Capítulo 18

—Bien, bien, bien —rie animado —Entonces doctor diversión, Paso está locura —abraza al rubio a su lado —Lee... Él decidió que sería buena idea hacer una voltereta hacia atrás para caer en un aro de fuego en el agua.

— ¡Oh dios, no puedo creerlo! —rie divertido cuestionando a Bill que solo asiente.

— ¡Si, lo juro por mi madre! —besa sus dedos —en fin, ese loco chico a tu lado accedió completamente, ¡Es un desquiciado! Yo le estaba diciendo a Lee que terminará con esa locura, pero también ¡Quería verlo saltar! —golpea al rubio en el brazo — ¡Y lo siguió animado!

— ¡Oh vamos Nate! —lo empuja divertido — ¡No te hagas el santo que tú también lo ánimabas conmigo!

— ¡Es que simplemente no podía creer que alguien fuera tan loco...  O estúpido, para pensar que así se contrata a la gente!

Entre sus risas Dipper regresa la mirada al rubio teñido que entre su vergüenza sujeta su nuca desviando un poco la mirada.

— ¿Y lo hizo? —se gira hacia los mayores.

— ¡Oh diablos que lo hizo! ¡El maldito lo hizo a la perfección y cayó como debía en el maldito círculo, desde el maldito risco!

—Y por eso te contestaron —cuestiona divertido el castaño.

—Oh, no, claro que no —aclara Lee —no soy tan irresponsable, tuve que verlo en acción con los tatuajes y dibujos, le di un tiempo de prueba de una semana con tres clientes dispuestos a joderse la piel —sonríe tranquilo —es bueno en lo que hace, tiene un increíble pulso y dibuja como los dioses para tatuajes especiales, estaba contratadisimo desde el primer momento, pero...

—Querias verme saltar.

Entre sus risas Dipper no podía creer lo que le contaban y simplemente reía admirando al chico a su lado. La hora de la charla termino y tranquilamente se despidieron de aquellos chicos saliendo de la tienda de Linda Susan.

—Bueno... ¿Que piensas hacer con Thompson? La verdad Dipper sigo creyendo que no es buena idea lo de renunciar... Es decir, un trabajo es un trabajo y la vida personal es otra cosa, no debes mezclarlos... Si él te acosara o algo te acepto el hecho de que quieras renunciar, pero... Solo te molesta el hecho de que odie a tus amigos.

—Y a tí, a Mabel y a m... —se detiene.

— ¿A quien? —menciona animado.

—Jodete Bill —rie ignorandolo —vamos de una vez.

—Wow, wow, wow —se detiene frente a él —detente un momento vaquero... —se acerca a su rostro — ¿Que te parece? Es solo una idea pero... ¿Y si nos besuqueamos un rato en un callejón?

— ¿¡Que mierda!? —rie avergonzado — ¡Es enserio, jodete!

—Vamos —lo toma por las caderas jalandolo al callejón —prefiero que seas tú quien me joda.

—Mierda Will...

Divertido el castaño sonreía sintiéndose contra la pared siendo presa del rubio, Will sonreía inclinandose sobre suyo y entre el leve morder de sus labios Dipper miraba por última vez las calles percatandose de que nadie los viera.

—Muy bien —pasa las manos sobre los hombros contrarios —Solo un poco.

Entusiasmado Bill daba el primer paso besando rápidamente aquellos labios, Dipper se enfado un poco ante la rápida separación y solo exhaló un suspiro mientras entornaba la mirada.

—Deja de jugar idiota, ¿Vas a besarme o no?

—Dijiste que fuera rápido y que nadie nos viera.

— ¡Si sigues jugando no te dejare hacerlo más!

—Aaaawwww... Pero si fue Pinetree quien inicio con todo ésto.

«Pinetree» un Gon lleno su mente con ese sobrenombre, sorprendido regreso la mirada a aquel chico que algo confundido se mantenía enarcando la ceja.

— ¿Qué?

Tragando grueso Dipper bajo la mirada al pecho de aquel chico y deslizo su mano por sobre la ropa hasta llegar bajo la camisa de Bill, el rubio se estremeció ante el toque directo de aquellos dedos, pero solo cerro los ojos dejando a las sensaciones invadirlo. Poco a poco la mano de aquel chico subia bajo las telas hasta el pectoral del rubio, Bill Jadeo entre un suspiro sintiendo una corriente eléctrica llenar su cuerpo entero, y al abrir los ojos se perdió en el rostro del castaño; con brusquedad se unió a aquellos labios guiando un beso recio y profundo, sus respiraciones se agitaban mientras los dedos del castaño se enterraban sobre aquel tatuaje en el pecho ajeno. Bill se acercó contra la pierna de aquel chico haciendo notar su erección y Dipper solo pudo suspirar sintiendo esos labios alejarse, era una locura, pero su mano se deslizaba hacia abajo... Entre jadeos extasiados Dipper tocó aquel bulto vuelto loco por él... y suavemente lo palpaba con sus dedos mientras Bill suspiraba sobre su hombro besando su piel.

—Mierda —aprieta los puños contra el muro —de saber que te pondrías así te hubiera invitado a mi casa cuanto antes.

Y entonces despertó de su transe, el calor del momento seguía sobre su cuerpo mientras aquel rubio besaba su cuello, pero algo se sentía extraño.

—Bill...

— ¿Ummm? —abre los ojos observándolo — ¿No vas a seguir con eso?

Algo perdido regresaba la mirada a los ojos Ámbar a su lado causando su preocupación.

—Ey —sujeta sus mejillas dudoso —Dipper, ¿Que pasa? ¿Que ocurre? ¿Paso algo malo? Oye... Habla conmigo... Dipper no me preocupes de este modo, por favor... Oye —busca su mirada desesperado —Dipper...

—Algo está mal.

—Si, claro que sí, puedo verlo en tu rostro... ¿Que necesitas? ¿Que quieres que haga?

—Necesito ir a ver al tío Ford...

—Bien —toma su mano —vayamos cuánto antes.

Apenas se disponían a salir de callejón cuando cuatro chicos les cerraron el paso, eran los mismo de la primera vez. Ellos reían algo asqueados de verlos y solo avanzaban contra ellos, Dipper estaba ido entre sus pensamientos mientras Bill se enfurecía cada vez mas.

— ¡Muy bien mierdas! ¡Muevanse del maldito camino que tenemos prisa!

—Oh... ¿Y quién nos va a obligar?

El mas grande empuja a Bill haciéndolo retroceder, y entonces uno de los otros avanza hacia Dipper abriendo de golpe su chamarra, el chico parecía tan perdido que apenas y se había sorprendido, pero entonces lo empujaron haciéndolo caer y Bill se enfureció.

— ¡No te atrevas a tocarlo pedazo de mierda!

De un derechazo noqueó al tipo que había empujado a Dipper y al ver que los otros venían, solo se sacó la sudadera dejándola caer. Atacó primero a los tipos de su estatura entre patadas y puñetazos, y solo quedó el tipo grande que se enfadaba al ver a todos sus chicos en el suelo.

— ¡Mierda, te va a arrepentir puto!

— ¡Pues venga!

Dipper parpadeó ante el primer golpe y exhalando sintió recordar algo, apresurado se puso de pie y apenas Bill noqueó al gigante Dipper se subió sobre el aplicándole una llave de Karate al cuello hasta lograr noquearlo, el rubio estaba sorprendido por aquello pero no tuvo tiempo de preguntar nada porque Dipper lo tomo de la mano guiandoló por el bosque.

En la mansión Noroeste Mabel se encontraba peinando a la rubia con algo de diversión, Pacífica reía por igual golpeando entre leves manotazos la pierna de Mabel. La chica Pine estaba detrás de Pacífica con la rubia entre sus piernas.

—Me gusta ésto —sonríe pacífica —parece una pijamada.

—Si, pero... —se inclina sobre su hombro —tu sigues trabajando y eso no se hace en una pijamada.

—Oh, vamos, perdóname, pero ya sabes que no puedo dejarlo de lado.

—Esta bien —rie animada.

Los ojos de la castaña viajaban sobre la blanca piel de la chica frente a ella, era una locura, mientras la peinaba podía pensar Miles de cosas vergonzosas sobre esa chica, podía recordar su piel desnuda ese día que se enfermo... Podía recordar todo. Tomando un respiro profundo se deja caer sobre la nuca de aquella joven sorprendiendola.

— ¿Que.... Que pasa Mabel?

—Ha... Yo... Creo que... No lo sé —suspira sobre su piel.

— ¡O... Oye, no hagas eso!

—Pacifica...

— ¿¡Qu... Qué!?

De pronto la chica Pine se abrazaba a aquella cintura haciendo sorprender a su jefa, y la sorpresa la lleno aún más cuando ambas cayeron sobre el sofá acostadas. Pacífica estaba inquieta y nerviosa sintiendo el cuerpo de aquella chica contra el suyo, sintiendo las manos de Mabel viajar contra su piel.

—O... Oye...

—Me puedes despedir después de ésto, pero quiero comprobar algo.

Incorporandose un poco en el sofá, la castaña hizo que la rubia se recostara debajo de ella, Pacífica estaba dudosa, pero no parecía resistirse en absoluto. Mabel trago grueso y suspirando levemente se acercó a los labios de su jefa uniendolos con los suyos. Era una locura, y su cabeza le decía detente apenas sintió aquellos labios, pero pacífica continuo con el beso.

Los labios de las jóvenes danzaban con cariño y deseo, era una locura que las carcomía, se habían retenido tanto... La mano de Mabel subía levemente aquella blusa entre su avanzar por el pálido cuerpo de la Noroeste, y Pacífica solo podía suspirar entre aquel beso. Mabel cayó rendida sobre el cuello de aquella joven mientras sus manos se detenían a centímetros de aquellos senos que la hicieron dudar el primer día, tragando grueso sintió el cuerpo debajo suyo moverse. Pacifica sujetaba su espalda mientras sus piernas se acomodaban.

—Mabel...

Su cuerpo se tenso, la joven asintió sin poder verla y Pacífica solo sonrío.

—Solo para que quede claro... Definitivamente me gustan las chicas.

Tragando grueso la joven Pine se levantó rapidamente y tomo camino hacia su bicicleta en la parte de afuera, sin decir nada o hacer nada más solo comenzó a pedalear escapando de una escena sumamente rara que la volvía extrañamente animada, se sentía... Animada... Confundida, si, un poco, pero... Diablos, quería gritar a los cuatro vientos lo feliz que le había hecho besar a esa chica. Entre su bajar la chica pego un fuerte grito aumentando la velocidad de su andar, extasiada en su descubrimiento... Mientras en la mansión Noroeste Pacífica tocaba sus labios con ternura y emoción al recordar tal beso, la sensación de aquella mano viajando bajo su ropa... Estaba feliz, no tenía ganas de seguir trabajando, por primera vez en mucho tiempo solo deseaba subir y maquillarse, ponerse algo lindo, comer bien, tomar una ducha de horas llena de los recuerdos de ella... Cualquier cosa menos trabajar todo el día.

Entrando directo a la máquina de dulces, Dipper ponía la contraseña y se adentraba junto a Bill, quien algo sorprendido y confundido por tal cosa rara en una cabaña vieja de madera, solo miraba en todas direcciones intentando comprender.

— ¡Tío Ford, Tío Ford! ¡Estoy listo! ¡Estoy listo! (Si capitán estamos listos)

Al llegar abajo Bill se quedó sorprendido por la magnificencia de ese lugar, una cueva con Miles de artilugios mecánicos, armas y cosas raras que parecían casi una nueva atracción de la estafa de arriba, pero se veían tan reales que... Podía dudarlo. Dipper lo jalo rapidamente llevándolo frente a un hombre de casco que soldaba algunas piezas sobre una máquina extraña. El hombre se quitó la máscara para sonreír hacia sus invitados y Bill solo asintió levemente algo incómodo con todo eso de conocer a sus tíos oficialmente.

— ¿Y... Que los trae por aquí? Hace tiempo que no te veía Bill, ¿Cómo le va a tu hermano?

—Will está bien.

El hombre sonreía tranquilo y bajaba de la escalera en la cual estaba quitándose los guantes.

—Ti... Tío Ford, necesito que me ayudes, algo extraño paso...

—Amm —iterviene Bill —estabamos en la ciudad y de pronto Dipper se quedó en blanco, me espantó bastante y dijo que necesitaba verlo... Creo que aun está algo raro...

— ¡Oh! ¿No te habrás encontrado con el hip...

— ¡No, no es ningún monstruo normal de Gravity Falls! Ocurrió fuera de aquí... Es lo de... De mi mente... El tatuaje.

—Muuuy bieen... —inseguro toma a Dipper por los hombros —cariño, se que apenas y está iniciando algo entre nosotros, pero si ibas a ser un demente la mitad del tiempo pudiste decirme algo de eso ¿No lo crees?

— ¿Cariño? —cuestiona Ford.

Ambos chicos se sobresaltaron ante esa duda y mientras Dipper reprendía a Bill por lo bajo Ford se sacudía las ideas tomando asiento en su escrito en espera de que ellos volvieran la mente al tema.

— ¡Muy bien, lo siento, pero no estoy loco! ¡Ya viste los monstruos que hay allá afuera Bill! ¡Ésto es real! ¡Existen y nos rodean!

—Lo se... —lo detiene por los hombros —Pero deja de hablar como un demente conspirativo para que yo pueda creerte.

—Él tiene razón —apunta Ford.

— ¡Tío Ford! —toma asiento enfadado.

—Lo siento Dipper, pero es justo por esa explosión de locura que ha muchos de los que han descubierto anormalidades, como las que hay en este pueblo, los han apresado y enviado a centros psiquiátricos, lo mejor para un investigador de verdad es mantener la calma y siempre tener las probabilidades y pruebas para confirmar tu cordura.

—Bien —exhala un suspiro —correcto, está bien, lo entiendo...

—Muy bien, ya que veo que tu... "Amigo" Bill no está enterado de lo que ocurre, dejame contarte chico... —tranquilamente lo mira —mis sobrinos salieron de Gravity Falls a los trece años y no volvieron hasta recientemente, durante todo ese tiempo solo se comunicaron con nosotros unas cuantas veces, y... Parecían normales en las llamadas y eso, pero... Al volver se percataron de un caso de perdida de memoria.

—Eso es normal ¿No? Podría ser una enfermedad, tengo un amigo que tenía ataques de irá, y mientras estaban presenten podía llegar a olvidar lo que hacia durante ellos.

—Si, pero estoy seguro de que no es eso —sujeta la marca en su nuca —jamas quisimos hablarlo con los chicos, pero creo que todos nos dimos cuenta de que ocurrió algo extraño durante la escuela... —traga grueso —A mitad del segundo años nos comenzamos a sentir extraños, había tiempo borrado por completo, de pronto aquella gente con la que no nos llevábamos eran nuestros mejores amigos, ni siquiera recordabamos como llegaron muchos de ellos... Preferimos dejarlo así porque no había explicación lógica, y al día siguiente... —apunta su nuca —la marca había aparecido, mi amigo Marco y Janna también tenían una, pero era distinta a está... —dudoso traga grueso —sin que Mabel se diera cuenta estuve buscando en las tiendas de tatuajes, uno como este, similar tan si quiera... Pero no había nada, absolutamente nada.

Bill se veía pensativo, pero antes de que pudiera decir cualquier cosa el señor Ford tomo su computador y mostró una marca similar a la que ambos chicos tenían, ambos se miraron sorprendidos.

—Con todo el tema del internet la gente tiene esa necesidad de comprobar si las cosas sobre naturales existen, crean páginas de este tipo con los pentagramas y nombres de demonios... Para diversión, pero en mi basta experiencia si se puede invocar un demonio, y son casi como los genios de las lámparas, te dan cierta cantidad de deseos y luego de eso te borran la memoria dejando una marca extraña sobre ti.

— ¿Tío Ford... Alguna vez lo hiciste?

—Tenia que comprobar —se encoge de hombros —Pero bueno, eso sucede...

—Si no le borraron la memoria ¿Que significa?

—No he pedido mis "deseos" restantes.

— ¿Tienes un trato abierto? —cuestiona temeroso su sobrino.

—Si... —asiente —por eso se que existe y que pasa, pero tú no tienes más días en blanco ¿No? Recuerdas bien el pasado, hasta en la niñez, a las personas en lo largo de tu vida.

—Pues si, creo que lo normal de una persona, si.

—Bien, no tengo idea de que habrás pedido o porqué, pero... Tengo una forma de averiguarlo... Necesito pedir mi segundo "deseo"

—No tío Ford, yo no quiero meterte en problemas por ésto...

— ¡No hay problema pequeño mocoso! —sujeta su mano —Dipper, eres un chico increíble, mi sobrino, y podría decir que casi como un hijo para mí... Yo daría lo que fuera por asegurarme de que tú hermana y tú estuvieran bien.

—Pero es peligroso...

—Lo se, pero sabes que de eso va mi trabajo, necesito investigar para saber sobre las cosas sobrenaturales, y... Sinceramente Dipper, este es el único caso de ese tipo que he visto en toda mi carrera... Aunque fuera poca por lo de las otras dimensiones, ya sabes... —entorna la mirada divertido.

—Lo siento si interrumpo esté precioso momento, pero... ¿Que cree que signifique esa marca? ¿Y si...

Dipper lo detiene sujetando su mano, el rubio duda, pero solo termina apretando los labios.

—Bueno... —duda ante la actitud de su sobrino —para responder tu duda Bill, pues... La normalidad de esas marcas es para que los otros demonios sepan que ese humano ya tiene un trato con otro de su especie, es presa de uno solo, los marcan como ganado —muestra la marca en su costado.

El rubio bajo la mirada dudoso mientras aquel castaño sujetaba su mano, Dipper se encargó de despedirse de su tío y de sacar a aquel chico de allí llevándolo hacia su habitación en el primer piso.

— ¿Y entonces? —se queda en la entrada — ¿No le vas a decir que tengo un tatuaje igual al tuyo?

—Bill... No es igual.

Se deja caer en su cama mirándolo, el rubio aprieta los labios y solo suspira mirando los ojos de aquel chico, y negando sonríe.

—Esto es estúpido... —rie —es estúpido como me acaban de decir hace apenas unos segundos que los demonios existen y al estar a tu lado puedo creerme todo.

Divertido solo ríe tomándolo de la mano para hacerlo caer encima suyo, el chico ríe admirando de cerca esos ojos marrones.

— ¿Continuamos con lo del callejón? Lo interrumpí a lo idiota... —aprieta los labios arrepentido —quiero distraerme de toda esta información... —sonrie levemente — ¿Y que mejor forma?

Bill sonrie algo decaído y acariciando la mejilla de aquel chico besa sus labios con levedad para alejarse y mirarlo de frente.

—Todo va a estar bien.

—Si, lo sé.

—Asi que... Espero que dejes de actuar como un lunático por un segundo.

Entre sus risas ambos giran sobre la cama besandose fugazmente entre el subir levemente de tono.

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