Capítulo 21 - Pensé que me iría por el tragante y saldría en Pakistán.
Nam's pov
Ya habían pasado aproximadamente tres meses desde que Jin había vuelto a Corea, y por tanto, casi uno desde nuestro encuentro en el centro comercial.
Si soy sincero, ese día, numerosas sensaciones que aparentemente no guardaban ningún tipo de relación entre ellas, afloraron dentro de mí.
Estaba feliz porque, joder, mi princesa conservaba después de tantos años , un objeto que, aunque pareciera sencillo o incluso absurdo, era una prueba de lo idiotizados que estábamos el uno por el otro en esa época, y en mi caso, de lo que seguía estándolo.
Sin embargo, también me encontraba algo afligido, porque estaba más que claro que Jin no se sintió alegre al encontrarme, y obviamente tenía sentido, a nadie le resultaría agradable estar en los mismos metros cuadrados que su ex y su actual novio, pero a pesar de todo, de saber que él tenía motivos de sobra para no quererme tan cerca ni involucrado tanto en su vida, ese evidente rechazo... Me dolió.
Pero ese era un precio que yo acepté pagar desde el día que decidí montar toda la farsa de Dong Sun para que mi chico se marchara a Francia, así que lamentarse era en vano.
Básicamente estaba confundido, mi interior era un desastre de emociones y pensamientos, pero definitivamente el mayor causante de que yo estuviera así no era el pelimorado, nada de eso, el responsable de mi conflicto interno era nada más y nada menos que ChanYeol.
Desde el día que le conocí en casa de Jimin, supe que era una persona agradable, pero en esta ocasión, donde tuve que hablar con él directamente, me di cuenta de que sin duda alguna era un tipo genial.
¿Y sabéis a qué conclusión llegué?
Que si las circunstancias hubiesen sido otras, el peliblanco y yo pudiéramos haber llegado a ser buenos amigos, de esos que se reúnen a ver fútbol y tomar cervezas.
No obstante, y desafortunadamente para todos, yo iba a seguir odiándole. Me caía jodidamente bien, cierto, pero aún así, era la persona que más aborrecía en el mundo porque él tenía a Jin y yo no, tan sencillo como eso.
Sé que esto no tenía ningún tipo de sentido, que era una contradicción pura y dura, pero extrañamente, así me sentía yo.
En estos instantes, me encontraba en la empresa.
Estábamos trabajando en una canción que sería usada para un drama japonés, y tanto Yoongi y Jungkook, como yo, habíamos estado doblando turnos y currando lo máximo posible, no solo por este proyecto, sino porque planeábamos tomarnos unos cuantos (y bien merecidos por supuesto) días de vacaciones, por ende, mientras más pronto acabáramos con las tareas pendientes, antes llegaría el tan ansiado descanso.
Pero aún sabiendo eso, y estando más que consciente de que el esfuerzo sería recompensado, ese día en particular no podía centrarme.
¿La razón?
Se cumplía un nuevo aniversario de la muerte de mi madre.
Eso me tenía jodidamente inquieto, y aunque hubiera pasado muchísimo tiempo, seguía sintiéndome tan triste como el primer año.
Además, a esto se le añadía el pequeño detalle de todos lo conflictos emocionales que había desarrollado desde el retorno del pelimorado a Corea, por lo que esta vez en específico, estaba más sensible que nunca.
Yo solía visitar el cementerio por las mañanas, pero dada mi situación laboral, haría una excepción y me pasaría en la tarde, cuando hubiera acabado mi horario.
En fin, que eran las putas 10 am y yo estaba desplomado sobre una silla, en una esquina de mi estudio, desprendiendo un aura totalmente depresiva, y para colmo de males llevaba retocando la misma mezcla desde hacía más de dos horas.
Totalmente improductivo.
- Namjoon. ¿Estás bien? - Llamó Yoongi, sacándome de mi trance y haciendo que alzara la vista en su dirección, sin quitar la cara de cordero degollado que tenía desde temprano, y que aparentemente no se marcharía con facilidad.
- Sí - Mentí - ¿Por qué la pregunta?
- Pues porque llevas toda la mañana trabajando en la canción que no es. - Contestó con tono de obviedad, alzando una ceja.
"¿Eh?"
Me detuve un segundo a procesar sus palabras, y una vez lo hice, no tardé en abrir desmesuradamente los ojos.
- Mierda - Mascullé al percatarme de que tenía razón. Se suponía que debíamos estar corrigiendo "Your eyes tell", y yo andaba tan tranquilo de la vida con "For You". Lancé con frustración el bolígrafo que había sido mi compañero de juegos en los últimos minutos, y puse las manos a ambos costados de mi cabeza, jalando suavemente mis cabellos - Lo siento. Es que estoy... - Hablé en tono cansado, y expulsé aire con pesadez - No sé ni cómo estoy - Comencé a frotar mis sienes, intentando relajarme, centrarme, y despejar mi mente, dejar de pensar por un segundo en todo lo malo que estaba ocurriendo, o mejor dicho, que había ocurrido.
- Namjoon. ¿Por qué no te tomas el día libre?
- ¿Cómo? - Le miré a la cara nuevamente, aún sin apartar mis dedos de mi rostro. En esta ocasión, quien suspiró sonoramente fue él.
- Nam, nos conocemos desde antes de que yo saliera del armario, y llevo sabiendo que soy gay desde que me enamoré de mi profesor de mates en tercer grado de la primaria - Su objetivo con ese comentario era hacerme reír, y realmente no tenía ganas, pero de alguna forma u otra terminé esbozando una pequeña sonrisa, básicamente porque su planteamiento tal vez pareciera mentira, pero era anécdota. - Mira, soy un asco con esto de consolar a la gente, si ves la que lié cuando intenté animar a Jimin aquella vez que le arruinaron el pelo en la peluquería y se lo dejaron verde fosforescente - Fingió tener un escalofrío, como si el simple recuerdo de aquello le produjera repelús - Pero a lo que quiero llegar es que... No tienes que fingir que estás bien conmigo, ni con Hoseok tampoco. Sabemos que este es un día chungo para ti, y es más que comprensible. De todos modos aún tenemos tiempo y todo está bastante adelantado. - Señaló a los dispositivos que usábamos para trabajar, haciendo referencia a que la canción iba bien - Dejáme a mí todo por hoy, y vete a casa. Descansa, date una ducha, ve porno, o no sé, lo que necesites hacer para sentirte mejor, pero estoy seguro de que eso no es estar aquí.
Tal vez él tenía razón.
Igual lo que necesitaba era pasarme por el cementerio y luego tumbarme en mi cama, estar en modo sad el resto del día, ver alguna película cutre de vaqueros y comer comida chatarra hasta que mis muslos engordaran aún más.
Pero tras estar unos breves instantes en silencio, analizando rápidamente la situación, llegué a la conclusión de que no podía hacer eso.
No quería dejar a mi amigo con todo el trabajo, además, yo ya era un adulto hecho y derecho, me faltaba poco para debutar en los treinta, así que tenía que aprender a lidiar con los problemas, no podía simplemente huir y ponerme a llorar cuando las cosas se pusieran difíciles, no podía parar el mundo cada vez que me sintiera mal.
Así que con ese pensamiento, me di un par de palmadas en las mejillas, como intentado darme ánimos a mí mismo, y me erguí sobre mi asiento, para después contestar:
- Tranquilo Yoongi, no me voy a ir. Sigamos en lo que estábamos.
- ¿Estás seguro? - Preguntó dudoso y yo asentí - Espero que no lo hagas porque te da vergüenza conmigo o alguna gilipollez de esas, porque si es el caso, te parto las piernas por imbe-
- Shhh. No es nada de eso idiota - Rodé los ojos - De verdad que no entiendo cómo puedes tener tan mal carácter con el tamaño ese.
- Eso lo dices porque nunca has visto a Jimin enfadado.
- Alguna idea me hago. En la fiesta de Jiho me dio miedito.
- Es un enano agresivo.
- Amas a ese enano.
- También amo a mi rata. - Afirmó, con un tono que mezclaba indignación con algo más que no sabría identificar, pero que básicamente quería expresar: "¿Cómo se te ha podido olvidar mencionar a Jungkook?" - Los amo a los dos. Voy a ver a Kookie.
Y se fue, así, sin más, riendo como tonto enamorado, dejándome a mí negando con la cabeza y soltando una pequeña risilla.
Tanto que se burló de mí y Hoseok y al final terminó peor que nosotros.
Después de su marcha, me dispuse a iniciar de una vez con lo que debí haber comenzado muchísimo antes, pero evidentemente, aunque hubiese hecho todo lo posible por aparentar lo contrario, seguía sintiéndome mal.
Estuve así, con los ánimos por el suelo un buen rato más, hasta que el tono de notificación de mi móvil se abrió paso ante la quietud de la habitación.
Encendí el artefacto para ver de quién se trataba y me llevé una extraña, pero grata, realmente grata, sorpresa.
Mi princesa💖💖
Hola 10:20 a.m
Soy Jin 10:20 a.m
Claro que sabes que soy Jin, lo dice el contacto 10:20 a.m
Que tonto soy 10:20 a.m
Reí un poco ante su alocada introducción. Por como se estaba expresando, me daba pinta de que estaba nervioso, pero realmente no entendía la razón, ni el motivo de que me estuviera escribiendo, pues aparte de nuestros encuentros casuales o cuando estábamos con los chicos, no habíamos tenido mucho más roce, desafortunadamente para mí claro está.
Hola Jin. 10:21 a.m ✅✅
¿Ha pasado algo? 10:21 a.m ✅✅
No, no, tranquilo no ha sucedido nada. 10:21 a.m
Solo te escribía porque 10:21 a.m
Y paró ahí, dejándome intrigado. Llegué a pensar que se había desconectado, pero aún seguía "En línea".
Por tanto, ya que él no parecía querer avanzar, tras unos momentos sin intercambiar palabra, le incentivé a que me lo contara.
Porque... 10:23 a.m ✅✅
Y me dejó en visto.
"Cada día la princesa está más loca"
Pensé.
Estuve esperando a su contestación por lo que parecieron horas, o por lo menos a que apareciera en la parte superior de la pantalla un simple "Escribiendo...", pero tras estar varios minutos mirando al mismo chat con cara de idiota, suspiré por milésima vez en lo que llevábamos de mañana, y di por hecho que Jin no respondería.
Bloqueé el móvil, y justo cuando estaba depositándolo sobre la superficie de la mesa, volvió a sonar.
A una velocidad digna de de señora que compite con otra por alcanzar el único asiento libre en el autobús, y como si pareciera una niña puberta que espera el mensaje de su crush ( aunque, a excepción de lo de la niña, así fuera ), accedí nuevamente a la conversación.
Yo solo quería saber si estabas bien. 10:30 a.m
¿Eh? ¿Bien? ¿Si estaba enfermo? ¿Herido? No entendía.
Ehmm sí, supongo que estoy bien. Tengo salud. 10:30 a.m ✅✅
No me refiero a eso idiota 10:30 a.m
Reí por su respuesta, su mal carácter conmigo no cambiaba, hubiese apostado lo que fuera a que en ese instante había rodado los ojos.
Lo que intento preguntar es... 10:30 a.m
¿Cómo estás por lo de tu mamá? 10:30 a.m
Y en ese momento mi corazón comenzó a latir rápido.
Jin se había acordado, y no solo eso, estaba preocupado por mí.
Por cosas como estas es que yo no podía dejar de quererle, y tampoco era como si quisiera, aunque no fuera correspondido, se sentía bien amar a una persona como él.
Con dedos temblorosos, por la repentina sensación de alegría, respondí:
Estaba mal, pero ahora estoy muchísimo mejor. 10:31 a.m ✅✅
Y era cierto, solo con eso, mi chico había conseguido animarme el día. Él estaba a otro nivel.
Muchas gracias por preguntar Jin, de verdad. Me sorprende que te hayas acordado. 10:31 a.m ✅✅
Namjoon, a pesar de que hayan pasado muchas cosas entre nosotros, eso no quiere decir que yo haya borrado todo de mi cabeza. Y menos una fecha como esta. 10:31
¿Podía ser más bueno?
¿Podría estar más apachurrable?
¿Existía un sentimiento aún más fuerte del que ya yo sentía por él?
Con las emociones a flor de piel, conmovido, y hallándole a esas palabras un significado que probablemente no tuvieran, estuve a punto de responder, dejándome guiar por mis emociones, pero antes de que pudiera hacerlo, el pelimorado añadió:
Que bueno que estás mejor 10:31 a.m
Si te hace falta algo solo tienes que decirlo 10:31 a.m
Te dejo, que estoy con Jackson y los chicos 10:31 a.m
Adiós Namjoon 10:32 a.m
Y el "En línea", desapareció.
Quedé ligeramente...¿desilusionado?
Me hubiese apetecido haber hablado mucho más con él, pero tal vez era mejor así, antes de que dijera cualquier cosa que pudiera cagarla.
De todos modos, esta pequeña interacción me había dado el subidón de energía que necesitaba para poder seguir con lo mío hasta que culminara mi turno.
Así que con una diminuta sonrisa boba, me dispuse a dar mi 100%.
Definitivamente Jin seguía siendo más efectivo para aliviar mi dolor que cualquier remedio o medicina.
- Llámame si te hace falta algo ¿vale?
- Que sí pesado - Rodé los ojos, riendo, porque aunque aparentara molestia, realmente estaba agradecido con Yoongi por toda la atención que estaba teniendo conmigo - Ya me lo has dicho mil veces.
- Encima que hoy ando de buena gente - Entrecerró los ojos mirándome recorosamente y señalándome con el dedo de forma acusatoria - No te crié para que fueras así de ingrato.
- No me criaste imbécil.
- Bueno, pero te he dado los mejores años de mi vida. ¿Así me lo pagas? - Puso una mano en su pecho, acompañado su dramática acción con una expresión de indignación.
Yo comencé a reír, y le atraje hacia mí dándole un enorme abrazo oso, demostrándole de esa forma todo lo que apreciaba sus intentos por ser chistoso para hacerme sentir mejor.
Justo como esperaba, hizo una mueca de asco y trató de zafarse de mi agarre, retorciéndose cual gusano y forcejeando como si yo estuviera intentado secuestrarlo y no simplemente abrazándole, todo en vano obviamente, porque yo era mil veces más corpulento y fuerte que él.
Cuando consideré que ya había sufrido lo suficiente, le solté, y el pálido comenzó a refunfuñar como el gatito rabioso que era.
- Joder Namjoon, solo intentaba ayudar. No tenías que castigarme de esa manera.
- ¿Qué dices? ¿Que quieres otro abrazo? - Fingí no escucharle, y abrí mis brazos para comenzar a acercarme lentamente, pero todo lo que conseguí fue que se largara corriendo hacia su auto, donde le esperaba el más pequeño de nuestro grupo de amigos, y que antes de entrar, me sacara el dedo del medio.
Con notable mejoría en mi actitud, me dirigí hacia mi propio coche y me puse en marcha.
Ya había acabado mi turno, así que inmediatamente pasaría por una floristería y luego directamente a ese sitio del infierno.
J- Hoooopeeeeeeeeeeeeeeeeeee.
En el camino, mi teléfono comenzó a reproducir la voz de Suga gritando a todo pulmón el nombre artístico del castaño, lo cual significaba que este último me estaba llamando, pues el escándalo del pálido era nada más y nada menos que el tono de llamada que le había adjudicado específicamente a su contacto.
Contesté, poniendo el manos libres para no distraerme de la carretera.
- Hey.
- Namjoon, mi buen hombre, máquina, bestia, tigre, león, pantera, drag-
- Hoseok ¿Qué mierda tienes? - Corté su palabrería absurda, con cara de quien ha visto a un muerto, aunque sabía perfectamente que él no podía verme. Lo he dicho mil veces, pero cada día estaba más convencido de que pasar tanto tiempo con Tae le estaba atrofiando la parte que le quedaba sana del cerebro.
- Uff que carácter - Se quejó - Bueno, solo llamaba para decirte que sí o sí tienes que venir a mi casa esta tarde.
- Hoseok... ¿Crees que hoy, específicamente HOY, tengo el cuerpo para idioteces? - Pregunté con el mayor tono de obviedad posible, demostrándole que realmente no tenía humor para lo que fuera que él pretendiera hacer.
- Por eso mismo tienes que venir. Es una cosa urgente.
- ¿Urgente de verdad? ¿O urgente como aquella vez que me llamaste para que te ayudara porque Tae se había quedado atascado en el váter? - Pregunté con reproche. Desde esa ocasión, y tras haber tenido que usar vaselina para destrabar al peliazul, no me fiaba de él.
- Dos cosas. Uno: lo de TaeTae era verdaderamente urgente ¿Querías que mi bebé se quedara atorado ahí por el resto de su vida? - Rodé los ojos - Y segundo: esta vez es una cosa importante para todos.
- ¿Ha pasado algo malo? - Ya me estaba empezando a preocupar.
- Tal vez.
- Ok, eso quiere decir que es alguna de tus tonterías otra vez. - Conociéndole no sabía ni por qué aún le hacía caso.
- No es nada malo. De hecho, es muy bueno. Pero no te puedo decir ahora, Jimin y yo queremos comentárselo a todos a la vez.
- ¿A todos? ¿Has llamado a Yoongi?
- Y a Jungkook y Jin.
- ¿Jin también irá? - Creo que soné un poco ansioso, pero de veras que me moría por verle, más después de sus mensajes de antes, y una reunión de "amigos" en la vivienda del bailarín era la excusa perfecta.
- Te espero a las seis Namjoon.
Y colgó, sin tener que responderme directamente, porque la afirmación era más que evidente.
Mis planes habían vuelto a cambiar:
Floristería. Cementerio. Casa de los idiotas. (Esto suena un poco como Dora la Exploradora XD)
Una vez hube comprado las flores, emprendí mi camino hacia el lugar donde yacían los restos de mi madre, para diez minutos más tarde, haber llegado finalmente.
Me bajé del vehículo y comencé a caminar a paso lento, hasta divisar la lápida donde estaba tallado el nombre "Kim Mi Young".
Iba a seguir avanzando para posicionarme frente a frente, pero una expresión de desconcierto se abrió paso en mi rostro al descubrir que alguien más se me había adelantado, y estaba arrodillado frente a la piedra.
- ¿Jin?
Jelouuuuuu
¿Cómo estáis?
Espero que os haya gustado el capítulo.
Voy a estar sin internet por unos días, lo cual es algo triste pero genial a la vez, porque voy a tener tiempo para escribir como Dios manda, y no caer en la tentación de revisar redes sociales 😂😂
Así que espero tener varios capítulos hechos cuando vuelva 😉😉
¿Qué hace Jin en el cementerio?
¿Qué es eso tan importante que tiene que comunicar Hoseok?
¿Se habrá vuelto a atascar Tae en el váter?
¿Qué será de la vida del profesor de Yoongi?
¿Aún Suga le sigue amando?
Nunca lo sabremos, lo del profesor digo, porque tendremos respuesta para el resto en los próximos caps.
Un besazo bezoso y cuidaos mucho muchito.
Os amo como Yoongi a Jimin y Jungkook 😘😘😘
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