Capítulo 4
Bad day
Su mano estaba en mi cintura apoyandola con firmeza. No podia soltarme, quería con todas mis fuerzas salir de sus brazos. ¡Ja!, a quién miento, no queria salir de sus brazos que me hacía sentir segura -- A lo que era raro por ser mi desconocido jefe sexi --
No podia creerlo, definitivamente que no podia. ¿Burke Glynne era mi jefe?, esto era broma. De todas las personas millonarias con empresas en el mundo ¿Él tenia que ser mi jefe?, la suerte, sin duda estaba en mi contra. Se acercó más a mi, sólo eran centímetros para romper la distancia de ambos, crei que pasaría lo obvio pero no fue asi y agradecí al destino por eso. Ya que no queria que sea mi primer dia nombrado:
Besé o mi jefe me besó.
---- Señor Glynne, la señorita Rosewood lo está esperando en la sala de espera ---- Habló una mujer del otro lado de la puerta interrumpiendo el momento. Bufó molesto y agachó su cabeza para dejarme sola en su despacho.
¿Quién era la señorita Rosewood?. Si mi teoría no fallaba, la joven era hija de Calvin Rosewood, socio de mi padre desde que recuerdo. No sabía que tenía una hija, en realidad no sabía nada de sus socios ya que no eran importantes, sólo él por que cada tanto iba a casa y se quedaba a comer de vez en cuando.
Una hora después de que Burke me haya dejado sola, apareció y si su rostro no mentía, estaba de malas. No quise comprometerme en sus asuntos, me límite a seguir sus ordenes de recibir llamados, buscar café y darles papeles que eran acciones de empresas Alemanas.
Y supe que él era Alemán.
---- El señor Glynne no te ha dejado descansar ni un segundo ---- Afirmó una joven al lado mio, viendo mi cara de cansancio cuando me sentaba.
---- ¿Se nota mucho? ---- Pregunté y ella asintió, me dejé caer en mi silla mientras cerraba los ojos queriendo estar en cualquiera lugar del mundo, pero me di cuenta que si lo seguía haciendo estaria perdiendo tiempo valioso.
---- Soy Jane Thompson y tú debes ser la pequeña hija del señor Newton ---- Se acercó a mi y la miré.
¿Era tan obvio que era hija de un Newton?, al parecer si. Ya que todas las miradas que habían en la empresa se dirigían a mi. Pensé que hubiera sido mejor rechazar el empleó de ante mano, pero no puedo, una por que no queria hacerlo gracias a Burke y la otra era por que no tenia explicación en cómo decirle a mi papá que había renunciado.
Pero lo pensé por un momento:
-- Eh, papá. Adivina, ¿quién es mi nuevo jefe?, No lo adivinarias más asi que te lo digo. Es Burke Glynne, la persona que más odias no sé por qué y por eso dejé, renuncie -- Negué a lo que mi mente imaginó en un segundo, claro que no se lo diría. Le agarraria un ataque al corazón y eso yo no quería que pasara.
La joven que estaba al lado mio con una sonrisa de compasión llevaba un pantalón azul y una camisa blanca que se acentuaba a su cuerpo y que hacía resaltar sus ojos miel y cabello rojizo.
Era una de las pocas empleadas y empleados que me había hablado bien hasta ahora, más el señor Glynne. Me sorprendió al notar su nuevo carácter frio y seco que tenía con los demas, hasta conmigo se comportó asi, pero era de esperarse. Él era mi jefe y yo su empleada, no me trataría como aquellas veces que estaba conmigo.
---- Si, lamentablente ---- Tomé unos papeles que me había dado Burke para fotocopear hace una hora, eran muchos y por eso tardé.
Además de que habia mujeres que estaban hablando sobre lo bueno y sexi que estaba el nuevo jefe, y era verdad. Pero yo no estaba para hablar sobre hombres que estaba para llevárselos directo a la cama, no, nada de eso.Yo estaba para trabajar y distraerme de mi hermana. Por suerte me habia enterado gracias a Susena : La mucama de la casa, que dentro de unos dias se iria a Italia con mamá por el desfile de moda de invierno.
---- ¿Por qué?, todas las chicas quisieran tener tú vida. Eres millonaria ---- La fulmine con la mirada con el papeleo en manos ---- Tienes unos padres más que amorosos, tus dos hermanos están más que buenos y te casaras con Ewan Dior. Tú te ganasta la lotería amiga ----.
Me empecé a reír por lo que dijo, en parte tenía razón. Tenia todo lo que una joven queria, pero no era tan necesario, yo necesitaba otras cosas. Con llevar una vida normal a mi me bastaba, siempre he querido vivir una vida normal pero aveces hay un percance.
Antes de dirigirle la palabra a Jane, escuché cómo alguien abría una puerta. Mi compañera giró antes de que yo lo haga con asombro, ya sabía por qué y por eso no quería voltearme y encararlo. Me moriría al ver su aspeco que de seguro seguía igual que hace unas horas atrás, molesto y profundo.
---- Señorita Newton, pase a mi oficina ahora ---- Exclamó seco, con indiferencia en su voz y eso hizo temblar.
Escuché el ruido de la puerta cerrarse de un portazo brusco, que de seguro a más de a uno habia hecho sobresaltar. Rendida y con pocos ánimos de ver a mi sexi pero frío jefe, me levanté para caminar hacía su oficina.
---- Eu, Lane. Tú ... ---- Hizo una seña a la parte rota de mi falda y la tape con vergüenza. Me sonroje más de lo que esperaba y Jane me guiñó un ojo, en significado de que ya no se notaba.
Por suerte muy pocos se habian enterado o eso creo yo, pero no quería preguntarle a cada trabajador de la empresa si se me veia o no mi muslo.Al llegar, toqué una vez y él exclamó un "pase". Abrí con cuidado la puerta pensando en un argumento de por qué estaba enojado conmigo si no hice nada, sólo cumplí sus órdenes o cómo el dice tareas.
Al terminar de abrir, pensé que me encontraría a Burke sentado en su silla de cuero negro, mirando a los edificios de Brooklyn con las manos juntas, pero nada de eso. Al no verlo me di vuelta para volver a mi trabajo pero algo me lo impidió, al verlo detrás de mi me dejó sin respirar. Cerró la puerta que estaba medía abierta y me atrevi a mirar que tenso su mandíbula, yo por otro lado agache mi cabeza para no mirar sus ojos celestes cultivadores.
---- Si no me equívoco, solicité una secretaria decente ---- Habló mientras caminaba hacía a mi, como acechando a un animalito indefenso. Yo retrocedía a cada paso, pero eso acabó cuándo choqué con la pared de su despacho ---- No a una mujer con la ropa rasgada.
Susurró en mi oído seductoramente y tocó la parte descubierta de mi muslo. Senti una electricidad con su tacto que se apoderaba de mi a cada minuto, era tan inigualable su tacto y a la vez tan provocador que no pensé en sus palabras. Desde que tengo memoria habían sido pocas - nulas - veces que alguien me habia tocado asi.
Y la razón era por que mi padre me prohibía tener novios por que mi compromiso con Ewan estaba desde que cumplí los quince años pero yo nunca los supe, no hasta los veintiún años.
Me acuerdo cuándo tuve una cita a escondidas de mi padre con un compañero de fin de año. Sebastián -- El joven de fin de año -- era casi igual a Burke con su actitud de chico provocador y malo, por eso caí a sus pies y bueno, en esa cita una cosa llevó a la otra y términamos en una situación comprometedora. Nadie supo nada o eso crei yo, por que al ver a Sebastián todo golpeado el dia de la graduación supe que mi papá tuvo que ver con eso.
Y tuve razón.
---- No hablaras, o ¿acaso te comió la lengua el gato? ---- Negué mirando a un costado. Puse mis manos en su pecho trabajado y lo aleje por que reaccione de lo que estaba haciendo Burke y también de sus palabras. Le hubiera dado una cachetada o gritado pero tuve que contenerme por que él era mi jefe.
---- Sr Glynne, ¿me buscaba para algo en especial? ---- Ignore su mirada fulminante, podia darme cuenta que sentía rabia por mi actitud indiferente.
---- No, sólo quería decirle que usted está en ésta empresa para trabajar y no para hablar de más, malgastando su tiempo --- Refunfuño y yo asenti sin importar lo dicho.
---- ¿Algo más, Sr Glynne? ---- Pregunté con la voz quebrada por su comportamiento inesperado.
---- Si, dentro de dos horas termina su turno. Asi que quiero que mandes estos papeles por E-mail a Londres lo más rápido que puedas ---- Me dio algunos papeles que eran unos cuantos y volvi a asentir. Hizo una seña de que podia retirarme y lo hice sin pensarlo dos veces.
Si que era bipolar, quería pegarle y decirle por primera vez a alguien que me tenga respeto por mi apellido Newton, aun que tuve que ignorar todo eso y hacer todo lo que él quería que haga ya mismo. Al parecer, nunca se cansaba de dar órdenes a todos.
Y encima, era el primer dia. De seguro el cuarto dia todos lo querrán echar por explotación laboral. Di un suspiro, sin duda seria un largo dia y muy incómodo ...
Luego de unas cuántas horas después, en las que salí de mi trabajo para ir al único sitio que tenía: mi casa, recibí un mensaje de mi nueva compañera de trabajo proponiendome salir a tomar algo en un bar para conocernos mejor y acepté.
¿Para qué habria que rechazarla?, yo estaría sola hasta la noche-- Seguía sola -- y ella también, aun que con sus dos perros. Aparte, quería tomar hasta que no pueda más para desahogarse. Ya que su ex-novio le fue infiel con sus compañeras de trabajo.
El imbécil negó todo, pero no sirvió de mucho. Jane gracias a su amigo del trabajo -- El que estaba en la entrada, llamado Rick -- encontró videos teniendo sexo en su oficina con sus compañeras de trabajo.Jane les mostró esos videos a su jefe y como ella lo esperaba, lo echaron y el pobre está en bancarrota.
DOS HORAS DESPUÉS.
---- Su cerveza y los dos shots de vodka que me pidieron ---- El barman nos dio de mala gana lo que mi amiga habia pedido para ambas
Yo tomé la cerveza y ella los shots, para luego buscar con la mirada mientras caminábamos una mesa para sentarnos. Habia gente, mucha para mi gusto. Desde que llegué hace pocos minutos no habia tanta, pero después si.
Observé a mi acompañante que llevaba un vestido con lentejuelas, acentuando al cuerpo, unos tacones negros y su cabello estaba atado en una coleta alta. Por otra parte yo estaba normal, con un blue jean de pegado a mis piernas y una camisa rosa -- Desabrochada los tres primeros botones por Jane -- y unas plataformas blancas.
Sencillo, pero lindo.
---- Mira, ahí ---- Señaló y yo asenti.
Nos acercamos a está y nos sentamos, seguí mirando el lugar que era muy grande. Estaba casi a oscuras, pero gracias a las luces de colores que se movían de aqui y allá me dejaron ver algunas cosas, las personas, los letreros de salida y baños tanto como otras cosas.
Miré a Jane tomar el vodka de un sorbo y pensé, está chica si que está dolida y resentida. Hice lo mismo lo mismo yo con la cerveza, no era habitual en mi tomar y era por que Bruce no tenía tiempo disponible para acompañarme algún sitio.Pero al mirar a Jane, supuse que sería lo diario estando con ella.
---- Sabes, ese imbécil tenía mi corazón. Pero lo rompió en mil pedacitos como si fuera papel ---- Dijo entre dientes y tomó el otro ---- Pero ningún hombre más me verá caer.
---- Jane, creo que
---- No, Lane. Ese imbécil no merece ni mencionarlo ---- Habló con odio y fruncio el ceño, de seguro ya su garganta era un infierno.
Le di unas palmaditas en su hombro como consuelo y pensé en un consejo. Pero era que yo nunca estuve con un hombre y tampoco me fue infiel. Iba a decirle algo, pero se levantó y me hizo una seña en que iria a buscar otra cosa más fuerte para olvidar su dolor.
Llevé mis manos a la mesa y empecé a mover los dedos, luego volví a dar un sorbo a la botella de cerveza. No era fea, a mi nunca me desagrado, pero habia cosas más ricas para tomar.
Jane me habia llevado a esté lugar que era turístico para que nadie me conociera.
---- Hola, muñeca ---- Una voz ronca que desconocía hizo darme vuelta para ver a un hombre de cuarenta años.
Sonreí con nerviosismo y me aleje un poco de él, pero no sirvió ya que se acercó más a mi. Su aliento asqueroso a whisky puro envolvió mis fosas nasales, haciendo que casi me dé una arcada.
---- Hola
Hablé insegura y esbozó una sonrisa maliciosa. -- Oh, Jane. Salvame de éste pervertido -- habló mi mente con desesperación.
---- Quieres ir a un lugar, te noto aburrida ---- Susurró en mi odio e hice una mueca de desagrado por sentir sus manoa rasposas en mis brazos descubiertos.
---- No, sueltame ---- Eleve mi voz, pero ignoró lo dicho.
---- Anda, vamos y nos divertirnos un rato.
---- Suel ...
Apretó su mano en mi brazo, haciendo que me interrumpiera, dado un gemido silencio. Cerré los ojos, esperabdo cualquiera cosa. Pero en abrir mis ojos, me llevé una sorpresa a ver quién tenía al hombre del cuello de su remera.
---- Te ha dicho que la sueltes, imbécil.
Burke Glynne.
Jane en multimedia
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