Capítulo 10
Publicada: 21/ 08/ 2019
Editada: 02/ 10/ 2020
Nuevos misterios.
La mañana iniciaba algo dudosa para ambos jóvenes en Gravity Falls, y es que el día anterior había Sido algo raro para ambos jóvenes. Está vez la cabeza de Dipper no estaba perdida en trabajos y números, ni siquiera en los estúpidos chicos que los habían molestado el día anterior; está vez...
—Esa Marca... —musitaba tocando su nuca.
Algo incómodo se levantó de la cama haciendo crujir sus sábanas, el chico avanzó hasta estar frente a su espejo y suspirando con total duda alejo su mano de aquel lugar, era extraño... Por más que lo buscó a lo largo de los años anteriores nunca logro encontrar un tatuaje similar al suyo, había solo uno... Pero no era similar, no tenía el pino del centro; suspirando solo dió media vuelta y tomo sus cosas de baño para salir de la habitación. Mabel dirigía su mirada inquieta a todos lados menos al espejo frente a ella mientras cepillaba sus dientes, soltando un suspiro enjuagó su boca y escupió la espuma para solo volver a suspirar, de reojo pudo ver a su hermano entrar.
—Buenos días —mencionaba sin más llevando el cepillo a su boca nuevamente.
—Buenos días —avanzaba dejando sus cosas cerca de la ducha.
Encontrándose con su reflejo en el espejo, la chica suspira mientras su gemelo se saca la pijama, dudosos se miran y solo sonríen por lo bajo entre una leve risa.
— ¿Y que te ocurre? —cuestiona adentrandose en la ducha y cerrando la cortina.
—Pacifica... —menciona rápidamente para volver a cepillar sus dientes.
— ¿Mala jefa?
—Para nada —enjuaga su boca —es buena, no me exige ni se queja, aunque —sonrie levemente —quiza solo sea porque fue mi primer día.
—Estoy casi cien por ciento seguro de ello hermana —rie abriendo la regadera.
—Ella... —explica preocupada —esta muy sola Dipper, es decir... —con la mirada baja sujeta su cepillo —se la vive de trabajo tras trabajo, anoche no durmió por trabajar, su casa está hecha un caos por ello y bueno... Hasta esta... Subiendo de peso por no correr correctamente... ¡Es pacífica! ¡Eso es un sacrilegio para ella!
De pronto su risa comienza a fluir, poco a poco Dipper estalla en risas dejando de lavar su cabello para asomarse entre la cortina.
—Comprendo que es malo no comer correctamente, pero no lo diga así porque me da bastante risa.
—Si —suspira tomando asiento en un cesto —solo... Siento que algo está mal sobre su familia... ¿Que habían dicho nuestros tíos sobre ellos?
—Bueno... Solo dijeron que pacífica se puso a mover los cables familiares, a lo que entendí —continua su ducha —ella tomo el control de toda la empresa Noroeste, porque no encuentro otra explicación a qué por ella Gravity Falls haya crecido y nuevas tiendas fueran abiertas por ella.
—Pero la última vez que los vimos —menciona dudosa —los Noroeste habían perdido todo su dinero... Y Pacífica me comentó como si nada que luego de terminar sus estudios quizo renovar el pueblo.
— ¿Que es lo que tratas de averiguar Mabel? ¿Algún otro fraude con los Noroeste?
—Solo... Quisiera saber si ella está bien, si sus padres no están en peligro... O si simplemente algo malo ocurre a su alrededor.
Una vez el castaño termina su baño saca la mano a través de la cortina para tomar su cuarto de baño, tranquilamente se envuelve las caderas con ella y sale de la ducha para mirar a su gemela mientras seca su pelo con una toalla, la chica se mantiene con un semblante triste.
—Pense... Que Pacífica no te caía taan bien...
—No lo hacía, pero tu me enseñaste a ver qué no era tan mala... y aún cuando me cayera tan mal... No me gustaría verla herida o en peligro.
—Oye —menciona terminando de secar su cuerpo con otra toalla —ella es pacífica Noroeste, ¿Cómo no estaría bien? Los Noroeste siempre están bien y triunfantes.
—Aun así... —se levanta co algo de molestia —quiero saber más de su situación.
Una vez ambos gemelos tomaron asiento en la mesa sus tíos se encargaron de servirles el desayuno, unos huevos fritos con tocino y café para iniciar su día, Mabel suspira sobre su comida llamando la atención de sus tíos que se miran dudosos entre si, entre sus miradas se cuestionan sobre lo que ocurre pero ambos se retienen de preguntar cualquier cosa y solo se quedan con el pensamiento de quizá... Un nuevo novio.
—Tio Stan, Ford... ¿Qué pasó con los Noroeste desde que nos fuimos?
Ambos hombres se miraron dudosos, Stan es el primero en arreglar su vos pero en lugar de responder solo avanza hacia la comida permitiendo que su hermano, que arregla sus gafas sea el que hable primero.
—Pues... Tampoco estamos completamente enterados, todo ocurrió durante nuestro viaje, Wendy solo nos comentó que luego de cansarse de la vida cotidiana de una chica normal, Pacífica invirtió la mitad del dinero de su cuenta personal en proyectos de empresas.
—No siempre se gana al invertir —menciona el gemelo mayor —pero esa pequeña mocosa tuvo bastante suerte, el dinero comenzó a volver poco a poco y ella vio la oportunidad para lograr más.
—Siguio invirtiendo de poco en poco con suma precaución, mirando estadísticas día y noche hasta que pudo tener su mansión de regreso.
—Entonces la pequeña mocosa comenzó a invertir en el pueblo y por su cuenta obtuvo el lugar que su familia tenía antes, la mitad del pueblo le pertenece y ella lo está llevando de maravilla a pesar de lo difícil... Complicado y pesado que debe ser.
Sorprendida se endereza con prisa — ¿Y sus padres?
— ¡Esos ricachones apenas y sabían lavar vajilla! —expresaba divertido el mayor de la estancia —solo dejaron todo en manos de su hija ¡Jum! Si quiera la mocosa supo avanzar.
La plática parecía continuar, pero la alarma de los celulares de aquellos gemelos sonó haciéndolos levantarse con prisa, ambos sujetan los hombros de sus tíos como despedida y salen con prisa entre su despedir. Acomodando sus gafas observa de reojo a su gemelo.
—Bueno... ¿Vamos a dormir?
— ¡Por favor! —expresa aliviado —lo que hago —pasa la mano por sus cabellos con desespero —por esos mocosos.
Ford se levanta avazando al lado de su hermano que rasca su barbilla con algo de cansancio, Stan seguía quejandose hablándole un poco de la extraña forma de actuar de aquellos chicos mientras Ford asentía guiandoló hacia su habitación. Apenas eran las seis treinta de la mañana y dos jóvenes ya avanzaban con el frío aire de la madrugada chocando contra sus caras, las ruedas de sus bicicletas hacían crujir las hojas del suelo y eso causaba un increíble aroma que hacía tiempo no habían disfrutado.
—Bueno, yo me voy directo —anunciaba la castaña.
—Yo me desvío por acá —sonrie apuntando la dirección — ¡Suerte en tu día!
— ¡Lo mismo digo! ¡Nos vemos más tarde en lo de Linda Susan!
Ambos gemelos pedalean rumbo a su destino mientras el sol de la mañana comienza a mostrarse sobre el horizonte. Una vez llegando a la mansión Noroeste, Mabel se saca el casco y las protecciones para dejar la bicicleta en el lugar de siempre, y tomando un profundo respiro asiente para si misma adentrandose hacia el hogar frente a ella, la entrada ya comienza a iluminarse por el sol, pero el interior esta hundido en un completo silencio; algo inquieta por tal silencio comienza a avanzar hacia la cocina dejo de dejar su bolso y bufanda en un perchero, al entrar puede divisar una nota sobre la nevera que le informa la hora para subir el desayuno y lo que debería preparar ese día, la castaña inhala con profundidad y sonríe animada subiendo las mangas de su suéter mientras busca los ingredientes por la cocina.
En el restaurante de Linda Susan, Dipper por fin tiene todos los pedidos de desayunos sobre la canastilla de su bicicleta y algunos sobre las manijas de su vehículo, él sonríe dispuesto a salir a entregar cuanto antes, apenas se coloca el casco y se despide de Linda Susan cuando nota a la distancia, unas cuadras adelante, a un chico rubio que entre su caminar perezoso y encorvado escribía en su celular con un bostezo agotado; el castaño sonrío completamente animado y comenzó a pedalear en su dirección.
— ¡Lee! —gritaba con entusiasmo.
Los ojos aún adormilados de aquel joven regresan con duda sobre el llamado de su nombre, la duda del rubio se disipa al mirar llegar al castaño que frena con una sonrisa a su lado, Lee sonríe entusiasmado y se lanza sobre el joven casi tirándole los pedidos por su abrazó.
— ¡Doctor Diversión! —sujeta sus hombros — ¡Mocoso! —lo despeina —no puedo creer que hayas vuelto a Gravity Falls, tu hermana y tú realmente nos mintieron al decir que vendrían el próximo verano —rie divertido.
—haaa... —menciona incómodo —si, es que... Nuestros padres se mudaron aún más lejos como para poder mandarnos el verano siguiente, y ocurrieron algunas otras cosa —rie apenado —pero dime, ¿Que tal has estado?
—Pues... —sujeta su nuca comenzando a avanzar —Bien, sabes... —sonrie por lo bajo —Nate y yo realmente estamos bien.
— ¡Eso es genial! ¿Y que tal Tambry?
—Bueno...
La mirada del chico rubio se dirige al suelo mientras su sonrisa se borra levemente, pero antes de poder seguir hablando Dipper le pide un momento y avanza para entregar los primeros pedidos en las casas cercanas. Con un poco de nervios la castaña se presenta frente a la puerta de la oficina de su jefa, la castaña toca la puerta, pero al no recibir contestación ella abre la puerta con cuidado empujando levemente algunos libros que estaban cerca, su mirada varía entre los papeles del suelo y la parpadeante luz de la habitación, pero sus alarmas se encienden al notar en la esquina de la habitación los rubios cabellos de su amiga metidos entre un montón de libros, maldiciendo por lo bajo corre entre el esquivar de hojas dejando el desayuno sobre el escritorio y avanzando hasta aquella chica, tiró los libros aún lado y sujeto a aquella chica por las mejillas con total preocupación.
— ¡Pacífica! —sujeta sus manos — ¡Dios por favor dime qué estás bien! —aprieta sus mejillas calientes — ¡Despierta vamos!
Gritaba con desespero sacudiendola un poco, entre un leve quejido la Noroeste abría los ojos algo perdida y apenas pudiendo distinguir a la persona delante de ella.
— ¿Ma... Mabel? —sujeta su frente adolorida — ¡Aaagh... Duele... Me duele mi cuerpo entero!
Preocupada, Mabel sujeto de la cintura a aquella chica haciéndola pasar su brazo por sus hombros, la chica se quejaba adolorida mientras era dejada sobre la silla de su escritorio.
—Pero dime... ¿Por qué estabas ahí tirada? —suspira poniéndose de cuclillas a su lado —debiste ir cuanto antes a tu habitación si te sentías tan mal —posa su mano sobre la frente de aquella chica —estas ardiendo en fiebre...
Aún algo atontada Pacifica mantiene la mirada sobre su amiga que la mira fijamente, Mabel suspira y se levanta con las manos sobre la cadera y algo de decepción en la mirada.
—Voy a prepararte una ducha así que vayamos a tu habitación —sujeta el respaldo de la silla —yo... Realmente amo las sillas con rueditas —le sonríe animada —vamos.
—Lo se... —musita agotada cerrando los ojos.
Con paso tranquilo la castaña observa de reojo las ojeras bajo los ojos de su amiga y las pequeñas arrugas que se pintan en su aún joven piel. Una vez entregados los pedidos Dipper vuelve al lado de su rubio amigo sonriendo en espera de la contestación a la anterior pregunta.
—Tambry —rie levemente —bueno... Ella se fue con Robbie fuera del pueblo, Robbie quería intentar unirse a una banda y Tambry estudia belleza, quiere intentar abrir un salón de belleza.
—Eso suena muy bien... ¿Y que tal Nate? ¿Él que ha hecho?
—Wendy dejo el puesto de guardabosque para lo de... Ir a estudiar a las ligas mayores así que —sonrie divertido —Nate tomo su lugar y ahora trabaja con la familia de Wen cuidando los bosques cercanos y recogiendo la basura de los parques, no les pagan tan mal ¿Sabes?
—Me imagino y tambien es leñador ahora ¿No?
—Pues... Debes en cuando —sonrie nervioso apretando su móvil —dice que no combina ser leñador y guardabosques así que solo se mantiene en la limpieza de los bosques, a menos que el padre de Wen le diga que es una urgencia.
—Vaya —rie interesado —y tú tatuador mientras Thompson vende cómic's.
La sonrisa calmada de Dipper cambiaba a un semblante de dudas al notar la mirada distinta e inquieta de aquel chico cuando escuchó aquel nombre, tragando grueso se modero en su habla.
—Oye... —cuestiona dudoso — ¿Está todo bien con Thompson?
—Es que... —traga saliva desviando la mirada —veras... Thompson... Tuvimos —traga saliva inquieto mirándolo de reojo —um... Un... Pequeño problema, no nos hablamos más —suspira inseguro —tampoco con Tambry o Robbie... Sabes... Nate y yo...
— ¡Ey chico comic's!
A lo lejos un rubio teñido eleva la mano con entusiasmo haciéndose notar con una sonrisa, el castaño sonríe entusiasmado y le pide un momento al rubio avisándole que s adelantará un segundo para dejar los siguientes pedidos. Al llegar la lado de su jefe Bill solo observa a aquel chico alejandose.
— ¿Se conocen? —cuestiona con seriedad.
—Si... Dipper es —algo serio lleva la mano a su chaqueta —un antigüo amigo, el "Doctor diversión" —menciona divertido —de hecho, y tú... ¿Cuando lo conociste?
—Pues... —rasca su sien —los tipos de siempre estaban jodiendo con lo de ser Gay, entonces él llego a ayudarme, creo que... —sonrie —nos agradamos al instante, además llevo un cómic a mi casa.
Lee asiente a lo contado, pero la duda es clara en su rostro y luego de suspirar por lo bajo solo sonríe hacia el rubio a su lado pidiéndole pasar un mensaje al castaño que estaba con ellos. Con la tina llena de agua fría y algunos hielos aun flotando dentro, Mabel observa a la chica pálida y débil frente a ella, tragando grueso la castaña hace avanzar las manos a aquellas ligeras prendas de su amiga, sus manos dudosas comienzan a desabotonar la camisa color melón dejando ver la algo pálida piel de aquella chica, apretando los labios continua bajando entre los botones y dirige con rapidez la mirada al botón del pantalón negro de su amiga, el cierre cede ante sus manos y saca esa prenda ayudando a Pacífica quien respira con dificultad. Tragando grueso Mabel sube la mirada admirando por completo el cuerpo frente a ella, su ropa interior blanca de encaje y su pecho que sube y baja hasta con dificultad.
—Oye —posa la mano en su hombro —es hora del baño Pacífica.
La rubia toma un profundo respiro y solo asiente tendiendo las manos a la chica frente a ella como si de un niño pequeño se tratará, sin poder evitarlo Mabel accede a tomarla de ese modo dejando que los brazos de la Noroeste descansen sobre sus hombro rodeando su cuello mientras ella la guía a la bañera haciéndola entrar, el agua se desborda mientras el cuerpo de aquella chica se sumerge en la tina, con un leve quejido escapando de sus labios ante el frío Pacífica se suelta de la castaña que puede observar como la espuma se posa sobre los pechos de aquella joven y su brasier.
—Necesito, yo... —menciona atontada sin apartar la mirada del busto de la rubia —llamar a un doctor y preparar un poco de comida —expulsa con total vergüenza subiendo por fin la mirada al rostro palido frente a ella —por favor no te duermas mientras no estoy, podrías ahogarte —señala con algo de temor deteniendose en la puerta —vendre pronto y... Te dejare algo de música para que te mantengas despierta.
Rápidamente la joven toma su móvil de su bolsillo y escoge al azar alguna canción, avanza cerca de la tina dejando el celular en un lugar seco para que la chica que la mirá aturdida pueda oír la música, y luego de una última mirada sale con prisa de la habitación sintiendo su rostro completamente caliente. Al volver calles atrás Dipper se encuentra con solo uno de los jóvenes rubios, Bill está sentado en la acera revisando su móvil sin percatarse del castaño que regresa, algo confundido por la desaparición del otro chico, Dipper solo baja de la bicicleta y la deja aún lado para tomar asiento al lado de Bill quien ya le sonríe con tranquilidad.
— ¿Y qué paso con Lee?
—Él me pidió que te dijera que lo discuparas, ya estaba siendo hora de abrir la tienda así que tuvo que marcharse —el castaño asiente —tambien dijo que podrían hablar luego... Entonces... —curioso se inclina hacia él — ¿Doctor diversión?
La sonrisa se expande por su rostro junto a algo de vergüenza, riendo termina por asentir desviando un poco la mirada.
—Es una historia divertida.
—Viniendo de tí, ¿Que historia no es divertida?
Entre risas más tranquilas comenzaron a hablar sin tanta prisa sobre el pasado del castaño y las aventuras que había tenido con los chicos de aquel pueblo. Mientras en la mansión Noroeste Mabel preparaba la cena después de haber hablado a un doctor.
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Hola...
Sé que dije que quizá me tomaría un tiempo, pero paso algo hoy que me hizo querer olvidarme de todo y solo venir a descargar mis emociones en mi escritura para olvidar por un momento que mañana estaré super avergonzada por lo hecho.
Espero les guste, adivinen los secretos de esta segunda temporada 😁
Nos vemos en el siguiente capítulo.
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