Capítulo 23 - Porfaaaaaa

Jin's pov

- ¿Jin?

Mierda.

Definitivamente la frase "mala suerte" se quedaba corta al lado de las cosas que me pasaban a mí.

Efectivamente, justo como pensáis, el ser que se encontraba de pie frente a mi persona era Namjoon, observándome con cara de total confusión, probablemente preguntándose el porqué de mi presencia en ese lugar.

¿Qué cojones hacía ahí?

¿No se suponía que venía en las mañanas?

- N-Namjoon - Hablé con la voz entrecortada producto a los nervios. ¿Habría escuchado algo de lo que dije? Si ese llegaba a ser el caso, yo mismo me hubiese cavado un hoyo para enterrarme al lado de la señora Mi Young. Pero a juzgar por su expresión, no creí que la respuesta a mi pregunta fuese afirmativa, no obstante, como tenía que asegurarme, solté: - ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

- ¿Yo? - Se señaló a sí mismo, estaba claro que no se esperaba que cuestionara eso - Acabo de entrar.

Uff menos mal.

Producto al alivio, posicioné una palma en mi pecho, y todo el aire que no sabía que estaba reteniendo fue expulsado.

- ¿Estás bien? - Parecía estar desconcertado por mi actitud. Razones tenía, pues la situación era ciertamente extraña.

- Perfectamente - Contesté con rapidez. Él no entendía qué estaba pasando y yo por el contrario me encontraba totalmente avergonzado, porque aunque el peligris no tuviera idea de lo que había dicho, el simple hecho de que me hubiera pillado frente a la tumba de su mamá era suficientemente embarazoso. - Bueno, yo si eso ya me voy yendo - Y cual alma que lleva el diablo me dispuse a huir antes de que quisiera profundizar en los hechos, pero como antes os he dicho, lo mío no era mala suerte, sino algo que estaba más allá, y por tanto mi plan de escape falló estrepitosamente debido a que una mano contraria se posó en mi antebrazo, apretándolo un poco de tal forma que no pudiera avanzar más.

Cerré los ojos, haciendo esa mueca que pones cuando alguien está a punto de pegarte y evitas mirar, preparado para recibir el impacto.

- Espera Jin. ¿Qué haces aquí?

"He venido a hablarle a tu madre de lo loco que me tienes, en todos los sentidos cabe destacar"

Uhmm, como que esa no era la respuesta apropiada.

- Estaba saliendo del trabajo y pasé por aquí por casualidad, así que decidí entrar a dejar flores - Señalé al ramo de orquídeas que yacían frente a la piedra para enfatizar mi punto. Técnicamente lo que le había comentado era cierto, solo obvié la parte en la que me ponía a hablar como si estuviera confesándole mis pecados a un padre en una iglesia.

Abrió sus labios, vociferando un pequeño "Ahhh", luciendo realmente adorable, todavía sin dejar de sujetarme.

- Pero estaba a punto de irme, así que... Adiós.

El jugador Kim Seokjin batea la pelota, sale corriendo disparado para lograr llegar a primera base y cuando está a punto de hacerlo...

Out.

Traducción: intenté marcharme y otra vez no pude conseguirlo.

- Jin - Reforzó su agarre sobre mí, aferrándose a mi extremidad como si por nada del mundo quisiera que me alejara. No era que me molestara su tacto, pero a este punto ya me dolía un poco por la fuerza ejercida.

- Namjoon... - Señalé con la vista hacia la zona donde nuestros cuerpos estaban conectados, y él pilló el mensaje soltándome de inmediato.

Sus dedos habían dejado marca, así que comencé a frotar esa sección.

- Lo siento por eso. - Rascó su nunca con incomodidad.

- Descuida - Contesté mirando el movimiento de mi mano sobre mi rojiza piel, evitando de cualquier forma hacer contacto visual.

- Yo solo quería agradecerte. Por pasarte digo, y también por haberme escrito antes.

- Ya me has dado las gracias por eso.

- Da igual, lo vuelvo a hacer - Se encogió de hombros y yo levanté la vista, fijándome por primera vez en lo maravillosamente bien que se veía su rostro siendo iluminado por las luces cálidas del atardecer.

Mi corazón latía como bobo, porque así me ponía el moreno: bobo, tonto, idiota por él.

Era el mismo efecto de mucho tiempo atrás, cuando estábamos juntos, se resumía solo a eso: él y yo, sin que nada más importara, sin que nadie más existiera.

Namjoon me sumergía en un proceso de hipnosis, siendo él el péndulo que captaba mi atención.

Y en otra época, donde no tenía ese sentimiento de contradicción en mi pecho, él para mí significaba paz, tranquilidad, comodidad, confort... Amor.

Estar con el simio llegó a ser mi actividad favorita del día.

Cuando trabajaba en Winter Spices, a pesar de que disfrutara de mi empleo, no podía evitar sentirme ansioso cuando estaba al llegar la hora de salida, y cada vez que le veía recostado en el muro del callejón, con las manos en los bolsillos y su característica sonrisa torcida, esperando por mí, todo lo malo desaparecía.

No importaba si un cliente se había quejado, si me había quemado, si había tenido muchos pedidos, nada me interesaba realmente en ese momento, porque si estaba con él solo había cabida a que sucedieran cosas buenas.

Durante esos meses mi vida ciertamente fue sencilla, pero de todas formas, yo era feliz.

Y en mi situación actual, hubiese dado lo que fuera para volver a sentir esa felicidad. Lo peor era que ni siquiera podía echarle a él la culpa de lo que estaba pasando, ya que debido a IdiotaSun, no tenía certeza de cuál era la verdad.

Al ver que yo no respondía, y que simplemente me quedaba observándole como si acabara de aparecerse papá Dios delante de mí, comenzó a agitar una palma frente a mi rostro, logrando que saliera de mi trance y parpadeara un par de veces.

- Lo siento, me he quedado ido. - Excusé mi laguna mental y el simio sonrió un poco.

- ¿En qué pensabas?

- Ehm... - "En lo guapo que estás" - En que ese tinte que te has dado está genial para disimular las canas. Cuando llegue a los treinta me lo doy - Fue lo primero que se me ocurrió.

Verdaderamente era una respuesta idiota, pero ese tipo de tonterías viniendo de mí ya no sorprendían a nadie.

El moreno rió.

- Dices cada cosa Jin. - Comenzó a negar con la cabeza, como si yo no tuviera remedio, y de cierta forma, logré con mi tontería amenizar el ambiente, no tener que hablar más de asuntos emocionales. Contagiado por su diversión, yo también empecé a reír un poco, pero no estábamos en modo "Namjin mensos", solo fueron risitas leves. Unos segundos después volvió a hablar - Oye, una pregunta. ¿Jimin o Hoseok ta han llamado antes verdad?

- Uhm - Contesté a modo de afirmación. - El enano me ha dicho que fuese a casa de Hoseok a eso de las seis. ¿A ti también? - Asintió, demostrándome que mi teoría sobre los participantes en el encuentro era acertada.

- Ya son las cinco - Wow ¿Cuánto tiempo yo había demorado allí? - Así que, si quieres claro, puedes esperarme a que termine aquí y vamos juntos.

- ¿No llegaremos demasiado pronto? - Cuestioné con cierta incomodidad. No sabía si esto que me estaba proponiendo sería o no buena idea.

- Podemos parar a comer algo para hacer tiempo.

- No tengo hambre, almorcé tarde. - Alzó una ceja, sin creerse nada, y bueno, mi pancita comenzó a sonar, demostrando que lo que acababa de soltarle era una mentira cochina.

"Siempre hambriento nunca inhambriento"

Atte: Mi estómago.

Le di una sonrisa nerviosa.

- Anímate hombre. Te prometo que solo demoraré un momento. Además, tengo el auto ahí fuera, aprovecha, no todos los días aparece alguien dispuesto a ser tu chófer de gratis. - Para darle un matiz divertido a su cometario, intentó chasquear los dedos, pero lo único que consiguió fue un roce que no provocó ningún sonido.

- ¿No sabes chasquear los dedos Namjoon? - Pregunté con sorna.

- No te rías - Me apuntó con el dedo ( que no pudo chasquear XD), tratando de ser "amenazante" pero estaba claro que no le había molestado mi comentario.

- ¿Qué persona de 28 años no sabe chasquear los dedos por el amor de Dios?

- Pues yo. - Contestó desinteresadamente, mirando sus uñas como si fuesen lo más atractivo del planeta - Pero si aceptas lo que te he propuesto, podrías enseñarme tú mismo a hacerlo en lo que esperamos la comida. ¿Es un buen plan verdad?

¿Lo era?

Tal vez sí, tal vez no. No lo sabía.

No obstante, el simio se notaba tan expectante por que mi respuesta fuese positiva, que por una vez decidí dejarme llevar y hacer lo que me apeteciera, sin tener que considerar los pros y contras.

De todos modos, no iba a ser la gran cosa, el tiempo era limitado, así que no sería una cena de gala ni nada por el estilo, simplemente iríamos a alguna cafetería de mala muerte y me atragantaría hasta que me sintiera satisfecho.

- ¿Podrías dejar de mirarme con esa cara de idiota y hablar de una vez con tu madre en lo que yo espero fuera? - Y esa sencilla frase bastó para que Nam mostrara su brillante sonrisa que venía acompañada de sus encantadores hoyuelos.

Joder, este hombre de verdad que me ponía mal.

- Genial. - Comenzó a rebuscar algo en su bolsillo trasero. - Toma.

- ¿El qué?

- Las llaves del coche. ¿No pensabas esperarme parado en la entrada verdad? - Pues sí, era justo lo que estaba pensando.

- Pffff No - Rodé los ojos - De hecho ahora mismo iba a decirte que me las dieras. - Expresé con aires de grandeza.

Modo diva activado.

Asintió varias veces fingiendo que me había creído, pero estaba claro que se estaba burlando de mí.

- Aquí tienes. - Y una vez hube tomado lo mencionado, comencé a avanzar hasta la salida. - ¡Por cierto! - Gritó cuando existía un buen tramo de separación entre nosotros, llamando mi atención, por lo cual me giré de tal forma que ya podía verle a la cara - ¡Eres un mal mentiroso Jin!

¿Lo decía debido a lo del motivo de mi visita al cementerio?

¿O era por lo de la comida?

¿Quizá por lo de las llaves?

"Joder, Jin, tienes que dejar de mentir, tu hermosa naricita se va a deformar"

De todos formas, por mi orgullo básicamente, decidí contestar:

- ¡No te recomiendo enfadarme! ¡Puedo robarte el coche! - Agité el pequeño bulto de llaves en el aire, con expresión de autosuficiencia, demostrándole con ese acto que yo era quien controlaba la situación.

O por lo menos eso pensé, porque con sus siguientes palabras, mis mejillas pasaron a teñirse de rojo escarlata:

- ¡Tú puedes quitarme lo que quieras! ¡No será lo primero que me robas de todas formas!

- Para no tener hambre bastante que has comido.

- Exagerado.

- Pediste tres raciones de Japchae.

- Porque eran pequeñas.

- Jin.

- ...

- Eran tamaño familiar.

- ¡Déjame!

Justo como habíamos pactado, cuando el simio terminó su visita, nos fuimos a comer juntos para aprovechar el tiempo antes de llegar a casa de Hoseok y Tae.

Yo había sugerido ir a por unos simples bocatas, pero el peligris al final terminó arrastrándome a un restaurante de comida tradicional.

De todas formas eso no me había molestado en lo más mínimo, porque todo estaba absolutamente delicioso.

Ahora mismo eran las 6:10 y estábamos aparcando frente a nuestro destino original, mientras teníamos un ardiente debate, que básicamente consistía en escucharle mofarse de mí, sobre todo lo que había comido.

Tampoco era tan raro, es decir, Platillos exquisitos + Jin famélico = Mucha comida para que Jinnie se llenara.

Tan sencillo como eso.

Por suerte para mí, el encuentro pasó bien. En un inicio estaba reacio a ir, y al final terminé entreteniéndome mucho con él.

¿Quién hubiera pensado que la persona que me ayudaría a dejar de lado por un rato mis problemas sentimentales con Namjoon, iba a ser el mismo Namjoon?

- Creo que eres el único ser en el mundo que se ve lindo comiendo tanto.

- Namjoon, yo me veo lindo en absolutamente tooodo lo que hago - Alargué la "o", para enfatizar mi punto, porque tenía razón, o sea, yo era demasiado espectacular comparado con el resto de la raza humana. Bien humilde que soy, lo sé - Si te pusieras a enumerar todas y cada una de las veces en las que me veo bien, no terminarías hasta dentro de mil años. De hecho, incluso ahora, caminando casualmente hacia una casa luzco incre-Ahhhhhh

Que vergüenza.

¿Ya había dicho eso de que lo mío era más fuerte que la mala suerte?

¿Sí?

Pues lo repito.

Mientras divagaba acerca de mi perfección, me tropecé con uno de los escalones del porche y casi me como el suelo, pero el simio logró sostenerme antes de que sucediera algo incluso más bochornoso.

- ¿Estás bien? - Preguntó ayudándome a incorporarme, con una mueca muy graciosa, porque consistía en una mezcla de burla con preocupación. Yo simplemente asentí.

- ¿Ves? Hasta cayéndome me veo genial - Intenté ser gracioso para justificar de alguna forma mi "para nada genial" acto.

- Eres muy divertido Jin - Y para acompañar su frase, me sacudió el pelo como si fuese un perrito.

¿Sabéis que recordé en ese momento?

La primera vez que ese idiota acosador se apareció en mi universidad.

Que nostalgia.

- Creo que deberíamos entrar. - Respondí desviando el tema, para seguir avanzando y él levantó el puño con el objetivo de tocar la puerta, la cual, antes de que pudiera ser tocada, fue abierta por un adorable chico de mejillas regordetas.

- Ya era hora. Llevamos un siglo esperando.

- Pero si solo son las y diez. Qué exagerado. -respondió el moreno.

- Bueno, da igual. Pasad - Se paró a un lado, haciendo un ademán con la mano para que entráramos. - Por cierto Hyung, que vergüenza, casi le plantas la cara al piso.

- ¿Lo has visto? - Pregunté poniéndome rojo como un tomate.

- De hecho yo también lo he visto - Una cuarta voz llamó mi atención, por lo cual me giré, descubriendo que se trataba de mi hermano, quien estaba desplomado sobre el sofá apoyando su cabeza en el hombro de Yoongi. Señaló a la ventana abierta, demostrándome que por allí pudo observar los acontecimientos - Le he ganado a Jiminie. Él ha apostado por que te ibas a caer y yo por que no - Sonrió victorioso y comenzó a ondear en el aire un billete de 10.000 won, para después propinarle un beso al mismo - Siempre confiando en ti hermanito - Esta vez el beso me lo lanzó a mí y yo le miré entrecerrando los ojos recorosamente, acompañado del más bajo del grupo, quien al parecer se había tomado a mal eso de perder.

- Mira que eres miserable Jungkook. - Hoseok, que estaba saliendo de la cocina siendo seguido por su pareja, observó al menor fijamente, negando suave con la cabeza y mostrando una mueca de decepción. En ese instante pensé: "Uff, por fin alguien razonable. Seguro que le va a decir que siendo él un artista conocido, no es bueno que ande apostando y quitando dinero a los demás por ahí." Pero... - Si vas a apostar hazlo como los hombres, empeña una cadena de oro o algo, no 10.000 miseros won por el amor de Dios.

- ¡Hoseok! - Chillé a modo de regaño.

- ¡Jin! - Contestó por inercia.

- ¡Tae! - Exclamó... Pues Tae. El peliazul sonreía con total inocencia, mientras cargaba una bandeja llena de snacks - ¿A qué estamos jugando?

Todos nos quedamos mirándole fijamente por un rato, con máxima seriedad, hasta que el peligris habló:

- J-hope, lo digo en serio. Tienes que llevarlo al médico.

- ¡Deja en paz a TaeTae! - Bramó el castaño pasando un brazo por la cintura de su novio, acercándole a él.

- Ahora por malo no te daré ningún apelativo. - Echó el recipiente hacia atrás, protegiéndolo de las garras de Simiojoon.

- Se dice aperitivo Tae.

- Eso.

Namjoon simplemente rodó los ojos.

- Bueno, ya estamos aquí. ¿Qué es eso tan importante que tenías que comunicar? - Dijo, sentándose en uno de los asientos disponibles. Hice lo mismo, en uno que quedaba frente al suyo.

El fotógrafo dejó la merienda sobre la mesita de café, y yo, ajeno a la interacción del resto del grupo, inmediatamente me lancé a hincarle el diente a uno de los pequeños bultitos.

¿Qué? Todavía tenía hambre. ¿Algún problema? ¿Lo resolvemos a putazos o qué?

- Calma amigo, calma. Primero disfrutemos de este encuentro en-

- Hoseok, al grano - lo frenó el simio.

- Siempre impaciente mi buen hombre. Pero está bien, cumpliré con tu amable petición - Expresó irónicamente. Como si estuviera a punto de hacer un comunicado importante, se aclaró la garganta - Buenas tardes, damas y caballeros.

- ¿Damas? Aquí no hay chicas Hyung - Habló Kookie.

- ¿Y entonces Yoongi y Namjoon que son?

Respuesta a la pregunta: cojinazo a la cara. Cortesía de cierto pálido con mal carácter.

- Con vosotros no se puede ni bromear un poquito. Qué sosos sois. - Refunfuñó - A ver, lo que sucede es que nos han contratado, es decir, a la compañía en general, para un evento en el hotel Jeju Ollero.

- ¿Lwa Ifla Jehwu?- Pregunté con la boca llena. Quise decir "¿La Isla Jeju?" y aparentemente él entendió, porque asintió con la cabeza.

- Va a ser una visita de unos ministros o algo así, la verdad no sabemos muy bien - Continuó Jiminie - Pero el caso es que vamos a ir como atracción principal para estos clientes.

- Mi novio va a bailarle a los peces gordos del país - comentó el cantante abriendo la boca con sorpresa.

- ¿Y qué tenemos que ver nosotros en esto? - Inquirí, ya habiendo tragado.

- A eso iba a llegar. Resulta que a nosotros dos, como somos los dueños, organizadores y todo eso, de pago, además de un pequeño monto de dinero, nos dan tres días y dos noches con gastos incluidos en el hotel. Básicamente sería de viernes a domingo.

- Esto será en dos semanas - Siguió hablando el chico de gran sonrisa - Entonces, hemos pensado que, como Jin aún no ha abierto el restaurante, Tae trabaja individual, y vosotros tres - Señaló a los restantes - ibais a tomaros unas vacaciones, podríamos ir todos juntos. Nosotros solo trabajaríamos el viernes en la noche y ya el resto del viaje a descansar. Por supuesto, vosotros pagais vuestra parte eh - Advirtió frunciendo el ceño.

- Wow... Eso estaría genial. ¿Verdad Hyung? - Le preguntó Kook a Suga.

- Ya le había dicho a Jimin que te iba a gustar la idea.

- ¿Tú lo sabías?

- Uhmm - Hizo un sonido a modo de afirmación.

- O sea ¿Jiminie te lo contó a ti pero a mí no? - Puso una mano en su pecho, totalmente ofendido y miró al bajito - No me lo puedo creer. La traición, la decepción enano...

- No seas rencoroso Kookie, lo que pasa es que tuve que decirle para ver si os daba tiempo a terminar con la canción y todo eso - Respondió y se acercó a él, para abrazarlo y comenzar a dejar besitos en su mejilla derecha, provocando que tuviera que abandonar su supuesta "molestia" y sonriera como idiota.

- Yo también voy - Avisó el peliazul.

- Pues claro, tú vienes en combo con Hoseok. - Afirmó el peligris.

- ¿Y tú qué? ¿Te animas?

- Supongo, de todos modos no tengo mejor plan. Me vendría bien relajarme un poco.

- ¡Genial! ¡Entonces tod-

- Yo no voy.

En ese instante, los seis pares de ojos se enfocaron en mí.

- ¿Eh? ¿Por qué? - Sonó alarmado el más culón.

- A ver chicos, no es que no quiera ir, pero simplemente no puedo. Ahora mismo tengo todo este lío del restaurante. Están los chicos de construcción y-

- Solo sería un fin de semana Jin, no os vais a atrasar mucho solo porque no trabajéis tres días - Me cortó Yoongi.

- Ya, pero no es solo eso. Está ChanYeol y-

- Dile que vaya también. ¿Cuál es el problema? - Esta vez quien intervino fue el castaño.

- ¿Podriais dejarme hablar? - Ya me estaba cabreando por tantas interrupciones. - Está ChanYeol y no sé si pueda ir por su trabajo, además no tengo dinero. O sea, sí tengo pero ahora mismo no estoy en condiciones de estar gastando. No estoy trabajando - Levanté un dedo, para comenzar a enumerar - Tengo que pagarle a los constructores y encima hace poco me he comprado un departamento. Ya no me queda ni dignidad. Además ese es un puto hotel cinco estrellas, tendría que vender un riñón para pagarlo.

- Oh, pero si el problema es el dinero entonces yo po-

- ¿No te estás olvidando de una cosa Hyung? - Namjoon empezó a hablar, pero el más pequeño no le dejó acabar la frase.

- ¿De qué? - Cuestioné.

- Oh, no lo sé. ¿Algo como que tu hermano menor es rico tal vez? - Se cruzó de brazos alzando una ceja.

"Oh..."

- No, de ninguna manera. No vas a pagar por mí. - Le rechacé de inmediato.

- Ay por el amor de Dios Seokjin. Somos familia.

- Más respeto conmigo mocoso. - Rodó los ojos. - Y de todos modos no. Siento que me aprovecharía de ti.

- ¿Y qué tiene de malo eso? Yo llevo más de 20 años aprovechándome de ti. - Soltó como si fuera lo más obvio del planeta - Y pretendo seguir haciéndolo. Cuando abras el restaurante no pienso pagarte ni un won para que lo sepas.

- Tampoco iba a cobrarte nada imbécil.

- ¿Ves? - Me señaló - ¿Tú si puedes gastar en mí pero yo en ti no?

- Obvio.

- ¡No es justo! - Hizo un puchero, y se sacudió sobre su lugar infantilmente.

Igual tenía razón, es decir, se trataba de mi hermano, no de algún simple conocido, y además, no es que no pretendiera devolverle el favor, en cuanto estuviera más repuesto económicamente saldaría mi deuda con él.

Pero por otra parte, estaba el problema de que iría Namjoon y en caso de que yo aceptara, probablemente ChanYeol.

¿Soportar tres días junto a esos dos?

Mierda, era difícil. Si la otra vez casi escupo el corazón del estrés y solo estuvimos juntos un par de horas, no me imaginaba como me pondría en tres días.

Seguramente me salieran canas y verdaderamente tuviera que hacer lo del tinte.

Al ver que me mantenía pensativo, dudoso sobre qué decidir, volvió a hablar:

- Venga Hyung. Estuvimos muchos años sin vernos, ya es hora de que hagamos algo divertido todos juntos.

- Eso Hyung, porfa - Apoyó Jimin, haciendo un mohín para lucir tierno.

- Porfaaaaaa - Le siguió Tae, y así estuvieron un buen rato, insitiendo e insistiendo, como si fueran niños malcriados que quieren a toda costa que sus madres les compren un juguete.

Así que debido a toda esa presión, terminé suspirando hiper mega dramáticamente, para acabar diciendo:

- Está bien, está bien. Iré.

"Dios nos pille confesados"

Jelouuuuuuuuuu

Hola otra vez. Espero que os haya gustado este capítulo, no si ha quedado bien, pero yo lo he hecho con todo mi amor 😳😳

¿Qué es eso que le robó Jin antes a Namjoon?

¿Qué es lo que pretendía decir Namjoon antes de que el Kookencio le interrumpiera?

Lo dejo a vuestra interpretación...

Hoy pretendía subir tres capítulos, de hecho, el tercero está prácticamente acabado, y si estuviera escribiendo con un teléfono en óptimas condiciones, lo subiría, peroooooo no si pueda debido a los mismo problemas.

No obstante, voy a intentar publicarlo en la noche :) y si no puedo, pues probablemente mañana, pero pronto lo tendréis.

Gracias por esperar y seguir leyendo, eso me anima muchísimo y pronto llegará eso que todos estamos esperando.

Un besazo y cuidaos muchito 😘😘😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top