9.

Y justo en aquel momento, cuando Ink le mostró aquellas flores, todo comenzó a tener sentido, sus memorias dejaron de ser borrosas y lo mostraron a él.

Siempre fue él.

-¿Sucede algo?-Preguntó con curiosidad Ink al verlo tan callado.

-¿Tú... Me conocias de antes?-

Esa pregunta hizo sonreír a Ink, así que era eso, había recordado, le había recordado.

-Así que... No me olvidaste.- Fue su única respuesta.

Claro que Ink recordaba, a Error lo vio una vez cuando pasó por la floristería, ya que obligatoriamente pasaba por ahí para ir a su trabajo, siempre lo veía, entonces supo que estaba allí, seguía viviendo allí.

Aquella vez que entró a la floristería no pudo evitar querer decirle tantas cosas, pero los nervios le ganaron y solo pudo comunicárselo en su idioma especial, la lengua que hablaba, la de las flores, pero claro, él no la entendía.

-¿Por qué no me dijiste nada?- Preguntó Error.

-¿Haría una diferencia? Supongo que... No quería apurarte ni molestarte.-

-Yo... Lo siento, si tenia recuerdos de ti,  no pensé... Volverte a ver así, aquí.-

-Solíamos jugar aquí, ¿Recuerdas? Te conocí aquí, Error. -

-...¿Por qué no volviste? Yo... Pensé que algo malo te pasó.-

-Mis padres se mudaron, cosas de trabajo. Pasaron muchas cosas y me toco irme también a mi también. No quería, pero al final tuve que hacerlo. Cuando volví... Muchas cosas cambiaron, tuve miedo de verte otra vez y que te molestarás, pero nunca dejé de pensarte.-

-¿Y la floristería?- 

-Conocía a Blue y Dream de antes, también como a ti. Comencé a ir a una universidad de verdad, con ellos, nos hicimos cercanos e ideamos ese trabajo, decidí que sea aquí, tenía la... Esperanza de volverte a ver. Parece que funcionó, ¿No crees?- 

Error sonrió. 

Si, siempre se trato de el, siempre era el, Ink, aquel que nunca abandonó sus pensamientos y apenas lo volvió a el sintió interés a pesar de lo seco que era con las personas, solo podía sentirse cómodo con Ink, tan feliz de volver a tenerlo en su vida. 

-Me alegra volver a verte.- Dijo Error. 

-Lo mismo digo, Ruru. -

Sí, el apodo que antes le decía cuando eran pequeños, aun lo recordaba, recordaba tantas cosas, pero ya no solo era por un lado, con ambos era igual, recordaban y amaban. 

-¿Entonces... Me acompañas a casa? Así sabrás donde es y un día te podría invitar. -Propuso Ink.

-Me encantaría. -

Y así fue como ambos reanudaron su camino, volviendo a charlar y seguir esa amistad, esos sentimientos que tenían, esos recuerdos del pasado que ahora se habían conectado con el presente. 

No habían olvidado.

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