Capítulo 3 - Kowalski, opciones
Nam's pov
-Era ChanYeol... Mi novio.
Bum
Bum
Bum
Al escuchar esas palabras, mi corazón empezó a latir jodidamente fuerte.
Estaba nervioso, pero no eran de esos nervios agradables, como cuando estás a punto de tener sexo por primera vez con la persona que te gusta, no, no, no, eran de esos que te dan porque acabas de escuchar una noticia que te sienta como cuando te echan un cubo de agua fría encima, con hielos, dentro de una nevera, en invierno y en Alaska...
La tarde de por sí ya había empezado malditamente mal.
Maldije a Hoseok, a Yoongi, a los tres idiotas, y a todas las criaturas vivientes del planeta, menos a mi princesa obviamente, en cuanto procesé lo que estaba pasando y me di cuenta de que, además de que me habían tendido una vil trampa, lo que veía no era una alucinación: verdaderamente Jin había vuelto, y estaba incluso mejor de lo que le recordaba.
Comprenderéis que todo esto había sido un cambio malditamente brusco, porque el día anterior yo estaba en mi estudio componiendo canciones tranquilamente y pensando que me iba a quedar solo el resto de mi vida, y en menos de 24 horas aparece la persona que más quería en el mundo, y la cual, me odiaba a muerte.
O bueno, eso creía yo, porque definitivamente su actitud me dejó totalmente ido.
Pensé que aborrecería el simple hecho de verme de nuevo, pero en contra de todo pronóstico, se había comportado jodidamente decente, y ni siquiera se había molestado con que les acompañase en el reencuentro.
Y eso definitivamente hizo que me gustara más si era posible.
Estaba tan guapo, con el cabello púrpura que le sentaba estrambóticamente bien, sus mejillas igual de rechonchas, sus labios, sus hombros, su trasero... Porque sí, evidentemente le miré el trasero, para que engañarnos.
Pero eso no era todo, desprendía un aura de total madurez.
Mi Jin ya no era un chico inseguro que se creía inferior a los demás, ahora era un hombre hecho y derecho con total confianza.
Y eso me hizo sentirme pequeño, porque él se veía totalmente reluciente y yo seguía prácticamente igual que hacía cinco años... Incluso mi pelo mantenía la misma tonalidad grisácea.
Si yo ya sabía que mis sentimientos por él no habían cambiado en lo absoluto, lo confirmé definitivamente cuando le tendí la mano. Un roce tan sencillo como ese me hizo ver las estrellas, y juro que le recé a todos los santos para que una fuerza superior impidiera que tuviésemos que romper nuestro agarre.
Pero evidentemente, mis plegarias no fueron escuchadas...
No obstante, no estaba feliz.
Es decir, sí lo estaba, pero no lo estaba.
Ahhhhh, joder, es complicado de explicar.
Está claro que adoré verle nuevamente, pero sabía que nuestro reencuentro solo traería complicaciones para ambos: a mí me dolería más el pecho por encontrarme a la persona con la cual no volvería a estar en la puta vida, y a él le sentaría mal tener que lidiar con quien le hizo daño, pues a pesar de lo resolutivo que se mostrara, yo sabía que mi compañía no le resultaba la más agradable del mundo.
En fin, que con todo esto en mente, y planeando fusilar a cuatro de los cinco idiotas (porque a Kook no le tocaría un pelo ya que era mi fuente de ingresos), estaba sentado en la esquina de un sofá con un espíritu totalmente depresivo, sin siquiera intervenir en la conversación, y sin poder apartar la mirada del pelimorado.
Al parecer había venido para quedarse, porque habló algo de ir a buscar un local, supuse que el resto sabía a qué se refería, pero evidentemente yo no, porque a pesar de tener alguna idea de que había sido de su vida, ninguno de los otros desgraciados se había dignado a decirme que vendría ni el motivo de ello.
Sin duda tenían sus razones, porque no sabía cuál era su plan, pero estaba claro que fallaría si yo me hubiese enterado de antemano de su llegada.
No me hubiese visto ni Dios por ahí.
Y si ya de por sí toda esta situación me tenía incómodo, el más reciente detalle de una nueva persona fue suficiente para que quisiera escapar por la ventana.
Joder, yo era consciente de que después de tanto tiempo, Jin habría rehecho su vida, pero muy en el fondo, tenía esa esperanza egoísta de que él se sintiera igual que yo, que me añorara, que me necesitara.
Por tanto, como sabía que esto no era posible, entonces me conformaba con no tener que verlo con nadie más, no quiero decir que no tuviera pareja, sino que fuera a miles de kilómetros de mí de tal forma que yo nunca me enterase, ya sabéis, eso que dicen de que a veces vivir en la ignorancia te hace más feliz, puede llegar a ser cierto.
- ¿N-o-ovio? - la voz de Jungkook salió con un toque de nerviosismo, y los demás se notaban exactamente iguales, pues sus semblantes lo decían todo. Aparentemente yo no era el único al que esa noticia le había tomado desprevenido.
-Sí...- contestó Jin tímidamente.
-Hyung, no nos habías dicho nada de eso- Añadió Jimin un poco cohibido, como si estuviese abrumado por toda la información.
-Bueno... No quería hablaros de él hasta no estar totalmente seguro de si las cosas iban a ser más formales, aunque ahora no me ha quedado más remedio que decíroslo...- murmuró apartando la vista.
Sus mejillas estaban rojas, y le hacían verse como la criatura más adorable existente.
Lástima que fuese el tal ChanYeol el que causaba ese efecto... Hasta su nombre era horroroso... Namjoon era definitivamente uno más bonito.
- ¿Entonces no es nada serio? - cuestionó el bajito esperanzado, y aunque yo no hubiese hablado, estaba igual de expectante, cruzando los dedos para que dijera que no.
-Oh no no, sí que lo es - Mierda - lo que pasa es que igual, como él vendrá dentro de poco, pues también quería presentároslo como una sorpresa o algo...
-¿Vendrá? - Cuestionó esta vez Hoseok, y la princesa asintió - ¿Y se quedará? - volvió a afirmar - ¿A vivir? - Y tras su tercer asentimiento, los ojos de todos se abrieron tanto que parecía que tenían al Papa delante.
- ¿Entonces cómo haremos el plan de reconciliación simio-prince- Taehyung comenzó a preguntar a un volumen por encima de lo tolerable para el oído humano, con total indiscreción, pero su novio no le dejó terminar, pues, como mismo hizo antes de la llegada del pelimorado, se lanzó encima de él como si fuese parte del elenco de una película de acción y le tapó los labios. Sin embargo, tanto Jin como yo habíamos llegado a la conclusión de que algo estaba pasando.
-¿Eh?- cuestionamos los dos a la misma vez, para acto seguido observarnos unos instantes, pero casi tan rápido como lo hicimos, desviamos la mirada con cierta vergüenza.
- ¿Y cuándo vendrá Hyung? - preguntó su hermano desviando la atención del comentario de Tae.
-Pues en una semana.
-¿Y dónde vivirá? ¿Quién es? ¿Es guapo?¿Tipo de sangre? - secundó el más nalgón del grupo, contribuyendo a que la metedura de pata del fotógrafo dejase de ser un tema de interés.
Eso habría funcionado con Jin, pero conmigo obviamente no, por lo que le lancé a Yoongi una mirada de esas que dicen "Tenemos que hablar, y espero que tengáis una buena excusa".
Y es que no había que ser Einstein para saber que pretendían resolver las cosas entre nosotros, pero eso era un caso perdido, y mucho más ahora, que había aparecido el insulso ese.
Bueno, aún no le conocía por lo que no podía decir si era un insulso o no, pero igual, ya me caía mal. Seguro que yo era muchísimo más guapo, y más listo, y la tenía muchísimo más grande...
- Se quedará en casa de su padre, es el hijo del señor Park, sí, es súper guapo y... ¿Cómo mierda voy a saber su tipo de sangre? - hizo una mueca como si le acabasen de preguntar lo más absurdo del mundo, y bueno, técnicamente lo era.
- ¿El señor Park? ¿Te refieres al mismo que te hizo la propuesta?
-Exacto- Maldito señor Park siempre de inoportuno, apareciéndose con propuestas raras y teniendo hijos atractivos y homosexuales.
-¿También es chef?- preguntó el pálido.
-No, es agente de bienes raíces - Paff, no podía tener una profesión más aburrida.
-¿ Y cómo os conocisteis?
-Pues un día Jan Kwon le llevó al restaurante y nos lo presentó... Y bueno, desde entonces estuvo insistiendo conmigo hasta que acepté a salir con él... - ¡Encima era un acosador! Yo definitivamente había conquistado a Jinie con muchísimo más estilo...- ¡Y dejad de hacer preguntas por Dios!- cerró los ojos y se levantó el flequillo de la frente, con total dramatismo, lo cual hizo que dejara de encontrarle pegas a todo lo referido a esa criatura que aún era desconocida para mí por un momento, y que una pequeña sonrisa involuntaria surcara mis labios, pues por lo menos en eso no había cambiado en lo absoluto.
-He dicho que no.
-¿¿Pero por qué no?? ¡Lo prometiste!
-Lo prometí antes de que me engañaseis impunemente.
-Eres de un rencoroso - entrecerró los ojos, mirándome con recelo, y yo rodé los míos.
Ahora mismo, Hoseok estaba en mi piso, insistiendo en que fuera a verles en el famoso espectáculo ese que tendrían el sábado, es decir, al otro día.
Y como bien él había dicho, le prometí que iría, pero eso fue antes de saber que Jin también estaría ahí, y bastante mal lo había pasado el día anterior con su llegada inesperada, como para ahora seguir torturándome.
No quería compartir más tiempo del necesario con mi chico, o bueno, mi exchico, porque sabía que eso no sería saludable para mí.
Pero aparentemente mis amigos opinaban lo contrario.
Ayer, en cuanto el pelimorado se hubo marchado a casa de sus padres con su hermano, les acorralé y les hice confesar. O por lo menos traté, porque los muy desgraciados negaron todo tipo de culpabilidad, y escurrieron el bulto utilizando la excusa barata de "No te lo contamos porque se nos olvidó, ups, que tontos somos".
Os juro que si no fuera porque tenía un futuro por delante y no quería ir a la cárcel tan joven, les hubiese cortado el cuello en ese instante con el cuchillo jamonero.
Y es que bastante trabajo me había costado superar a la princesa, o al menos intentarlo, como para que ahora me sometiera voluntariamente a este castigo.
- Ya te he dicho que no, no insistas pesado.
- No lo haces porque eres un nenazas.- acusó en un intento por sacarme de mis casillas, y que accediera a su tramposa petición, pero yo no iba a caer.
-Sí, sí, lo que tú digas- respondí con total desinterés, mirando a los huevos revueltos que estaba preparando como si fuesen la cosa más interesante del planeta.
¡En estos últimos años había aprendido a hacer huevos!
-Vengaaas, Naaaaam, porfaaaaa- comenzó a saltar cual niño pequeño, a modo de berrinche y haciendo un puchero. - ¿Cuál es el problema? Si igual estarán Yoongi, la rata y Tae.
- Ya no me fío de vosotros, panda de traidores - respondí con resentimiento.
- ¿Pero qué dices? Si todo lo hacemos por ti, has salido de un malagradecido Namjoonie... Me decepcionas.- comenzó a negar suavemente con la cabeza, y con una mano en el pecho, fingiendo estar dolido.
-Eso no fue lo que me dijisteis ayer. ¿O quieres que te recuerde como a todos os dio un repentino ataque de amnesia y olvidasteis contarme lo de que Jin llegaba? - pregunté alzando una ceja, demostrando que él mismo había desmentido su propia afirmación.
-Detalles Namjoon, detalles...- hizo un gesto con la mano, restándole importancia. No se podía ser más descarado - Además, no puedes quedarte de brazos cruzados, viendo como otros se llevan a tu princesa.
-Hoseok, déjalo - toda esta conversación me estaba agotando mentalmente.
- Lo digo en serio, Namjoon, tío, ahora que ha vuelto es tu oportunidad de recuperarle, puedes decirle toda la verdad.
-¿Crees que no he pensado en eso?- paré abruptamente de hacer mi almuerzo y le encaré, mirándole fijamente.
Efectivamente, justo como le dije, lo había pensado.
Nada más descubrir que se quedaría en Corea, consideré la posibilidad de que todo pudiera resolverse, porque, joder, nada me haría más feliz en el mundo.
Pero evidentemente las cosas no eran color de rosa.
Jin tenía un proyecto de vida, finalmente estaba estable, tenía dinero, fama, talento y ahora pareja, así que simplemente no podía aparecer Namjoonie a derrumbar toda su estructura.
- No es así de fácil Hope - confesé con cierta melancolía, utilizando parte de su nombre artístico. - No puedo ser así de egoísta.
- Namjoon, a veces serlo es necesario -posó una mano en mi hombro - Ya has hecho bastante por los demás. ¿ No crees que te toca pensar en ti por una vez? - Hizo una pequeña pausa - Y además, yo sé que a Jin aún le gustas.
-¿Eh?
- Tío, ¿no viste ayer como te recorrió de arriba a abajo?
-Pues evidentemente que lo iba a hacer idiota, es normal, por si no te acuerdas, a pesar de hayamos roto, él y yo teníamos un marcado interés sexual... y encima llevábamos 5 años sin vernos, por Dios, a todos os recorrió de arriba a abajo - contesté con el mayor tono de obviedad posible.
- Sí, sí, sí, pero no es solo eso - Empezó a negar con el dedo, haciendo un sonido que se escuchaba como un "tututu" repetidas veces - ¿No viste la cara de felicidad que se le quedó cuando descubrió que tú eras RM?
Y de solo escuchar sus palabras una sonrisa boba surcó mi rostro. J-hope tenía razón, mi princesa se había puesto súper alegre al descubrir que finalmente había conseguido mi objetivo, y eso solo sirvió para corroborar lo que yo ya sabía : Jin era el ser más jodidamente perfecto en toda la faz de la tierra, por lo menos a mis ojos
-¿Ves? Esa cara de idiota que tienes ahora mismo fue exactamente la que puso - Su voz me sacó de Seokjinlandia, y volví a caer en la realidad, frunciendo el ceño por consecuente.
Sin embargo, y con el pensamiento de que sería lo más efectivo, le ignoré.
Estuvimos unos segundos en silencio, con solo el ruido del aceite de la sartén chisporroteando, pero mi amigo terminó por romperlo, con un sonoro suspiro seguido de:
-Sabes que voy a estar insistiéndote todo el jodido día, ¿verdad?
Y en esta ocasión el que suspiró fui yo, porque no tenía ningún tipo de dudas de que justamente eso sería lo que sucedería, y como al final, después de un acoso desmesurado por su parte yo terminaría aceptando, decidí hacerlo desde ya, para por lo menos ahorrarme una tarde acompañada de sus desagradables reclamos.
-Eres un idiota.
-¿Eso es que sí? - Asentí rodando los ojos.- ¡Genial!
Y una vez contestó, empezó a hacer una especie de baile raro en celebración, que le hacía parecer poseído por un demonio.
-Espero que eso no sea lo que vas a presentar mañana.
- Oh, por cierto toma- Pasó olímpicamente de mi comentario burlón, y a continuación sacó del bolsillo trasero de sus vaqueros, un papel doblado, que terminé por descubrir que era la entrada del teatro donde sería la función - Aquí tienes - La tomé, y fui a guardarla en el mismo sitio donde él la tenía, solo que en mi propia prenda, pero un chillido de total horror hizo que me detuviera antes de siquiera llegar - ¡No, por Dios, no lo guardes ahí! - dijo extendiendo los brazos, y abriendo mucho los ojos.
- ¿Qué mierda te pasa? - Le pregunté extrañado, desconcertado por su actitud.
Pasar tanto tiempo con Tae le estaba afectando.
-Pues que seguro que luego se te olvida que la pusiste en los pantalones y la terminas lavando, o perdiendo, o quemando, o qué se yo.
-Venga ya hombre, no seas exagerado.
-Namjoon, metiste a la lavadora unos shorts con tu carnet de identidad - comentó con total seriedad.
-¡Eso le puede pasar a cualquiera!- chillé a la defensiva.
-...
-...
-Namjoon.
-¿Sí?
-Fueron tres veces.
- ¡Lárgate de una puta vez! - y comencé a perseguirle con una escoba por toda la casa, hasta que logré que saliera de ella.
El tío podía llegar a ser malditamente tocapelotas si se lo proponía.
El tic de mi ojo derecho hizo acto de presencia cuando tan solo llevaba 10 minutos dentro del teatro.
¿La explicación? Muy sencilla, estaba absolutamente solo.
Bueno, no solo, porque el lugar estaba a rebosar de gente, pero ninguno de los chicos estaba ahí.
Y con el paso del tiempo, los asientos que estaban cercanos al que me había tocado a mí, comenzaron a llenarse, lo que me dio a entender que, o no vendrían, o si lo hacían, no se sentarían conmigo.
Ya sabía yo que esos tramaban algo, pero como idiota quise confiar una última vez...
La traición, la decepción hermano...
El caso es que cuando quedaba solo la butaca de mi derecha disponible, tomé la decisión de largarme de una jodida vez, planeando un homicidio masivo, sin embargo, mi plan no pudo siquiera llegar a ejecutarse, porque al tan solo posicionar mis manos en los reposabrazos para ponerme de pie...
-¿Namjoon?
Al levantar la cabeza, me topé con los ojos más bonitos del jodido mundo mirándome con sorpresa.
Que hijos de puta...
-Jin...
-¿Solo estás tú aquí?- preguntó enfocando la vista hacia los lados, supuse que con el objetivo de encontrar a los demás.
-Eso parece...- Murmuré cohibido, definitivamente no tenía ni puta idea de cómo interactuar con él, y mucho menos a solas.
-Vaya... Me ha tocado el asiento 58... - Uff, que casualidad, a mí me ha tocado el 57, maldito J-hope, ahora entendía por qué había comprado la entrada él mismo.- Supongo, que te haré compañía...- Dijo con un intento de sonrisa amable, que resultó más bien en una mueca nerviosa, y acto seguido se posicionó en la banca contigua, apoyando sus antebrazos en el reposabrazos y por tanto rozando ligeramente con los míos.
Y como os podéis imaginar, eso fue suficiente para que mi cerebro comenzase a echar humo como un tren.
-Oh, lo siento - Se disculpó al darse cuenta del pequeño contacto que se había establecido entre ambos, para a continuación bajar su extremidad.
-Descuida- Hice un gesto con la mano para restarle importancia, aunque lo que realmente quería decir era "No te preocupes, de hecho, deberías volver a hacerlo, es que tengo una enfermedad que hace que necesite tocar a chicos con el cabello púrpura cada cierto tiempo"
Los próximos cinco minutos transcurrieron sin un intercambio de palabras por nuestra parte.
Estaba jodidamente nervioso, sentía el sudor escurrir por mi espalda a pesar del aire acondicionado, me encontraba sentado rígidamente, y mirando fijamente al frente, como un maldito loco.
-Namjoon - Su llamado me hizo dar un respingo en el lugar, y giré lentamente la cabeza en su dirección.
Dios mío, estaba tan malditamente hermoso, con unos pantalones que le sentaban de puta madre y una sudadera negra a juego con sus zapatillas. Pero a decir verdad, aún si estuviese vistiendo un traje de zanahoria gigante seguro que hubiese seguido viéndose igual de precioso.
Me daban unas ganas de morderle...
-¿Q-u-ué- é pa-s-a??- Mi voz salió un poco más aguda de lo normal, y le miraba con los ojos muy abiertos. Definitivamente parecía estar mal de los nervios.
Él simplemente suspiró.
- A ver... Yo no sé cómo decirte esto pero...- comenzó a juguetear con sus dedos, con cierta vergüenza - No estoy molesto contigo.
-¿Eh?- me quedé desconcertado.
- Lo que quiero decir es que... Es evidente que estás incómodo cuando estoy cerca, pero si la razón de eso es que piensas que estoy enfadado o algo... Entonces descuida, no te guardo rencor... De verdad - Apartó la vista, ligeramente sonrosado y yo solo me quedé mirándole embobado.
¿Cómo podía ser así de bueno?
Se suponía que tendría que estar echando fuego por la boca por toda la mierda que supuestamente le hice, no que estuviese tratando de amenizar las cosas, en todo caso eso me tocaría a mí.
Era demasiado noble para cualquiera.
-Jin yo... - No sabía qué contestar y creo que lo notó, porque apresuradamente agregó:
- No es que tengas que decir algo al respecto, ni siquiera sé si ese es el motivo de que estés así... Pero ya ha pasado mucho tiempo, y ahora mismo me apetecería que pudiésemos hablar como personas normales, sin esta tensión que por lo menos yo siento.
-Entiendo... Yo me siento igual.- Susurré tímidamente.
- ¿De verdad? - Sonrió en grande, haciendo que quisiera besarle en ese mismo instante, pero en lugar de eso, me limité a asentir. - ¡Genial! Entonces... - Estuvo dudando unos segundos, pero terminó preguntando- ¿Amigos?
Y tuve que hacer de tripas corazón para dar mi respuesta, porque yo no quería eso, para mí era todo o nada, y lo que él me proponía era estar en un término medio.
Pero como era Jin, no podría rechazarle, así que después de tragar duro, terminé por decir con cierta inseguridad:
-Amigos...
Holaaaaaaa
Espero os haya gustado.
ChanYeol como agente de bienes raíces... Lo siento es que no se me ocurrió otra cosa 😂😂😂😂
Por cierto, así como un comentario súper random, me encanta el personaje de Hoseok, no lo sé, me hace gracia, creo que es el que más me gusta de todos los secundarios... Bueno él y Tae, pero los dos vienen como un combo 😂😂😂
Un besazo y cuidaos mucho 😘😘😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top