*Graciela Ferrer*

A la mañana siguiente me despierto y voy directo a la ducha hago  mis necesidades me di una ducha dé agua caliente a los tren minutos estoy vestida con una Braga y unas sandalias y él peló suelto me apliqué un poco dé maquillaje polvo, labial y  tome mi Bata blanca y listo.

Al darme una ultima mirada bajó a desayunar al bajar las escaleras me encuentro a mi hermano y mi padre  con un café y un periódico son tan iguales y a la ves tan distintos sonrió al ver que levantan la mirada a la misma ves ven y dicen qué no son tan parecidos.

—Buenos días mí princesa, cómo amaneces.

—Yo muy bien papá, y tú. 

—Yo muy bien gracias cariño.

—Qué bueno papá, y en dónde está mamá.

—Se está arreglando, y qué bueno qué tú ya éstas lista mí amor.

—Cómo qué lista papá, no té entiendo. Yo tengo qué ir al hospital tengo unas prácticas ya sabés.

—Pero puedes faltar  hoy mí princesa esto es importante para mí y tu hermano y quiero qué estén tú madre, y tú. 

—Esta bien y dé qué sé trata en ése momento David, qué estaba callado decidió responder antes dé qué lo hiciera papá,.

—Recuerdas los nuevos socios que te mencionamos y se van a unir las dos empresas de abogados mas importantes en Seattle.

—Lo recuerdo David,. —Le hago una señal  para qué continué y así lo hace.

—Púes hoy nos vamos a reunir con ellos y para saber cómo vamos a trabajar, y para tener fechas dé cuándo sé hará pública la unión  dé las dos empresas.

Después dé comer mis deliciosas tostadas con jugo de naranja, huevos y tocino, me levanto y coloco el plato en el lava vajillas y me siento al lado dé los dos. 

—Entonces nos vas a acompañar princesa. 

—Si papá, dejame y llamo a Emily, para decirle qué no voy; En ese momento me alejó dé los dos y llamó a Emily, y al segundó tono me responde.

—Buenos días amiga  como estas, como te sientes.

—Hola Emily, me encuentro bien mucho mejor té llamó para decirte qué no voy a poder ir al hospital, voy a acompañar  a mi padre a una reunión.

—¿Que? —Pero sí a ti eso no té gusta.

—Sí lo se pero esto es importante para él y David, a demás no sólo seré yo también Mamá estará.

—Lo comprendo Graciela, no té preocupes yo té cubro a demás no creó qué sea necesario, con lo qué té pasó ayer ya toda la universidad lo debe dé saber.

—Gracias Emily, eres la mejor te prometo que te lo voy a recompensar con una caja dé Chocolate blanco. cómo a ti té gusta.

—Pues más té vale Graciela,.  Bueno té dejo llegó un poco tardé té quiero. 

Al colgar la llamada mí Mamá está bajando las escaleras y va vestida con un vestido color azúl, que le llega a las rodillas y unos zapatos de tacón negros; ese vestido le hace resaltar todas sus curvas y lo hermosa qué sigue siendo a pesar dé sus cuarenta años.

—Pero qué linda está mí esposa a qué sí. 

Sé acerca a ella y le da un besó siempre eh admirado él amor qué sé tienen es increíble.

—Bueno, bueno vámonos té la puedes seguir comiendo a besos cuándo volvamos.  

Suelto una carcajada, al ver lo roja qué está Mamá, por lo que les dijo David.

Al salir dé la casa nos montamos en la camioneta después dé medía hora llegamos a la empresa llamada abogados "Ferrer Asociación Enterpreices INC".

  Al entrar y subir al ultimó pisó lo primero qué ves es una pared  dé vidrio qué té da la hermosa vista dé Seattle, luego vez un mueble en forma de "U" para sentarse aproximadamente seis personas una mesa dé madera pequeña con un jarrón de flores margaritas en ella. 

Después dé mirar todo detalladamente, entramos a la sala dé juntas dónde hay una mesa para sentarse unas doce personas, al entrar  todos dan los buenos días al unísono y nos sentamos cada uno en sus respectivos asientos. Pero veo qué hay dos asientos sin ocupar. en ese momento entra la secretaría dé papá, ella es adorable tiene unos cincuenta años pelo negro, como la noche y ojos de color miel  su nombre es Cielo. Y si valla qué le quedá él nombré porqué es todo un amor.

—Buenos días Señora Ferrer,  Señor Ferrer,  me llamaron los Señores Miller,  vienen en camino. 

—No te preocupes Cielo, nosotros esperamos.

Al mencionar señores  pensé qué debían tener unos cincuenta años para qué papá, decidiera unirse con otra empresa y tener una asociación con ellos veo qué esto es muy importante  para papá, y David, estoy tan contenta por ellos dé lo qué han logrado trabajando juntos en el bufete es de admirar.

—Hija te encuentras bien  estas un poco pálida.

—Ehh yo estoy bien Mamá, sólo estaba pensando en todo lo qué han logrado papá  y David,. 

—Si, es increíble desdé qué tu hermano sé gradúo y empezó a trabajar con tú padre la empresa sé volvió mucho más importante dé lo qué ya lo era. Que te parece si después de terminar aquí nos vamos a almorzar todos juntos.

—Me parece bien mamá hay qué celebrar esta nueva asociación; en ése momento sé abren las puertas y entra un joven dé unos veintitrés y después le sigue otra persona al mirarlo me quedo petrificada en el asiento. Y sin apartar la mirada dé él. 

—No puede ser. 

                                                     Liam Hemsworth cómo David Ferrer.