Capítulo 36- Tranquilo Hyung, a mí Hobi también me deja como Bambi a veces.

Dedicado a  Ayiottho, Tu_Mamauwu, Min_Stefani


Jin's pov

- Venga, Nam, suéltame - Comencé a removerme entre los brazos del moreno, que se aferraban a mi alrededor como si llevaran súper pegamento.

- Uhm, solo un beso más - Ronroneó cual un gatito, frotando su nariz contra mi sien izquierda y haciéndome erizar la piel un poco con ese simple acto.

- Me has dicho eso más de diez veces en los últimos quince minutos. Los chicos me están esperando.

Como antes os había comentado, ya habían transcurrido tres días desde nuestra reconciliación, los mejores días a mi parecer en lo que íbamos de año, y, desafortunadamente, los días que ya habían llegado a su fin.

Sinceramente, lo que en realidad nos apetecía era seguir encerrados o estar en cualquier parte, ajenos al resto del mundo y disfrutando de la compañía mutua, sin embargo, éramos muy conscientes de que esto no podía ser.

O bueno, al menos yo lo era, porque a Namjoon parecía darle absolutamente igual el hecho de que una brigada de constructores estuviese esperando por mí a tan solo unos metros de distancia.

Me había puesto en contacto con Jackson y acordado con él retomar las obras, pues entre mi viaje al hotel, la semanita de crisis existencial que tuve, y la mini luna de miel, el proceso fue frenado completamente. Cierto era que no habían pasado más de dos semanas, pero de igual forma, cada segundo valía oro.

Por otra parte, el simio a regañadientes había terminado reacomodando su agenda en la empresa y luego de que yo le forzara, habló con Yoongi informándole de que pronto se reincorporaría.

Así que aquí estábamos, dentro de su coche, o sea, Wendy, frente al local de mi futuro restaurante.

Supuestamente tendría que haber llegado a las diez en punto, sin embargo, hubo algunos imprevistos.

En primer lugar, la inesperada visita de su padre, y en segundo, cuando estábamos preparando el desayuno en casa, a mí se me cayó un cucharón, me agaché a recogerlo y bueno, no sé cómo una cosa llevó a la otra, pero el caso es que incluso antes de que pudiera procesarlo, terminé inclinado sobre una encimera y teniendo una pequeña sesión de sexo mañanero en la cocina.

Arribamos al punto de encuentro sobre las diez y media aproximadamente, pero ya eran casi las once y aún yo no salía del jodido vehículo (Sin ofender a la pequeña Wendy) porque Namjoon no paraba de "despedirse".

Me estaba comiendo a besos casi literalmente, y no voy a tener la cara tan dura como para decir que me molestaba, porque, para qué mentir, no lo hacía, no obstante, había una fuerza mayor que me provocaba querer bajarme de una puta vez del auto.

Y no, no eran los hombres que me esperaban dentro del local.

- Esta vez sí es de verdad, uno más y punto - Se separó levemente de mí, permitiendo que girara mi cara en su dirección, y cuando lo hice, vi que estaba empinando sus labios en un pico, pidiendo su beso como un niño pequeño.

Yo rodé los ojos e inevitablemente sonreí. Quería hacerme el duro y eso, pero nah, no me salía, con Simiojoon me volvía idiota.

Cumplí con su petición, y acerqué mi boca a la suya, dando inicio nuevamente a una danza espectacular (como cada vez) de lenguas juguetonas acompañada de mordiscos y roces subidos de tono.

En esta ocasión, el asunto alcanzó tal intensidad, que una vez nos separamos, me dejó jadeando por aire literalmente y cuando le vi con intenciones de acercarse de nuevo, puse una palma en su pecho y ejercí presión para que se detuviera.

- ¡Alto ahí, alimaña!

- ¿Alimaña? - Preguntó alzando una ceja.

- ¡No te hagas el desentendido! Las manos quietas que nos conocemos. Si me dejo guiar por ti, no me bajo de esta cosa nunca.

- Princesa, piénsalo bien, aún estamos a tiempo de largarnos - Soltó con voz lastimera. Cualquiera que le hubiese escuchado, hubiera pensado que estábamos yendo a recibir muestra sentencia de muerte o algo peor. Para que luego digan que el dramático soy yo.

Rodé los ojos y negué con la cabeza.

- Ya te he dicho que no, Namjoon. No podemos dejar todo de lado por más tiempo.

- ¡¿Pero por qué no?! - Refunfuñó, separándose de mí, cruzando los brazos y saltando un poco sobre su lugar como si fuese un niño pequeño.

- Porque tenemos más responsabilidades y esos hombres que están ahí adentro esperando - Señalé a la gran casa a través del cristal - necesitan trabajar para poder comer. Y nosotros también, así que no se habla más de este tema.

- Joder Jin, pero llevábamos mucho tiempo separados. ¿Te parece a ti que tres días son suficiente?

- No, claro que no, pero no es como si no fuéramos a vernos más, pedazo de idiota - Puse los ojos en blanco de nueva cuenta, y me sacudí el flequillo con los dedos, el típico gesto de diva que me salía solo.

- Princesa, dime la verdad... - Tragó grueso, y la seriedad se impregnó en todas sus facciones. "¿Con qué estupidez me saldrá ahora?", pensé - ¿Ya te has hartado de mí y le has pedido ayuda a Jackson y su gente para fugarte a mis espaldas?

El golpe que le di en el brazo me salió de forma automática.

- No seas tonto - Empezó a frotarse la zona del puñetazo e hizo un pequeño mohín - Claro que no me he hartado de ti, simio. Ya te lo he dicho esta mañana, quieras o no vas a tener que aguantarme por un largo tiempo. Per-

- Si eso es un castigo, entonces yo seré masoquista.

- No me imterrumpas - Amenacé y el fingió cerrar una cremallera sobre sus belfos. Una vez estuve seguro de que no intervendría de nuevo, proseguí con mi perorata - Pero ahora mismo tú tienes que ir a luchar tu dinero y yo tengo un restaurante que remodelar, así que déjate de gilipolleces de una vez. Además, necesito salir de este coche urgentemente.

- ¿Qué ocurre con Wendy? - Se cruzó de brazos por segunda ocasión y arrugó el entrecejo.

"Uff, se vuelve intimidante si te metes con su hija."

- Nada, solo que estoy incómodo sentado aquí ya - Aparté la mirada, me retorcí un poco, porque, justo como dije, realmente estaba incómodo, y un leve rubor comenzó a escalar por mis mejillas producto a la vergonzosa causa detrás de esa afirmación.

- ¿Qué tiene? ¿Hay algún problema con el asiento? - Se inclinó hacia mí y empezó a tocar el espaldar en busca de algún tipo de inconveniente, sin embargo, no lo iba a encontrar - Yo lo veo todo bien.

- Sí, está bien. El auto no tiene nada malo.

- ¿Entonces?

- Nada, boberías mías.

- ¡Lo sabía! ¡Tú lo que quieres es alejarte de mí! - Acusó señalándome con un dedo.

- ¡Ya te he dicho que no es eso, imbécil!

- ¡Sí lo es!

- ¡Que no!

- ¡¿Y entonces qué es lo que pasa?!

- ¡Que me duele el culo, ¿vale?!

- ...

- ...

- ...

- ¡No te atrevas a reírte, Kim Namjoon!

Y como si esa fuese la frase clave, el muy desgraciado comenzó a burlarse descaradamente de mí en mi propia cara.

Joder, ya sabía yo que no debía contárselo.

¡Pero en serio, me dolía el alma y más!

¿Qué pensáis? ¿Que tres días seguidos de mandanga y mandanga no pasan facturas?

A lo mejor al simio no, porque ese lo único que hacía era meterla en la caliente, pero nadie piensa en que el pobre Seokjinnie tenía que soportar constantemente una barra cilíndrica considerablemente proporcionada insertada en su pequeño culito.

¿Que me gustaba? Sí, me fascinaba.

¿Que lo hacía encantado de la vida? También, ningún tipo de quejas.

¡Pero los deportistas se cansan por mucho que les guste el deporte!

A ver, no me malinterpreteis; sí, ya estaba un poco al límite, sin embargo, si Namjoon me hubiese propuesto un polvo rapidito en ese momento, yo lo hubiese aceptado humildemente, que hombres como ese no se ven todos los días.

En fin, el caso es que me dolía la cintura, la baja espalda y el trasero por las actividades previas y estar sentado en esa posición solo acrecentaba el dolor.

Volviendo al tema, yo más rojo no podía estar y el moreno se encontraba carcajeándose a lo desgraciado, tanto que había terminado por desplomarse contra el respaldo, tenía sus manos sobre su abdomen, y por sus ojos escapaban algunas lágrimas.

- ¡Deja de reírte! ¡Todo esto es tu culpa!

- ¿Mía? Yo no te obligué - Respondió entre risas, ligeramente agitado.

- ¡No lo hiciste, ¿pero quién te manda a tenerla tan grande?! ¡¿Por qué mierda no puedes cumplir con la media asiática y punto?! - Se encogió de hombros, sin frenar en lo absoluto con sus carcajadas y así se mantuvo por un buen rato. Hubiese apostado lo que fuera a que cualquiera que estuviese pasando por ahí hubiera podido oírle, a pesar de las ventanillas cerradas.

Luego de unos minutos en los que el peligris se dedicó únicamente a mofarse de mi persona, me alteré, agarré mi mochila de los asientos traseros, y me dispuse a marcharme de una vez.

- Me piro, llámame si sobrevives al ataque este que te está dando - Y dicho esto, intenté abrir la puerta, sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, sus dedos se envolvieron alrededor de mi muñeca, deteniédome en el acto.

- Ya, ya, no te enfades, princesa - Dijo, tratando de recuperar el aire, limpiándose una lagrimilla y sin borrar la sonrisa de su rostro.

- No estoy enfadado - Alegué como un niño malcriado, solo por llevar la contraria. Aunque, bueno, realmente no estaba molesto, solo un poco irritado.

- Si lo estás.

- No lo est- Iba a replicar de nuevo, pero antes de que pudiera, sus labios se estrellaron contra los míos formando un beso casto que duró apenas unos segundos.

- ¿Aún sigues estándolo?

En ese momento, tuve una especie de Deja Vu (uff, el segundo del día). Verle así, me recordó muchísimo a cuando le conocí. Aquella expresión altiva en su rostro, sus comisuras alzadas con ese aire burlón que era característico en su persona, la diversión bailando en sus ojos... Ese era el Namjoon que a mí me gustaba, el relajado, despreocupado, feliz.

Curiosamente, también me di cuenta de que antes de que volviéramos, no le había vuelto a ver en ese estado, por lo menos no por completo.

Me alegraba saber que yo, a pesar de ser el causante de su sufrimiento, también podía serlo de su buen humor, de su alegría.

A partir de entonces, me aseguraría de únicamente provocarle sensaciones buenas.

- No te voy a perdonar solo porque me hayas dado un mísero beso - Mascullé.

- Te propondría otra cosa, pero teniendo en cuenta el estado actual de tu trasero, no creo que sea apropiado.

- ¡Que dejes a mi culo en paz! - Me dio un segundo pico, riendo por lo bajo como si la situación fuese digna de una puta comedia y yo no estuviera súper ofendido.

- Perdón, princesa, solo estoy jugando. No te molestes conmigo - Rozó su nariz contra la mía, y eso fue suficiente para que todos los sentimientos negativos se disiparan.

- Ya te he dicho que no estoy molesto. Solo un poco avergonzado. Y además, de verdad que me duele, ahora mismo estoy contando los segundos para ponerme de pie - Nuevamente rió entre dientes, y posteriormente agarró una de mis manos. Besó el dorso de esta y acto seguido mis nudillos.

- Está bien, ya no te demoro más. ¿Paso a recogerte a las seis?

- Dije ocho, no intentes enredarme para venir más temprano.

- Tenía que probar - Se encogió de hombros.

- Recuerda que esta noche te quedas en mi casa, así que trae ropa.

- Sí, señor. Me lo has dicho como veinte veces - Rodó los ojos con una mueca divertida.

- Bueno, ahora sí, me largo - Le dejé un tercer pico sobre su boca, y esta vez sí abrí la puerta, para antes de salir completamente, decir: - Te amo.

- Yo también te amo, princesa.

Y entonces finalmente pude ponerme de pie, sintiendo un alivio instantáneo por haber adquirido una postura que aliviviara el malestar.

"Gracias por salvarme Jin, pensé que vería la luz."

Atte: Mi culo.

Cuando llevaba medio camino hasta la entrada avanzado, me volteé para ver que Namjoon había bajado la ventanilla del lado del acompañante y se inclinaba en esta dirección para poder mirar bien.

Al darse cuenta de que yo le observaba, levantó una mano y comenzó a despedirse con ella, agitándola en el aire. En respuesta, le lancé un beso volador, y acto seguido volví a girarme y seguí caminando como una persona normal.

Mejor dicho, mirando hacia el frente y punto, porque segurito estoy de que en ese momento muy normal que digamos no estaba caminando.

Para que tengáis una idea... ¿Habéis visto la película de Bambi? Pues justo como el pequeño ciervo cuando estaba aprendiendo a andar.

Bueno, igual estoy exagerando un poco... Vosotros me entendéis.

Dejando eso de lado, la puerta del lugar se encontraba abierta y dentro ya estaban los trabajadores, que al parecer habían decidido ponerse manos a la obra en vez de esperar por mí, decisión lo suficientemente sensata teniendo en cuenta todos los agentes externos que impidieron que yo llegara a tiempo.

- Buenos días, chicos - Saludé apenas entré, y todos se voltearon en mi dirección, sonrieron y respondieron a la vez:

- Buenos días.

Perdón, me equivoqué. Todos menos Mark, que en su lugar dijo:

- ¡Buenas noches! - Evidentemente  estaba utilizando el sarcasmo para hacer referencia a todos los minutos de atraso con los que llegaba.

- ¡Mark! - Le regañó Jackson, pero él únicamente hizo un gesto desdeñoso con la mano, restándole importancia al asunto.

- Perdonad por llegar tan tarde. Es que tuve algunos problemillas y se me fue el tiempo - En lo que contestaba, me acerqué al mostrador de bar que ya habían montado en la zona que sería el salón (y estaba cubierto con una especie de lona para que no se viese muy afectado con el polvo y el resto de materiales), y dejé sobre este mi mochila.

- Y esos problemillas tienen nombre y apellido, ¿eh? - El pelinegro estaba sonriendo con esa expresión de "no intentes negarlo, te hemos atrapado", y yo sentí cómo el rubor comenzaba a escalar a través de mi cuello.

- ¿A qué te refieres? - Cuestioné haciéndome el desentendido y desviando la mirada.

- ¡Ay, por favor Jin! Estuviste más de media hora en el auto de Namjoon, lo hemos visto todo.

Tomajin me dirían.

- ¿Todo?

- Primero vimos como te metía la lengua hasta la garganta - Intervino Yugyeom.

- Corrección: vimos que te metía la lengua hasta el intestino en disímiles ocasiones - Añadió Jinyoung.

- También cuando bajaste del coche y lanzaste un beso - Dijo BamBam.

- ¡Pero sí que sois chismosos todos vosotros! - Chillé con total indignación, sintiendo mi cara arder por la forma tan casual que utilizaban para hablar sobre el asunto.

- No es chisme hyung - Kyung tomó la palabra - Es que aparcasteis el auto justo frente al local, y usted fue quien se encaprichó con poner ventanales de cristal que se llevaran toda la pared. Sí o sí nos íbamos a enterar - Se encogió de hombros.

- Además, nosotros también trabajamos para Namjoon un tiempo, conocemos su auto - Soltó Minseok como si fuese lo más obvio del planeta.

- Joder, de verdad que no os perdéis ningún detalle. ¿Qué sois? ¿Constructores o policías? - Inquirí con tono rencoroso, entrecerrando los ojos.

- De día somos humildes trabajadores del cemento y arena - Comentó Jihoon como si estuviese recitando un poema.

- Y en la noche el dinero del FBI es el que nos alimenta - Terminó Yukwon por él, y ambos chocaron puños riendo cuales pendejos.

Esos dos eran la versión albañil de Hoseok y Yoongi.

Como diría mi simio... Dúo de idiotas.

- Hyung, pero... ¿Y ChanYeol? - Sehun no había dicho ni una palabra, y era el único del grupo que aparentemente no se estaba tomando la situación a broma, en vez de eso, una expresión de incertidumbre y hasta cierto punto, nostalgia, se abrió paso en su rostro - ¿Lo habéis dejado?

En ese momento, mi cuerpo se tensó.

Sabía que a partir de ahora tendría que explicarle a todo el mundo que había roto mi relación con Chan e iniciado una con Namjoon, sin embargo, con estos hombres la cosa era un poquitín diferente.

Como vosotros sabéis, ChanYeol estuvo conmigo desde el minuto uno cuando todo el lío de las reparaciones inició, y cada vez que podía se pasaba por aquí a echarle un vistazo a los chicos.

Algunos de ellos entablaron una relación bastante cercana con él, y con los otros, a pesar de no llegar a conocerse mucho, se llevaba súper bien.

Bueno, el peliblanco era un pan de gloria, todos los que le conocían, le tomaba aprecio.

Y no solo era el asunto de que ellos tuvieran una relación de amistad con mi ex lo que me preocupaba, sino el hecho de que hacía tan solo unos días atrás mi noviazgo con ChanYeol aparentaba estar muy bien y en el lapsus de una semana y pocos días había cambiado de pareja.

No quería que pensaran que yo era un fácil, que pasaba de un novio a otro cada dos por tres o alguna cosa de esas, me hubiese sentado muy mal que tuviesen ese criterio de mí.

Pero en cierta medida, me daba igual, porque las condiciones en las que el simio y yo nos separamos, y por supuesto, en las que nos reconciliamos, eran completamente especiales.

No era como si yo hubiese dejado a Chan y me hubiese liado así por que sí con Namjoon. Nam y yo teníamos una historia, un pasado, y a partir de entonces, un futuro.

Y si a alguien no le gustaba, podía irse a la mierda sin comprar un pasaje de regreso.

- A ver chicos. Tengo que explicaros una cosa. Yo-

- Jin, no tienes que hablarnos de esto - Jackson interfirió antes de que yo pudiera acabar la frase - Esa es tu vida privada, y a nosotros no nos incumbe. No tienes que darnos explicaciones ni nada por el estilo, somos simplemente tus trabajadores y solo nos corresponde remodelar tu negocio, no sacarte información privada.

- Lo sé - Contesté con la mayor calma posible - Pero independientemente de que seáis mis empleados, también sois mis amigos. Y soy consciente que queréis saber, además, también sois amigos de ChanYeol, y por lo que tengo claro, de Namjoon. Así que me voy a sentir mejor aclarándolo todo para que no hayan malos entendidos.

Un silencio extraño se instaló en el ambiente, no era tenso, sino que desprendía incertidumbre y curiosidad.

Luego de unos instantes, el líder de obras se aclaró la garganta y dijo:

- Vale, está bien.

Tomé aire, preparándome mentalmente antes de decir algo, y cuando me sentí listo, empecé a hablar.

- ChanYeol y yo lo dejamos la semana pasada, en buenos términos. No tuvimos una discusión ni nada por el estilo, solo que los dos no estábamos en la misma página con respecto a nuestra relación, por eso decidimos separarnos.

- ¿Misma página? - Cuestionó Junmyeon.

- Yo estaba enamorado de otra persona, mejor dicho, estoy - Expliqué, y casi instantáneamente todos dijeron a la vez:

- Namjoon - Asentí con la cabeza, y solo por reafirmar, añadí:

- Exacto - Posteriormente, avancé - Llevo enamorado de Namjoon muchísimo tiempo, años, de hecho, y él también está enamorado de mí. Pero hubo algunos malentendidos entre nosotros, y solo pudimos aclararlo todo hasta hace unos días. Incluso Chan sabía de esto, y me animó a que hablara con Namjoon y lo resolviera todo.

- Ya veo... - Murmuró Sehun.

- Chicos, no quiero que penséis mal de mí. Chan y yo tuvimos una relación preciosa durante dos años, y nunca me voy a arrepentir de haber estado con él. Pero lo mío con Namjoon es más fuerte que cualquier cosa. Como ya dije, hasta el mismo ChanYeol se dio cuenta de eso. Así que no creáis que yo voy de un tipo a otro cuan-

- Shhh - Mark intervino de repente, aplaudiendo y siseando para que yo me callara. Una vez notó que todos le prestaban atención, comentó: - Dos cosas, bueno, varias cosas, Jin. Uno - Levantó un dedo, empezando a enumerar - Nos ha quedado bastante clarito todo, además, ya Jackson y yo sabíamos que Namjoon estaba coladito por ti, y en lo que a mí respecta, sabía muy bien que algo raro pasaba contigo también. Dos - Mostró un segundo dedo - Aunque no es el caso, si a ti te diera la gana de ir prestando tu culo por ahí a cuanto hombre apareciera, eso no es problema nuestro, ni tenemos que opinar con respecto a ello. Tres, no somos nadie para juzgar quién eres por la pareja que tengas. Has sido muy buena persona con nosotros, así que en la hipotética situación de que fueras puto, pos nos da igual, sigues siendo un tipo genial - Escuché un par de murmullos de los demás, coincidiendo completamente con las palabras del pelinegro. Todo me estaba resultando muy emotivo y bonito, a pesar de que palabras como "puto" y "culo" formaran parte del discurso. Que talentoso el Mark, capaz de decir frases profundas y vulgares a la vez - Y por último, gracias por aclararnos el chisme. Ya sabes, la gente de nuestra profesión muere por buenos cotilleos.

Comencé a reír, negando con la cabeza. Ya me estaba montando yo un drama por nada, a ellos se la sudaba quién fuera mi pareja, eso no iba a cambiar en lo absoluto nuestra relación.

- Gracias, chicos, de verdad.

- No hay nada que agradecer, hombre - Kyungsoo sacudió una palma en el aire - Esa es tu privacidad, y encima Namjoon es buen tipo. Sería genial volver a verlo. Además, mirémoslo por el lado bueno, ahora que lo habéis dejado, ChanYeol está disponible en el mercado de nuevo - Mostró una sonrisa un poco perturbadora, y empezó a subir y bajar las cejas rápidamente, con una falsa mueca pervertida que era muy graciosa.

Yo casi me río, y digo casi porque cuando la carcajada estaba a punto de salir de mis labios, escuché que alguien musitaba "Oh, oh" y posteriormente, un ruido de como cuando algo se está quebrando, hizo acto de presencia.

Enfoqué la vista más allá del chico pequeño con labios en forma de corazón que acababa de pronunciar tal chiste, y noté lo que parecía ser un demonio.

Está bien, no, no era un demonio, solo quería darle un poquito de profundidad a la cosa, que si no todo queda muy soso.

Jongin, alias "el demonio", lucía considerablemente enfadado y su puño envuelto alrededor de uno de los materiales de construcción hecho trizas era una clara prueba de ello.

- ¿Eso que acaba de romper con la mano... Es un ladrillo? - Murmuré, dirigiéndome a Minhyuk, que era quien se encontraba más cerca de mí, señalando al hombre con fuerza sobre humana.

- Sep, eso es justo lo que es, mejor dicho, lo que era - Susurró en respuesta, observando igual de anonadado que yo (de hecho, que todos), al susodicho destructor.

Kyungsoo frunció el entrecejo al ver que nadie reía de su frase y se cruzó de brazos.

- Joder, para una vez que intento ser gracioso. Que poquito sentido del humor tenéis - Masculló rodando los ojos.

- Nosotros sí tenemos sentido del humor, cariño. Quien parece no ha pillado que era un chiste es tu hombre.

- ¿Uhm? - Tras oír el planteamiento del chico de dentadura extraña, el bajito se volteó sobre su lugar, quedando cara a cara (a unos cuantos metros de separación) con el tipo que parecía estar a punto de soltar fuego por la boca - ¡Por el amor de Zeus, Jongin! ¡Solo estaba jugando! - Y luego ambos se dirgieron a una esquina de la habitación, el más alto como si no quisiera verle y el otro siguiéndole a paso apresurado gritando algo parecido a "¡Solo tengo ojos para ti, mi cafecito con leche!".

- ¿Son pareja? - Inquirí apuntando el camino por el que se habían marchado.

- Así es - Respondió Yugy.

- Wow, espera, ¿todos son jotos aquí o qué? - Cuestioné con incredulidad.

- Casi todos, amigo mío - Respondió Jackson - Esa no te la esperabas, ¿eh? Una brigada de constructores homo, aquí andamos, rompiendo tabúes.

Eso sí me hizo reír, porque era verdad. Ellos son la clara prueba de que la orientación sexual no tiene por qué influir en el tipo de vida, profesión, creencias o en cualquier otra cosa referida al desarrollo de una persona en una sociedad, como erróneamente, aún en pleno siglo XXI, creen muchos.

Pero esta es la historia de mi vida idiota, no un libro de análisis sobre mentes cerradas, así que mejor dejo de lado el tema.

- Yo no soy gay - Añadió Junmyeon.

- ¿Ah no? Venga ya, aquí todos sabemos que Sehun y tú hacéis cochinadas después del trabajo - Acusó Jihoon.

- ¡Bueno, bueno! ¡Ya está bien de chácharas! ¡Todos a currar! - Y tras ser reprendidos por Jack, todo el grupo, incluso los tortolitos dramáticos que aparentemente ya se habían reconciliado porque se estaban tragando en la esquina, dejaron de lado cualquier tipo de distracción y retomaron sus labores.

Menos Mark... Como siempre.

- Hey, Jin - Llamó acercándose a mi lado en la barra. Yo estaba recostado con la espalda apoyada en esta, aunque habían algunos taburetes (cubiertos también) en los que me podía sentar, no obstante, no lo hice porque... Ya sabéis.

- ¿Qué ocurre?

- Nada, solo quería preguntarte una cosilla.

- Dispara.

- ¿Namjoon y tú salisteis antes? Digo, tiempo atrás, antes de reconciliaros.

- Sí, fuimos novios por casi un año, ¿por?

- ¡Lo sabía! - Gritó con repentina euforia, ignorando mi duda por completo, y se giró en dirección a su chico - ¡Me debes tu camiseta roja con el logo de la NBA, Jack!

- ¿Te debe una camiseta? - Me puse a analizar sus palabras detenidamente, y de repente, un foco se prendió en mi cerebrito, dándome la luz - ¡¿Has apostado?!

- Yes - Contestó como si nada.

- ¡¿Por qué todo el mundo apuesta sobre cosas de mi vida?! - Chisté. Este era el colmo ya, gente. ¡Hasta mis empleados!

- Relaja la raja amigo, solo lo hicimos porque me hacía falta quitarle la dichosa ropa y no me la quería dar - Se encogió de hombros - No dejes que nada perturbe tu felicidad. Y en caso de que te interese mi opinión, aunque te la voy a dar de todas formas - Tuve que reírme por eso - Esa manera tan interesante en la que has llegado caminando y el hecho de que no quieras sentarte en uno de los asientos, me hace sospechar que en estos últimos días has estado muy, pero que muy feliz - Me guiñó un ojo, y para rematar, dijo: - Ya decía yo que Namjoon tenía cara de estar bien dotado.

- ¡Mark! - Chillé rezando por que la tierra se abriera y me tragara, y él únicamente se limitó a carcajearse y largarse para seguir con su trabajo, dejándome solo y muerto de la vergüenza.

En serio, era imposible lidiar con ese tío.

Tal vez por eso me caía tan bien...


Eran aproximadamente la una y cuarto de la tarde cuando escuché el timbre de notificación de whatsapp en mi celular.

Aún seguía en el local, por supuesto, y luego de que los chicos y yo almorzáramos, había retomado mi sitio de apoyo en el mostrador.

Saqué el teléfono, y cuando lo desbloqueé vi que el mensaje que recién me había entrado, era de Namjoon.

Automáticamente sonreí.

Ya le había desbloqueado (recordad que lo añadí a la lista negra luego de que regresáramos del hotel) y también había cambiado su nombre de contacto.

Mi simio💖💖

Hola princesa 💙 1:15 p.m

Hola nada, te odio 1:16 p.m ✅✅

Sí, estaba sonriendo y feliz de que me escribiera, pero yo qué sé, me gustaba ponerme trágico de vez en cuando.

¿Lo dices en serio o estás en modo drama? 1:16 p.m

Modo drama 1:16 p.m ✅✅

Ah, ok, entonces no me tiene que dar el ataque 1:16 p.m

Espera, empecemos otra vez 1:16 p.m

La sonrisa en mi rostro se ensanchó más si es que era posible.

Él me entendía tan bien, en serio, nuestro rollo era totalmente diferente.

Hola princesa 💙 1:17 p.m

Hola nada, te odio 1:17 p.m ✅✅

(Namjoon ha enviado un sticker)

1:17 p.m

Y ahora qué hice? 1:17 p.m

Por tu culpa Mark no ha dejado de burlarse de mí!! 1:18 p.m ✅✅

Mark no necesita motivos para meterse con nadie, pero está bien, supongamos que es mi culpa 1:18 p.m

De nuevo... Qué mierda hice ahora? 😂 1:18 p.m

Me diste duro contra el muro!! 1:18 p.m ✅✅

(Has mandado un sticker)

1:19 p.m ✅✅

Pues yo no te oí quejarte en ningún momento, princesa 1:19 p.m

A menos que "Ahí, ahí, más fuerte Nam", fuera tu forma de pedirme que parara. 1:19 p.m

No me cambies de tema!! 1:19 p.m ✅✅

El caso es que todo esto es tu culpa y punto. No se habla más 1:20 p.m ✅✅

Y, bueno, qué? No tienes trabajo? Qué haces escribiéndome? 1:20 p.m ✅✅

(Seokjin ha enviado un sticker)

1:20 p.m ✅✅

Irónicamente fui yo el que cambió de tema, porque joder, ya no se me ocurría qué mierda más decirle.

Nada, estoy en mi horario de almuerzo 1:21 p.m

Y te extraño :( 1:21 p.m

Solo llevamos unas horas sin vernos, no seas exagerado 1:21 p.m ✅✅

Pero yo también te extraño 1:21 p.m ✅✅

(Has enviado un sticker)

1:21 p.m ✅✅

Idiota 😂😂 1:21 p.m

Mira quien habla 1:21 p.m ✅✅

Si quieres paso por ahí y te secuestro, dicen que la gnte puede morir de la añoranza. 1:22 p.m

(Has enviado un sticker)

1:22 p.m ✅✅

Quédate tranquilito ahí. 1:22 p.m ✅✅

Princesa, cuántos perros de esos tienes? 😂 1:22 p.m

(Has enviado dos stickers)

1:22 p.m ✅✅

JAJAJAJAJA 1:23 ✅✅

De repente, el chat desapareció y en su lugar una foto de Namjoon se mostró en la pantalla.

Me estaba haciendo una llamada, que evidentemente, contesté de inmediato.

- Departamento de bomberos. Sí, dígame - Respondí, fingiendo ser un empleado del lugar mencionado, y Namjoon, que de por sí ya se estaba riendo (probablemente por mis ingeniosos perritos), empezó a hacerlo aún más.

- Sabía que el más listo de esta relación era yo, pero joder, princesa, no me lo pongas tan fácil - Rodé los ojos. Mis comisuras no habían descendido ni un solo milímetro.

- Hola, Nam. ¿Ya comiste?

- Sí, te quedó delicioso el almuerzo, cariño - A ver, os pongo en contexto. Yo soy cocinero, y el moreno mi hombre, así que le preparé un tupper con comidita rica para que no tuviera que tragarse los inventos que vende la gente por ahí.

- Que bueno que te gustó.

- ¿Cómo va todo por allá? ¿Y los chicos?

- Genial. Recién comíamos también. Oye, Nam, agárrate, chisme del bueno, jugosito, jugosito. ¿Sabías que Kyungsoo y Jongin son novios? - Solté como si estuviese contándole la noticia más flipante del planeta.

- Claro, desde hace tiempo.

- ¡¿Y CÓMO NUNCA ME LO CONTASTE, MAL NACIDO?! ¡TRAIDOR!

- ¡¿Y qué iba a saber yo que tú no lo sabías?!

- ¡Excusas baratas! Esto me ha dolido, Namjoon - Abrí la boca y puse una palma en mi pecho teatralmente.

- ¿Si cuando pase a buscarte te cuento otro cotilleo me perdonas?

- Uhmm - Fingí estármelo pensando - Tentador, pero no lo suficiente.

- También puedo pasarte la lista de las nuevas parejas de Winter Spices.

- Puta, que ofertón. Ok, hecho - No había forma de que una persona en su sano juicio rechazara esa ganga.

- De verdad que eres increíble, princesa - Le escuché reír (por milésima vez) al otro lado de la línea, y me hubiese apostado lo que fuera a que estaba negando con la cabeza.

- ¿Que hay de Yoongi y Jungkook? ¿Todo bien con ellos?

- Seh, como siempre. Estaban almorzando conmigo, pero luego vino Jimin de visita y mágicamente tuvieron que ir los tres a hacer una cosa súper urgente al estudio de Yoongi.

- Que guarros...

- Por cierto, un día de estos tienes que venir por aquí. A mí también me encantaría hacer cosas urgentes contigo en mi estudio...

- Enfermo - Murmuré tras escuchar ese pervertido planteamiento, que a pesar de lo dicho, me resultaba bastante tentador.

- Sí, sí, di lo que tú digas, pero sé que ahora mismo estás imaginándolo.

- Ups, atrapado - Los dos compartimos un par de risas y mientras tanto, yo bajé una de mis palmas hasta la cintura de mis vaqueros que se estaban deslizando y los arrastré hasta que quedaron nuevamente en su lugar. Había hecho se movimiento varias veces en el día, porque como ya sabéis, cuando llegué a casa del peligris no llevaba más ropa que la que tenía puesta, y no había salido de ahí hasta hoy, así que todas las prendas que estaba usando en ese instante eran suyas, y como él era un poco más alto y fornido que yo, me quedaban algo grandes.

- ¿Qué estás haciendo ahora mismo?

- ¿Yo? - Oí un leve "Mmm" - Nada, subiéndome los pantalones.

- ¡¿ESTABAS EN UNA SALA LLENA DE HOMBRES CON LOS PANTALONES BAJADOS, KIM SEOKJIN?! - Uhmm, tal vez no debí haberlo dicho de esa manera.

- No, no, no quise decir eso. Digo que me los estaba subiendo porque me quedan grandes y se me resbalan un poco. ¿Cómo voy a estar semidesnudo aquí, simio? - Puse los ojos en blanco por 163116177117171716272 ocasión. Es que en serio, si pensamos bien, eso que acababa de decir Simiojoon no tenía ni una pizca de lógica.

- Y yo qué sé, puede - Suspiró - Uff, que susto me has dado.

- Pero ahora en serio, ¿no pudiste haberme prestado una cosa más pequeña? Unos pantalones deportivos de esos que se regulan por un cordoncito o algo. En esta cosa caben tres yo.

- También te presté un cinturón, y no seas exagerado, si mi talla es solo un poquito mayor que la tuya.

- ¡Porque tienes el culo muy grande!

- Creo que en el coche acordamos que no es el culo precisamente lo que tengo grande - Un jadeo ahogado escapó de mis labios ante su descarada contestación.

- Mira, no te voy a responder eso como mereces porque aquí todos me están mirando raro desde que he dicho lo de tu culo.

- Hablando de eso, ¿cómo sigue el tuyo? - Quise lanzarle una mirada asesina al peligris por ser tan burlón, sin embargo, no le estaba viendo, así que me dediqué a tirarle cuchillos por los ojos al pobre Yukwon que era quien se encontraba pasando por mi punto de mira.

- Ja, ja. Para que te enteres, mi trasero está perfectamente, ya no me duele ni un poquitito así - Mentí, y como soy tonto, acerqué mi dedo pulgar al índice, sin llegar a juntarlos del todo, aunque sabía perfectamente que él no me podía ver.

- ¿Sabes? Es preocupante el hecho de que gran parte de las conversaciones que hemos tenido hoy han estado relacionadas a traseros.

- Eres tú quien ha sacado el tema - Mentira, de hecho, había sido yo.

- ¿Pero qué di- Iba a quejarse de seguro, no obstante, pude escuchar una nueva voz al otro lado, que probablemente interrumpió lo que fuera que pretendiera a decir - Oh, espera un momento, princesa.

- Claro - Estuvo un par de segundos hablando con alguien más, y cuando regresó a la conversación, desgraciadamente lo hizo para despedirse.

- Princesa, me tengo que marchar ya. Hay un asunto aquí que tengo que resolver.

- ¿Pasó algo malo?

- Nah, nada grave. Solo que esta gente no son nadie sin mí - Me reí de eso, y luego dije:

- Vale, está bien. No te quito más tiempo.

- Más tarde te escribo de nuevo, ¿vale?

- Sí, está bien, lo espero.

- Paso a recogerte a las siete - Afirmó.

- ¡Ya te he dicho que a las ocho!

- Aish, está bien, está bien. A las ocho entonces. Te amo, princesa.

- Yo también.

- Adiós.

- Adiós - Y después de que yo hiciera el clásico sonido de besos y él los correspondiera, la llamada se cortó.


A las ocho menos veinte de la noche, el auto de Namjoon estaba estacionado frente al local.

Tuve que sonreír ante tal cosa, porque al final, aunque la diferencia fuera de pocos minutos, había conseguido salirse con la suya y venir a recogerme un poco antes.

Los chicos ya se habían marchado también hacía tan solo un rato, así que después de asegurar bien las puertas y garantizar que todo estuviese en buenas condiciones, me dirigí al coche conde mi varón me esperaba.

Mi objetivo era llegar caminando como toda una diva, diosa, potra, pero creo que al final me vi un poquitín desesperado, ya que arribé al vehículo prácticamente corriendo.

Joder, es que de verdad le había extrañado mucho.

- Has traído la ropa para quedarte conmigo hoy, ¿verdad? - Solté apenas entré, así sin más, sin un "hola papu cielo" ni nada.

- Hola a ti también princesa. Sí, yo también te extrañé un montón. Ah, ya que no preguntas, he traído mis cosas para pasarme esta noche contigo. Sí, yo también te quiero - Respondió sarcásticamente y sonreí ligeramente apenado, para posteriormente inclinarme en su dirección y plantarle un beso de pedorreta en esa boca perfecta suya.

- Perdona, perdona. Claro que te extrañé, me estaba muriendo por verte - Rodeé su cuello con mis brazos, frote mi nariz contra la suya, y nuevamente le besé, esta vez por más tiempo, mordiendo y lamiendo todo a mi paso. Una vez nos separamos, comentó:

- Uhm, entonces vámonos ya. Tenemos que bautizar tu piso. Espero que sea grande, para tener más lugares donde hacerlo.

- ¡¿ES QUE SOLO PIENSAS EN SEXO?! ¡¿ME QUIERES DEJAR INVÁLIDO O QUÉ?!

Así, entre peleas sin sentido, mis frases dramáticas, sus comentarios pervertidos y risas idiotas, transcurrió el resto de la noche.

Y si os soy sincero, en ese instante solo pude pensar que, si esa se convertiría en mi nueva rutina, entonces a mí no me haría falta nada más para ser completa y absolutamente feliz.



Holi :)

Anoche me quedé dormida, lo siento XD

Espero que os haya gustado, yo amé escribir este cap. Es muy pendejo, muy mi estilo XD

Soy Jin en la vida, estoy obsesionada con esos perros :'v

Perdón si el chat quedó medio chafa, uno hace lo que puede XD Siempre y cuando se entienda el diálogo y que las fotos eran stickers, entonces todo está bien.

Un besazo y cuidaos mucho, os quiero 😘😘😘

Pd: No os preocupéis, que yo dedicaré caps a todos, esto es poco a poco amores, no penséis que tengo a alguno más presente que a otro, solo que son varias personitas y no puedo mencionar a todas en el mismo cap :) 💚

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top