12.

Luego de aquella noche, las cosas comenzaron a ser más especiales. Error cada que pasaba por la floristería le entregaba una rosa de los alpes, además de acompañarlo a casa cada noche, y este fin de semana, el sábado, planeaban salir juntos en la noche, una cena tranquilamente. 

Se pudieron reunir a cenar y fue una noche donde solo comían y hablaban, actualizando su información, hablando de aquello que siguieron perdiendo con el tiempo, ahora todo parecía tan arreglado, tan mejor. 

-Entonces por tu padre.- Repitió Error.

-Así es. Por trabajo.- Respondió Ink.

Ink le había comentado mejor la razón de su ida, resulta que era el hijo del presidente de una empresa importante, por ello tanta libertad en lo que hacía sin problemas, se podría decir que era más imponente que un presidente del país por la cantidad de dinero y bienes que tenía, podría comprar la presidencia si lo deseaba, más no le importaba. 

El apellido Comyet era importante, y a veces era acompañado por algún guardia que velaba por su seguridad, mismos que dejaron que Error se acercase la primera vez. No lo veían como alguien peligroso y el niño necesitaba amigos fuera de su familia. 

Fue necesario un viaje largo de negocios donde toda la familia le acompañó, con el tiempo regresaron, y la otra parte de la historia Error ya la conocía. Lo que importaba es que ahora estaban juntos. 

-¿Debes heredar la empresa?- Preguntó Error. 

-No realmente. Mi hermano mayor lo va a heredar, me dejaron la oportunidad de hacer lo que yo quisiese. - 

-Entiendo, por ello pudiste tener la floristería. - 

-Si, así es.- 

Ambos siguieron comiendo, bueno, más bien, terminaron de comer. Error pagó y ambos se levantaron para comenzar su camino a la casa del de bufanda marrón, de noche hacia frio y era difícil que se la quitase. 

-Entonces... ¿Qué tal te pareció esta salida?- Preguntó Error.

-Tan agradable como las anteriores.-

-Eso es bueno de oír, aunque, quisiera pasar por un sitio antes, si no te molesta. - 

Ink negó con la cabeza, no le molestaba en absoluto la idea de caminar un poco más con el siempre y cuando pasaran el tiempo juntos. No sabía donde iban, pero entonces comenzó a tener sentido todo el camino cuando Error se detuvo frente a su floristería. 

-Vuelvo en un momento.- Dijo Error para entonces entrar al sitio. 

Blue y Dream estaban dentro del sitio y le saludaron, los fines de semana ellos trabajaban pero Ink no, ya quien era hacía más cosas además de trabajar en la floristería, se encargaba de las cuidar las plantas. Ink les saludó devuelta, sonriendo, algo nervioso ante ser visto en una cita, seguramente le harían sus amigos muchas preguntas luego. 

Pronto Error regresó, al estar frente a Ink, se arrodilló y le entregó un ramo de crisantemos rojos. 

Los ojos de Ink parecían iluminarse tanto, no podía creerlo, sabía perfectamente el significado, era...

-Te amo, Ink. Por favor, permíteme ser tu pareja.- 

El crisantemo rojo, una declaración de amor apasionada. 

El nerviosismo era tanto para Ink, quien solo se sonrojó mucho más al escuchar esas palabras, no podía creerlo, el momento había llegado, sus amigos también estaban observando, casi tan emocionados. 

-¿Y? ¿Qué dices, Kiki?-

Error de verdad se le había declarado no solo con su lenguaje, sino también con el del otro, no podía ser más perfecto y especial. 

-¡SI!- Contestó con emoción, para entonces lanzarse a abrazarlo. Error se levantó y correspondió al abrazo, era perfecto, tan perfecto. 

Ambos no deseaban separarse, pero al hacerlo por solo unos momentos, volvieron a unirse, pero esta vez en un beso. 

Un momento que nunca olvidarían. 

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