—Felicidades —dijo Hoseok frente a la pareja, con una sonrisa poco alegre, al mismo tiempo que les entregaba, una caja forrada con papel plateado y un moño blanco. Jungkook tomó el regalo agradecido y abrazó a su hyung con una sonrisa. Pará él, aquel era de cerca el día más feliz de su vida, por fin podía formar una familia, a lado del hombre que amaba, habían superado varias dificultades como el hecho de que su familia no aceptaba que Jungkook fuera gay, por lo que, le habían dado la espalda cuando lo confesó; peor aún, su padre juró desheredarlo cuando avisó que se casaría, a Jungkook no le importó y viajó a las vegas sólo con sus amigos más cercanos y quienes si lo apoyaban.

Taehyung soltó la mano de Jungkook para abrazar a su amigo, Hoseok correspondió al abrazo feliz, moviéndose de un lado a otro hasta dar una vuelta.

—Espero que sean muy felices —les dijo finalmente abrazando a ambos, cuando se soltaron, Taehyung acercó a Jungkook a su cuerpo y le dio un beso en los labios. Hoseok ya se había acostumbrado a sus exhibiciones de amor, así que solo se alejó y se sirvió un poco de vino. Sería una larga noche para él.

—Así será como que me llamo Kim Taehyung— aseguró Kim a Jungkook mientras juntaban sus narices. Más pronto que tarde sólo hubo música y personas en estado etílico, tratando de coordinar los pasos de baile. Celebrando la boda de dos grandes amigos y compañeros.

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Taehyung iba tarde, más tarde de lo usual. Sí, se había equivocado y no tenía ninguna excusa, él no era de recordar fechas especiales, ni nada por el estilo, pero cuando Hoseok le recordó que era su tercer aniversario de bodas y Jungkook estaba esperándolo en casa, seguramente con una deliciosa cena, salió del bar como alma que lleva el diablo. Si no llegaba en menos de treinta minutos ya no sería el día de su aniversario y Jungkook se enojaría, como el infierno odiaba ver a Jungkook enojado.

Y sí, se saltó algunos altos indicados por el semáforo mientras conducía su vehículo; sin embargo, siempre vigiló que las calles estuvieran despejadas. Nunca espero ver a un vagabundo corriendo en medio de las calles, a tan altas horas de la noche, sintió el golpe en su vehículo, pero, la imagen de un sujeto volando por los aires fue bastante confusa, tal vez fue el alcohol lo que lo mareo, y sin embargo, no se creía lo suficientemente borracho como para no poder manejar bien, por lo que, el sujeto tuvo a haberse atravesado.

Pero... ¿Quién creería eso último?, cuando él era quien manejaba a exceso de velocidad y en estado etílico. Bien, dios lo perdone, pero las calles seguían despejadas y nadie lo había visto, tenía que irse antes de que alguien apareciera por lo que arrancó el vehículo de nuevo, alejándose varios metros.

Luego se detuvo y manejó de reversa, Jungkook podía esperar, él o la joven en el suelo de aquel pavimento no.

Maldijo a ver regresado al lugar, tal vez si se hubiera ido, su vida seguiría normal.