Cap. 3


Se encontraba limpiando unas migajas de galleta que había en el mesón y escucho como sonaba la campana, como un acto de reflejo bien ejecutado, alzo la mirada, para toparse con los ojos azules profundos de Alex, este sonrió al notar su mirada, ella devolvió con el mismo gesto, no se le hizo raro verlo, ya que lo había visto seguido desde fue por primera vez, hace dos semanas, se podía decir que se habían hecho amigos, ya que él siempre tomaba el mismo asiento en el mesón, se podía decir que se habían hecho amigos, no hablaban de nada personal, solo de cosas banales pero se sentían muy cómodos al hablar.

Todas las tardes era lo mismo, él llegaba, pedía el especial del día junto con chocolate caliente, luego mientras él comía, hablaban de cosas como películas, libros, música, inclusos videos vistos que le parecían extraños o motivadores, incluso a veces no decían nada, él comía, ella limpiaba el mesón y asía sus cosas, pero de repente se dedicaban una pequeña sonrisa y se recordaban que estaban ahí, era extraña la comodidad que sentían ambos, era una extraña amistad.

Como todas las tardes, él se sentó en su, ya denominado, asiento, pidió la orden del día, que constaba de pastel de chocolate con relleno de fresas frescas y crema pastelera, junto con su chocolate caliente.

Pero algo fue distinto:

-Sabes, te quedo muy bien el pastel – soltó el de repente mientras comía tranquilo.

Ella sin analizar nada soltó:

-Gracias yo me... - en ese instante mientras hablaba logro analizar lo que él le había dicho y se tensó, sintió un escalofrió en su espina dorsal y el latir rápido de su corazón- Yo... No sé de qué hablas.

¿Como supo quien soy?¿Sera que otro saben quien soy?, se pregunto la chica sintiendo el miedo recorrer todo su ser.

-Yo sé que eres la dueña Anna - dijo mientras daba un trago al chocolate, la forma tan relajada en que comía desesperaba a Anna, ya que se sentía tensa y nerviosa.

- ¿Qué te hace pensar eso? – balbuceo con la mirada fija en él.

-Te lo enumerare - dijo por fin alzando la mirada de su pastel, alzo el primer dedo – Eres la única que siempre está aquí mientras las otras están por horario y debo agregar de que no creo que sea por desconfianza, más bien creo que te encanta este lugar, es tu lugar feliz y no existe otro lugar donde quieras estar – un segundo dedo salió a la vista – Eres la única que sabe todo de este lugar y cuando digo todo, es TODO, nunca te equivocas con nada y debo decir que es admirable – un tercer dedo salió - eres la única que sale a un descanso y cuando regresa, regresa manchada de algún ingrediente ya sea en la cara o en el delantal.

Ella pensó en seguir retractándose, pero sintió que de nada serviría, estaba perdida, él lo sabía y ya proto todos lo sabrían, pronto su vida como la conocía se iría, seria publica su imagen, seria viral, su familia sabría donde esta, tendría que ver a su padre, no estaba preparada para enfrentarlo, pero ahora tendría que hacerlo, todo se vendría abajo.

De repente sintió que su garganta se trancaba, su respiración no llegaba, se empezaba a desesperar cuando sintió una mano sobre la de ella.

-hey, hey, cálmate – le dijo el – solo respira vamos, concéntrate en mi voz – ella hizo como se le pedía y con esfuerzo comenzó a relajarse – ahora escúchame, no pienso decir nada, realmente no tengo intención de hacer nada solo quería que lo supieras, pero tal vez hubiera sido mejor que no lo dijera, no quería que te pusieras así.

Ella se dedicó a mirarlo, sus ojos brillaban, su mirada era sincera, el no diría nada simplemente lo había descubierto.

-Gracias – de inmediato se preguntó si alguien más lo sabría, si siempre era tan evidente, si era tan fácil de ver, comenzó a ver a los lados con pánico, Alex pareció adivinar sus pensamientos.

-Relaja, nadie lo sabe – aclaro – es solo que yo tengo una habilidad de descubrir lo que otros no, soy muy observador y callado, es fácil creer que realmente no hago nada cuando estoy en silencio, soy como una especia de acosador.

Esto último hizo reír a Anna, luego de eso se dedicaron a hablar de cualquier cosa, Anna noto que era para evitar que ella pensara, pero lo acepto y funciono, al final cuando él se iba ella estaba más relajada y no pensaba en ella, cuando le estaba cobrando y armando la habitual caja de galletas, él se quedó observándola en silencio, ella se sintió incomoda, por lo general sus miradas eran cálidas, pero esta era distinta, era muy instintiva, como si buscara ver su alma.

-Sabes, voy a hacer estoy equitativo - dijo el de repente antes de irse – voy a revelarte un secreto mío, pero ya será mañana, nos vemos – y con esa última frase, se fue.

Dejando a Anna llena de dudas.

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Anna se encontraba recostada en el mesón, pensando en la inmortalidad del cangrejo, no había sido un día muy movido y ella solo se encontraba pensando, en todo y en nada, mucho y poco solo pasaba el tiempo viendo a la nada perdida en sus pensamientos.

Escucho el tintinar de la campana y alzo la mirada, pero no vio a nadie, considero que o se estaba volviendo loca o había sido el viento, prefirió concentrarse en lo último.

En ese instante unas manitas llamaron su atención y la hicieron bajar la mirada, era una pequeña de no más 6 años, pequeña, de un cabello rubio platinado muy luminoso, largo y con risos en las puntas, sus ojos le parecieron conocidos, pero no supo de donde, eran de un azula muy profundo que inspiraban calma, tenía un aspecto que se le hacía familiar, la pequeña llamo su atención aten de hablar.

-Señorita - llamo la pequeña - Mi papi dice que usted me va a dar pasteles ¿podría darme uno?

Anna frunció el ceño ante la afirmación de la pequeña, abrió la boca, dispuesta a preguntar quién era su padre y por qué decía eso, pero se vio interrumpida por la campana de la entrada, en la entrada se topó con Alex, de inmediato supo de donde la pequeña se le hacía familia, esos ojos azules eran difíciles de olvidar, casi imposibles.

-Demi te dije que me esperaras, sabes que no está bien que corras sola por la calle – reprendió Alex, pero aun con su característica calma.

La pequeña hizo un puchero digno de admirar y miro cabizbaja a Alex.

-Perdón papi, pero quería pasteles y tu dijiste que la señorita me los daría – dijo la pequeña retorciéndose las manos con timidez – ya le dije que me los diera, pero creo que no me escucho.

Alex sonrío con ternura.

-Pequeña, eso no pides así.

En ese instante dos pares de miradas se giraron así Anna, quien se encontraba mirando impresionada con la boca abierta a las personas presentes, espabilo un poco y cerro la boca, pero la impresión no se había ido.

-Anna te presento a mi pequeña Demi, mi persona especial – presento Alex, la pequeña al verla alzo la mano y saludo con energía.

En ese instante Anna reconoció a la persona favorita y se sintió estúpida, ella siempre pensaba que las galletas eran para su novia y él se las llevaba a su hija.

La pequeña aprovecho que estaban distraídos y se fue a observar, pero Alex no le quitaba la mirada a la niña, se notaba su preocupación, Anna se preguntó cómo no lo había mejor, era obvio que eran familia, era una versión Alex, pero niña, pero rubia, aunque ella no sabía, él siempre estaba con ese horrible peluquín, tal vez en algún momento había sido rubio, el hecho es que eran idénticos.

-Todo el parecido que notas es de mi hermana, no mío - Aclaro el, de inmediato Anna lo miro.

-Oh – fue lo único que pudo decir ella, no salía de su estado de shock, se sentía estúpida pero no podía salir de ese estado en el que estaba, tenía mil preguntas en su cabeza y no sabía cómo articularlas todas.

En ese instante una cabecita rubia aprecio, jalando una parte del pantalón de Alex, ambos bajaron la mirada de se toparon con la pequeña que quería hablar.

-Papi, ya vi todos los pasteles y quiero cuatro ya los vi, se cuales quiero ¿Me los compras? - pregunto la pequeña y luego coloco un puchero digno de admirar, ajito un poco las pestañas y Anna podía jurar haber visto un brillo que daba una imagen única.

-Sabes que cuatro son mucho, te doy permiso de dos y deben ser de un tamaño considerable – Alex permaneció inamovible ante el gesto de la pequeña y Anna casi le aplaude porque si a ella le hacían esa mirada le hubiera regalado la tienda sin pensarlo.

-Pero... - la chica iba dispuesta a discutir, pero Alex se limitó a alzar una ceja y ella cerro la boca, parece que la pequeña sabía que nada bueno venia después de esa ceja, ella suspiro – Bueno... ¿Vamos?

Alex parecía no muy dispuesto a ir así que Anna decidido hablar:

-Mira haremos algo – ella llamo a una de las dependientas cerca, este vino sin problema – Amy te presento a Demi, es mi amiga, por favor llévala a que escoja unos pasteles, lo que quiere – vio a Alex dispuesto a discutir – Bueno todos no, solo dos o tres – le giño un ojo a la pequeña, esta sonrió, Alex por otro lado gruño -... Pequeños, tres pequeños.

Demi se fue feliz con Amy y Anna se quedó con un Alex que la veía de forma inquisitiva.

- ¿Qué? No me mires así, tú eres fuerte y resiste a esa mirada, pero yo no puedo, soy débil de corazón - protesto ella, el chico sonrió de forma tierna.

-Si me afecta, solo que luego de 6 años con ella sabes que si sedes una vez sederas siempre y es necesario resistir si quieres una buena crianza – explico él.

-Eso dítelo a ti, yo solo me dedicare a malcriarla y ya – ella se encogió de hombros y sonrió picara, pero luego una pregunta se acumuló en su cabeza y no pudo retenerla - ¿Su mama esta...?

- ¿Muerta? - ella asintió preguntándose si había sido muy brusca al preguntar – No Gim está muy bien, solo que no con ella – Anna frunció el ceño confundida- Gim desde muy niña fue muy frágil emocionalmente, solía estar un día bien y feliz en casa a luego estar triste y desaparecer por semanas, casi siempre estábamos donde estaba y no nos preocupaba o eso nos decíamos nosotros para no estar en crisis, un día desapareció y realmente no sabíamos dónde estaba, había tenido una de sus crisis y se había ido – Alex hablaba pero no la veía, parecía absorto en sus pensamientos – intentamos no desesperarnos, pues era algo que pasaba seguido, pero igual lo hacíamos era una niña, solo tenía 17, habían pasado ya tres semanas cuando habíamos decidido buscarla por todo el mundo si era necesario, pero apareció, solo que no lo hizo como siempre, estaba embarazada, no sabíamos de cuanto o de quien, no sabíamos nada y eso nos volvía locos, por lo menos a mí, era mi niña, yo era su hermano mayor, debía cuidarla.

>>Estuvo en control todo el embarazo, nunca dijo quién era el padre, creo que la realidad es que ni ella misma lo sabía, cuando tenía sus crisis había momentos en que ella perdía la memoria, ella debía estar medicada pero siempre se negaba y no había forma de obligarla, cuando nació Demi todo parecía estar bien y fue así unos meses, pero ella no lo resistió mucho y dijo que se iba, para siempre y que no se llevaría a la niña, que realmente no la quería y estaba harta, sabes hasta ese día yo la había comprendido y apoyado, pero ese día no, no podía apoyar que abandonara a una pequeña que no tenía culpa de nada y se lo hice saber, a ella no le importo nada, solo dijo que había hablado con un abogado y me había cedido la custodia completa, yo solo tenía que firmar y ella se iría, lo hice y como lo dije, se fue y nunca volvió.

El corazón de Anna se estrujo al pensar en una pequeña beba abandonada en brazos de su tío viendo como la madre se iba sin siquiera ver atrás, era algo que Anna no comprendía, como abandonas a algo que era parte de ti.

- ¿Y nunca supiste nada de ella? - quiso saber.

-Se que está en alguna parte de parís, soy débil y aun así quería cuidarla, pero nunca le eh hablado, me conformo con saber de qué está viva y ya, sé que está bien, dentro de lo que cabe, tiene una vida estable, en el sentido de que por fin se médica y parece irle bien – explico él.

-Por eso te dice papa, porque eso eres su papa.

-De hecho, yo nunca le inculque el hacerlo, desde que tuvo el sentido de entenderlo le explique todo, en versión niño claro está, le dije que su mama se había tenido que irse para sentirme mejor pero que la quería, Demi entendió todo muy bien y nunca le ha importado, para ella su mama le dio la vida, pero ya, no tiene conexión emocional, pero un día llego molesta – él sonrió mientras recordaba – me dijo que en su escuela habían grupos de niños, estaban los que tenían ambos padres, los solo tenían madre y los que solo tenían padre, pero casi no existían los que no tenían ambos y ella no quería ser de ese grupo que tenía tan poquitos niños - el sonto una carcajada ante en recuerdo – yo estaba en shock, ella se quejaba como si yo fuera capaz de pedir por correo una madre o un padre solo para que ella estuviera en otro grupo, cuando me reí ante ella, se molestó más y me ''Exigió que le encontrara un padre'', ella me dijo que entendía que no tendría madre, pero que quería un padre, desde ese día entramos en un trato yo sería su padre y ella se cambiaria de grupo – por fin alzo la mirada y la vio - Y así paso, soy su padre para que ella pueda cambiarse de grupo.

Anna no pudo evitar reírse ante tan absurda explicación.

-Me parece muy lindo – dijo ella sonriendo – me parece muy lindo lo que hiciste por tu sobrina, lo que no sé por qué me lo constaste.

-Es mi secreto – explico el – Bueno, no es un secreto como tal, yo nunca eh negado a Demi, es solo que trato de mantener mi vida privada en privado y Demi no es lo primero que suelo sacar a la luz, no por mí, por ella, no todos toman bien su historia y no quiero que la hieran por decir algo indebido.

-Sabes que en algún momento deberán herirla ¿verdad?

El suspiro frustrado, como quien sabe que algo va a pasar, pero no quiere pensar en eso y prefiere dejar que lo tomen por sorpresa.

-Lo sé, créeme que eh pensado en ella una y otra vez – se masajeo el cuello – Pero si puedo alargarlo lo más que pueda lo hare.

-Solo no pienses en que será algo malo, piensa que le estas dando la mejor educación y cuando pase será algo que la ayudara a crecer, tal vez ayude – ella se encogió de hombros con una cálida sonrisa, era muy tierno verlo sufrir por su pequeña.

-Si tal vez eso ayude – él se quedó viéndola, ella se sintió incomoda – sabes yo solo venía a presentarte a Demi, no a contarte mis penas, eso se le hace al cantinero luego de mínimo cinco tragos, aquí no tengo excusas ya que no eh tomado nada, me imagino que eres tú.

- ¿Yo?

-Si, tienes una mirada que llama a que le digas todo, que si no tienes cuidado le cuentas tus peores pecados – dijo el.

Ella sabía que no debía alagarse, pero algo en ella se removió y la hizo ponerse nerviosa.

- ¿Qué te parece si vamos con Demi y te sirvo el especial de la casa, te parece? - intento cambiar de tema, Alex sonrió, indicando que sabía lo que había hecho, pero aun así dijo:

-Me parece, vamos – y así se fueron los dos a donde estaba la pequeña 

Holaaaaaaa, volví, perdón por desaparecer, es que estuve enferma y mi país esta en contra de que publique un cap ¿Como? bueno, no eh tenido luz.

estas dos ultimas semanas me quedo sin luz justo en la tarde y yo solo tengo chance de usar la computadora en la tarde pues en la mañana estoy ocupada, hoy publique por que logre usar la computadora temprano, pero no para escribir solo publicar y ya, afortunadamente tengo algunos caps adelantados.

Bueno, en fin, esa es mi trágica historia.

Datos QNPPYD: Mi meta es escribir 30 caps, lo se es poco, pero por norma yo suelo escribir historias de 20 caps, pero con esta me puse como meta publicar 30 caps, aunque estos dias estuve pensando en el fianal y tal vez sean mas, no se aun, debo empezar a escribir y sabre.

Buenoooooo, esto fue todo por hoy, espero poder publicar la semana que viene y encontrar una forma para escribir, nos leemos luego.

BYYYYYYEEEEE

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