Capítulo 12♡
"Cruce la puerta de mi casa, encontrándome a mi novio sentado en el sofá, mirando la televisión. Al verme se levantó y se acercó a mí con una sonrisa.
Me quedé un tanto confusa al verlo sonreír por mi llegada. Lentamente se fue acercando y abrió los brazos, haciendo que pegara un salto.
—Solo quiero abrazarte Emily, te extrañe mucho, cariño.—pronuncia mientras dejo que me abrace.
Mientras me abrazaba, sentí su brazo subir hasta más de la mitad de mi espalda y tomar mi hombro. En un abrir y cerrar de ojos, me giro quedando de espaldas a su pecho y su brazo rodeaba mi cuello. Me asuste. Me estaba ahogando.
—Creíste que te ibas a salir con la tuya, zorra. —escupe y siento algo filoso en mi costilla. Tenía un cuchillo. Tom tenía un cuchillo. Nunca espere que su ira llegara a tanto. Nunca debí escapar.
—Por favor, te lo ruego. No me hagas daño, no hice nada malo—titubeo.
—¿No hice nada malo? Ja! No hice nada malo, dice. Mira querida, hiciste todo mal, todo!. En primer lugar tuviste la deshonra de apartarte de mi lado sin que yo te lo permita y en segundo lugar, te dignas a volver... y con él.—se expresa con enojo, señalando hacia la ventana. Stephen. Se refiere a él, ¿y si le hace daño? ¿Si sale a golpearlo? Yo lo metí en todo este lío y yo lo voy a sacar.
— Él solo me trajo hasta aquí, no pasó nada. Lo juro. — hablaba mientras mi voz titubiaba, nunca creí que Tom llegaría a este punto... Me callé por demasiado tiempo.
–Entonces porque sigue allá afuera, te está esperando ¿verdad?, te vas a ir con él y viniste para abandonarme—acusa exaltado y hundiendo un poco más el cuchillo.
—No, no. Está esperando a que le envíe un mensaje, para ver si solucionamos nuestras diferencias. No te iba a abandonar... Solo venía a arreglar las cosas. Él me ayudo en ello.—miento esperando que se lo crea y así Stephen pueda irse a su casa sano y salvo.
—En ese caso...¡Dame tu celular!— exige gritando cerca de mi oreja. Rápidamente le entregue mi celular y de un empujón me dejó en el sofá.
— ¿Qué vas a hacer? —pregunte, acomodandome.
—Pienso hacer que tu amante se largue de mi propiedad—escupe comenzando a teclear —Ya esta listo—informó más para si mismo y se acercó a la ventana, observando que hacía Stephen. Al ver que su auto arranco. Se giro y me miró fijamente. — Ahora que estamos solos, Recibirás tu merecido, perra — escupió acercándose a mi con el cuchillo, simplemente comencé a gritar pero el tapo mi boca con extremada fuerza. Después de eso, todo se volvió oscuro."
Pasadas varias horas inconsciente, la rubia despertó con un fuerte dolor en su abdomen. Bajo la vista hacia el mismo, encontrando una gran mancha de sangre y un ardor inaguantable, levantó levemente si blusa, notando una herida tapada con algunas vendas.
Lo último que recuerda es como Tom se acercó a ella amenazante, pero apenas al ver la herida, imágenes que le gustaría no repetir, invadieron su mente. Tom la había apuñalado. Necesitaba ayuda y no podía ni moverse, estaba recostada en su cama. ¿Cómo es que seguía viva? Esa pregunta rondaba su mente. Quería hablar, pero las palabras no salían de su boca. Quería moverse, pero el dolor y el miedo no se lo permitían.
— Por fin despiertas, cariño. Me asuste mucho cuando te vi llena de sangre. No quería hacerte daño, lo juro. No quería — entra Tom por la puerta con un vaso de agua y pastillas en su otra mano. Completamente "apenado" se acercó a la cama. — Por suerte sigues aquí, creí que te había perdido. Que haría yo sin ti, mi cielo. — seguía hablando el chico, mientras ella simplemente no podía mirarlo ni decir palabra y las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas. — Ten, toma un poco de agua y estas pastillas, te harán bien. Hagamos como que nada pasó, yo me iré a trabajar y tú también, pero por favor, no digas que te hice daño, me apartaran de tu lado, mi amor. Y sé que tú no quieres eso ¿o si? –expresó en un tono amenazante, mientras con su mano derecha, intentó tocar la mejilla de la chica, que al sentir su tacto su pulso aumento, junto con las lágrimas y el miedo. — Vamos, mi vida. Dí algo.— insistía y ella solo hizo un leve movimiento de cabeza.
Ella solo pensaba en como haría para levantarse y hacer lo que él quería. Sí, iba a hacer lo que el quería. Ir a trabajar, pero no se iba a quedar callada, ya no más. Ahora si que estaba segura que él era capaz de matarla y no quería morir, no quería.
Apenas él se fue, ella junto fuerzas, toda las que tenía. No aguantaba ese horrible dolor, pero tenía que hacerlo, tenía que ir al set. Se puso varias vendas, asegurando más su herida. Podría ir a al médico, pero no quería, en esos momentos lo último que necesitaba era que la llenarán a preguntas.
Intento abrir su puerta, pero esta estaba trancada junto al resto de las ventas, la había dejado encerrada. Pero ella era más lista, y en su cartera poseía una copia de las llaves, dejando abrir la puerta y así sin más se fue a paso lento y sujetando su abdomen.
Tomó un taxi, para dirigirse hasta donde Stephen estaba. Al llegar, entró disimulando lo más que podía, lo primero que pensó fue en ir al camerino del castaño y ahí es donde se dirigía.
— ¡Stephen! — lo llamó mientras entraba. Al escuchar su voz, se acercó a ella.
— Em ¿Que ocurre? — la tomó entre sus brazos y la sentó en el lugar más cercano.
—Te necesito— logro decir mientras levantaba su poleron, mostrando las vendas manchadas con sangre y su rostro completamente pálido.
— ¡¿Él te hizo esto!? —preguntó exaltado.
— Yo no te mande ese mensaje, Stephen. Fue él, me estaba amenazando. Tenía miedo de que fuera a hacerte daño. —expresaba la rubia, mientras el ojiazul se acercó a un pequeño maletín de primeros auxilios que tenían en cada camerino.
— Esto te dolerá, así que agarra mi brazo y aprieta con todas tus fuerzas— le indicó y así fue como Stephen conoció la verdadera fuerza que puede llegar a tener una mujer. — ¡Auch! Al menos espera que te ponga el alcohol — Bromea para aligerar el ambiente y lo logro, ya que la joven soltó una risita.
— Soy yo la que está sangrando, no te quejes — comentó con una pequeña sonrisa y sin aviso el joven le paso un algodón con alcohol para desinfectar y después volvió a ponerle unas vendas nuevas junto con algunas gasas.
—Ya está listo, al menos por ahora. Así que vamos, que te acompaño al médico.—le informó tomando su mano.
—No se si estoy lista para contar la historia completa — reveló haciendo que el chico se girará hacia ella, sus palabras eran débiles, sentía como se iba debilitando.
— Yo estaré contigo y te ayudaré. Sé que no te pude proteger... —comenzó a decir pero la rubia lo interrumpió.
— Esto no es tu culpa, tu me ayudaste cuando más lo necesite. Créeme, no es tu culpa, como también entendí que no es la mía. No eres culpable de absolutamente nada. — explicó tomando la mejilla del castaño y esbozando una leve sonrisa.
—Gracias Em, pero eso no quita que no haya estado contigo, quizás si me hubiera quedado... No te habría hecho esto.
—Si te hubieras quedado. Quizás estarías igual o peor que yo y no me lo perdonaría nunca porque yo te... — intento continuar, pero inmediatamente se desmayó, teniendo en cuenta toda la sangre perdida y el trauma sucedido, sus fuerzas se habían agotado.
Llegaron al hospital, después de que Stephen la llevó cuidadosamente en su auto, mientras está aún estaba inconsciente, el chico se estaba preocupando, ya que ella estaba hablando tranquilamente con él.
La cargo entre sus brazos y entró al hospital, donde una camilla llegó con rapidez. Vio por una pequeña ventana, como la analizaban, sus vendas iban sacando, que ahora estaban llenas de sangre. Stephen caminaba de un lado al otro del lugar, esperando a que alguien venga a informarle lo sucedido.
— Familiares de la señorita Bett Rickards— llamó un médico y de inmediato él se acercó.
— Yo la traje. ¿Qué está ocurriendo? — preguntó, preocupado.
— Contiene un desgarre en uno de sus órganos debido a su herida, en este momento está siendo llevada a cirugía, donde la atenderán con cuidado. No es grave pero si debemos preocuparnos por la pérdida de sangre que tuvo — informaba el médico, que se encontraba con su Vestimenta quirúrgica.
— Ella vino desde su casa hasta el set de grabación con la herida ¿Cree que por eso su desgarre? — preguntó, sintiendo su nerviosismo correr por todo su cuerpo.
— Seguramente, a simple vista se puede ver que debido a su adrenalina está misma no capto su dolor. Pero quédese tranquilo, si todo sale bien, en unos horas podrá verla. Le estaré informando — concluyó el especialista, que con asentimiento de cabeza se retiro a realizar su trabajo.
Unas horas después, Stephen vio como dos oficiales entraban al establecimiento y se acercaban con seriedad hacia él, que de inmediato se levantó y les estrecho su mano.
— Señor Amell, nos han informado de un presunto caso de violencia doméstica por parte de la paciente que usted trajo ¿algo que nos quiera contar? — hablo el oficial, en una leve acusación hacia su persona, que de inmediato logro persuadir.
— No está en mi derecho contarles toda la historia, pero apenas ella despierte.. Les contará. Para eso vinimos también — contestó este, viendo la cara de ambos oficiales como juzgandolo.
Pero todo esto fue opacado cuando el médico salió nuevamente, informando de que Emily estaba fuera de riesgo y ya podían visitarla, que estaba despierta.
— Hola — saludo tiernamente y en un susurro el castaño, que fue el primero en entrar a la habitación.
— Hola — contestó la chica de la misma forma, parpadeando varias veces ya que le habían suministrado calmantes.
— ¿Cómo te sientes? — pregunto, recibiendo un casi imperceptible "Bien" — Hay unos oficiales allá afuera, que quieren hablar contigo ¿Estas lista? — inquirió el chico, tomando la mano derecha de ella.
— Estoy lista — sonrió, viendo como el castaño se retiraba de la sala para regresar con los oficiales.
Estos ingresaron y después de varias preguntas por parte de ellos y respuestas por parte de la rubia, esta se sentía liberada al fin o eso creía por ahora. Los policías le aseguraron que en menos de 24hs Tom estaría bajo prisión, por intento de homicidio y violencia, no le darían menos de diez años. Al fin la chica podía descansar en paz y una sonrisa salió de sus labios...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top