A tan solo unos pocos meses para cumplir los 18 años, el tranquilo y gentil Jimin ha decidido ingresar al seminario, espera algún día ser sacerdote. Creció en una creyente familia y estudió en un colegio cristiano.

Hace ya un tiempo, el pelirrubio trabaja en un prestigioso y exclusivo centro de rehabilitación impartiendo clases de piano a los pacientes del lugar y de vez en cuando los deleita con su hermosa voz. Jimin es un joven muy apreciado por todos en ese lugar, ya que es una persona prudente, esmerado en el buen trato y cariñoso con todos, con los pacientes y con el personal de la clínica.

Jimin