Capítulo 2- ¡Hyung! ¡Te he extrañado muchooooo!

Holiii

Antes que nada deciros que cada vez que salga esto "&", leáis como si estuviera en cámara lenta, ya que he escrito imaginándolo así, y me ha hecho gracia... XD


Jin's pov

Corea.

La brisa húmeda característica del otoño en mi país natal, se coló por todos y cada uno de mis poros, haciendo que extendiera los brazos, cerrara los ojos y alzara la cabeza, disfrutando de esa sensación maravillosa que estar en casa después de cinco largos años me provocaba.

Porque sí, finalmente, estaba en casa.

Todo este tiempo fuera me había servido para darme cuenta de un sinnúmero de cosas y una de ellas, era que tenía que valorar mi talento.

No era cuestión de ser presumido o altanero, sino de ser consciente de mi propia habilidad, y esa confianza me ayudó a abrir puertas que aparentemente estaban cerradas.

"Rech" comenzó siendo como todo lo que es nuevo: desconocido, sin embargo, eso no duró mucho, pues junto a un equipo maravilloso, fui capaz de en pocos meses, elevar la popularidad del restaurante.

Y es que como había dicho el señor Park, todos los cursos y prácticas que pasamos previamente a la apertura, nos nutrió de un conocimiento increíble, y por ello, el local francés, cuya área culinaria era trabajada únicamente por cocineros coreanos, supuso un boom en el mundo de la gastronomía.

Y yo tuve la dicha de estar frente a todo ese proceso.

A tan solo dos años de haber abierto, montones de críticos, reporteros y cadenas televisivas pasaban por nuestras cocinas con el objetivo de ver al joven chef que con la temprana edad de 27 años, había logrado colarse en la lista de los más reconocidos.

Yo solía alegar que todo había sido un golpe de suerte, sin embargo, el resto no parecía opinar lo mismo, decían que todo se debía a mi capacidad, y por tanto, comencé a creérmelo.

Años y años de trabajo duro dieron frutos.

No obstante, lo único que me motivaba no era el deseo de crecer y llegar a ser alguien, sino cierto moreno jodidamente guapo y con adorables hoyuelos.

No sabría cómo explicarlo.

Luego de nuestro fatídico final, me sentía como una puta mierda, y por ello creí que lo mejor sería alejarme de todo. Y con esa mentalidad, trabajé y trabajé, ya que de cierta forma, el sacrificio era una vía para centrarme en otras cosas y dejar de pensar en él.

Porque a pesar de todo, jodidamente le extrañaba.

Cualquiera hubiese pensado que era un idiota por mantener sentimientos por una persona que me había terminado tratando como una puta mierda, pero yo no podía olvidar.

Y es que los buenos momentos juntos, superaban cualquier ofensa. Igual para él fueron una mentira, pero para mí no, pues yo sí disfruté todos y cada uno de los días en los que fue mi novio, a pesar de que no hubiésemos durado ni un año.

Y si os soy sincero, ahora era feliz, pero definitivamente lo fui incluso más cuando estuve a su lado, y por esa misma razón, le había perdonado.

También había madurado.

Ya era un adulto hecho y derecho, casi 30 años, y por tanto, no iba a estar actuando como un niño, ni le iba a hacer la guerra a Namjoon, había optado por la opción más resolutiva: perdonaría lo que me hizo en busca de encontrar la paz, no solo con él, sino también conmigo mismo.

Pero como ya os había dicho, tal vez hubiera perdonado, pero no olvidaba.
No quedaba rencor, pero tampoco tenía pensado volver con él, ni siquiera lo hubiese considerado una opción.

En definitiva, yo ya había rehecho mi vida, y Namjoon se quedaría como mi más precioso recuerdo.

Así que, luego de tener mis ideas claras, había llegado a la conclusión de que ya era hora de volver a mi tierra.

La herida estaba sanada, ya no tenía por qué huir, y como muestra de ello decidí en un acto de locura teñirme el pelo, demostrando que una nueva etapa comenzaba.

Ahora yo, Kim Seokjin, 29 años, cabello púrpura y malditamente guapo, había vuelto a Corea e iba a liarla parda.

Después de hablar con Jan Kwon, elegir un sucesor y poner todo en orden en el negocio, había dejado para siempre el que fue mi primer proyecto como jefe de cocinas.

Y digo primero, porque justamente el inicio de un segundo, era mi principal razón de regreso.

Lo que había una pequeña particularidad: en esta ocasión era yo, solamente yo.

Finalmente se cumpliría mi sueño: abrir mi propio restaurante.  


Lloraba brillitos de lo jodidamente feliz que estaba, pues fue solo llegar al aeropuerto y tres de las personas que más quería en el mundo se mostraron ante mis ojos.

&

- ¡HYUUUUUUUUNGGGGGGG!

- ¡KOOOOOOKIIIEEEEEEEEEE!

En cuanto nos vimos, fuimos corriendo a los brazos del otro, con puro dramatismo, haciendo que un par de miradas curiosas, o más bien cotillas, se giraran en nuestra dirección.

Pero evidentemente no nos importaba, solo pensábamos en ese momento que después de más de 1825 días, finalmente estábamos juntos.

Nuestra carrera dio fin una vez nuestros cuerpos impactaron, para seguidamente unirnos en un enorme abrazo de oso, al que no tardó en sumarse otro joven de mejillas regordetas.

&

- ¡HYUUUUUUNGGGGGGG!

- ¡JIIIIIIIMIIIIIINNNNNNNN!

- ¡TE EXTRAÑEEEEEEEEEEE!

- ¡Y YO A TIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

Y entre lágrimas y mocos, como si fuéramos tres colegiales pubertos, transcurrieron nuestros primeros minutos de reencuentro, hasta que un chico pálido de cabello rubio (teñido evidentemente) se acercó a nosotros caminando con el mayor swag del mundo.

-Sí que sois unos cursis, menudo espectáculo estáis dando- Y a pesar de que las palabras de Yoongi aparentaran molestia, la sonrisa gigante que tenía en su cara, donde mostraba sus rosadas encías, hacía obvio todo lo contrario.

Me zafé del agarre de los niños y con una igual de grande, me acerqué a él.

-Ven aquí anda- Sin esperar respuesta, y a sabiendas de que el chico no era muy afectuoso, le acerqué a mí achuchándole igual de fuerte que a mis hermanos.

Sin bien era verdad que el pálido y yo no teníamos mucha relación, le guardaba un significativo aprecio, pues el simple hecho de aguantar a los dos enanos, cuidarles y mimarles mientras yo no estaba, decía muchísimo de él.

Y lo mismo ocurría con Hoseok, todo el cariño que le demostraba a Tae era suficiente para ganarse mi aprobación.

Y hablando de Tae...

- ¿DÓNDE ESTÁ MI OTRO HIJOO? - pregunté apartando bruscamente al pálido, y mirando en todas direcciones con total melodrama, como si fuera una madre de esas que salen en las películas, cuyas expresiones son súper sobreactuadas. Pero evidentemente, yo no lo hacía, de verdad que me había salido solo.

Ya sabéis que lo diva no podía quitármelo nadie.

-No has cambiado nada Hyung- Jimin comenzó a negar ligeramente con la cabeza, sonriendo de oreja a oreja.

-Tae se ha quedado en casa, él y Hoseok están preparando todo para tu llegada.- Añadió Kook.

-Oh- Al entender, abrí mis labios ligeramente, formando la vocal del sonido mencionado. Estuve unos instantes mirando al menor, y no tardé en estallar en carcajadas.

- ¿Qué pasa? - No podía parar de reír, simplemente atiné a apuntarle con el dedo. Y es que lo que tenía frente a mí era lo más gracioso que había visto en los últimos cinco años. Mi hermano, vestido de negro de pies a cabeza, pero eso no era lo chistoso, sino el número de prendas que llevaba: unos pantalones, camiseta, suéter, chaqueta, y abrigo con capa, la cuál tenía puesta sobre su cabeza, donde además también estaba una gorra y si esto no era suficiente, un cubre bocas y unos lentes de sol oscuros completaban su look totalmente emo.
Si lo que pretendía era pasar desapercibido, estaba consiguiendo todo lo contrario, aunque a decir verdad, estaba seguro de que si no hubiese sido por su grito y porque estaba acompañado de los otros dos, ni siquiera hubiese podido reconocerle. - ¿Qué? ¿Qué tengo? - comenzó a rebuscar el problema, sin darse cuenta de que todo él lo era.

-Se está burlando de ti, idiota, ya te dije que no te pusieras todo eso, pareces un vendedor de drogas en una discoteca- Agregó Yoongi, quien también estaba riendo ligeramente.

-¿Eh?- estuvo procesando las palabras, hasta que una vez que comprendió, terminó frunciendo el ceño y cruzándose de brazos - ¡Hyung!!

-No te rías hyung, recuerda que el pobre Jungkookie ahora es una celebridad - declaró el más bajito con sorna, pasando un brazo por los hombros del nombrado.

-¡Oh! Cierto ahora eres famoso - intenté revolverle el pelo, pero evidentemente me fue imposible por todas esas capas de tela que impedían el acceso.

Sabía que hacía dos años, mi hermano había debutado, y que había sido un éxito rotundo. Como tenía que ser, pues era talentoso y malditamente guapo.

Aunque no tanto como yo obviamente, a veces creo que mi belleza debería ser un delito...

Pero volviendo al tema, evidentemente, como su hyung, yo era su fanboy número uno y tenía todas sus canciones, y cualquier tipo de merchandising que hubiese salido a la venta. ( No como uno aquí, que tiene que matarse por conseguir un póster... La pobreza... La autora interrumpiendo, continúen con su lectura por favor )

- ¡Basta! ¡No os burléis! - reclamó haciendo berrinche y eso solo consiguió que nuestras carcajadas aumentasen, y a pesar de su enfado inicial, al final terminó contagiado y uniéndose a nosotros.

Joder, que bien se sentía estar de vuelta.        


En el trayecto desde el aeropuerto hasta el sitio donde se encontraban Hoseok y Tae, me contaron cómo estos finamente había decidido irse a vivir juntos, y me sentí jodidamente feliz por ello, sin embargo un sabor agridulce se abrió paso en mi boca, al enterarme de que el lugar donde establecerían su "nidito de amor", era nada más y nada menos que la antigua casa de los abuelos del ahora castaño.

Y por supuesto, al tener en mi poder ese dato, no pude evitar recordar que justo en ese sitio tuvo inicio mi aventura con el moreno, lo cual causó que un sentimiento de nostalgia invadiera todo mi ser.

¿Cómo estará ahora?

¿Qué habrá sido de su vida?

¿Seguirá igual de guapo?

¿Me habrá extrañado al menos un poquito?

Esas eran algunas de las preguntas que rondaban por mi mente, pues si bien mantenía contacto con los chicos, ellos habían obviado cualquier tipo de información referente a Namjoon, y por tanto, no tenía ni idea de nada con respecto a él. Además, tampoco había preguntado, pues me daba miedo descubrir algo que me resultara hiriente... Por ejemplo algo referido a Dong Sun.

Pero casi tan rápido como comencé a darle vueltas a eso, despejé mi cabeza, diciéndome a mí mismo : "Jin, todo está superado, déjalo"

Así que retomando mi actitud risueña, seguí charlando con mis acompañantes, hasta aparcar frente a la gran construcción.

Joder, no la recordada tan inmensa.

 &

- ¡HYUUUUUNNNNGGGGG!

Ni siquiera había dado un paso fuera del auto, cuando un chico de cabello azul, que supuestamente era sangre de pitufos, vino a mis brazos como antes habían hecho los otros dos, y de más está decir que evidentemente le correspondí.

El muy idiota se enganchó sobre mi cuerpo como un koala, haciendo que perdiera el equilibrio y por tanto, cayera de bruces al suelo.

Como extrañaba sus locuras.

Se apartó ligeramente de mí, aún con sus antebrazos rodeando mi cuello, y me miró directamente a los ojos, para posteriormente agregar:

-Hyung, te he echado mucho, muchísimo, muchisísimo, muchisísisimo, muchisísisisimo, much- Puse una mano sobre sus labios, impidiendo que continuara hablando pues, además de que ya entendía lo que quería decir, si no le paraba, hasta el otro día hubiese estado en el asfalto escuchando miles de derivaciones, inventadas por supuesto, de la palabra "mucho".

-Yo también te he extrañado un montón bobo - Sonreí en grande, me dolían las comisuras de tanto hacerlo, pero es que no podía esconder lo malditamente feliz que estaba, y él después de asentir muchas veces, volvió a posar su cabeza en mi pecho, pareciendo un bebé.

- Hola, hombre, cuanto tiempo - Una quinta persona se acercó, y a pesar de que el día estaba ligeramente nublado, podría jurar que casi tengo que tapar mis ojos por lo destellante que parecía estar brillando el sol en ese momento.

Y por si aún no lo habéis descubierto, quien había pronunciado esas palabras y llevaba esa expresión de "Joder, que bello es el mundo", era nada más y nada menos que el mismísimo Jung Hoseok.

Me incorporé, empujando ligeramente a Tae para que saliese de encima de mí, y me puse de pie, apretando al castaño justo como lo había hecho con todos y cada uno de los anteriores, y por supuesto, a diferencia de Yoongi, y debido a su personalidad amistosa, este me estrujó casi igual de fuerte.

Cada vez tenía más pruebas y menos dudas de que definitivamente este chico era la criatura más brillante del mundo

- Te sienta bien el pelo de ese color - comentó una vez nos separamos.

- Todo me sienta bien- me encogí de hombros, con falsa altanería, consiguiendo así que todos en el círculo rieran por lo bajo.

Y hubiese seguido en esa burbuja de alegría y emoción, si no fuera porque cuando giré la cabeza, en dirección a la entrada de la casa, divisé a una pared.

Bueno, mejor dicho, un pared.

Bueno, era un chico, pero parecía una pared.

Y yo le conocía bastante bien.

A solo unos metros del coche, se encontraba la persona que tantos suspiros me había sacado en su día, pero tantas lágrimas y dolores de cabeza me había provocado.

Namjoon.

No había cambiado absolutamente nada. Bueno, igual se notaba más crecido, pero el resto seguía igual. Su pelo aún llevaba la tonalidad grisácea de antes, estaba igual de alto, igual de fuerte, igual de bueno. Y en ese instante comprobé que a pesar de haber pasado 5 jodidos años, seguía ejerciendo la misma fuerza sobre mí por lo menos en lo que se refería a atracción física.

Estaba justo como me encantaba, y aunque lo intentara, no podría negarlo.

Pero no estaba feliz de verle.

Y su postura estática, junto a sus ojos notablemente más abiertos de lo normal, me dieron a entender que se encontraba igual que yo.

A ver, a pesar de que las aguas ya estuvieran más calmadas, aún algo dentro de mi pecho escocía, y si bien yo sabía que tarde o temprano le encontraría, no esperaba que fuese tan pronto.

Sin embargo, tampoco eso me provocó entrar en modo depresivo, simplemente me tomó desprevenido, así que haciendo uso de la reciente madurez adquirida de la que ya os había hablado, eliminé inmediatamente mi expresión de desconcierto y mostré una de tranquilidad absoluta, para después de unos segundos...

- ¿¡No piensas saludarme!? - Grité, ya que si no lo hacía, no podría escucharme a esa distancia, y mis palabras al parecer le hicieron reaccionar, pues pegó un respingo en el lugar y tras parpadear un montón de veces, fue acercándose lentamente a mí.

Parecía temeroso, seguro que pensaba que le daría un puñetazo y le gritaría algo como "INFELIZ", cual actor de telenovela, pero nada más lejos de la realidad.

Éramos personas civilizadas, así que actuaríamos como tal.

Una vez estuvo relativamente cerca, le extendí la mano para que la estrechara, y detuvo su marcha abruptamente, mirando mi extremidad con algo de inseguridad.

- ¡No voy a morderte idiota! - Rodé los ojos, ligeramente divertido por su comportamiento. Al final terminó aceptando y dándome un apretón. Una vez nos soltamos, quedamos mirándonos fijamente.- Hola.

-Hola...

-Veo que estás bien...- Agregué un poco inseguro, rascando mi cabeza, sin saber muy bien qué decir.

-Tú... También- Susurró. Todos los pares de ojos se encontraban enfocados en nosotros, y un silencio incómodo se instauró en el ambiente, el cual terminó siendo roto por Yoongi, quien carraspeó, para a continuación decir:

- ¿Entramos?     


-Y por eso le dije a la modelo que si seguía con esas extensiones horrorosas no le tomaría absolutamente ninguna foto.

Tae culminó su explicación acerca de cómo le habían sustituido en un proyecto laboral haciendo un puchero. Lo curioso de todo es que yo solamente le había preguntado acerca de su madre...

Taehyung...

Después del inesperado encuentro, todo había retornado casi a la normalidad, y digo casi, pues si bien los chicos se estaban comportando como si nada, intentando amenizar el ambiente, aún se notaba la tensión que había entre ambos.

Yo intentaba no enfocarme en ello, pero cada vez que miraba de reojo, le encontraba observándome y una vez notaba que lo veía, apartaba la vista tímidamente.

Y eso, sumado al hecho de que estaba sentado en la esquina de un sofá, en total silencio y simplemente bebiendo de la botella de cerveza que llevaba en sus manos, me dieron a entender que no se encontraba a gusto.

No sabía lo que estaba pensando, pero era evidente que él no era consciente de mi llegada, o de otra forma no hubiese estado aquí, y si teníamos en cuenta el detalle de que yo tampoco lo sabía, entonces era obvio que todo había sido un plan de los otros cinco idiotas...

Pero igual no le daría vueltas a ello, simplemente disfrutaría de la presencia de esas personas que llevaba tanto sin ver.

- ¿Y se puede saber qué mierda tiene que ver eso con tu madre?- cuestionó Jimin, alzando una ceja.

-¿Eh?- frunció el ceño, y se puso una mano en la barbilla, a modo pensativo, para terminar relajando su expresión, como si ya hubiese encontrado una respuesta- Pues nada de nada.

Las risas no se hicieron esperar, incluso el moreno alzó levemente las comisuras.

-Veo que tu trabajo es flipante Tae- comenté ligeramente burlón.

-Lo es cuando no estoy rodeado de chicas y chicos escuálidos con veinte quilos de maquillaje encima - dijo con frustración, pero inmediatamente cambió el semblante para comentar con total entusiasmo: -¡Pero este fin de semana iré a fotografiar a Hobi y Jiminie!

-Oh cierto chicos, me ha dicho Yoongi que tenéis un show el sábado.

- Deberías pasarte a vernos Hyung- contestó el más bajito.

-Pues obvio que iré, de todos modos hasta el lunes no pienso ponerme a buscar local. Por cierto... Igual me apunto a alguno de los cursos esos que dan en vuestra compañía, a ver si dejo de bailar como si estuviera convulsionando.- Nuevamente todos comenzamos a reír.

-Pues tienes razón, deberíais apuntaros los dos- sugirió Yoongi, señalándonos a Namjoon y a mí, a lo que este le lanzó una mirada asesina, notoriamente en desacuerdo con la proposición. No sabía muy bien cómo debía actuar, y ante la quietud que se estableció repentinamente, decidí en un intento desesperado por relajar las cosas, cambiar de tema:

-Y bueno Kookie, ¿qué me cuentas de lo tuyo?

-Pues todo genial, si las cosas van como está planeado probablemente saquemos un álbum en diciembre.- Sonrió mostrando sus hermosos dientes de conejo.

-Oye por cierto... Tienes que presentarme al tal RM.- Le exigí, pues realmente tenía curiosidad. Cada vez que hablábamos siempre me contaba de lo genial que eran RM y SUGA, y evidentemente yo ya sabía quién era el último nombrado, pero la identidad del primero me seguía pareciendo un misterio.

-Oh, pues no vas a tener que ir muy lejos, está justo aquí - Hoseok comentó, y a continuación miró a Namjoon, quien entrecerró los ojos en un intento por resultar amenazante.

En un inició no comprendí, pero luego empecé a atar cabos: productor musical, RM, Hoseok mirando a Namjoon, Namjoon queriendo ser productor musical...

De verdad Jin, que más tonto no podías ser.

Inmediatamente abrí muchísimos los ojos.

-¿¿¿Tú eres RM???- cuestioné incrédulo.

-Supongo... - murmuró apartando la mirada. Y a pesar de parecer imposible, tras su respuesta afirmativa, mis globos oculares estuvieron mucho más a la vista. No pasaron siquiera dos segundos para que mis comisuras se alzaran.

- ¡Oh Dios mío Namjoon, eso es genial! Finalmente lo has hecho... Felicidades.

Estaba hablando totalmente en serio, me sentía contento por él, porque yo sabía lo mucho que lo deseaba, y a pesar de no haberle visto, no tenía dudas de que se había esforzado como un puto loco para conseguirlo.

Me miró extrañado, como si tuviese un cadáver delante, y de nuevo supuse que mi actitud le había tomado totalmente desprevenido.

Era absurdo que yo me sintiera mal por sus logros, lo que hubiese pasado en nuestra vida amorosa, no tenía nada que ver con el resto.

Y hablando del resto...

Cuando me fui, mi hermano parecía aborrecer al moreno con toda su alma, sin embargo, este giro de los acontecimientos indicaba todo lo contrario.

Aunque tampoco me molestaba. Repito, lo que pasó entre él y yo, no tenía por qué influir en el resto.

-Gracias...- Terminó por contestar.

-¿Y qué ha- no pude acabar de pronunciar la frase, pues una hermosa canción de Mamamoo configurada como el tono de llamada de mi móvil, interrumpió. Era tan jodidamente pegajosa, que juro que si no hubiese sido por el remitente, me hubiese puesto a bailar cual desquiciado en ese mismo momento - Chicos, dadme un segundo - Me puse de pie, y salí al jardín para hablar con más privacidad.

-¿Sí?

-Cariño, ¿has llegado bien?

-Genial, perdón por no haberte llamado, se me ha ido el tiempo con los chicos- contesté tímidamente, con una expresión boba en mi rostro.

-Tranquilo, ya me lo imaginaba, muero por conocerles.

-Dentro de poco lo harás.

-Aún queda una puta semana, no sé si lograré aguantar tanto.

-No seas exagerado, tonto- rodé los ojos riendo ligeramente, consiguiendo que él se uniera a mí.

- Entonces te dejo, no quiero quitarte tiempo con ellos.

-Está bien.

-Un beso cariño.

-Un beso.

Una vez volví a entrar, mi hermano preguntó:

-¿Quién era Hyung??

Y dudé por un momento si dar o no la respuesta, pero tras meditarlo, llegué a  la conclusión de que no tenía razón para mentir. Mi vida había dado un vuelco, y con él habían salido y entrado nuevas personas, así que no tenía caso seguir escondiéndolo.

-Era ChanYeol... Mi novio.


Hola de nuevo XD.

Tengo algunas cosas que decir:

1- Espero que os haya gustado.

2- No sé si recordáis, pero en la primera parte (capítulo 3 creo) , Jin dice eso mismo de la pared. Esta repetición se debe a que al volverle a ver en el mismo sitio en el que se conocieron, está teniendo una especie de Deja vú.

3- Con respecto a la actitud de Jin... No sé si alguien se esperaba que él llegara odiando a Namjoon y tal, pero yo no quise ponerlo así, porque me pareció que iba a quedar muy infantil y por tanto no tendría sentido teniendo en cuenta el el WorldWide Handsome ha tenido 5 años para pensar y reflexionar.

4- Igual tampoco es que Jin vaya a ser el más serio y maduro del mundo mundial, nop, seguirá igual de loco que siempre.

5- Namjoonie está tímido porque todo esto lo tiene abrumado.

6- Jin tiene novio porque tras todo este tiempo no se iba a quedar de solterón, rocordad que el aún piensa que Namjoonie le engañó.

7- No odieis a Chan, evidentemente tenía que aparecer alguien que enredara un poco todo esto porque no iba a ser simplemente volver y hacerse novios nuevamente. Aunque Chan va a ser un buen tipo, no como Dong Sun.

8- Esto es spoiler, si queréis no lo leáis, pero también el Channie ha tenido que aparecer para recompensar a Baek por haber salvado el día la otra vez

9- Os gusta Mamamoo?? Yo las amo.

Y ya está, he dejado un testamento... Sorry XD

Un besazo, gracias por leer y votar 😘😘😘

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