Esta vez Error había invitado a Ink a una cafetería, ambos estaban tranquilamente allí, tomando el té y algunos lindos y deliciosos postres que tenían, realmente era un sitio tranquilo y precioso, además de no haber mucha gente, era perfecto para alguien como Ink, el mismo apreciaba el detalle de Error por llevarlo allí. 

-Gracias por un día como hoy.-

-No fue nada, Kiki.- 

Si, no hicieron solamente eso, habían paseado por el parque, comprado algunas cosas en el centro comercial y ahora fueron a aquella cafetería donde incluso había un rincón con gatos, Ink no podía estar más feliz y complacido por aquel día tan relajante y lindo, además, no era la primera vez que salían, habían comenzado a hacer cosas así. 

Pasaron allí comiendo y hablando un buen rato, hasta que fue el momento de irse, caminaron juntos por la calle, camino al hogar de Ink. Pero antes de llegar, con mucho camino aún de por medio, Error se detuvo en una floristería, Ink se quedó desconcertado con ese hecho. 

-Espera aquí.- Pidió Error. 

El mismo entró al sitio, al rato salió con una rosa de los alpes, el cual le extendió a Ink, con una sonrisa. Ink, por su parte, no pudo evitar sonrojarse levemente, pero luego se calmó su nerviosismo, no había forma que entendiese Error, ¿Cierto?

-¿Sabes qué significa?- La pregunta le tomó por sorpresa al de bufanda marrón. 

-Si...- Respondió en voz baja, observando aquella flor, su sonrojo volvió a ser notorio. 

-¿Y? ¿Qué significa?- 

Ink se sintió aún más nervioso, no se veía capaz de decirlo de la vergüenza que podría sentir si se equivocaba, en el sentido de que Error pensase otra cosa. Al ver la angustia en el de bufanda marrón, Error decidió hablar. 

-Quiero ser digno de ti.- 

Aquellas palabras hicieron levantar la mirada a Ink, topándose con los ojos contrarios, de verdad no se creía aquello, Error sabía el significado, lo dijo perfectamente, y hacia a su corazón latir demasiado. 

-¿Qué... Quieres decir?- Preguntó Ink, como si no fuese lo suficientemente claro. 

-Quiero decir que estoy interesado en ti, quiero ser digno de ti, por ello, voy a seguir aprendiendo este idioma que tanto amas, para poder comunicarme contigo.- 

Fueron suficientes esas palabras para que Ink se sintiese en un sueño, no podía ser verdad, era acaso... ¿Una confesión? No, no, aún no. Pero de verdad había un gran avance, Error había llegado a su corazón de una manera tan sincera, tan... A su manera. 

Error se había tomado el tiempo de entenderlo.