hizo bien — aguardó unos segundos y continuó: —. El chico se ve arrepentido y no puedo evitar notar cómo lo mira, es casi... como si fuera lo más preciado del mundo.
Una chispa de duda y preocupación cruzó por los ojos de Wonho. Quería asegurarse de que Jimin no volvería a sufrir, que esta vez sería diferente. Hyungwon notó su inquietud:
— Estoy seguro de ello — volvió a hablar Hyungwon —. Y si no es así, entonces yo estaré aquí para consolar a Jimin, mientras tú vas a golpear al chico.
Wonho dejó escapar un suspiro de alivio, encontrando consuelo en las palabras reconfortantes de su novio. La tensión en su cuerpo poco a poco se disipó y finalmente volvió su mirada hacia él.
— Sí, supongo que sí.
— Ahora dejemos de espiarlos y vayamos al cine.
Wonho sonrió dulcemente y asintió, entrelazando sus dedos con los de Hyungwon.
— Lo que digas, amor.
Con una mirada de complicidad, ambos se alejaron del lugar.
...
Cuando Jimin llegó, Jungkook no pudo evitar frotar sus manos con fuerza sobre su pantalón y sonreír nerviosamente.
«Es nuestra primera cita, no la arruines. Es nuestra primera cita, no la arruines», repetía en su mente una y otra vez. Y como era de esperar, todas las sugerencias, preguntas y respuestas que había leído en Internet desaparecieron en cuanto sus ojos se encontraron con los de Jimin.
— Jimin, estás aquí — su voz tembló por un momento.
— Te dije que vendría — respondió asintiendo tímidamente.
Jungkook lo observó sin saber qué decir.
— ¿Quieres ir a comer algo? — preguntó, casi trabándose con las palabras.
«Jungkook, por favor, habla con claridad»
— Sí, tengo hambre — respondió emocionado, comenzando a caminar junto a Jungkook —. ¿Quieres comer ramen? Hace días que tengo antojo de uno picante, con cerdo y muchos fideos, es mi favorito, ¿sabes? O podríamos comer sushi. Ayer vi un plato lleno de sushi frito, también tenían con aguacate, también algo narando- Oh, ahora que lo pienso, me siento aún más hambriento — susurró para sí mismo —. Em, ¿y tú qué quieres?
Jungkook simplemente sonrió como un tonto, sin ocultar su sonrojo y su evidente enamoramiento.
«¿Cómo pude haber perdido tanto tiempo?»
Se sintió estúpido por un momento, nuevamente deseó poder reprocharse y pedir perdón de nuevo. Deseó poder volver el tiempo atrás y evitar comportarse de esa manera, pero se dio cuenta que ahora no importaba, porque estaban ahí. Porque estaban juntos, y Jungkook haría todo lo posible para que no se separaran.
«Joder, no me rendiré»
Quería estar con Jimin, realmente deseaba tenerlo a su lado.
— Quiero estar contigo siempre, Jimin.
Y aunque pudiera estar fuera de contexto, el sonrojo y el titubeo nervioso que recibió como respuesta fueron lo mejor que le pudo haber pasado.
— ¿Sabías que tu amigo es muy molesto? — preguntó cambiando rápidamente de tema, desviando su mirada hacia adelante y rompiendo por completo el ambiente romántico de la situación.
— ¿Quién? ¿Wonho? — preguntó de vuelta Jimin, tartamudeando en el proceso.
— Sí, él mismo.
— ¿Por qué dices eso? — inquirió con incredulidad —. ¿Te dijo algo?
— No, para nada — negó Jungkook, con una expresión autosuficiente —. Simplemente es molesto.
— A veces no te entiendo, Jungkook.
— A pesar de todo, te gusto — Jimin no respondió, solo se sonrojó y lo miró con sus grandes ojos.
No lo negó y eso a Jungkook le hizo sonreír.
— Y a pesar de todo, me gustas.
...
Esa noche al finalizar su cita, Jungkook acompañó a Jimin hasta la puerta de su casa. La suave brisa nocturna acariciaba sus rostros mientras intercambiaban miradas llenas de complicidad.
Mientras se despedían, Jungkook tomó suavemente las manos de Jimin entre las suyas, transmitiéndole su ternura y emoción.
El cielo estrellado y la luna brillante fueron testigos del tierno momento que se estaba gestando. Con suavidad, los labios de Jungkook se encontraron con los de Jimin en un beso delicado y lleno de amor.
Fue un beso que capturó la dulzura que florecían entre ellos, envolviéndolos en un aura mágica y mariposas en el estómago.
En ese instante, el tiempo se detuvo y el mundo desapareció a su alrededor, dejándolos a ellos dos solos en su propio universo de amor y afecto. Fue un beso cargado de emociones, de promesas y el inicio de algo hermoso.
en vola hago otro extra, pero ahí veo lkfdkldf
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