Capítulo 34- Oppan Gangnam Style.
Dedicado a ShakiJuli18 KimAleSN y user62393551
Jin's pov
- Entonces, como en esa época no tenía ni idea de francés, no pude entender la pregunta y le contesté en perfecto y fluido coreano: "tu padre por si acaso". Al final resultó que "ça va?" significaba "¿cómo estás?". No te imaginas la vergüenza que pasé.
Tras terminar de relatar mi increíble aventura, las estruendosas carcajadas de Namjoon no tardaron en hacer eco por todo el departamento.
Maldito simio burlón.
Sin embargo, en vez de molestarme por ello, le hice compañía, lo que a un volumen considerablemente más bajo (lo cual era raro, o sea, el escandaloso siempre había sido yo)
La sonrisa de idiota nadie podría borrármela de la cara, pues esta era testigo de la felicidad desbordante que estaba sintiendo en esos momentos.
Me encontraba eufórico, como llevaba tiempo sin estarlo, y no era para menos, no con el giro tan espectacularmente drástico que habían tomado los acontecimientos.
Namjoon y yo estábamos juntos de nuevo.
La situación actual parecía irreal, pero no lo era.
¿La prueba de ello?
Que en esos instantes yo yacía entre los muslos del moreno, recostando mi espalda a su pecho, en el sofá del salón de la casa, mientras charlábamos tranquilamente y nos hacíamos mimos de vez en cuando... Bueno, muy muy de vez en cuando.
Y antes de que imágenes pervertidas aparezcan en vuestras cabezas, llevábamos ropa puesta.
El caso es que, toda la tristeza, dolor y confusión de días antes se había disipado de una manera que no parecía ser posible, y eso solo me probó por millonésima vez en la vida que la compañía de Nam era suficiente para que me sintiera mejor.
Incluso el enfado que experimenté al descubrirlo todo y llegar a su casa, se había esfumado completamente. Por supuesto, aún me daba cierto coraje al pensar en todo lo sucedido y los motivos por los que habíamos terminado por separarnos, no obstante, dejé ese asunto de lado, porque lo que realmente deseaba era estar con él, así que me daba igual dañar mi orgullo... Y de cualquier forma, yo ya le había dado un pequeño castigo, así que por lo menos me había vengado en una ínfima parte. No preguntéis cómo.
Luego de nuestro juramento de esa mañana, mi pecho se sentía más liviano, con menos peso. No sabría explicarlo, sin embargo, sí era consciente de que tanto él como yo mantendríamos nuestra palabra y por ende, no se darían en la relación eventos similares.
Para empezar a cumplir la dichosa promesa, le forcé a que me revelara todo lo que me hubiese ocultado en los últimos meses (si es que había algo que contar claramente), y el man terminó cantando más que Pavarotti.
Con deciros que hasta me enteré de lo que realmente pasó cuando me llevó a casa tras la boda de Jiho. Desde que vomité a la pobre Wendy hasta que le obligué a hacerme un cuento para dormir.
La vergüenza casi me traga, pero más que pena, lo que me dio en ese momento fue ternura. Mi simio todo hermoso, tierno, precioso, cuidó de mí :').
Después de eso, las horas avanzaron de lujo.
Como bien habíamos acordado, tuvimos nuestra merecida y deseada sesión de sexo mañanero (o si preferís llamarle castigo), nos aseamos un poco y posteriormente me dispuse a preparar algo decente para comer porque estábamos desfalleciendo del hambre. Grata fue mi sorpresa al descubrir que tenía algunos ingredientes decentes.
En fin, desayunamos entre risas y nuestras clásicas idioteces, y luego, sin siquiera dignarnos a fregar los platos, ambos paramos al mueble de la sala, donde llevábamos buen rato hablando y hablando de diversos temas.
Es que había tanto que no sabíamos, tantos momentos importantes para el otro en los que estuvimos ausentes.
Nada me hubiese gustado más a mí en el planeta que estar junto a Nam el día de la apertura de su empresa, haberle besado y dicho alguna cursilería relacionada a lo bien que le iría cumpliendo sus sueños, abrazado cuando Jungkookie ganó su primer premio, acompañado todos esos años al cementerio y hacer que su tristeza disminuyera un poquito...
Él decía lo mismo con respecto a los momentos importantes para mí, mas había una pequeña diferencia: Namjoon, al no tener pareja sentimental, tuvo que pasar las buenas y malas solo, yo por lo menos tuve a ChanYeol.
Pero, como antes dije, no quería dejar que ningún tipo de negatividad opacara mi alegría, así que encerré los arrepentimientos y pesares en una cajita, y la lancé al rincón más intrincado de mi mente. Por mucho que le diera vueltas, el tiempo había pasado y nada de lo ocurrido podría cambiar.
No era momento de lamentarse por lo que no pudimos hacer, era momento de crear nuevos recuerdos juntos.
De todas formas, habíamos tratado de ponernos al tanto en algunas cosas. Eso no taparía el agujero con cemento, pero por lo menos pondría sobre este un parche de tela.
Me había contado cómo fue todo el proceso de creación de la corporación, el complicado inicio cuando no querían aceptar a Jungkook para presentarse en ninguna parte, y un sinnúmero de anécdotas. Incluso me comentó todos los trabajos que él y Yoongi tuvieron que desempeñar para lograr reunir el dinero suficiente.
Con deciros que hasta llegaron a hacer de jardineros, lo cual me causó enorme gracia, no por la profesión obviamente, pues esta es tan digna como cualquiera, sino porque Simiojoon accidentalmente mezcló pesticidas, fertilizantes, herbicidas y todos los tipos de productos para plantas habidos y por haber, provocando con esto que el precioso jardín de un tal señor Ahn, pasara de tener un verde intenso a un marrón caca en plena primavera. Al principio se dieron a la fuga, no obstante, debido a que ambos eran/son unos bobos de corazón de pollo, regresaron como a los 20 minutos, pidieron perdón y en pago por el destrozo tuvieron que limpiar, lavar, y plancharle al hombre de gratis por dos meses.
Namjoon casi le destruye la casa al pobre tipo, pero por suerte el enano rabioso tenía un extraño don para reparar cosas (pomos de puerta y tal) así que lograron sobrevivir a esos tiempos difíciles.
En fin, que a pesar de que mi peligris rompiera todo a su paso (Tan torpe que resulta adorable :')) y Yoongi quisiera partirle la madre a todo el empleador que le cayera mal, pudieron alcanzar sus metas.
Por mi parte, yo también conté mis historias en Francia.
Los difíciles primeros meses de adaptación, lo cool que fueron todas las clases, la cantidad de franceses buenísimos que intentaron ligar conmigo (Porque obvio, quién podría resistirse a este bomboncito coreano) y un largo número de etcéteras.
Tal vez para alguien pudiera parecer que habíamos desperdiciado el tiempo, pero nada más lejos de la realidad.
Nam y yo necesitábamos ser transparentes el uno con el otro si queríamos que esto funcionara de nuevo.
Oh, y de cualquier modo aún si hubiésemos estado hablando de la caída del campo socialista, me lo hubiese pasado bien porque...
¿Cómo no disfrutar de cualquier cosa si el hombre que te gusta te está dando besos y caricias constantemente?
Tan lindo mi simio, seguía siendo igual de atento, cariñoso, cursi y ajqkqhqagqjg que siempre.
Joder, me tenía suspirando como colegiala enamorada cada dos por tres.
- ¡No te rías! - Me quejé con falsa indignación, girando la cabeza un poquito para poder verle desde mi posición.
- Es que de verdad, princesa, esas cosas solo te pasan a ti - Comentó entre risas, afianzó su agarre sobre mí (ya que obviamente me estaba rodeando por la cintura) y se inclinó para dejar un besito sobre mi coronilla - Estás tan loco.
- ¿Pero a quién se le ocurre hablarle en francés a un coreano recién llegado?
- No creo que las personas vayan sabiendo por ahí quién está recién llegado y quién no.
- Detalles, Simiojoon, detalles.
- Adoro cuando me llamas Simiojoon.
- Cada vez me confirmas más que eres todo un masoquista.
- Es que cuando lo dices tú, suena lindo. Que se atreva Hoseok a soltarme un Simiojoon de esos para que vea.
- Idiota - Sonreí, y al cabo de unos segundos, me acomodé mejor y estiré mis labios, formando un mohín, pidiéndole con ello que me besara, petición que fue cumplida casi al instante.
Si queréis haceros una imagen más real de lo que estaba ocurriendo, podéis insertar como música de fondo una canción de los "Ositos cariñositos".
Cuando nos separamos, me incorporé y volteé, quedando sentado entre sus piernas y de frente a él, en una pose súper rara, pero no incómoda.
- ¿Qué pasa? - Cuestionó tras mi leve separación.
- Nada, solo que ya estoy entumecido de estar así. Llevo como dos horas de esa forma.
- Es verdad, yo igual. No me siento el culo - Soltó, haciendo que yo riera un poco por lo bajo. Acto seguido, también se levantó y se sacudió un poco, como queriendo recuperar la sensibilidad en... Bueno, en su trasero - Tengo sed. ¿Quieres beber algo?
- No, estoy bien.
- Vale, espera un segundo - Quitó mis patas de encima suyo, y fue rápidamente a la cocina, para luego de unos instantes volver con una lata de cocacola que intentó abrir por el camino. Al parecer el muy bobo la había agitado o algo porque fue abrirla, y la espuma comenzó a emerger por borbotones. Llegó al asiento intentando tomar todo eso sin que se derramara en el suelo, y yo acerqué mi boca para ayudar también con esta tarea.
Parecíamos dos tontos sorbiendo del mismo recipiente.
Cuando ya no corríamos el riesgo de embarrarnos con el oscuro el líquido, nos apartamos y Namjoon eructó tan fuerte que parecía un jodido sapo.
- Eres un- Estuve a punto de decirle cerdo o alguna cosa de esas, sin embargo, al estar la palabra casi saliendo de mi boca, esta fue sustituida con un eructo casi igual de grande.
- Ese es el karma, estabas a puntito de decirme algo.
- No sé de qué estás hablando - Respondí haciéndome el desentendido, y estiré mi mano, quitándole la bebida y propinándole un sorbo. Sí, antes dije que no quería, pero yo que sé, me entraron ganas.
- Por cierto, princesa. Creo que vas a tener que retocarte el tinte, ya se te está viendo la raíz de tu color natural - Soltó, inclinándose un poco y toqueteando mi cabello, señalando la sección que estaba recuperando la tonalidad oscura.
- Sí, hace un tiempo ya que no me arreglo.
- ¿Lo haces tú mismo? - Asentí, propinándole un nuevo sorbo a mi refresco, y acto seguido se lo pasé para que él tomara también - Vaya, pensé que ibas a la peluquería.
- Yo no necesito esas moderneces. Tinte, peróxido, bol, brocha y espejo son los únicos soldados que hacen falta para ganar la guerra.
- Acabas de sonar como mi papá ahora mismo - Expresó burlón, doblando una pierna sobre el asiento, flexionando la otra hacia arriba, y pasando un brazo por la zona del espaldar en la que yo estaba apoyado. Intentó dar un nuevo trago, mas le quité la lata cuando solo quedaban unos milímetros de separación entre esta y sus labios - Y eso que no querías... - Me gustaba la forma en que Namjoon me miraba, con una tenue sonrisa en sus labios, leves arrugas a los costados de sus orbes. Me sentía especial ante sus ojos, como si nada más importara para él en momentos como esos. Ese solo pensamiento hizo mis orejas y cuello enrojecer con notoriedad y disimulé un poco apartando la mirada y bebiendo - ¿Qué te pasa? ¿Por qué te has sonrojado?
- ¿Crees que debería dejarme el pelo negro de nuevo? - Evadí completamente la pregunta, causando que se riera y acercara brevemente a dejar un besito en mi mejilla.
- Da igual, cualquier color se te ve bien.
- No, pero en serio. ¿Cómo te gusto más?
- ¿Recuerdas el día que fuimos al teatro a ver a los chicos bailar? - Afirmé con la cabeza - Pues ese día pensé que te verías hermoso usando un traje de zanahoria gigante.
- ¿Y eso a qué viene ahora? - Pregunté sin poder aguantar la risa. Definitivamente era un simio tonto.
- A que me da igual cómo estés, vas a seguir siendo lo más precioso del mundo para mí.
- Por Dios Namjoon, mi cara va a explotar si sigues diciendo esas cursilerías - Dije con el rostro completamente colorado, entregándole la lata y posicionando mis antebrazos sobre sus hombros, para posteriormente acercarme a él y estampar mi boca contra la suya. Ese era un detalle que adoraba de Nam, era tan capaz de hacerme sonrojar por algún comentario burlón como por uno excesivamente azucarado u otro demasiado caliente. Esa versatilidad en su personalidad me resultaba fascinante, bueno, eso y miles de cosas más. Todo él me resultaba así.
- Bien que te gusta - Murmuró una vez me hube separado de sus labios, sin embargo, mis extremidades seguían en la misma posición, y ahora él me sostenía de las caderas, pues había depositado la lata sobre la mesita de café, justo al lado de su celular.
- Entonces, ¿te daría igual incluso si me rapo a los costados y pinto el centro de verde fosforescente? - Hizo una pequeña mueca.
- Tú no harías eso.
- Uff, no contestas directamente. Así que con ese corte dejaría de gustarte.
- ¿Qué? ¡No, no, princesa! Aún si estuvieras rapado me seguirías gustando.
- ¿Y si me hago un afro? - Inquirí con diversión.
- También, obvio.
- ¿Has visto Bleach? El anime de las espadas.
- Duh - Rodó los ojos como si acabase de hacer una pregunta tonta.
- ¿Qué tal si me hago el peinado de Zaraki Kempachi? Así todo puntiagudo y con cascabeles en los extremos.
- Ni siquiera sé si eso sea posible, pero en caso de que sí, te seguirías viendo DI-VI-NO - Una carcajada escapó de mi boca debido al tono de voz con el que dijo lo último - Es más, deberías intentar todo eso. Pídele a Jiminie que te lo haga, que él es el peluquero personal de Yoongi. Antes era todo un chapucero pero con el tiempo ha mejorado bastante. Fue quien "sacrificó" a los pitufos en la cabeza de Taehyung y todo - Nam rió, no obstante, dejó de hacerlo al ver que yo no le acompañaba y en su lugar, desviaba la mirada y me apartaba de él, sentándome simplemente a su lado - Hey, ¿qué ocurre? ¿Todo bien?
- Namjoon, ¿crees que deberíamos llamar a los chicos y decirle todo? - Cuestioné en voz baja. Desde el día anterior, que había hablado con Jungkook, no me había puesto en contacto con ellos de nuevo. Tenía una serie de sentimientos encontrados, porque por una parte estaba molesto, pero aún así, sentía que debía ponerles al tanto porque al fin y al cabo, y a pesar de la mentira, ellos eran mis hermanos.
- Bueno, a esta hora ya todos deben saberlo. Antes le he escrito a Yoongi para decirle por qué no iría a la empresa.
- ¿Qué? Creí que estabas de vacaciones.
- Sip, y esas vacaciones se acabaron justo ayer. Bueno, tendrían que haberse acabado, pero está claro que las mías durarán un poco más - Sonrió.
- ¿Y qué te ha dicho?
- Míralo tú mismo.
Agarró su teléfono, lo desbloqueó y abrió un chat de whatsapp que posteriormente me mostró.
Idiota 1
He vuelto con Jin 11:34 a.m✅✅
No te quiero ver en la empresa por lo menos en los próximos 20 años 12:00 p.m
Fin, así de sencillo. Claro y conciso.
Era de admirar la comunicación que existía entre esos dos, un poco más y parecían militares.
Le devolví el artefacto y le observé haciendo un diminuto puchero.
- Siento hacerte faltar. Si no hubiese montado todo el drama ese y hubiera hablado contigo desde el hotel no hubiésemos perdido tanto tiempo.
- No digas eso. No hay problema con que falte, es mi empresa también, ¿recuerdas? Además, mejor, más descanso para mí - Contestó restándole importancia, y yo le abracé, acurrucándome en su pecho como si fuese un niño mimado que busca atención.
- Namjoon~ - Le llamé canturreando.
- Dime, cariño.
- ¿Qué hago?
- ¿Acerca de qué?
- De los chicos, Nam. ¿Qué hago con ellos? Tengo una sensación extraña en el estómago, ¿sabes? Ayer antes de llegar, llamé a Jungkook y me molesté mucho con él. Le dije un par de cosas groseras... Por supuesto, me arrepentí al momento.
- Típico de ti, sentirte mal cada vez que dices algo que tú consideres hiriente - Afirmó con ese tono de que algo es muy obvio, me acarició la espalda con una mano y con la otra apartó un mechón algo crecido y desagradable que me caía en la zona de los ojos. En las últimas horas, no tenía idea de cuántas veces lo habría hecho.
- Pero es que me dolió. O sea, él, Jimin y Tae lo sabían, y aún así no me dijeron nada. Me siento tan...
- Traicionado - Terminó por mí.
- Exacto, creo que esa es la palabra.
- Jin, mírame - Levanté la cabeza, observándole directamente a los ojos - No te enfades con ellos. Ellos no tienen la culpa.
- Lo sé pero-
- No, escúchame, princesa, por favor. Te voy a explicar bien cómo son las cosas - Hizo una corta pausa, como para verificar que ya tenía mi atención y una vez lo comprobó, continuó - Yoongi y Hoseok lo supieron desde un principio, incluso me ayudaron a buscar a Dong Sun. No estuvieron de acuerdo con mi plan, pero lo respetaron y por eso tampoco te dijeron nada. Sé que te afecta más que Tae, Jimin y Kook no te lo contaran, pero ten en cuenta que ellos se enteraron después, cariño. Incluso tu papá lo supo primero. En serio, ni siquiera podíamos mantener una conversación cordial, y si al final se lo terminé contando fue porque no quería poner en mala posición a Yoongi y Hoseok. Ellos estaban entre sus parejas y yo, así que no podía permitir que sus relaciones se fueran a la mierda por mí. Además, queríamos que Jungkook trabajara con nosotros. A lo que quiero llegar es que no estuvieron involucrados de primera y pata, y cuando tú regresaste, todos hablaron conmigo para que te lo contara todo...Varias veces, incluso en Jeju. Hasta crearon un "plan de reconciliación simio-princesa" - Mis comisuras se alzaron ligeramente tras escuchar tal declaración - Pero yo fui idiota y no les hice caso. Al final la culpa fue mía, no solo por engañarte a ti, sino por ternerlos entre la espada y la pared. Ponte en su lugar. Debían estar sintiéndose súper culpables por no hablar, pero a la vez no lo hacían por mantener su palabra conmigo. Estar en medio siempre es difícil, más cuando es entre dos personas que son importantes para ti - Frotó mi mejilla, y la apretó ligeramente, sin llegar a doler - Si alguien tiene responsabilidad en todo esto, soy yo... Lo siento tanto...
- No me pidas más disculpas, Nam. Quedamos en que ese tema estaba zanjado - Apreté mi abrazo, y nuevamente apoyé el cachete contra su pecho - Tienes razón, no tiene caso que me enfade con ellos. Yo quiero dejar atrás todos los problemas y estar contigo, y con mis amigos. Al final, esto era un asunto entre los dos, y ya lo hemos resuelto, así que no quiero lanzarle mierda a nadie más - Él estaba en lo cierto. O sea, si pude perdonar a Namjoon, hubiese sido demasiado hipócrita de mi parte no hacerlo con el resto. Aunque claro, eso no lo diría en voz alta porque sabía que heriría al simio con ello.
- Sé que has dicho que pare, pero en serio, lo lamento, princesa. No solo jodí lo nuestro, también los involucré y-
- Shhhhh - Le hice callar poniendo mis dedos sobre sus labios y agarrándolos hasta hacerle parecer un pato - Cierra la puta boca. No quiero hablar más de eso, no quiero que lo sientas porque ya te he dicho que todo está bien. Ya pasó, Nam, ya no se puede hacer nada. En vez de lamentarnos y pedir perdón, hay cosas más importantes ahora. Como pasarla bien juntos, follar, ir a alguna parte, follar, ver la nueva temporada de "Corazón herido" que va a salir en unos días, follar - Empezó a reír tras escuchar mi constante repetición sobre tener sexo. Joder, en serio, es que le tenía unas ganas... - Enseñarte a cocinar algo, follar.
- ¡Eh! Que yo he mejorado bastante. Ya sé hervir agua para ramen y hacer huevos.
- ¿Sí? ¿No me digas? - Expresé con sarcasmo, sin creerme una palabra, empujándole un poco hasta hacerle recostarse en el espaldar y sentándome a horcajadas sobre sus muslos. Como si se tratase de un imán, sus manos fueron a parar a mi cintura.
- Lo digo en serio, si quieres pregúntale a los chicos. Los huevos revueltos me salen de muerte - Separó una palma, unió sus dedos índice y pulgar y besó la unión, para posteriormente retomar su posición inicial.
- No lo sé Rick, parece falso.
- ¡Que es verdad! ¿Quieres que te prepare unos y así los pruebas?
- Me encantaría probar tus huevos - Afirmé y él sonrió con orgullo - Y luego si eso vamos a la cocina y me preparas los de gallina - Su sonrisa perduró unos segundos más, sin embargo, una vez entendió el doble sentido de mi palabras, fue deshaciéndose hasta convertirse en una expresión de asombro total. Con deciros que un poco más y la quijada le llega al suelo de todo lo que había abierto la boca. Uff, que traumado se veía, para una vez que el chiste pervertido lo hacía yo... - Hey, simio, reacciona - Sacudí una palma frente a sus ojos, pero nada, seguía embobado el muy tonto - Oye, Namjoon, di algo, me estás asustando - Finalmente parpadeó, y habló:
- Yo... Acabo de sentirme violado - Y me empecé a reír como retrasado. Es que decía cada idiotez, en serio no sabía de dónde sacaba tantas pendejadas, era como si tuviera un fábrica de eso en el cerebro.
- Imbécil - Solté entre risas y me acerqué a dejar un casto beso sobre sus labios - ¿Pero es eso malo?
- ¿El qué? ¿Que me sienta violado por ti? - Asentí - Oh, no, no, no, definitivamente no, es más, ¿sabes cuál es la canción Rape me, de Nirvana?
- Obvio.
- Pues te la dedico.
- No pillo por dónde vas.
- ¿Sabes qué significa Rape me?
- ¿Tengo cara de saberlo? ¡No te hagas el gringo conmigo Kim Namjoon! - Esta vez quien rió antes de hablar fue él.
- Significa viólame.
- ¡Oh Dios mío, Namjoon! ¿¡Tienes idea de la de veces que yo he cantado esa canción por la calle!? - Grité con horror, posicionando mis manos a los costados de mi rostro en una mueca totalmente ridícula, y lo peor era que estaba hablando en serio. Gente, recordad que yo tenía una playlist de puro rock.
- ¡No me lo puedo creer, princesa! ¡Estás en peligro! ¡Yo que tú me cambiaba de nombre y me iba a vivir a Nauru! - Era claro que se estaba burlando de mí y me di cuenta al instante, así que dejé de lado mi dramatismo y le di un golpecito en el brazo.
- Estoy hablando en serio, simio incompetente.
- Bueno, ya, olvida eso. ¿Tú no querías probar mis huevos? - Y solo esa pregunta, acompañada por esa jodidamente sexy sonrisa torcida suya, fue suficiente para que yo dejara todo mi espectáculo de lado y que en mi cerebro la palabra sexo comenzara a brillar en carteles de neón.
- Umju, eso es justo lo que quiero - Susurré, y cuando intentó responder, ya era demasiado tarde porque mi boca estaba pegada a la suya. Apoyando mis palmas en sus mejillas, comencé a guiar uno de esos obscenos besos que solían tener lugar entre nosotros cuando estábamos solos, donde las lenguas enredadas, los chasquidos torpes, jadeos y mordidas leves se robaban la escena.
Las extremidades de Namjoon se deslizaron hasta mi trasero, zona que se dedicó a amasar y apretar, tan fuerte que un par de gemidos ahogados escaparon de mis labios y fueron amortiguados por los suyos.
Yo por mi parte, no podía dejar de moverme en círculos sobre él, con la creencia de que eso lo excitaría, y, en efecto, un rato después pude sentir el grueso bulto que se estaba formando entre sus shorts, así que desplacé una mano hasta el borde de estos y la inserté, sosteniendo con algo de fuerza, sin llegar a ser brusco, el gran trozo de carne por encima de sus calzoncillos.
Ahora el de los gemidos era él.
- ¿Boca o mano? - Murmuré, intentando recuperar el aire que había perdido segundos atrás.
- Hombre, si lo que quieres es comer... - Él jadeó, no solo por el oxígeno que exigían sus pulmones tras el beso, sino porque yo no había detenido el movimiento dentro de su prenda. Tras esa declaración, sonreí y lentamente me fui bajando de su regazo, situándome instantes más tarde de rodillas en el suelo, entre sus piernas.
- Ayúdame a quitarte esto, anda - Pronto los dos estuvimos encargándonos de la molesta parte inferior, y una vez la inoportuna tela estuvo fuera, agarré su miembro directamente y lo dejé libre de ropa interior.
Casi comienzo a salivar.
Es que estaba muy bien dotado el man...
Empecé a trazar su longitud con una mano, moviéndola de arriba a abajo y de abajo hacia arriba, creando una fricción deliciosa que bien sabía yo, le estaba gustando, y por si esto no era suficiente para darle placer, los dedos disponibles de encargaron de acariciar sus testículos, jugueteando con ellos. Al cabo de unos segundos, sustituí mis dígitos por mi propia boca y conseguí que un gruñido ronco, o mejor dicho, varios, abandonaran su cuerpo.
- Dios mío, princesa... - Soltó con un claro matiz de satisfacción en su voz, lo cual me motivó incluso más a continuar con mi trabajo, así que recorrí con mi lengua ambas esferas cautivas por la bolsa de suave piel, una por una, tomándome el tiempo necesario para lamer, succionar y picotear un poco con los dientes. A la par que me encargaba de sus testículos, mantenía el vaivén de mi palma en su robusto eje, deteniéndome de vez en cuando sobre el glande y frotando suavemente con el pulgar la hendidura, por la que el líquido preseminal no tardó en hacer acto de presencia.
Soy la mamada dando mamadas, sí señor.
Aunque aún no había empezado con eso como tal...
En fin, que yo me encontraba bien ensimismado trabajando con las bolitas de mi chico, cuando de repente, sentí un tirón suave en el pelo que me hizo abrir los ojos (sí, estaban cerrados por la concentración, yo siempre de profesional) y mirar hacia arriba.
- ¿Qui pasha? - Ehmm, como podéis suponer, no pude hablar bien porque mi boca muy vacía que digamos no estaba.
- Princesa... Muy rico y todo, pero si sigues así voy a correrme y no quiero hacerlo antes de que uses tu boquita en otra parte.
Oh...
Tras oír su planteamiento y acompañado de un leve "plop", le solté y relamí mis labios, para posteriormente hacer lo mismo con mi dedo pulgar que estaba embadurnado de la salada sustancia, todo esto sin dejar de mirarle.
Yo no sé de dónde me salía lo puto, pero cuando estaba con Namjoon no podía evitarlo, mucho menos si él reaccionaba tan positivamente ante mis insinuaciones. Aunque claro, ¿quién no lo haría? O sea, ¿vosotros me habéis visto?
Volviendo al tema, el simio tragó grueso, y presionó mi cabeza ligeramente, instándome a cumplir con su pedido.
Recorrí con mi palma su eje un par de veces más, y de una vez acerqué mis labios a la cabeza de su polla, creando un círculo con mi lengua en esta y provocando un ligero, casi imperceptible, temblor de satisfacción en Namjoon.
Sin más dilaciones, comencé a introducir el largo falo, deteniéndome un segundo para chupar el glande, y posteriormente retomando el rumbo con lentitud y sensualidad, haciéndole sufrir un poco, pues me estaba tomando mi tiempo para recorrer todo el camino hasta la base.
Sin embargo, iba solo por la mitad cuando...
Ding Dong.
El chillón sonido del timbre se abrió paso ante la quietud del lugar, tomándome desprevenido y causando que me atragantara.
Joder, es que antes estábamos en casi absoluto silencio, solo se oían los jadeos de Nam (música para mis oídos, obvio), así que el inesperado ruido me causó sorpresa.
El caso es que, alguien fuera presionó el botón, y el pobre Seokjinie casi se ahoga dentro por tener un pene considerablemente grande insertado en su cavidad bucal.
No, si hoy día hasta por chupársela a tu novio corres peligro de muerte.
Inmediatamente me separé de Nam, y empecé a toser... Fuerte, pero no fuerte como un catarrito de nada, sino fuerte nivel tuberculosis. En serio, pensé que iba a escupir algún órgano si seguía tosiendo de esa forma y las lágrimas que salían de mis orbes, sumado a mi cara roja, eran testigo de ello.
- ¿Princesa, estás bien? - Namjoon al momento empezó a dejar palmaditas sobre mi espalda e intentó socorrerme.
¿Recordáis la lata de cocacola de antes? Pues bendita sea, porque gracias a ella no pasé al otro lado.
En cuanto el simio me ofreció el refresco, bebí rápidamente y poco a poco sentí que podía volver a respirar.
Uff, me asusté fuerte.
Tomé una inhalación profunda, recuperando todo el aire que me había faltado instantes antes y las palmaditas de Namjoon cesaron hasta convertirse en simples caricias.
- ¿Mejor? - Asentí en respuesta y fui calmándome lentamente - Voy a desinstalar ese jodido timbre.
- ¿Quién será? - Cuestioné, ya pudiendo hablar, aún algo agitado.
- No lo sé, pero tampoco pienso descubrirlo. Esa puerta no se abre hasta que nosotros no terminemos lo nuestro.
- ¡No voy a chupártela con gente llamando a la puerta, Namjoon!
- ¡¿Pero por qué no?! - Chilló saltando un poco sobre su lugar - ¡Aquella vez en la boda bien que follamos y había una cola de gente fuera!
- ¡No es lo mismo simio idiota!
- ¡¿No?! ¡Es hasta peor! - Y como no encontraba argumentos para rebatir su lógica y tampoco quería perder, le di un golpecito en el hombro... Bueno, un golpe. Vosotros sabéis que yo siempre he sido un poco tosco - ¡Auch! ¿¡Pero por qué me das ahora?! ¡Princesa violenta y abusiva de maridos! - Rodé los ojos ante su infantil acusación, y haciendo caso omiso a la misma, señalé a la entrada.
- Ve a abrir, tal vez es algo importante.
- Jo, princesa, ¿de verdad me vas a dejar así? - Señaló a su pulsante erección, y habló con voz lastimera, con cara de desamparo total. Pobrecito, mi bebé quería acabar y el destino se empeñaba en no dejarle.
El timbre sonó de nuevo.
- Claro que no Namjoonie, en cuanto las visitas se vayan tú y yo seguiremos. Tal vez sea una cosa rápida.
- Eso espero - Suspiró con resignación y se puso de pie, guardándose dentro de los calzoncillos, subiéndose los shorts y tomando un cojín del sofá para posicionarlo delante de su entrepierna, porque pues tampoco iba a recibir a quien quiera que estuviera al otro lado con un visible mástil entre las piernas - Ojalá sea uno de esos religiosos que van tocando puertas por ahí - Expresó con esperanza en lo que llegaba a la apertura, pero esta se disipó al abrir un poco y poder percibir quién estaba al otro lado - ¡Mierda! ¡Namjoon bolas azules me van a decir ahora! - Y tras ese grito de frustración, se apartó con derrotismo, tirándose con aire totalmente depresivo en el sofá y dejándome ver quiénes eran los invitados no tan invitados.
Vaya, al parecer de tanto hablar de ellos, los invocamos o algo de eso.
Como ya debéis suponer, quienes se encontraban paraditos en el umbral eran los chicos. Yoongi, Hobi y Tae estaban detrás y Jimin y Kook se encontraban frente al grupo. Todos, incluso Suga que solía ser el más inexpresivo, se notaban ciertamente nerviosos e inquietos. Mi hermano incluso mordía su labio inferior constantemente y se movía de un lado a otro, sacudiendo el pie seguidamente como para canalizar su ansiedad.
Sin embargo, su aparición masiva y rostros de preocupación no eran lo perturbador, sino el hecho de que Taehyung estuviera alzando en el aire un cartel hecho a mano con plumones que decía: "Feliz cumpleaños Hobi", lo que el "Hobi" había sido tachado (inútilmente porque todavía se veía que había sido escrito) y encima estaba puesto "Jin Hyung".
Básicamente me felicitaban por mi cumpleaños cuando faltaban un montón de meses para este.
- Ehmm... ¿Interrumpimos algo? - Cuestionó con algo de inseguridad Jimin.
- Claro que interrumpimos. ¿O es que no oíste cómo Jin le gritaba a Namjoon que no iba a chupársela con gente tocando? - El más pálido susurró, mas fue en vano, porque siguió siendo audible. Bien, en ese instante deseé que la tierra me tragara.
- Shhhh imbécil, te van a oír - Reclamó (en intentos de murmullos también) Hoseok.
- ¿Qué quería Namjoon que le chupara Jin Hyung? - Inquirió Tae con total inocencia.
- La poll-
- ¡Una piruleta! - El bailarín de gran sonrisa cortó la afirmación de Min.
- Sí, sí, una piruleta - Musitó este último con sarcasmo.
- ¡Yo también quiero una! ¿Namjoon querrá darme?
- ¡No por el amor de Dios Tae, no le pidas ninguna piruleta a Namjoon!
- ¿Vais a entrar o qué? - Gruñó mi novio con exasperación, al ver que el resto, a excepción de Kookie quien no apartaba la mirada de mí y seguía triturando su belfo con sus dientes, se mantenían cuchicheando todo tipo de idioteces en vez de hacer algo.
- Oh, sí, sí, perdonad - Musitó el enano nalgón, quien al parecer era el líder de la comisión porque estaba dando la cara por en resto.
Como si hubieran sido condenados a pena de muerte en la silla eléctrica, avanzaron hasta estar dentro del departamento (aunque Taehyung tardó un poco en entrar porque no bajó los brazos y chocó con cartel y todo contra el pedazo de pared por encima de la puerta) y cerraron a sus espaldas. Simiojoon se levantó de su lugar y nuevamente se sentó, lo que esta vez en uno de los brazos del mueble y yo me moví, acercándome a él y haciendo hueco para que dos personas más se pusieran en el asiento. Kookie y Jiminie se situaron a mi lado, Suga en una butaca individual y Hoseok en otra, cargando a Tae sobre sus muslos.
- Bueno, primeramente... Felicidades a los dos, por haber vuelto y eso. De verdad, estamos jodidamente felices por vosotros - Continuó el bailarín más pequeño.
- Es cierto, Tae lloró de la felicidad y todo cuando se enteró - Añadió J-hope, dándole un besito a su pareja en el cuello, quien asintió rápidas y repetidas veces sacudiendo su flequillo de una forma sumamente adorable.
- Aunque cuando le dijimos "El imbécil y Jin han vuelto" él pensó que nos referíamos a que Jiho se había divorciado de Tae Il y había aparecido en un aeroplano gritando "BABY TE QUIERO WOUUUUU" - Susurró Yoongi apartando la mirada.
- ¡Pero es que si no me especificais quién es el imbécil me pierdo! ¿No veis que el 90% de mis amigos son tontos? ¡Vosotros mismos! ¡De este grupo los únicos que tenemos dos dedos de frente somos Jin Hyung, Hobi y yo! - Chilló a la defensiva, cruzándose de brazos y haciendo un puchero.
- ¡¿Pero cómo se van a divorciar Jiho y Tae Il idiota?!
- ¡Hobi! ¡YoonAmargadoperosexyGi me ha hablado fuerte!
- A mí lo que me perturba es por qué, si pensabas que "el imbécil" era Jiho y no yo, lloraste de la emoción - Soltó mi peligris, entrecerrando los ojos y señalándole acusatoriamente.
- Porque Jiho está forrado y tú eres un simple productor de mala muerte que no puede proporcionarle a los amigos de su esposo los lujos y comodidades que ellos merecen - Contestó como si fuese lo más obvio del planeta, y Namjoon, luego de observarle fijamente por unos instantes más, desvió la vista hacia el Esperanzo y dijo:
- Hoseok, o le llevas al psicólogo o le parto la cara.
- ¡Bueno ya está bien! - Detuve lo que fuera que estuviera a punto de pasar, dando un par de palmadas para llamar la atención - Chicos, no os lo toméis a mal, ¿pero por qué habéis venido? Y sobre todo... ¿Por qué ese cartel de feliz cumpleaños cuando yo cumplo en Diciembre?
- ¡Porque no teníamos un cartel de "Perdónanos por todos los pecados que hemos cometido Jin Hyung, te amamos y si te mentimos fue porque caímos en una vil trampa de eso que llamamos vida, donde fuimos enredados por las telarañas de la traición no premeditada y terminamos fallándote a ti, nuestro mayor ejemp-
- ¡Ok, creo que ya entiendo por dónde vas Tae!- Exaclamé, sabiendo que si no le frenaba continuaría divagando hasta Dios sabría cuándo. Por ende, me ahorré el comentario de que podría haber hecho un nuevo cartel - Entonces... ¿Venís a pedir perdón?
- Hyung, de veras lo sentimos tanto... - Habló nuevamente Jimin, retomando su seriedad - En serio. No creo que tengamos excusas, pero no quiero que pienses que no te lo dijimos a propósito. Es solo que una cosa llevó a la otra y... - Suspiró - Y la terminamos cagando.
- Jin, a nosotros nos sabe mal no habértelo contado - Planteó Yoongi, rascando su nuca - Pero tienes que tener en cuenta que al final eso era un asunto entre vosotros dos. No sabíamos si intervenir, si dejar que las cosas fluyeran, si partirle las piernas a Namjoon y obligarle a contarlo todo, si darnos la fuga a alguna isla del Caribe - Una diminuta sonrisa se formó en mis labios.
- Hyung - Por primera vez en la tarde, el menor tomó la palabra. Estaba un poco pálido, como si tuviese miedo a hablar y comenzó a juguetear con sus dedos, sin embargo, ni por un segundo desviaba la vista de mí - Yo sé que te he decepcionado mucho, y que ahora mismo debes odiarme pe-
- ¿Qué? ¿Odiarte? Jungkook, ¿qué mierda dices? - Le frené inmediatamente, bajando mis comisuras y portando una mueca de desconcierto total. Es que acababa de decir la mayor estupidez en el mundo mundial mundialísimo mundialisísimo. ¿Cómo iba yo a odiar a Kookie? ¡Si era un pequeñito todo chiquito hermoso ajsnqusjayahua bebecito!
- Es que... Ayer, cuando hablamos tú me dijiste que-
- Solo estaba enfadado por todo lo que estaba pasando y terminé desquitándome un poco contigo, bebé. Pero no te odio, por Dios, ¿cómo voy a odiarte por esa tontería? - Intenté agarrar su mano para reconfortarle, no obstante, al estar a punto de sujetarla me aparté. Recordad que antes de que ellos llegaran yo no estaba tocando flores precisamente.
- ¿Entonces no lo estás? - Preguntó desconfiado y yo negué al instante - ¿Solo estás enfadado?
- Ya ni eso... Yo, yo creo os entiendo... Es como cuando mamá comía esas galletas con sabor a ajo que papá odiaba porque le daban mal aliento. Yo lo sabía, y me daba pena ver a papá muriéndose por el sabor a mofeta pero también me sentaba mal decirle a mamá que le cantaba el pozo.
- ¡Exacto! ¡Es como eso pero a mayor escala!
- Dios, la imagen en mi cabeza de la señora In Hee nunca volverá a ser la misma - Soltó Jimin con cara de asco.
- Y eso que tú no lo viviste en carne propia - Contesté, sacudiéndome como si tuviese escalofríos. Fueron tiempos difíciles para nuestra familia... Por suerte la jodida franquicia de las dichosas galletas fue a la quiebra y dejaron de amargarnos la existencia.
- Hyung, ¿eso quiere decir que me perdonas? - Kookie retomó el tema, su labio inferior temblando ligeramente.
- Claro que sí, bobo. Ya pasó, no tiene caso que- Y antes de que pudiera decir algo más, el cuerpo de mi hermano impactó sobre el mío, apretándome en un abrazo.
- ¡Gracias, gracias, gracias, Hyung! ¡Te prometo que más nunca te voy a ocultar nada, a partir de ahora te vas a enterar hasta de cuando tenga sexo!
- Creo que eso no será necesario - Que imagen mental más turbia.
- ¡Hyung! - Ahora fue Jimin quien se me tiró encima, y Tae no tardó en unirse, aplastándome los tres sobre el asiento. Si no llega a ser por que el simio estaba detrás, no sé qué hubiera sido de mí.
Yo correspondí como pude (sin usar las manos porque, o sea, #estuvetocandounpito) y al poco rato, el sonido de algunos sollozos llegó a mis oídos.
- ¿¡Estáis llorando!? ¡Oh por Dios y luego el dramático soy yo! ¡Estáis igualitos que Namjoon!
- ¡Princesa quedamos en que no hablaríamos más de eso! - Refunfuñó y en esa locura perduramos un buen rato más: los niños chillando, los otros tres ofendiéndose (vete tú a saber por qué) y yo en el medio de todo ese caos, intentando detenerles, siendo ignorado olímpicamente y sin poder borrar la sonrisa estúpida de mi cara.
Varios minutos más tarde (como media hora por ahí), las cosas finalmente se calmaron, yo pude lavarme mis manitos y Tae decidió que la pancarta tan singular que habían hecho específicamente para mí (nótese el sarcasmo por favor) podía ser reutilizada para algún otro asunto y por tanto, se quedaría con ella.
- Bueno, chicos. Muy emotivo y todo eso, pero ahora, si nos disculpáis-
- ¿Qué hay de cenar hoy en esta casa? - Preguntó con extrema seriedad el peliazul, aparentemente autoinvitándose a comer e interrumpiendo a Namjoon, quien no tardó en volver a comentar.
- En esta casa hay huevos, en la tuya no sé - No pude controlar una carcajada, la cual fue acompañada por risas bajas del resto (menos Tae obvio) - Y lamento decir que solo hay suficiente para dos personas, así que si no os importa, iros de una puta vez, que la princesa y yo tenemos cosas mucho más importantes que atender.
- ¿Qué vais a hacer ahora? - Inquirió de nueva cuenta el fotógrafo.
- Eso que haces tú todas las noches con Hobi, cariño - Respondí y él frunció el ceño a modo pensativo, para posteriormente dejar paso a una expresión de genuina alegría.
- Jin Hyung... ¡¿A ti Namjoon también te pide que le bailes el Gangnam Style desnudo?!
- ¡Taehyung eso solo fue una vez y me juraste por el libro de la Selva que no se lo ibas a contar a nadie! - Cinco miradas de absoluto horror se enfocaron en el castaño, quien no cabía en sí de la vergüenza.
- ¡¿Qué tipo de perversiones le pones tú a hacer a mi pobre Tae?!
Definitivamente éramos un grupo de amigos un poco raro... Bueno, un poco bastante.
Holaaaaaaa
¿Cómo estáis? Espero que bien y que también os haya gustado el cap. Perdón si es aburrido, pero era necesario, para poder finalmente cerrar todos los asuntos que estaban pendientes.
En finnnnnnn. Como siempre, lo he hecho con todo el amor del mundo y gracias por leer💖
Una cosita, con respecto al momento donde Nam dice que se siente "violado" y todo eso, quiero aclarar que fue escrito sin malas intenciones. A ver, yo sé que una violación es un asunto bien serio y no quiero que se interprete que yo lo tomo a juego o algo así, lo escribí simplemente para poder hacer referencia a la canción y sin ningún tipo de doble sentido, de hecho, esto que digo ahora ni siquiera lo había pensado al escribir, fue cuando estaba corrigiendo.
No creo que fuera necesario aclarar, pero lo hago en caso que haya alguna persona sensible con respecto a este asunto :(
Además, una lectora ha estado buscándole pegas al fic por el hecho de que "feminizo" (ni siquiera sé si esa palabra existe XD) a Jin al llamarle princesa.
Simplemente es un apodo cariñoso, Jin es hombre y eso que le cuelga entre las piernas lo prueba XD.
Bueno, os quiero mucho muchito. Un besazo y cuidaos mucho 😘
Pd: Por si no sabéis quién es Zaraki Kempachi, aquí os dejo una foto y de paso veis el peinado que se quería hacer Jin XD
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