capitulo 8

*Graciela Ferrer*

No, puede ser ¿Qué hace el aquí?. Dios que no sean los socios de papá, dios esto no me puede estar pasando y sin poder evitarlo dije su nombre en voz alta.

—Aarón, —En ese momento voltea. Mirarlo me dejo sin habla estaba impresionante con una camisa blanca pantalón negro y un saco a la medida; ese traje le remarcaba todo su cuerpo esbelto en ése momento Damián, baja de sus brazos y corre hacia mí por instinto lo tomo en mis brazos como un monito y le doy muchos besos.

—Graciela, esta bien.

Le doy una sonrisa y le digo qué sí con un asentimiento sé que Aarón, a quedado cómo yo sin habla; en ese momento siento que todo a nuestro alrededor desaparece qué sólo somos él y yo mirándonos hasta que una voz específicamente la de mi madre nos saca de ese pequeño trance en el cual nos sumergimos sin darnos cuenta.

—Ustedes sé conocen.

Yo no sabia que responder no quería que sé enteraran de qué estuve en el hospital y menos de que tenia moretones en mi abdomen; yo no sabia que decir y miraba a todos lados menos a ellos.

—Si, nos conocimos en la universidad.

—No me comentaste nada Graciela,.

—Aarón, fue quien nos dio una charla en la universidad además mamá no sabia que el seria uno de los socios de papá,. -Si no les importa pueden empezar con la reunión y hablamos de esto en otro momento.

—Yo estoy de acuerdo Señora Ferrer,.

En ese momento cada quien se sentó en su respectivos asiento yo me senté con Damián, en mi regazo. Pasaron las dos siguientes horas hablando sobre la presentación de las dos empresas de abogados sera en tres semanas con una gran fiesta en los salones Miller, para hacer publica su unión después de tanto tiempo salen todas las personas y solo quedamos mi familia y los hermanos Miller,.

—Chicos me alegro que ya tengamos fecha para la gran fiesta y la presentación dé nuevos socios, vamos a ser una de las mejores empresas de abogados claro mas de lo que ya lo somos.

—Qué les parecé si vamos a almorzar todos juntos para celebrarlo.

—No, tenemos ningún problema Matheo, pero sí no les importa primero quiero pasar por unos papeles que dejamos en la academia.

—Me parecé perfecto. Aarón, pero té prolongó algo vamos a comer y después vamos a la academia me encantaría ir he escuchado cosas muy buenas de ella, han hecho un gran trabajó.

—Me parecé perfecto.

En ese instante Aarón, sé a cerca a mí para tomar a Damián, y le estira los brazos pero él hace presión sobré mí cuello.

—Ven Damián, vamos.

—No Papi, yo me quiero quedar con Graciela,.

—Te importaría sí me lo llevó conmigo.

—No tengo ningún problema Graciela,.

Al salir dé la sala de reuniones y subir al ascensor, hasta planta baja al salir nos montamos cada quien en sus camionetas llegamos en uno dé los restaurantes más importante llamado "Belleza Tropical ", al pedir una mesa cada quien sé sienta en su lugar él restaurante era increíble al entrar lo primero que ves son unos candelabros que iluminan el lugar las mesas eran de madera oscura, con sillas del mismo color las paredes son de ladrillo con fotos familiares

Cada cierto tiempo siento la mirada dé Aarón, pero no me dice nada y es algo que agradezco qué sea así no quiero qué comente lo que sucedió en la universidad; el almuerzo trascurre con normalidad con conversaciones dé negocio y otras no tanto. Gracias a eso me pude enterar de que no solo son médicos y tienen una empresa importantes de abogados sí no que también son bailarines tienen una de las más importantes academia de baile si no que con esto ayudan a jóvenes para qué se alejen dé las drogas y de las pandillas es increíble.

Damián, es un niño increíble a pesar dé lo qué he pasado, y dé qué me preguntará si estaba bien no menciono nada del hospital y es algo que agradezco no quiero qué mis padres se enteren.

—Graciela, cariño, éstas bien té ves un poco pálida.

—Sí mamá, sólo un poco cansada no té preocupes. No quiero decir nada pero me duelen las costillas necesito ir al baño para buscar mí medicamento.

—Yo les pido un permiso ya vuelvo me levantó y en pocos minutos estoy en el bañó haciendo mis necesidades. —Al terminar y salir dé los lavados no soportó el dolor es cómo si me estuvieran clavando un cuchillo a cada lado dé mis costillas, al revisar mi bolso veo que no están mis pastillas en ése momento levantó un poco mí vestido y veo los golpes dé varios colores en ese instante mis manos empiezan a temblar no me había dado cuenta dé que estaba llorando sí no hasta que me miro en el espejo me secó las lágrimas con rabia, y asco hacía mí por permitir qué un maldito hijo de puta me haga esto salgo del bañó con mucho dolor necesitó salir de aquí siento que me voy a desmayar.

Al salir me tropiezo con alguien pero siento qué ya no tengo fuerzas para levantar la mirada y ver quién es.

—Hey estas bien.

Al escuchar esa voz levanto la mirada y me esta mirando con los ojos mas bellos qué he visto en ese momento me tengo que apoyar con la pared qué tengo detrás dé mí ya qué siento que todo me da vueltas.

—Graciela, éstas bien, éstas un poco pálida.

—Si estoy bien Aarón, solo un poco cansada no he dormido bien.

—Entiendo y cómo te encuentras de las costillas.

—Me duelen un poco ahora no me tome el medicamento.

—Puedo revisarte ahora.

—No, no quiero qué mis padres y mi hermano se enteren ellos no pueden saber que estuve en el hospital.

—Hey mirame Graciela,.

En ese momento no quería hacerlo pero siento cómo se a cerca a mí y me levanta la cara con las dos manos. Sentir su tacto era, no se cómo explicarlo cálido; me sentía protegida y segura a su lado algo que hace mucho no sentía.

—Si quieres ellos no van a saber nada pero necesitó llevarte al hospital allí te puedo revisar bien.

—No por favor Aarón, te lo suplicó al hospital no ellos van a hacer muchas preguntas.

—Mirame basta Graciela, mírate no te puedes mantener en pié y estas pálida se que té duele.

Aparto la mirada de él y me toco en el lado izquierdo donde me duele en ese momento levanto de nuevo la mirada y en sus ojos grises veo preocupación.

—Aarón, sácame dé aquí si por favor me duele mucho. En ese momento siento cómo una lágrima cae sobré mí mejilla y siento cómo él me limpia con su pulgar con mucho cariño.

—Tanquila respira despacio ven yo te ayudó.

Me toma del brazo y me pega más a él qué hasta puedo sentir su aliento a menta y a loción de bañó y me toma dé la cintura empezamos a caminar a pasar mesa por mesa, y de teniéndonos cierto tiempo debido a qué no podía respirar.

—Aarón, espera si.. siento que me voy a caer siento como si me estuvieran clavando un Puto cuchillo en las costillas.

—Graciela, esa boca por favor no digas groserías.

Al mirarlo a los ojos sé me escapa una lágrima. siento que me voy a desmayar no me sueltes.

—Shh eso nunca Graciela, no te voy a soltar jamás.

Escuchar esas palabras de él me hizo sentir aun segura por qué sentía dentro dé mí que era verdad que él no me dejaría caer jamás.

Al llegar a la mesa todos se ponen dé pié al ver que estoy abrasada de Aarón,.

—Graciela, cariño, qué té pasa estas bien.

Trataba con todas mis fuerzas para poder responder; pero no podía ya qué no podía respirar y sentí un escalofrío por toda mi columna. —Aarón, siento que no me puedo mantener en pié.

—Graciela, mirame quiero qué respires despacio.

De verdad que lo intentaba con todas mis fuerzas pero sentía mí cuerpo cansado me duele. Lo dije más un susurro para nosotros dos que para los que estaban allí me aferro más a su camisa pero mis ojos ya se están cerrando y lo único que veo es oscuridad y una paz inmensa.

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