Anna se encontraba equilibrando dos bandejas y un plato cuando vio entrar a su amiga, Zamya, por la puerta.

Zamya era la chica que había ayudado a Anna cuando se mudó, la ayudo a buscar apartamento y a habituarse a la ciudad, siempre estuvo con ella y terminaron siendo buenas amigas, se encontraron un día que ella estaba sola en el metro y no sabía que hacer entre tanta gente, ese día Zamya la ayudo a entra a lo que ella llamaba ''la jungla'', Zamya al ver cuando perdida estaba la chica, dijo que se quedaría con ella, como si de un perrito se tratase, hasta que Anna supiera moverse sola, ya luego fueron buenas amigas y no se pudieron separar.

- ¡Volviste! - Grito Anna mientras llegaba a la parte de atrás y dejaba sus bandejas.

Zamya es fotógrafa y había estado dos meses fuera haciendo algunas fotos en Venezuela y luego Colombia, la trigueña de ojos marrón venia con su habitual vestido suelto de flores que acentuaba su cintura y unas botas algo altas para la salud mental, pero lo que más llamaba la atención era su inmensa mata de rizos desordenados que ella llevaba a todos lados.

-Volví – dijo la chica mientras se dejaba caer en una silla del mesón, soltó un suspiro – necesito chocolate.

Eso solo significaba una cosa.

-Terminaste con Antoni – adivino ella.

-Es samuel, con Antoni termine hace dos meses, antes de irme ¿recuerdas? - Anna asintió, aunque en realidad no recordaba a la persona, luego de ver tantos chicos pasar, Anna no se esmeraba en guardarlos en su memoria y solo hacia como que los conocía.

Zamya era una amiga muy buena, pero con respecto a su vida amorosa no tanto, tendía a terminar con los chicos como quien cánsela su suscripción a una revista, tendía a buscar a chicos que le parecían lindos y pasaba tiempos con ellos hasta que se aburria, nunca le dolía realmente, Anna sabía que solo estaba con ellos porque no sabía estar sola, pero aun así no heria a nadie siempre dejaba en claro sus intereses y nunca mentía, era como un playboy versión mujer.

-Bueno necesito mucho chocolate – pidió la rizada.

Anna asintió y fue por algo de ello a la cocina, a pesar de que a Zamya nunca le dolía, tendía a pasar un día comiendo chocolate, ella decía que era un dia de luto por la relación perdida, Anna decía que era la excusa de Zamya de comer chocolate hasta desfallecer, pero igual la aceptaba y la escuchaba.

Mientras serbia en un plato una porción de pastel de chocolate, con relleno de chocolate blanco y café, Anna se preparó para escuchar el discurso que venía.

-Creí que este era el indicado – dijo Zamya arrebatándole el pedazo de pastel de la mano, de inmediato enterró la cucharilla y se metió una buena porción en la boca, Anna asintió, esto pasaba cada que ella terminaba con alguien, comenzaba a relatar todo lo que lo hacía ''el chico perfecto''.

Anna se dedicó a escucharla y a asentir cuando era necesario para que ella creyera que la oía, en realidad lo hacía, pero a medias, sabía lo que pasaría, sabía que se comería tres porciones de chocolate mientras relataba todo y luego se iría como si nada.

Estuvo tan distraída semi-escuchando que no escucho la puerta.

- ¡Anna! - grito la pequeña emocionada, Anna se sorprendió al verla, tras la pequeño vio a Alex con su habitual sonrisa tranquila – Hoy si vine, pero rápido, papi dijo que hoy tenía algunas cosas que hacer y no podríamos quedarnos, pero me dejara llevarme un postre grande y galletas – la pequeña grito emocionada y se fue directo hacia quien sabia la ayudaría, ya luego de una semana yendo a la pastelería conocía a todas las vendedoras.

Alex había estado yendo con la pequeña dos veces por semana, le decía a la niña que si se portaba bien y hacia sus deberes la llevaba.

Anna alzo la mirada y le dedico una mirada de saludo a Alex.

-Hola Anna, lamento no poder quedarme, pero hoy tengo unas cosas que hacer y no puedo faltar – informo el – conversaremos otro día.

-Tranquilo, puedes venir cuando quiera, te estaré esperando con el especial del día y chocolate caliente – dijo ella, el asintió y se fue a donde se había ido la niña.

Anna se dio cuenta de algo que no había pensado hasta ese momento.

¿De que trabajaba Alex?

Era absurdo, pero llevaba más de un mes hablando con él y nunca le había preguntado de que trabajaba o si lo hacía, lo más ilógico es que aun ahora dándose cuenta de que no lo sabía no se preocupaba, confiaba en él y eso si la preocupaba.

Cuando volteo la mirada se topó con la mirada de interés da Zamya, la chica veía a Alex como Anna solía ver a su desayuno, Anna sonrió, el luto ya había pasado, Anna sabía que ella no haría nada, en su regla entraba no buscar a quienes tenían hijos, ella había sido hija de padres divorciados y había visto a su padre con novia distintas que la trataban bien, ella se encariñaba con ellas y luego veía como se iban y se volvía a sentir sola, Zamya se prometió nunca hacer eso a ninguna niña.

- ¿Quién es esa escultura echa por el señor? - pudo ver como se relamía los labios y Anna no supo si era por el chocolate o por Alex, aunque apostaba por la segunda.

-Es un amigo – respondió la chica, al ver la mirada impresionada de Zamya frunció el señor - ¿Qué?

-Tienes un amigo y no es un utensilio de cocina – se secó una lagrima imaginaria – mi niña está creciendo.

-No hables como si fuera una asocial de lo peor – se quejó la chica, Zamya alzo una ceja, dando a entender que, si lo era, en ese instante protesto - ¡Tengo amigos!

-Nombra uno - Anna abrió la boca – Y las trabajadoras de la tienda no cuentan.

Anna cerro la boca y se vio al borde de un colapso nervioso hasta que acepto lo inevitable.

-Tienes razón.

-Lo sé, pero es bueno que lo admitas – dio la última probada a su pastel - ¿Y te gusta?

- ¿Quién, Alex? - la chic asintió – no, es solo mi amigo.

- ¿No es tu tipo? - quiso saber la chica señalándola con la cucharilla.

Ojala, susurro la voz en su cabeza

-Bueno, mi tipo son ególatras que se acuestan con tu prima luego de pedirte matrimonio, así que no, no es mi tipo.

-Tienes un tipo muy interesante – Zamya comenzó a atacar el tarro de galletas que tenía en el mostrados, tomo una de chispas de chocolate - ¿Aun no superas al idiota de tu ex?

-Lo supere el día que termine con él, pero no es igual de fácil dejar ir el recuerdo, el sentimiento, el miedo de aquella vez - en ese instante el recuerdo llego a su mente, cada sentimiento que sintió en esa época, el más mínimo ápice de dolor llego a ella.

Se frustro, tenía tiempo sin pensar en ella, trato de distraer sus pensamientos lustrando el mesón.

-Sabes que ese mesón no cambiara de color por más que lo lustres – replico la rizada con la boca llena – huir de los recuerdos no hace que desaparezca sabes.

-Lo sé – dijo la chica apesadumbrada, gruño al sentir el remolino de pensamiento es su mente – mira, realmente no sé cuál es mi tipo, la realidad es que nunca busque un tipo, solo a alguien que mostrara el mínimo de interés, que me dijera bonita aun sin el sentirlo, yo estaría dispuesta de hacer todo por el solo porque me mirara, así que nunca hubo un tipo porque yo tenía tan poco querer en mí que me conformaba con ser vista – sintió el rápido latir de su corazón y la forma rápida de su respiración, luego de un suspiro largo hablo – No sé si Alex es mi tipo, pero es mi amigo y me gusta que lo sea no me quiero reventar la cabeza pensando en otras cosas que no vienen al caso, así que no, no me gusta Alex y no es mi tipo.

-Pero ¿Podría serlo? - quiso saber Zamya.

La pregunta del millón...

-No se – dijo luego de pensarlo – me gustaría decir que no, pero la verdad es que no sé.

Y eso la preocupaba.

Holaaaaaaaaaaaaaaaa.

*se escucha el grillo*

Bueno, ya se que tarde, pero es que como dije la ultima vez que publique, la luz no me quiere y se va, eh tenido muchos contratiempos.

Pero bueno este es el cap, espero que les guste.

DQNMPPYD: Mis historias siempre tienen un niño, si me has leido en algun momento, notaras que sienpre tiene un niño y es por que me la paso rodeada de ellos y me gusta escribir de ellos, aunque no se pueda decir que ame a las pequeñas creaturas.

sin mas que decir.....

BYEEEEEEEEEEEEEEEE.