Capítulo 19 - Hyung... Donkey Kong no existe...

Jin's pov

- Chan, ¿podrías ver si hay alguna alfombra rosa en lo que yo busco la lámpara?

- Claro cielo.

Justo como le pedí, ChanYeol avanzó en dirección a la sección donde se encontraban los felpudos, por lo que yo me dirigí a la parte contraria de la tienda en busca de lo mencionado.

Ya tenía prácticamente todo lo que necesitaba: un sofá enorme, cama, una amplia variedad de utensilios de cocina, y un montón de artículos más, así que simplemente me faltaban pequeños detalles, cosas que básicamente me servirían para decorar, o tener mayor comodidad, pero que no eran imprescindibles.

Oh, perdón, que no os he explicado aún.

Después de estar un tiempo buscando, y considerando diversas ofertas, mi novio  y yo habíamos encontrado un apartamento para mí.

Él ayudó en todo el proceso de compra-venta, justo como con el local del restaurante, pero evidentemente todo el dinero salió de mi bolsillo, no era como si me estuviera aprovechando de él ni nada por el estilo, solo me apoyaba en lo que a acelerar el negocio se refería.

En fin, que después de conseguir el piso "perfecto", estábamos en función de amueblarlo, y por eso llevábamos gran parte de la semana de acá para allá.

El peliblanco se había comprado una camioneta, y usándola efectuamos la mayor parte del traslado, pero obviamente, los útiles de mayor tamaño como la nevera eran desplazados por profesionales que contratamos para ello.

Todo iba viento en popa, la construcción marchaba bien, ya tenía casa, una pareja increíble, amigos y familia geniales, todo en orden, todo aparentemente sublime.

Pero yo no estaba feliz.

Bueno, sí lo estaba, pero no era ese sentimiento de felicidad rebosante, no me sentía eufórico ni pletórico, simplemente estaba bien.

No sabría cómo explicarlo, pero la magnitud de los acontecimientos no llegaba a llenarme del todo. Estaba satisfecho, sí, porque mis sueños estaban a punto de cumplirse, pero por muy egoísta o ambicioso que sonara, sentía que me faltaba algo más.

Y yo sabía qué era ese algo, pero me negaba a admitirlo a toda costa.

Tal vez por esa sensación de ausencia y añoranza, era que estaba usando la vieja camiseta de Mario Bros que había comprado a juego con cierto simio.

"Eres un tonto por aferrarte a cosas del pasado Jin, por conservar ese sentimiento unilateral"

Joder, por mucho que mi conciencia me lo dijera, no podía cambiar lo que sentía mi pecho, mucho menos después de lo que había pasado en la boda de Jiho, pues aunque yo no me acordara de gran parte, lo que me había contado Jimin era suficiente para sentirme tan agradecido como apenado con Namjoon.

Y daba asco que mi corazón se acelerara cada vez que recibía una pequeña, una ínfima, muestra de afecto de su parte.

Daba asco que pensara cada cinco segundos "Y si tal vez él aún..."

Daba asco la incertidumbre, la inseguridad, y no poder descifrar mis propios sentimientos, mejor dicho, no poder aceptar ni modificar mis propios sentimientos.

Por mucho que quisiera, yo no podría cambiar nada, así que con el pensamiento de que tarde o temprano lo superaría (a pesar de que antes de llegar a Corea ya creía haberlo hecho), me resigné a avanzar y seguir con mi nueva vida, esa en la que por suerte o desgracia, Namjoon no cumplía el papel de mi pareja.

Caminé tal cual estaba previsto a los estantes donde se encontraba lo que estaba buscando. Me detuve unos segundos para contemplar los distintos modelos, y cuando finalmente di con el que pensaba que era el indicado, estiré mi mano para agarrarlo.

Pero al parecer otra persona tenía las mismas intenciones que yo, porque una extremidad se unió a la mía, de tal forma que ambos estábamos tocando la lámpara.

Me volteé en dirección al inoportuno sujeto, para descubrir que quien coincidía con mis gustos era nada más y nada menos que el causante de mis dolores de cabeza.

- ¿Namjoon?
- ¿Jin?

Preguntamos los dos a la vez, y tras soltar el objeto, nos quedamos unos instantes en silencio, instantes que yo aproveché para mirarle de arriba abajo, y por consecuente, intentar detener el desenfrenado ritmo que había alcanzado mi corazón.

"Cosas como esta son las que me ponen difícil el poder olvidarte..."

Justo frente a mis ojos estaba el simio, igual de guapo, igual de fuerte, de bueno, de atractivo que siempre y usando la camiseta de Mario Bros que iba de acuerdo a la mía.

Por este tipo de detalles era que mi tarea de superación no hacía más que complicarse.

¿Cómo se suponía que dejara de querer a un hombre que aún conservaba una "vergonzosa" prenda que yo le había forzado a comprar para que estuviera parejo conmigo?

A Namjoon no le gustaba el Señor Mario, nunca hubiera pagado por eso por voluntad propia, pero antes, cuando éramos una pareja, lo usaba por mí.

Y a menos que en estos cinco años hubiera desarrollado un fanatismo repentino por mi adorable fontanero, no hallaba otra razón para que siguiera haciéndolo.

¿Por qué mi situación era tan confusa?

¿Por qué no podía aparecer un ser divino que me dijera qué cojones debía hacer?

¿Por qué tenía ganas de abalanzarme sobre el moreno aún cuando tenía a mi novio al otro extremo del local?

¿Por qué, a pesar de todo, le seguía queriendo jodidamente tanto?

Después de quedarme mirando lo que pareció una eternidad su torso, elevé la cabeza para toparme con una sonrisa idiota formándose en sus labios.

Y justo así, sonriendo como loco, se quedó observándome fijamente, haciendo que una mueca de incomprensión se abriera paso en mi rostro.

- Cariño, aquí está lo que me habías pedido... ¿Namjoon?

Mierda.

De verdad que estas cosas solo me pasaban a mí.

Si ya de por sí estaba un poco cortado con Nam desde la ceremonia de Tae Il ( aunque hubiera pasado bastante tiempo), el hecho de encontrármelo en estas condiciones me resultaba totalmente embarazoso, y como guinda para el pastel estaba mi pareja, que llegaba con cara de felicidad absoluta, totalmente ajeno a la batalla naval que estaba desarrollándose en mi cerebrito.

La expresión de la persona que estaba frente a mí dejó de ser una de idiota alegría para tornarse ligeramente incómoda, dejándome más que claro que no le resultaba muy agradable la presencia Chan.

- ChanYeol... - Saludó, pero por el tono en que lo hizo, en vez de un saludo pareció que se acababa de encontrar a Hitler.

- Vaya, qué coincidencia. - Contestó sonriente mi pareja.

- Sí, mucha -  Respondió apartando ligeramente la mirada y rascando su cabeza.

Un acto de incomodidad total vamos, pero no le culpaba, pues yo estaba igual o quizá peor que él.

Entendedme, era la primera vez que estábamos los tres a solas porque en ocasiones anteriores siempre habían estado los chicos para aminorar la tensión.

¿Será esta una prueba del señor?

¿Un castigo divino tal vez?

¿Una simple coincidencia?

¿Un plan secreto del Estado coreano?

- ¿Cómo estás?

"Chan, cielo, no hay que ser un genio para saber que no tiene ganas de hablar contigo"

- Genial... ¿Y tú?

- Muy bien. - Respondió igual de feliz, pasando un brazo por detrás de mis hombros y atrayéndome hacia él. Ante el repentino contacto mi cuerpo se puso rígido, y en esta ocasión el que apartó la vista fui yo. Sé que no debía sentirme así, porque en definitiva el más alto era mi novio y por tanto no tendría que preocuparme por si Namjoon se sentía bien o mal viéndonos tan afectuosos, pero de todos modos no podía evitarlo. - Espera un momento... - Sus comisuras fueron descendiendo lentamente, hasta instalar una mueca de sorpresa y comenzar a señalar con un dedo de Namjoon a mí repetidas veces- Vuestras camisetas son iguales.

¡Ay madre! ¡Ahora sí es el final de Kim Seokjin!

Había pasado por alto ese pequeño detalle, pero evidentemente no podía ir y decirle "ChanYeol cariño, esto nos lo compramos a juego cuando éramos novios. Sí, fuimos novios, y ese día, tras salir del centro comercial estuvimos follando como conejos"

Bueno, igual lo del sexo sobraba, pero a lo que me refiero es que no podía salirle con eso así como así, menos cuando yo había tratado de ocultárselo a toda costa.

Me puse súper nervioso, y la pequeña risita que solté fue una prueba de ello.

Me dispuse a decir alguna excusa tonta, de hecho, en ese momento lo único que se me ocurrió fue contarle sobre una invasión de japoneses en la que forzaron a todo el pueblo coreano a comprar artículos referidos a este personaje.

- Lo que pa- Intenté hablar por primera vez desde que el peliblanco había vuelto, pero ni siquiera pude terminar la frase.

- Oh, tienes razón. - Interrumpió Namjoon- Qué casualidad Jin. - Y sonrió, aparentando que todo era una coincidencia.

Me sentía mal por haberle mentido a Chan, pero gracias a sus palabras, pude tomar una respiración profunda.

Al parecer había notado lo inquieto que me había puesto, y por tanto decidió tomar cartas en el asunto.

- ¿También eres fan de Mario? - Preguntó impresionado el otro. El simio asintió.

- El Señor Mario es genial - Me dio una miradita cómplice, provocando que yo esbozara una leve sonrisa, pero tan rápido como lo hizo, volvió a enfocar su vista en la del más alto.

- ¿También le llamas "Señor Mario"? - El peligris asintió encogiéndose de hombros - ¿Es una cosa de fanáticos o qué? - Preguntó observándome a mí esta vez.

" Es una cosa de parejas"

Pensé.

- Le llamamos como merece ser llamado. Un simple mortal como tú nunca lo entendería. - Dije apuntándole con el dedo y entrecerrando los ojos, a modo de broma, haciendo que él riera un poco y me diera un besito en la frente.

- Y bueno Namjoon - Empezó a hablar el peliblanco nuevamente - ¿Qué te trae por aquí?

- Nada, es que he roto mi lamparita de noche y vine a comprar otra.

Por mucho que traté no pude contener una pequeña risa.

Namjoon no cambiaba.

- ¿De qué te ríes? - preguntó Chan y ahí me di cuenta de lo raro que había sido eso. Aclaré mi garganta y posteriormente comenté:

- De un chiste de vacas que me ha contado Tae esta mañana. Es comiquísimo. ¿Qué hace una vaca con los ojos cerrados?

- No lo sé. - Respondió con cara de "A ver con qué idiotez me vas a salir ahora"

- ¿Dormir? - Preguntó Namjoon. Yo negué y tras estar unos segundos en silencio, por darle suspenso a la cosa básicamente, respondí:

- Leche concentrada. - Y me empecé a reír escandalosamente como si acabara de ver la mejor comedia del mundo y no contado un horroroso intento de chiste. En lo que yo me descojonaba como imbécil ( porque realmente no es que me hiciera gracia, sino que como ya dije, estaba nervioso y no controlaba mis actos), ellos dos se limitaban a verme como si tuvieran a Lady Gaga con su traje de carne delante, por lo que poco a poco, tras darme cuenta de que estaba haciendo el ridículo, fui bajando el volumen de mi risa hasta quedarme totalmente en silencio. - Ehmm... - Carraspeé otra vez - Bueno, a nosotros aún nos quedan cosas por comprar - Solté intentando cambiar de tema y marcharnos de una vez, no quería estar con esos dos juntos por mucho tiempo.

- Oh, tienes razón. ¿Esta alfombra te gusta? - Me mostró lo que le había pedido buscar anteriormente, y a decir verdad, era muy bonita.

- Está genial.

- ¿Te mudas? - Intervino el simio, interrumpiendo nuestra pequeña conversación.

- Oh, sí. Hace poco he comprado un piso, así que estoy terminando de decorarlo.

- Vaya... Felicidades. - Expresó luciendo de cierta forma introvertido, tímido más bien.

- Gracias Namjoon.

- Oye. ¿Y si vamos a tomar algo?

"ChanYeol, corazón mío, angelito de mi alma, pedacito de melocotón, ricurita, cupcake de fresa, en momentos como este... Me dan ganas de estrangularte, picarte en trocitos y luego lanzarte al río Nakdong."

Como comprendereis no me hizo ni puta gracia la propuesta de mi novio hacia Simiojoon. Yo quería largarme de una vez y el muy idiota salía con eso.

Y encima ni entendía el motivo, porque ninguno de los dos se conocían lo suficiente como para querer pasar tiempo de calidad como amigos.

A veces ChanYeol era tan amable que se pasaba de tonto...

Inmediatamente decidí intervenir.

- Pero Chan, aún  no acabamos con las cosas de la casa.- Recalqué.

- Jin, ni siquiera hemos almorzado, vamos a hacer una pausa un rato y después seguimos. El mundo no se va a acabar por eso cariño - Contraatacó.

¡El mundo sí se podía acabar!

Si Namjoon o yo mismo metíamos la pata en algo, ChanYeol se enteraría de lo nuestro. Luego, yo tendría que explicarle, él no me creería, me golpearía enfrente de todos, Namjoon intentaría detenerle, él golpearía a Namjoon, le mataría, yo lloraría, luego me golpearía a mí otra vez, me dejaría moribundo, aparecería la policía, detendría a todos y a mí me llevarían al hospital. En el hospital quedaría en coma, vería la luz, pero lo superaría, y cuando despertara, ChanYeol se escaparía de la cárcel, iría a buscarme y yo tendría que huir a Corea del Norte, donde accidentalmente me infiltraría en un cuartel militar y haría explotar sin querer todas las armas nucleares escondidas por el gobierno.

¿Conclusión? Toda la raza humana se extinguiría.

"Jin ¿Quién cojones te crees que es ChanYeol? ¿Donkey Kong?

Estúpida consciencia.

Bueno, a lo mejor eso era un poco exagerado de mi parte, pero igual, no quería que pasara y punto.

- Pero de todos modos, seguro que Namjoon está muy ocupado. ¿Verdad Namjoon?

Quería sonar casual al decirlo, pero conseguí todo lo contrario, pues mi tono de voz tan desesperado solo dio a entender que me molestaba la presencia del simio. Y eso no era así, solo no quería estar con los dos a la vez, pero por su mirada algo desilusionada supe que él lo interpretó de otra forma, haciendo que me sintiera culpable.

- Jin tiene razón hombre, tal vez otro día. De todos modos yo ya he almorzado antes con unos amigos. - Contestó como si no fuera la gran cosa.

- ¿Seguro? - Preguntó Chan frunciendo un poco el ceño.

- Sí, no te preocupes, ade-

- Pensándolo bien creo que tienes razón Chan. Deberíamos hacer una pausa. - Interrumpí, dejando a ambos con una mirada que me daba a entender que no se esperaban eso.

Bueno, de hecho, ni siquiera yo me lo esperaba. Pero no quería hacer sentir mal al moreno.

Aunque yo no sabía si él realmente se sentía así o no, pero eso fue lo que sus ojos me transmitieron.

Y como ya sabéis, él era mi talón de Aquiles.

- ¿De verdad? - Cuestionó algo desconfiado y asentí rápidamente. - No lo sé, creo que debería irme a adelantar algo del trabajo. Además no quiero molestar, seguro que os apetece estar solos y -

- No molestas hombre. - Habló mi novio, haciendo un ademán con la mano, demostrando que no pasaba nada - Así podemos conocernos mejor, eres el único amigo de Jin con el que no he tenido tanto roce.

El peligris lo dudó unos segundos, desvió su mirada hacia mí y yo afirmé, ofreciéndole un intento de sonrisa amistosa, y digo intento porque estoy seguro de que realmente lo que conseguí fue darle más miedo que Jimin riendo con los ojos abiertos.

- En ese caso, supongo que está bien...

Genial, me esperaba una muy bonita tarde con esos dos.

Diosito, si logras que salga vivo de esta, dejo de decirle ridículos a mis amigos...

Jelouuuuuuuu

#NomemateisosamoconlocuraeltraserodeJiminesgenial

Sé que me he atrasado un montón, pero entre mis problemas existenciales, mis estudios, y miles de cosas más no había tenido tiempo.
Pero hoy me dije: Sí o sí actualizo.
Espero que os haya gustado.

Por cierto ya llegué a más de 100 seguidores y "¿Tienes un momento?" tiene más de 5k de vistas!!

Sé que no es taaaaaantooo pero yo estoy pero estoy súper feliz, yo ni siquiera llevo tres meses escribiendo y ahsjshsksjksslskjsks

Me emociono T-T

Weno, un besazo, y cuidaos muchito 😘😘

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