CAP. 7


Anna se encontraba muy concentrado ordenando unos pastelillos en una fuente, estaba exhibiendo una nueva receta de vainilla con melocotón y algo de wiski.

En el mesón al lado de ella se encontraba un silencioso Alex, quien alternaba su atención entre el pastelillo que se comía y la computadora que tenía al frente, al parecer estaba algo ocupado, pero aun así no dejaba de ir a la pastelería, eso le proporcionaba un sentimiento dulce a Anna.

En el interior de la pastelería, en la cocina, se encontraba Demi, la niña intentaba convencer a una de las pasteleras e Anna de que la dejaran cocinar y comer, la pequeña pensaba que nadie lo sabía, pero Anna lo sabía y Alex también, pero ninguno de los dos pensaba hacer nada porque sabían que la pastelera no se dejaría convencer por la niña ya que tenía ordenes explicitas de no ceder y esta pastelera en particular era muy buena acatando órdenes.

Zamya paso por la puerta de la pastelería como un vendaval, era una señal directa de que venía feliz, tal vez tenía algún novio nuevo o venia con una noticia que la emocionaba, pero tal como la conocía sabía que no lo diría de una vez, si no que primero relataría todo su día y luego de muchas vueltas es que lo diría.

Llego a un asiento junto a Alex, este le saludo con un asentimiento y siguió con lo suyo, la rizada pidió uno de los nuevos pastelitos y luego de dar el primer mordisco comenzó a relatar su día, algo que tenía Zamya era que al contar una historia no contaba solo una si no que contaba cómo mil en una, tendía a comenzar a contar bien pero luego se salía del tema para volver a entrar, era extraño, pero luego de mucho tiempo conociéndola agarrabas practica y te era fácil entenderla y si no, asentías y ella seguía hablando como si nada.

Y así fue, comenzó hablando de su día, de cómo al levantarse su cabello no había querido colaborar, había amanecido en un estado voluminoso-esponjoso que no lucia bien y que por ello tenía un chongo algo mal hecho, cabe destacar que Anna no lo noto hasta que ella lo menciono, luego comenzó a relatar como cuando al llegar al trabajo tuvo que soportar una tediosa reunión de la directora, quien le dedicaba miradas furtivas a su secretario, en ese instante la chica hizo una pausa para hablar del rumor que corría por la oficina de que

ambos, directora y secretario, estaban saliendo, también se dedicó a decir que le encantaba la pareja que hacían y le gustaba su relación porque sentía que viéndolos vivía la historia de amor en el trabajo que tanto leía y soñaba en los libros, inmediatamente regreso a la reunión para hablar de las futuras sesiones que debe fotografiar, agregando que dentro de una semana debía irse de viaje a la india, pero que será solo por una semana.

Así estuvo hablando, salía y estaba en su relato, Anna fielmente le prestaba atención muestras atendía algunos clientes y se dedicaba a rellenar el bazo de Alex con te helado, sabía que para algunos seria tedioso escuchar a la chica pero a Anna le gustaba, ya que eso era la que siempre hacia escuchar, le gustaba estar en una conversación y simplemente escuchar, hablar poco y dedicarse a prestarle toda su atención a la otra persona, ella de primera mano sabía lo que era querer hablar con alguien y no tener con quien, tener que resguardar todo lo que quieres decir porque nadie se toma el tiempo de escucharte y tú no tienes la fuerza de hacerte escuchar.

Era absurdo, pero algo tan simple como escuchar podía hacer una gran diferencia en otros.

Y le gustaba escuchar a Zamya, era muy graciosa y era interesante escucharla hablar, Anna sabía que, si llegaba a necesitar ser escuchada lo seria, sabía que Zamya era capaz de hacer todo por una amiga sincera, Zamya no exigía mucho solo ser escuchada y que entendieran un poco sus disparates y no la juzgaran.

- ¡Anna! - la rizada chasqueo los dedos frente a su amiga, Anna volteo a verla - ¿Me estas escuchando?

-Si, estabas hablando de que quieres comprarte una mascota, pero de igual forma no quieres porque te la pasas viajando y tendrías siempre a tu mascota sola – explico la chica recordando cada palabra – y yo como siempre te digo que la puedes comprar y dejarla en mi casa cuando viajes.

-No – negó repetidamente la rizada – después te querría más a ti que a mí, porque te vería más a ti que a mí, bueno esa aun es una idea.

Anna rodo los ojos, esa idea llevaba en su mente dos años, pero la chica se negaba a hacerlo, por miedo a no poder cuidarlo, Anna sabía que su miedo no eran los viajes era tener al animal, su miedo era tener una responsabilidad y no saber qué hacer con ello.

-Bien y dime no tienes nada más que contarme – inquirió la chica de una forma sutil, era el anzuelo para que Zamya le dijera eso que tanto quería decir, sabía que no lo diría simplemente, necesitaba ver interés, interés que realmente no había, pero eso Zamya no debía saberlo.

Al voltear la mirada se topó con la mirada de Alex, llena de humor ante la escena de las dos chicas.

-Si – dio un gritico emocionado, Anna quiso rodar los ojos, sabía que su emoción seria por algo absurdo, como la farándula - sabes que existe el rumor de que hay un príncipe en la ciudad ¿No es asombroso?

De reojo pudo notar como Alex se tensaba, pero no despegaba su mirada de la pantalla, Anna frunció el ceño ante esa reacción, vio como el relajaba un poco su cuerpo, aunque aún se podía notar su atención en sus hombros.

- ¿Estas segura de eso? - indago Anna, siendo la voz de la razón - Tu muy bien sabes como la prensa suele inventar rumores.

-Estoy segura, algo me lo dice aquí - señalo su corazón.

-Claro como la vez que sentiste que Pedro era el amor de tu vida – ironizo Anna.

-Era Pablo, bueno, pudo serlo ese español estaba para chupárselo y lo hice – Anna la vio asqueada, pero Zamya hizo caso omiso – No tengo culpa de que luego de estar un rato con él me aburriera – Anna arqueo una ceja – Bueno si fue mi culpa, pero no me veas así - la señalo - pero esta vez es verdad, lo sé.

Anna decidido no discutir más el tema y suspiro.

-De igual forma no sé qué quieres que haga con esa información, tampoco es que deba estar preparada por si el entra por esa puerta, esas cosas solo pasan en las películas.

A un lado de ella se puedo escuchar como Alex soltaba una carcajada y se reía hasta doblarse, ambas chicas voltearon a verlo, entre confundidas y divertidas por su extraña reacción, el al ver que había llamado la atención se colocó recto y carraspeo.

-Perdón es que leí algo y me parecido muy gracioso - señalo la pantalla, amas alzaron una ceja, pero no dijeron nada y se giraron.

-Claro que debe importante, piénsalo - dijo enérgica la rizada – tal vez esta es tu oportunidad para cumplirle el sueño a tu mama.

Anna rodo los ojos, desde que le había contado esa pequeña obsesión de su madre, Zamya había tomado como misión cumplir el sueño de su madre aun en contra de la voluntad de Anna o de cualquiera.

-Tienes razón, debemos ir cazarlo y atarlo con una cuerda, luego llevarlo a una capilla y casarme con el aun en contra de su voluntad – dijo con humor la chica, pero por la forma en que Zamya la miraba se había tomado la idea muy enserio, en ese instante Anna grito histérica - ¡Era una broma! - la chica al ver que toda la cafetería la veía recobro la compostura y tomo aire para relajarse – perdón – soltó bajito.

-Como sea, me parece una buena idea – al ver la cara traumada de Anna, Zamya se corrigió - ¡No todo! Solo lo de cazarlo, tal vez lo conoces y lo engatusas con tus encantos, ya luego si no funciona, lo atamos y lo casamos contigo a la fuerza.

¿Qué encantos?, se preguntó la chica mientras tomaba aire para no matar a su única y mejor amiga.

-Bien y donde se supone que esta el supuesto príncipe - dijo la chica con tono que daba a entender que estaba al borde de la histeria.

-No se – Zamya se encogió de hombros despreocupada, Anna a miro molesta – Es que no dice nada de eso, de hecho, no hay si quiera fotos del chico, se toma eso de la vida privada muy enserio, según dice la revista, el chico vino a pasar un tiempo lejos de todo lo referente a la realeza, dice que no es muy de salir en fotos, lo cual es irónico ya que es un príncipe y siempre atraerá la atención, las pocas fotos que hay de él no dejan ver bien su cara, parece que él dijo que no saldría a la prensa hasta que estuviera en su puesto de rey, es una especie de trato que hizo.

-El chico quiere tener paz y tranquilidad –Dijo la chica con calma- y tú quieres cazarlo y obligarlo a casarse conmigo.

-Si – dijo la rizada con convicción ganándose una mirada asesina de Anna – pero sabes, yo no me creo eso que querer tener una vida privada, yo creo que a lo mejor es un gordo de estatura pequeña y acné en la cara y por ello no quiere que lo vean, porque vamos es un príncipe ¿Quién no querría ser fotografiado?

De reojo vio como Alex soltaba un bufido, bufido que gano la atención de las chicas, él lo sabía, pero aun así no volteo a verlas y simulo demencia.

-Que a ti te gusten las fotos no quieren decir que a los demás no le gusten – dijo la chica sin despegar la mirada de Alex, extrañada por sus reacciones.

Alex tecleaba tan absorto en su computadora que no noto cuando Demi llego a su lado y miro la pantalla.

-Papi ¿Por qué vez una pantalla en negro? - Anna no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar a la niña y ver la mirada de avergonzado de Alex.

Luego de aquello Anna no hizo ningún comentario con respecto al príncipe en la ciudad y siguió trabajando, pensando en lo absurdo que sería esperar conocer a un príncipe.

…..........................................

Anna se encontraba degustando un plato de cereal mientras terminaba de leer la carta de su madre, donde le contaba su día y cosas de la casa, dejo ir un suspiro cuando termino y se recostó en el sofá viendo a la nada.

En ese instante por su mente paso la conversación que tuvo temprano con Zamya, le parecía absurdo pensar en que había un príncipe en la ciudad, pero también sentía cierta curiosidad, sabía que si le preguntaba a su madre seguramente ella le diría hasta el tipo de sangre del príncipe, pero no quería hacerlo, seria riesgoso, ya que su madre era capaz de ir a New York si con eso tenía una ligera oportunidad de conocer por fin a un príncipe.

Así que, guiada por la curiosidad, tomo su teléfono y busco información sobre el Príncipe Guillermo, al cargar ella entro en la primera página que vio.

El príncipe Guillermo III, uno de los príncipes más tímidos según la prensa, ya que no le gusta salir en fotos y por ello es imposible fotografiarlo, desde muy niño ha sido imposible capturarlo, a él y a su hermana, la princesa Gymena, pero aun así en su niñez fue posible tomar una foto del príncipe en uno de sus entrenamientos de futbol, es la única imagen que se tiene para identificar al pequeño príncipe.

Adjunto al párrafo se denotaba la foto de un pequeño niño rubio de no más de 10, pequeño y algo flaco pero muy concentrado jugando, por un momento esa mirada de concentración se le hizo conocida a Anna, sabía que la había visto en algún lugar, pero no sabía dónde.

En ese instante negó con la cabeza y sonrió, era absurdo ella no conocía a un príncipe y nunca lo había visto, decidido dejar esa página de lado y entrar en otra donde hablaba más de la infancia del príncipe y su familia.

El Rey Guillermo II decidido desde que nacieron sus hijos, el príncipe Guillermo III y su hija Gymena, que los chicos no saldrían en fotos ni prensa ya que desde su nacimiento el príncipe era muy susceptible a enfermedades, por el contrario, la princesa Gymena  no tenía problemas de salud, pero si algunas enfermedades mentales que solían desestabilizarla mucho, por este hecho no quisieron darle más presión con la prensa y decidieron darles una vida sin mucha atención.

Adjunto a la foto estaba la misma imagen del niño rubio, pero junto a él había otra foto, de una niña, rubia también, inmediatamente se impresiono, conocia a esa niña, no en su totalidad pero si algunas partes de las facciones de esa niña.

Dejo de respirar por un instante al comprender todo, claro que conocía a ese niño, esa mirada la tenía todos los días en su cafetería cuando se sienta en computadora a trabajar, cuando escucha hablar a su pequeña sobrina que le dice papa, cuando ella habla y el la escucha mientras se come un pastel, conocía esa mirada.

Conocía esa niña, tenía a una copia de esa niña tres días de la semana, esa niña entraba a la cocina a ver si podía chantajear a la cocinera o a alguna dependienta para que le dieran más dulces, esa niña cuando le sonreía no era capaz de negarle nada, conocía esa niña.

Presa de la impresión no pudo parar de leer cada página que se le presentaba y cada vez su teoría era más cierta, cada parte de la historia del príncipe encajaba con lo que ella sabia

El timbre sonó y ella pego un brinco de la impresión, pero aun así no se levantó, estaba en una especia de estado de shock, al segundo timbre vagamente recordó que Alex vendría a su casa a buscar algo de Demi que se le había quedado en la cafetería.

Corrió a abrir la puerta, sin pensar mucho en lo que diría o como actuaria, en su mente solo estaba el hecho de que debía abrir y que había descubierto algo, se dio a entender muy bien que no había pensado en nada cuando al abrir la puerta, lo primero que dijo fue:

-Tu eres el príncipe

Holaaaaaaaaaaa
Volví.
Pero no sé emocionen, público este cap para explicar que estoy teniendo problemas con la compu donde escribo y no se cuándo podré publicar de nuevo, más pienso seguir haciéndolo solo necesito algo de tiempo para encontrar una solución, ya que debo hacerlo, por qué yo estudio y necesito la compu para ella, solo pido tiempo.

Este cap va dedicado a una chica (digo yo que es chica 😅) si tú, extraña que me pidió que actualizará, sabes quién eres, no pongo tu user por qué estoy en un cel prestado y está en chino buscar el user, gracias por leer, loviu.

DQNPPYID (creo que es así, no me acuerdo):  Cree a Alex pensando en romper el estereotipo de macho fuerte que todos quieren, por qué es solo eso, un estereotipo, suelo crear personajes más humanos y con menos ficción, alguien que sea capas de sentir, asustarse, incluso llorar, sin que digan que "no es de hombres".

POS eso es todo, nos leemos luego, muuuuyyy luego

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