Capitulo 4

Lo dejo en la cama con cuidado, sus demás compañeros ya habían abandonado la habitación, tenía miedo de dejarlo sólo, acarició su cara y tomo su mano besando sus nudillos; se encaminó al armario de su amigo, sacando otra pijama, suspiro pesadamente.

Como mucha calma y delicadeza, lo tomo de donde estaba acostado, despierto o dormido Izuku siempre era maniobrable; le quitó la camisa, para después quitarle los pantalones, le puso la nueva pijama y metió las ropas batidas de sangre en una bolsas. Con un trapo con agua limpió los lugares batidos con sangre, de su cuerpo, los cuales eran su cara y parte de su brazos y pies.

Cuando terminó lo arropó y acarició su cabeza.

Agarró la bolsa, queriendo quemarla, pero si lo hacía, estarían en problemas, Izuku no estaba lastimado lo más probable era que la sangre era de la enfermera que se quedó cuidándolo, le daría la bolsa a los maestros, para que la examinaran y eso decidirá el destino de su compañero, las cosas no estaban a su favor.

Salió de la habitación, pero su mano se quedó en la perilla, aún tenía ese sentimiento de no querer dejarlo solo, tenía miedo de que algo más pasará si él lo dejará sólo de nuevo.

Uraraka se acercó con una sonrisa de comprensión, tocó su hombro, él solamente asintió y la muchacha entró a la habitación, en silencio, como una pequeña brisa al colarse por la ventana, eso quería ser ella para su amigo, pero solo parece ser una molestia, no sabe que tan dañado está, como para odiarla tanto.

Todoroki se fue a la sala de estar, donde tanto maestros como compañeros lo esperaban, le extendió la bolsa y se fue del lado de sus compañeros; nadie habló, en aquella sala solo habían miradas, los 2 maestros se movieron por la sala, ante la atenta mirada de los alumnos de la clase A.

Esperaban a los demás maestros para poder decidir algo, ya que buscaban el cuerpo de la enfermera; al cabo de unos minutos llegaron Aizawa, el director y una policía, al ver a la policía, Kirishima y Tokoyami se pusieron en la entrada de la escalera; la señorita solo saludo a todos los presentes y tomó la bolsa que le fue entregada.

La examinó por un tiempo, los alumnos vieron como ella sacaba la sangre de la camisa usando solo sus manos, concentró la sangre en una pequeña esfera, los alumnos, veían el poder de aquella chica con asombró.

— ¿Y bien? — pregunto Aizawa, impaciente, ya que legalmente él es el tutor del niño

— está sangre no es de Izuku Midoriya — habló la señorita, sacando un pequeño frasco y metiendo la sangre concentrada en el — director creo que debe de aumentar la seguridad de estas instalaciones — Todoroki miró de manera seria al director — esta sangre es muy parecida a la que se encontró de una de las villanas reconocida como Toga Himiko — la muchacha guardó el frasco — aún así mandaré a hacer un estudio más detallado, los poderes a veces fallan, con su permiso

La muchacha se despidió, antes de salir por aquella puerta, una pregunta hizo que chasqueara la lengua 

— ¿Cuántas veces ha fallado su poder? — pregunto Bakugo 

— ninguna — dijo ella, de manera seria — pero siempre existe una primera vez — se escucho como Todoroki y Bakugo chasquean la lengua — si valoran la vida de su amigo, haría lo que los grandes aconsejan — se volteó y miró a los niños que tenía enfrente — no somos villanos, lo entenderán cuando crezcan 

Uraraka se quedó en el sillón cerca de la cama de su amigo, leía uno de los libros que Todoroki dejaba ahí, lo veía entre ratos, se distrajo en una parte de la lectura, que contrabajo vió cuando un rayo verde pasó del otro lado de la habitación, se quitó el libro de la cara, mirando a donde paró aquel destello.

Izuku se encontraba en la esquina de sé habitación, las lágrimas brotaron de sus ojos, se abrazó a sí mismo, negó con la cabeza, empezó a golpearse con las manos, luego las puso en su orejas y empezó a llorar más fuerte.

Uraraka dejó el libro lentamente, se sentó en el piso y empezó a gatear hacia Izuku, el cual negaba cada vez que la muchacha se acercaba, estaba espantado, se sentía como un pequeño conejo en época de caza. Ella paró a pocos metros de su amigo, se sentó en el piso, no le sonrió sabía que eso no funcionaba, solo extendió su mano derecha hacía Izuku.

— lo lamento, soy un esclavo malo, perdóname — se agarró la cabeza, entre sus manos y volvió a negar — Toga, prometiste que ya no regresarías  como ella, por favor Izuku es bueno — se acercó a Uraraka, quien también estaba llorando — por favor, no hagas que yo la odie — la abrazo — yo también te quiero, por favor, ya no trataré de escapar, lo prometo 

— Midoriya-kun — Uraraka lo abrazó fuertemente — soy real, ya estás a salvo 

— ¡Deja de mentirme! — Izuku se alejó — ¡No me mientas! Estoy cansado — se tapó la boca — lo lamento, yo no debí de gritar, no le digas a Tomura — tomó la manos de Uraraka y las beso — perdóname — Uraraka, lo tomó de la cara 

— soy real — dijo ella 

Izuku tenía miedo, se alejó y corrió hacía la puerta, la abrió y salió corriendo, Uraraka corrió para buscarlo, pero lo único que consiguió es espantarlo más, bajo las escaleras con torpeza, pero las logró bajar si lastimarse, siguió corriendo tenía mucho miedo, vió la planta principal, corrió entre sus dos compañeros, como pudo.

— ¡Shoto! — gritó haciendo que todos lo vieran

Divisó a la persona que quería encontrar y salió corriendo hacía él, lo abrazó llorando, Todoroki correspondió, besó su frente; Uraraka llegó con lágrimas en los ojos intentó acercarse, pero fue rodeada por los brazos de su pareja, ella lloró en el pecho de él, por la impotencia de no poder hacer nada, por ser solo algo que le trae malos recuerdos a su amigos.

La policía se quedó a ver, en que se desenvuelve aquél problema, por lo que veía el chico había tenido otro episodio, se sorprendió que ya confiara en una persona, pensó que le llevaría más tiempo, vió a la chica y se percató de que no estaba herida, la describe físicamente como alguien dulce y delicada, quién pensaría que sería novia del ganador del festival deportivo.

Aizawa, quería acercarse, pero la mirada de Todoroki indicaba que nadie hablara o se moviera, pues los sollozos, seguían presentes, entendió que aquello era algo, que solo él podía solucionar, por el lado de Uraraka, sabía que luego le preguntaría lo que pasó.

Todoroki se alejó de Izuku, tomó la cara ajena entre sus manos y juntó sus frentes, con su pulgares secó las lágrimas.

— Izuku se portó mal — dijo su compañero entre sollozos — lo lamento, solo te causo problema 

— está bien — dijo él apartándose y besando la frente de Izuku — ya estás a salvo

— ¿Todos son reales? — pregunto con miedo 

— sí — contestó

La sonrisa de Izuku se hizo presente, miró a sus compañeros, su sol se hizo presente e iluminó la oscuridad del salón.

— ¿Son reales? — preguntó a sus compañeros los cuales asintieron — ¿Entonces soy libre? 

Todos querían gritar un sí, pero le dirían la mentira más grande de su vida, Izuku nunca sería libre, aún cuando su cadenas mentales desaparecieran, el seguiría encerrado en los muros de estas instalaciones, porque Izuku no puede ser héroe, pero tampoco un ciudadano, Izuku ya no puede ser normal.

Como le dirían aquello a su sol, quién sería capaz de engañar a aquel ángel, que ahora estaba enjaulado en una jaula de oro, con cadenas de plata, con sus alas cortas, quien le dirá que ya nunca podrá volar, a como lo hacía antes.

— ya eres libre — dijo Todoroki 

Izuku sonrió feliz, la policía sonrió y negó con la cabeza, salió del edificio, no necesitaba ver más, para saber que mantendrá vigilado a Todoroki Shoto, lo supo cuando vio aquellos ojos, al pronunciar esas palabras. Por ahora solo observaria, pero ya sabe que clase de persona son esos niños y no veía nada bueno en aquellas miradas disfrazadas.

Aizawa también vio aquella mirada, pero decidió olvidarla, pues quería mentirse sobre el futuro de esos niños a los cuales apreciaba mucho, quería estar equivocado, le rogaba a Dios que fuera un engaño de su cabeza.

En cambio el director también salió, con una sonrisa, para después cambiarla, con una llena de preocupación y se preguntó si sería bueno seguir enseñándole a aquellos niños, que el destino ya había decidido su futuro, pero el deber de un héroe es salvar a las personas y si había una mínima posibilidad de salvar a aquellos niños entonces eso haría.

Todoroki solo seguí sonriendo de la misma manera que lo hicieron, Bakugo, Kirishima y Iida.

Las piezas se mueven y un nuevo color apreció en el campo, con los reyes dormidos de todos los colores, la reinas preparadas y los caballos moviéndose, todo las piezas se preparan para un pronto encuentro, pero sin ser el último.

++++Autora++++

Alguna duda la respondo.

Aquí esta el siguiente capítulo, me va gustando.

Tal vez en el siguiente salgan los villanos, aún no lo decido.

Si no son los villanos entonces será un recuerdo, de Izuku.

Todo es borroso en la mente de ese podre niño.

Voten, comenten que les pareció, esperó que les vaya gustando.

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