-No,señor Leclet- dijo, pero luego lo pensó y respondió-:
Si no es molestia,un abrazo y contarle lo que me ocurrió.
-No es molestia-dijo y abrió sus brazos-. No me dejes esperando-dijo divertidamente.
La chica se lanzó a los brazos del joven y comenzó a sollozar.

-Querida,te recomiendo que llores. No vaya a ser que te mates por el dolor que tienes en el pecho-dijo él riendo.
Ella rió por el intento de chiste para ella.
-Señor,¿su humor negro siempre será así?
-¿Así cómo?
-Malo pero chistoso.
Los dos estallaron en risas por la respuesta de la joven.
-Sí, siempre será así mi humor negro contigo.
-Ahora le contaré lo que ocurrió...Claro si no lo-el de cabello castaño oscuro la interrumpió,y,como si le leyera la mente,le dijo:
-No lo usaré en tu contra,ni en la de tu familia. Sólo quiero que me cuentes lo que sea que te ocurrió y ocurre allí.
Es como empezar de cero,
¿te parece?
La joven asintió.
-Bien,mi nombre es Victor Leclet, nuevo jefe de mi familia, que en resumen llevan cosas que no se deben a la otra frontera.
Pero puedes decirme Vic, querida.
-De acuerdo. Mi nombre es Eliza Brokeank,mi familia es en resumen un montón de asesinos a sueldo. Pero puedes decirme Eliz,Vic.

Así pasaron ése y los siguientes tres meses.
A mitad del tercer mes,se liberaron y correspondieron de sus sentimientos.
Y, aunque era un amor prohibido,lo sabían ocultar casi a la perfección.