Jungkook y Taehyung firmaron los papeles del divorcio. Sólo un par de sellos, había puesto fin a su matrimonio y a una relación de años. Probablemente se iban a extrañar, ambos se habían amado y mostrado mucho cariño; prometieron seguir siendo amigos pero Kim sabía que iba a ser incómodo, sobre todo para la nueva pareja de Jungkook. No podrían ser los amigos de antes, ni confidentes uno de otro. 

Después de que salieron de la oficina de Im Chang Kyun, ambos se dieron un abrazo y se dieron palmadas en sus espaldas.

—Sé muy feliz Jungkook, lo mereces. Nunca pude amarte como debía, me concentre en otras cosas; en el trabajo, en mi familia y fue por mis errores que te perdí. Mereces algo mejor que yo.

Jungkook pudo percibir la tristeza en las palabras de Taehyung, pero no había nada que pudiera hacer por él, más que ofrecerle su sincera amistad.

—Gracias Taehyung —dijo amablemente—. Yo, de verdad espero que encuentres la felicidad de nuevo, no eres un mal hombre y no pienses que no vales, sólo por tus errores pasados.

La sonrisa lineal de Taehyung parecía falsa, pero Jungkook ya no sabía que más decir, así que termino por despedirse y retirarse a casa.

Taehyung se sentía un poco incómodo en casa de su madre, pero no había otro lugar al cual ir, Jimin no parecía molesta pero sentía que estaba invadiendo el espacio de las dos mujeres. Trataba de ser positivo, a pesar de saber que regresar a la sociedad después de haber estado en prisión era demasiado difícil. Tenía planeado abrir un negocio propio con la parte del dinero que le correspondería por el departamento donde vivía con Jungkook.

—Mamá quiere que pongamos una panadería —dijo Taehyung a Hoseok. Pero su amigo parecía no ponerle atención, estaba más concentrado en su trabajo.

—Ujum —Hoseok parecía solo asentir. Taehyung no sabía que hacer para llamar su atención. Probablemente si se levantaba y se iba, Hoseok no se daría cuenta por seguir pegado al teléfono celular.

—A mí me parece muy buena idea —dijo y Hoseok asintió—, ya sabes, es muy difícil conseguir un trabajo con mis antecedentes y aprendí a cocinar en el reclusorio.

—Aja —Hoseok frunció el entrecejo mientras veía la pantalla de su celular y finalmente se puso de pie, saco su cartera y colocó unos billetes en la mesa—. Lo siento mucho Taehyung pero tengo que ir a ver a mi pareja, se le han metido unas ideas muy raras a Joheoon sobre mudarnos de ciudad. Es terrible.

Taehyung asintió, ocultando su molestia y miró su comida.

—Que te vaya bien Hoseok.

—Te recompesare por esto después. Nos vemos luego.

Hoseok salió corriendo y Taehyung bufó, al mismo tiempo de que apretó los puños mientras recordaba la palabra "mudarnos de ciudad" en su cabeza.