Estaba lluviendo por lo que ambos hombres corrieron hasta refugiarse en una cafetería. Al entrar, se dieron cuenta de que habían pocas personas y eso quería decir que serían atendidos más rápidamente, Hoseok cerró su paraguas y siguió a Taehyung hasta una mesa en el fondo.

La carta del menú, estaba colocada a lado de él bote pequeño, lleno de azúcar. Taehyung lo tomó y empezó a revisarlo.

—¿Y ya pensaste donde vas a hacer después? —preguntó Hoseok revisando el menú—. Tengo algunos clientes que son dueños de empresas importantes, puedo recomendarte a algunos.

—Preferiría que no lo hicieras, no le hará bien a tu imagen ayudar a un ex convicto, si quieres ser juez.

Hoseok sonrió con fuerza. No podía creer que todavía se acordará de que hubo un tiempo en el que quería ser juez. Ahora que había cambiado de opinión, se le había olvidado comentarle.

—No quiero ser juez, descubrí que no es lo que me gusta, es muy mucho trabajo, pero al mismo tiempo es muy limitante. Sólo podría enfocarme en una sola área y especializarme en ella. O soy un juez familiar o uno penal o uno laboral etc... Pero no puedo ser todos. Sería muy aburrido para mi.

—¿Entonces que planeas hacer ahora? —preguntó Taehyung, en ese momento una joven se acercó y pidió la orden.

—Un café americano y una tarta de chocolate para mi por favor.

—Pará mi un expreso y unas galletas.

Cuando la chica anotó el pedido y se despidió, Hoseok respondió tranquilamente.

—Estoy ahorrado dinero, cuando tenga lo suficiente pondré mi propio despacho, entonces podré decidir sobre los casos que quiero trabajar y mis horarios y no habrá nadie que me obligue a tomar asiento que no quiero
Pero stamos hablando de ti, de lo que tu vas a hacer, no de lo que yo quiero —sonrió.

—Me gusta hablar de ti, no tengo problema, además yo todavía no sé qué hacer con mi vida, mientras que tú siempre has sido más centrado y responsable que yo. Has estudiado y trabajado mucho, esas dos cosas han sido tu única propiedad, contrario a ti, yo me case muy joven, creyendome enamorado. Pero nada de lo que quise en el pasado se puede volver realidad ahora.

—Taehyung, odio cuando hablas como si tu vida se hubiera acabado — Hoseok tomó su mano, era un acto que siempre hacía para mostrarle su apoyo, era unos años más grande que Taehyung pero siempre habían estado juntos—. Puedes hacer lo que te prepongas siempre y cuando te esfuerces. Tal vez con Jungkook no funcionó pero aún eres joven y atractivo.

Taehyung sonrió burlón.

—Tienes toda la razón, soy demasiado hermoso para este mundo —se dio el lujo de bromear, a pesar de que hacía mucho tiempo que no lo hacía, podía volver a ser el mismo, como si no fuera un ex reo, a lado de Hoseok—. Debería ponerme una máscara o me robare a los novios de otros.

Hoseok sonreía a su lado.

—Deberían denunciarte por alterar el orden público con tu belleza, sí, es mejor que sea una máscarao te arrestaran.

—Pero lo que no saben, es que si me arrestan, tengo al abogado más leal y eficiente, y me sacará en un dos por tres.

Ambos volvieron a reír, siguieron platicando de todo y al mismo tiempo de nada, hasta que acabaron su café y Hoseok tuvo que regresar al trabajo, salió corriendo con un simple adiós, antes de irse, abrazo a Taehyung y le dio un beso en la mejilla.

—Nos vemos.

Taehyung ahora era un hombre parcialmente libre, podía caminar por las calles, estaba rodeado de personas,  su madre y hermana lo habían visitado todos los días, sus vecinos lo saludaban y platicaba con él, curiosos sobre su vida en el reclusorio, no lo miraban con reproche, como si fuera un criminal, pero si con pena, al asegurar que, por un error habia arruinando su vida. Él lo sabia más que nadie, eso no le afectaba.

Aún así, se sentía demasiado solo.