✨Especial✨
Especial por todo el amor que le an dando a esta historia. Los amo
Acariciaba la cabeza de su pareja, estaban tirados en la cama de un cuarto, su ropa estaba por todo el piso, las sábanas cubrían sus cuerpos desnudos y un ambiente de paso se respiraba en toda la habitación, el más pequeño empezó a hacer circulitos en el pecho del contrario, besando entre ratos su pecho, mientras el otro acariciaba su cabeza y cuello despacio para no molestar su posición.
El más chico se levantó de donde estaba, para besar a su pareja lento, con una de sus manos acarició su cuello, sintiendo como el otro se estremeció, su pareja solía ser muy sensible, se despegó y sus ojos empezaron a recorrer las cicatrices, miraba como se ponía nervioso, le gustaba cuando era tímido, pues por lo general se mantiene serio, no es como si no lo hubieran hecho antes, literalmente lo acababan de hacer hace unas horas, pero cuando él se toma el tiempo de tocar a su esposo, sin la necesites ser nada sexual, ponía nervioso al otro.
Besó las cicatrices una por una, bajando por el torso, mientras la cara de su pareja se ponía roja, sonrió cuando llegó a la parte baja del abdomen, miró los ojos de su esposo, se sentía como un niño que su jugando con fuego, y él quería quemarse. Bajo a un más, tomó el miembro de su esposo con las manos, y empezó a besarlo, escuchó gemir a su pareja, besó la punta, antes de meterlo en su boca, y empezar con su trabajo, movía su cabeza de arriba para abajo jugando con su lengua y sus manos, lo escuchaba gemir tan bonito como siempre, bajito, siempre mirándolo y mordiéndose los labios, terminó su pareja en su boca, escupió todo de un lado y se limpio lo que quedó afuera de su boca.
— no avisaste — dijo molesto
— tú tan poco cuando empezaste — le contestó sonriendo — y que ¿me vas a coger Izuku?
— Esa era la idea, pero mi pareja al parecer es un maleducado — se cruzó de brazos — ¿Shoto? — el más grande se estaba sentando, le extendió los brazos y el otro se lo quedó mirando
— lo siento — dijo riendo, haciendo que el otro se acercara, poniéndose arriba de él recibiendo un abrazo, — me perdonas amor — el más pequeño asintió sonriendo — gracias — lo besó sintiendo el sabor salado de él semen — te amo
— yo más — sonrió — ¿podemos continuar? — su pareja asintió ayudando al más chico, para introducirlo en su entrada, ya antes dilatada, — n-no va a entrar... — decía agitado — déjame, un segundo — su esposo la metió de una estocada logrando dejarlo sin aire y gimiendo por un rato, después de eso no se movió — t...tu... bastardo — tiró su cabeza hacia atrás sacando la lengua intentando agarrar aire
Sonrió de manera arrogante, mordió el cuello de Izuku, mientras sentía como temblaba en esa posición, le era tan lindo verlo retorcerse de placer en sus brazos, mientras estaba dentro de él sintiendo el calor de su cuerpo, verlo rogar por más o pedir que pare cuando en verdad solo está intentando tomar el control del momento, si en verdad quisiera que parara su novio tiene la fuerza suficiente para mandarlo del otro lado de la habitación y él sabe cuando en serio lo dice, no por nada había sobrevivido 5 años casado con el terror de los héroes.
— voy ah.... Joder... ah... espera.... — cuando empezó a hablar su pareja empezó a moverse, era rudo, no iba a decir que no le gustaba porque mentiría, pero odia que lo haga cuando él quiere.
No le estaba dando tiempo a pensar, su cuerpo se estremecía de placer, a la par que él cuarto se llenaba de su voz gimiendo el nombre de su esposo, sentado encima de él mirándolo a la cara, las expresiones de Shoto, siempre le parecían hermosas, en la cama es cuando más expresiones tenía, y le gustaba ser quien las provoca, lo besó mordiéndole el labio, para ver si así lograba un espacio para tomar el control, pero parecía imposible.
De pronto aún unidos, su pareja lo tiró a la cama dejándolo a él acostado y el otro de rodillas en la cama tomando su cadera, sonrió al ver la sonrisa de él, para después empezar a gemir sin control por lo profundo que llegaba en esa posición, con sus manos apretaba la sabanas, sonreía pidiendo por más.
Lo hizo que se bajara y lo besó, se aferró a su espalda cuando empezó a ir más rápido, la arullo gimiendo su nombre, lo volvió a besar sonriendo acariciaba su cara feliz, paro por un momento, se miraron a los ojos, estaba agitados y sudados, la mano derecha de Shoto se pasó por los pezones de Izuku los acarició con cuidado, estaba fría, empezó a besarlos y a lamerlos, miró a su esposo que reía y Gemía al mismo tiempo, una bonita imagen.
— Izuku — se alejó y se acercó a su cara — te amo — besó su frente haciendo que el otro abriera los ojos fuertemente y se tocará la frente, riendo dulcemente lo abrazó — perdón me puse raro — Izuku nego besando las mejillas de su esposo
— es tierno — lo volvió a besar — yo también amo a Shoto — sonrieron juntando sus frentes
Volvieron a los besos y a seguir, pero más calmados, con más caricias que antes, teniendo los dos el control de lo que pasaba y querían, las manos de Izuku estaban juntas siendo agarradas por una de las manos de Shoto y quien besaba todo su torso mientras seguía con las estocadas, terminaron juntos, se quedaron tirados uno encima del otro.
Izuku volvió a estar en el pecho de su esposo acomodándose de nuevo a la posición con la que iniciaron, se estaba hasta quedando dormido, hizo que su esposo refrescara sus cuerpos y luego que los mantuviera en una temperatura tibia, el hacia todo lo que le pedían, después de todo, su hermosa pareja estaba muy cansado.
Se quedaron ahí por una hora más, hasta que el más alto le llegó una llamada de que había ocurrido una fuga, lo movió para despertarlo bien, que en esos momentos por el casacion estaba entre dormido y despierto, seguía moviéndolo despacio susurrando en su oído, recibiendo una negativa de su pareja, besó su oreja y la empezó a lamer, levantando al otro, sabía donde era sensible y como levantarlo rápido, al moverse rápido se dio cuenta que seguía sucio, volvió a dejarse caer en el pecho de su esposo, golpeó su pecho un par de veces despacio, mientras escuchaba aquella risa que lo ponía como tonto.
Shoto lo cargó, llevándoselo al baño, lo dejó en la taza y empezó a llenar la bañera, besó a su pareja que estaba arrugando la nariz, preparó el baño mientras el más pequeño se quedó sentado estirando sus piernas, estar en buen forma era muy ventajoso en esas ocasiones. La tina estaba lista, se metieron los dos juntos, el agua estaba caliente y ayudó para que Izuku relajara los músculos.
— gracias a los dioses — dijo Izuku recostándose sobre el pecho de Shoto
— quieres que te ayude — dijo Shoto tomando la mano de Izuku, quien asintió — lo are con cuidado — el más chico asintió
El mayor, lo acomodo bien, metió un dedo en su entrada, intentando sacar el semen que quedó adentro, seguido de dos que expandía su enterada ayudándose, Izuku trataba de no gemir tanto, terminó rápido, ya sabía como hacerlo así que fue muchísimo más fácil, besó la mejilla de su esposo cuando terminó, viendo como se relajaba de alivio, puso su cabeza encima de la de Izuku, tallandola contra sus cabellos alborotados, Izuku se reía, disfrutando de aquel momento.
Empezaron a platicar acerca de sus misiones y la reunió a la cual se dirigían, Izuku fruncía el ceño y suspiró molesto, su esposó por otro lado seguía diciendo lo que tenía que hacer ese día, su pareja, también parecía su secretario, era quien le acomodaba los horarios y ayudaba con cada cosa que a él le parecía tedioso, cuando iban a misiones actuaba como un guarda espalda y cuando intimidaba a alguien parecía otro jefe más, aparte de ser su calefacción personal, su esposo era todo lo que estaba bien en su vida.
Salieron de bañarse, el mayor cargó al más pequeño, hasta la cama, lo sentó en ella y empezó a sacar toda la ropa, se vistieron sin prisa, Shoto por lo general, odiaba vestirse a lado de Izuku, no era por nada de incomodidad o una cuestión de principio, era más porque le desesperaba mucho que Izuku tardaba para todo, y él lo terminaba vistiendo, incluso llegaba a ponerle lo zapatos, y esta no fue la excepción, ya se encontraba ayudándolo con la corbata y la camisa, Izuku parecía un niño, que le gustaba la atención.
Término de amarrarle lo zapatos a su pareja y lo miró desde abajo, vio la sonrisa de este, besó su pierna mientras iba subiendo, dejó su cabeza en sus muslos, sintiendo la mano de su pareja acariciando su cara, besó su mano, subió más y le dio en beso corto en los labios, el otro seguía sonriendo embobado.
Se levantaron y salieron de la habitación, tomaron las llaves del auto y se fueron de aquel lugar, condujeron por su ciudad, estaba casi vacía, Shoto estaba fumando en el carro, con la ventana abierta, mientras Izuku conducía de manera tranquila, como si fueran una pareja de lo más normal, llegaron a un gran edificio; cuando detuvo el carro suspiro cansado, Su esposo solo frunció el ceño, los dos estaban disgustados de que nadie de ahí podía mantener su pito en sus pantalones, la fuga solo había sido de una persona, para suerte de todos, alguien la atrapó antes de lograr escapar y buscara ayuda de los molestos héroes.
Desde que se convirtieron en los enemigos número uno del país, a sus 19 años, sus viejos amigos que no decidieron acompañarlos, habían sido una patada en los huevos, siempre arrumando revueltas en algunas ciudades o generando emboscadas, una vez volvieron tan loco a Izuku, que dejó un ciudad en escombros, y eso que se controló, pues habían convertido a su ahora esposo en un niño y lo habían secuestrado, pero eso era otra historia, muy larga y la que los dos odiaban recordar, quizás alguna vez se la contarían a sus hijos, pero hasta que eso pase no lo volvieron a mencionar.
Bajaron del carro, entraron dejando a todos callados, bajaron la cabeza y guardaron absoluto silencio, los pasos de Izuku se escuchaban por todo la sala, a pesar de la cantidad de gente que había, pasaron sin decir nada hasta su ascensor personal, bajaron a los subniveles del edificio, en esos momentos a Izuku le agradaría que le gustara el cigarro como a su esposo, pero lamentablemente no es así.
Llegaron a su piso, cuando dio un paso fuera del ascensor, el pasillo parecía como si estuviera manchado de sangre, siguió caminando como si no viera nada, empezó a escuchar gritos, seguía como si nada, después se paró en seco, apretó sus manos, sabía que nada de ahí era real, apretó el saco de su esposo, ya no podía avanzar, el más alto le tapó los ojos con una mano, y empezó a susúrrale en su oído, Izuku asentía y dejaba de Temblar.
Cuando se calmó, el pasillo estaba limpio, ya no había gritos, todo estaba bien, con la ayuda de su esposo siguió caminando, odiaba mucho ese piso, llegaron a donde estaban unas celdas, en ellas había una persona por cada celda, muchos ya ni se movían.
Se paró en la celda de su vieja amiga, entró con una sonrisa, ella no se veía bien, tenía marcas de maltrato y todas partes y se veía enferma.
— te ves bien — dijo riendo — creo que demasiado — la pateó en el estómago, — levántate — sonrió otra vez volviendo a patearla — no me escuchaste, Levántate, maldita basura — ella estaba llorando, él se agacho y la tomó de la cara delicadamente — lo siento, fui muy duro — la abrazó y besó su cabeza — es que me enteré que te quisiste escapar, — ella negó y él asentía — no puedes, recuerdas, tú lo dijiste — sonreía — que teníamos que estar juntos — ella lloraba con la voz quebrada — tú lo dijiste, que siempre jugarías conmigo — la abrazó — recuerdas tu juego favorito — ella negó — no importa, pronto lo harás — besó su cara muchas veces — vamos a jugar Toga — reía fríamente, y ella lloraba negando
La tomó del cabello y la empezó a arrastrar, abrió la puerta, ella gritaba, diciendo que no, pero él simplemente tenía los ojos vacíos, sentía las rasguñadas, y de algún modo, le gustaba aquella sensación, pues él no era el que estaba siendo arrastrado, hacia un sufrimiento incesante, su amiga tenía que aprender lo que él había vivido y sentido, ella tenía que ser castigada porque había hecho algo malo, si tan solo hubiera mantenido sus manos, fuera de sus cosas, pero aquella mujer, siempre terminaba arruinando sus juguetes y pues hace unos meses, arruinó un juguete Preciado de Izuku y Shoto.
— lo siento, Izu, no quiero — la aventó contra otra celda sacándole el aire, él se veía más enojado, Shoto simplemente no se metía, la miraba con asco y odio, pero no era partidario de la violencia sin beneficio, — Izu... — se arrastraba por el piso, besó sus pies, pidiendo por su vida
— no me toques con tu sucia boca — la pateó de nuevo, miró a dentro de la celda donde estaba la chica aconchada, estaba una mujer pidiendo que la dejara, también era una buena amiga de él, pero a ella Izuku si la quería
— basta Midoriya, la vas a matar — una mujer de cabello verde, tenía lágrimas en los ojos, y sus dedos se ponían en el cristal de la celda
— lo lamento Asui — la jalo con el pie a la otra, puso su cabeza contra el cristal — pero ella no merece tu preocupación, solo estamos jugando — la de adentro temblaba llorando — verdad — miró a la muchacha que sonreía y asentía en un afán de salvar su vida un día más
— a Uraraka no le hubiera gustado esto Midoriya — Izuku dejó de sonreír, se veía más vacío — déjala, ella quería salvarla — negó volviendo a sonreír pero no se veía bien
— Todo estará bien, no pienso matarla — su mano se dirigió a la calefacción de la habitación y empezó a bajarla — ahora no te metas en mis asuntos Suyu-Chan — decía tierno, mientras su amiga, empezaba a temblar de frío y a sentirse peor
Se volteó dejándola ahí, vio como Toga se arrastraba intentando escapar, le pareció gracioso, que le quebró la pierna haciéndola gritar, luego se subió encima de ella, empezando a ahorcar, cuando estaba por desmayarse la soltó, y le dio una cachetada.
— mira que linda — agarro su cara sonriendo — ábrela boca — ella negó y con su mano se la abrió, metió dos dedos hasta la garganta provocando vomito, sin mover la cabeza de su lugar, logrando que se ahogara con su propio vómito y a su paso lastimando su garganta y esófago. — que asco — decía riendo, por fin dejándola escupir, ella se quería desmayar, él dejó de sonreír cuando vio que agonizaba, alzó su mano y su esposo le pasó un bloque de hielo, él se pasó por el cuello despertándola, luego su esposo le pasó un palo caliente
— no, no por favor — decía ronca asustada — Izuku, lo siento — él se lo acercó a su ojo, ella grito, desgarrándose más, pero nunca hubo contacto, Izuku lo aventó a un lado y también gritó frustrado
— ¿Cuántas veces? — preguntó y ella no entendió — ¡¿Cuántas veces te pedí que pararas?! — sus ojos estaban llenos irá — esto apenas es la punta de todo lo que me hiciste y lo que le hiciste a ella — la agarraba de la cara — pensé que podías cambiar, pensé que si te la dejaba estaría bien, — ella lloraba — pensé que podía cambiarte y yo no tendría que regresar a este lugar — golpeó el piso destruyendo parte de él — quería enseñarle mi mundo, quería que ella fuera feliz en mi mundo, fue un accidente lo de Kacchan, lo de Kirishima, yo quería devolver su sonrisa — sus ojos empezaron a brillar — pero la torturaste y la mataste — estaba llorando — no pienso parar, me quitaste algo que era mío — volvió a jalar del cabello — así que sigamos amiga — decía molesto y tenebroso — tu juego favorito, era... los pinchos — ella negaba — solo que yo lo juego diferente — volvió a tomar el palo que arrojó y le pidió que lo volviera a calentar, — súbete la blusa — ella obedeció — gracias — le pego el fiero caliente en el estómago, escuchándola gritar cada vez peor,
— Izuku — su esposo lo llamó y él lo miró enojado — estás sangrando — Izuku tocó su nariz y sonrió
— apenas empece — dijo con gana de llorar, Shoto lo alejó y limpio su cara
— ya fue suficiente — sonrió acomodando su cabello — mañana puedes seguir — el asintió cansado — bien, lo hiciste bien — beso su frente — yo me encargo — jalo a la muchacha del cabello y la aventó de nuevo en la celda, tocó un botón y se empezó a curar, las heridas más graves
Tomó a su esposo que seguía en el suelo, lo cargó entre sus brazos, compuso la temperatura de T-suyu, y salió de aquel piso, lo llevó hasta su oficina, donde lo puso en los sillones y empezó a consolarlo, Izuku lo alejó, vómito en el bote de basura, lloró y gritó, Se aferró de Shoto asustado, podía escucharlos a todos, no dejaban de molestarlo, ellos lo estaban volviendo loco, le gritaban, debía matarla o debía dejarla libre, su cabeza estaba hecha un lió, quería que todos se callaran.
— ¡Cállense! — se alejó de Shoto y empezó a mirar a todos lados — ¡déjenme tranquilo! — seguí gritando — ¡voy a matarlos a todos! — se agarró la cabeza — ¡salgan de mi puta cabeza! — lloraba — ¡LOS ODIO! ¡Malditos bastardos! — agarró las manos de Shoto y lo miró — ellos deben morir, ¿verdad amor?, Ellos no yo, yo estoy vivo — parecía un papel
— todos merecen morir, si eso te trae paz — Izuku sonrió enormemente abrazandolo — tranquilo, nadie puede tocarlos, — Asintió más contento — ya estoy aquí
— si, ya lo estás — se abrazó más de él — los has estado más de 5 años, — Shoto lo besó sonrió — te amo
— yo más — lo volvió a besar.
Bueno.
Eso fue mi intento de escribir algo sexual, la verdad, no sabía como escribir este tipo de escenas, se me hace muy difícil y luego no estoy conforme.
Aún así espero que les guste, me divertí más haciendo la parte de Toga, pero aún no me convence.
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