Capítulo 4
Hola!
Ali viene con un cap más!
Esta vez con una pequeña sorpresa OuO
Preparen los pañuelos! TT
Sin más, a leer!
~°*†*°~+~°*†*°~
El mensaje que mandó a un número no registrado en el móvil decía: «Voy a la luna». Osamu tenía enfrente la puerta de la habitación donde compartió bellos recuerdos con Atsushi. Estaba prolongado el tiempo para girar el pomo e ingresar. No se sentía listo, pero... se vio a sí mismo abrir la puerta. La última vez que estuvo aquí fue en su cumpleaños dieciséis. Los muebles no habían cambiado de lugar, estaban tal cual como los recordaba. La mesa de noche, la cajonera al pie de la cama, el armario. Solo faltaba alguien adicional, mas de esta persona no había ni la sombra.
Luego de un suspiro, se encerró en la habitación, encendió la lámpara de noche, iluminando la cama donde había una caja atada con un cordón. Se quedó inmóvil por unos segundos, analizando el objeto, a la espera de algo. No tenía certeza qué aguardaba, solo tenía la sensación de que algo ocurriría con la caja que era más grande que la anterior, del tamaño de una caja de zapatos. Se miraba inofensiva, invitándolo a abrirla. Con cautela se acercó a ella y alargó el brazo para rozar las yemas de los dedos sobre la superficie lisa.
Este era el último regalo de Atsushi.
No estaba seguro de, en ese momento, querer descubrir lo que guarecía. De súbito le sobrevino una fatiga descomunal. Había estado alerta por semanas, estaba claro que había cruzado el límite días atrás o quizás su cuerpo asoció la habitación como un lugar seguro y se relajó de inmediato. Sea como fuere, Osamu colocó el móvil de Sensei sobre la mesa de noche junto con la libreta que conocía de principio a fin, pasó de largo la caja, abrió el armario dispuesto a tomar una toalla cuando reconoció algunas prendas de su chico. Tomó una playera blanca y la olfateó. Olía a Atsushi, a su flor silvestre que murió en sus brazos horas atrás. Con un nudo en la garganta, presuroso cogió una toalla, la playera blanca y se dirigió al baño.
De inmediato se sumergió en el recuerdo de esa vez que se mostró tal cual era a Atsushi. Se retiró una a una las vendas, dejando a la vista infinidad de cicatrices que por años lo asquearon siquiera verlas. Su mente recreó al Atsushi que lo miró con el amor brillando en sus orbes, repitiendo que lo amaba y estaba agradecido por este gesto tan íntimo. Osamu, perdido en sus memorias, se desnudó por completo; lanzando las prendas fuera de su vista. En trance, las lágrimas cayeron silenciosas, se bañó imitando las acciones de su Luna. Se frotó con la suavidad que el otro lo hizo, se limpió de todo rastro de sangre y muerte. El jabón barato que despedía su aroma favorito, lo mantuvo en ese sueño donde balbuceaba el nombre de su amado. Una vez sintió que se había deshecho del aroma de la mafia, giró las llaves de la regadera para cortar la cascada cálida. Se secó con la toalla, sus movimientos lánguidos como si le pesaran los brazos. Se limpió la humedad del rostro para luego colocarse la playera blanca. Hasta ese momento se sintió más él, en un presente agonizante y doloroso.
Por hábito colocó la ropa sucia en el cesto que había en el baño y la toalla la colgó en el toallero. Apagó la luz del baño y regresó a la habitación. Se dejó caer sobre la cama en el lado lejano a la puerta, a un lado de la caja que rebotó ligeramente. Osamu la observó con la mente en blanco, ningún pensamiento conseguía formarse y sus extremidades las sentía entumecidas. De manera gradual, sus párpados cayeron hasta sumirlo en un sueño donde el aroma a flor silvestre lo mantuvo en calma, arrullándolo.
Pasaron tres horas cuando poco a poco regresó su consciencia al mundo real. Por hábito palmeó el lado de la cama que Atsushi solía ocupar. Fueron segundos en los que creyó que encontraría un cuerpo cálido solo para abrir los ojos de golpe al sentir un objeto rígido.
La caja estaba ahí.
Atsushi había muerto.
El dolor regresó cual puñal, enterrándose en su corazón cada vez más, haciéndolo sangrar.
Parecía que aún tenía lágrimas por derramar. Miró a través de la ventana y vio que aún estaba oscuro. Su atención volvió a la caja y, luego de enjugarse los ojos y sorber un poco la nariz, se sentó y tomó el regalo de su Luna. Deshizo el nudo del cordón y...
Sintió terror. De esos paralizantes con escalofríos gélidos a lo largo de la espalda.
Deseaba alzar la tapa y ver el interior, pero, al mismo tiempo, sentía un rechazo impropio. Tenía tiempo sin sufrir de esta manera que su cuerpo estaba reaccionando para protegerlo. De permitirle tomar el control, sabía a la perfección que lanzaría lejos la caja, tal vez llegaría al extremo de quemarla. Osamu odiaba el dolor, aborrecía sentirlo y llevaba horas nadando en sus aguas. Era natural que sus mecanismos de defensa hicieran de las suyas. Natural mas no lo correcto. No podía deshacerse del último regalo de su gran amor. Por mucho que él se sintiera en un calvario, él debía alzar la tapa.
Con manos temblorosas levantó la parte superior que reveló: una libreta como la anterior, una carta y un walkman. Este último fue el que captó por completo su atención. Desenredó los audífonos para así leer la etiqueta provisional (un pedazo de cinta masking tape): Namae wo yobu yo (Diré un nombre). Intrigado por el título encendió el aparato, se colocó los auriculares y presionó el botón de reproducir. La melodía inició suave, las guitarras evocando notas relajantes que sosegaron su interior caótico. Una diminuta sonrisa se había formado en sus labios hasta que...
Estaba buscando una razón
Para poder ser yo mismo
Si estoy viviendo
En tu corazón
Debería poder ser alguien
Capaz de superar
La oscuridad y las largas colinas
Sin lugar a duda era el timbre de Atsushi, era su voz resonando en sus oídos y corazón.
Para poder sonreír ahora al caminar por diferentes caminos
Para confirmar mutuamente la razón por la que vivimos mientras avanzamos
Diré un nombre
Y será tu nombre
Para que puedas ser tú mismo
¿Qué era esto?
Cuando tus lágrimas oscurecidas por la tristeza se derramen
Cuando tu corazón lleno de soledad se marchite
Diré un nombre
Y será tu nombre
Como cuando tú dijiste el mío
A su mente vinieron todas esas veces que se llamaron el uno al otro. Mientras hacían el amor, al despertar abrazados en la cama, los saludos de llegada, en medio de los «Te amo» ..., en cada llamado era infaltable la sonrisa amorosa y la mirada cargada de ilusión en forma de estrellas.
Suspiro profundamente
Aspiro y lo libero al cielo
¿Puedo creer que cualquiera
Puede ser feliz?
¿Incluso yo?
Una pregunta que lo consumió por años hasta que cruzó caminos con Atsushi.
Aunque me espere un futuro muy brillante
No tiene caso si lo veo completamente solo
Gritaré un nombre
Esta vez será el mío
Ahora estoy aquí
¿Puedes escucharme?
Osamu reprimió un hipido asintiendo con la cabeza como si con ello pudiera hacerle saber a su Luna que lo escuchaba fuerte y claro.
¿Está bien si desaparezco?
Fue lo que susurré cuando miré el cielo
Perdido en el viento
Desde algún lugar escuché
Mi nombre
Con las cosas que puedo ser yo mismo
Osamu se encogió en sí mismo, abrazó sus rodillas sin dejar de escuchar la canción.
Para poder sonreír ahora al caminar por diferentes caminos
Para confirmar mutuamente la razón por la que vivimos mientras avanzamos
Diré un nombre
Y será tu nombre
Para que puedas ser tú mismo
Deseó tanto que lo llamase una última vez, que le dijera cuánto lo ama.
Cuando tus lágrimas oscurecidas por la tristeza se derramen
Cuando tu corazón lleno de soledad se marchite
Diré un nombre
Y será tu nombre
Como cuando tú dijiste el mío
¿Cuánto tiempo tendrá que esperar para oírlo de sus labios?
Diré un nombre
Y será tu nombre
La melodía finalizó, pero luego escuchó un: «Te amo, Osamu Dazai. No me olvides».
Por supuesto que no lo haría.
~°*†*°~+~°*†*°~
¿Y bien? ¿Qué opinan?
Haber introducido la canción icónica del DazAtsu siempre estuvo en mi mente desde que le di la habilidad de crear canciones a Kazuhiko (el bartender de Lupin) jejeje Siempre quise añadirla y que formara parte de mis niños de manera tangible.
Escribir a Osamu procesar su pérdida, me dolió mucho y me dan ganas de abrazarlo TT
El próximo capítulo tendrá la perspectiva de alguien a quien hemos mencionado desde "No me sueltes" jejeje También habrá algo de dolor, pero sepan que todo esto tendrá su recompensa, ya verán!
Muchas gracias por leer!
Espero les haya gustado!
Nos leemos~
Cuídense~
AliPon fuera~*~*
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