Capítulo 27

—Yo... —comienza a responder mientras mira a Jungkook en busca de una señal.

—Sr. Park, responda la pregunta. ¿O debo llamarlo Sr. Jeon?

—El Sr. Minho arruga el entrecejo mirando a Jungkook, luego voltea a ver nuevamente a Jimin y le asiente con la cabeza.

—Soy el esposo de Jeon Jungkook —dice finalmente.

—¿Desde cuándo? —le pregunta el abogado de Félix.

—Desde hace dos semanas.

—¿El Sr. Jeon le exigió que se case con él?

—No me lo exigió, él me lo pidió.

—¿Se sintió obligado a casarse con él?

—No, lo hice porque lo amo.

—¿Y él siente lo mismo por usted?

—Sí.

—¿No será que el Sr.Jeon le pidió que se casen para que usted declare a su favor.

—¡No! Él no haría eso.

—Tal vez él pensó que siendo su esposo usted omitiría algunos detalles de su comportamiento previo.

—No he omitido nada, le he dicho toda la verdad.

—No he dicho que usted esté mintiendo, lo que digo es que tal vez el Sr. Jeon se casó con usted porque pensó que era una buena manera para que lo ayude con un testimonio un poco menos duro.

—No es así. Él se casó conmigo porque me ama y a yo él —le responde Jimin con convicción.

—Puede retirarse Sr. Jeon —lo disculpa el abogado de la parte acusadora.

Lamentablemente, el abogado sembró la duda ante el jurado. Esto para que el jurado tenga una visión equivocada acerca de Jungkook. Busca hacerlo ver como un mentiroso y manipulador.

Jimin sale de la sala.

Ya estando en los pasillos del tribunal, Jimin se disculpa con Jungkook por haber develado el secreto del matrimonio.

—Tuve que decirlo. El Sr. Minho me hizo una señal para que lo hiciera.

—Está bien, mi amor. ¿Tú lo sabías, Minho?

—No, pero me di cuenta de lo que pasaba, así que le hice la seña a Jimin para que hablara con tranquilidad.

—¿Por qué no nos contaste a nosotros que somos tu familia? .lo increpa la madre.

—No quería que nadie supiera hasta después del juicio.

—¡Yo estoy feliz por ustedes! —le dice su hermana a Jungkook.

—Yo también estoy feliz por ambos —replica la madre de Jungkook y los abraza.

********

Días más tarde, Jimin recibe una llamada telefónica de Hyunjin.

—Necesito que hablemos, Jimin.

—Claro, dime Hyunjin.

—Prefiero que sea personalmente. Te pasaré a buscar en la esquina de tu casa en una hora.

—Ya no vivo en el mismo lugar. Mejor juntémonos en el centro.

—Okay, te enviaré la dirección.

Ambos se reúnen en un café del centro de la ciudad. Jimin está muy curioso por saber qué le dirá Hyunjin.

—¿Cómo está Félix? —le pregunta Jimin.

—Mi hermano está igual, sigue conectado a máquinas para seguir respirando.

—Ojalá pudiese hacer algo para ayudarlo.

—Justamente de eso quiero hablarte. Quiero proponerte un trato.

—¿Un trato? ¿Qué trato? —pregunta Jimin intrigado.

—Yo podría convencer a mi familia de que retiren los cargos en contra de Jungkook.

—¿De verdad, podrías hacer eso?

—Sí, pero a cambio debes hacer algo por mí.

—¿Yo?

—Quiero que pases una noche conmigo.

—¡No!

—Si lo haces tu novio, perdón, tu esposo quedará libre.

—¿Estás loco? ¡No lo haré!

—Como quieras. Entonces deberás visitar a tu esposo una vez a la semana en la prisión. Adiós Jimin —se despide Hyunjin mientras se levanta de la silla.

—¡Espera! —exclama Jimin.

—¿Lo harás? -iniste Hyunjin.

—Jungkook no puede enterarse jamás, ¿me escuchaste?

—Jamás se enterará, ¿tenemos un trato?

Jimin mira furioso a Hyunjin y solo asiente con la cabeza.

—¿Es un trato? —reitera Hyunjin.

—¿Cuándo?

—Mañana en la noche. Te enviaré la ubicación a tu teléfono.

Jimin lo mira con el ceño fruncido y se va.

Al volver a casa con su esposo, se muestra callado.

—¿Estás bien mi amor? —le pregunta el pelinegro.

—Estoy un poco cansado, iré a dormir —le responde.

—Vamos, también estoy muy cansado.

Como es habitual, Jungkook se desnuda completamente y se mete debajo de las sábanas antes que Jimin, quien lo hace en ropa interior.

—¡Sácate eso! —le pide al rubio, ante lo cual, Jimin accede de inmediato.

Ambos se abrazan y se besan. Jungkook acaricia el suave y pálido cuerpo de su ahora esposo, quien lo besa mientras sus manos están en los pectorales del pelinegro. En un rápido, pero cuidadoso movimiento, Jungkook toma al rubio por la cintura y lo gira, quedando encima de él.  Besa su cuello, pasando por su mandíbula para llegar a su boca. Besa con fervor los suaves y carnosos labios del pelirrubio, mientras sus manos ya están en sus caderas y comienzan a bajar en dirección a su trasero. Instintivamente, Jimin levanta las piernas y las entrelaza alrededor de la cintura de su esposo.

—¡No! —le dice Jungkook.

—¿No?

—Pon tus piernas aquí —le pide el pelinegro y con ambas manos acomoda las piernas de Jimin sobre sus hombros mientras se coloca de rodillas en frente de él.

Seguidamente, Jungkook estira su brazo para sacar un lubricante desde el cajón de la mesa de noche. Unta un poco en sus dedos, los que luego introduce en el agujero de su expectante esposo. Luego de un rato de masajeo intenso, quejidos y una que otra contracción muscular de Jimin, El pelinegro se alista para introducirse dentro del trasero que tanto placer le ha dado siempre.

Jimin, tiene sus nalgas levantadas hasta las nubes, presto para recibir el erecto miembro del pelinegro. Jungkook primero se inclina para besarlo nuevamente y decirle:

—Te voy a dar duro bebé, ¿está bien? —le pregunta o más bien, le avisa.

Estas palabras significan que Jimin gemirá como un animal, en ningún caso lo lastimará. Aunque los alaridos de Jimin parezcan lo contrario. Entonces Jimin se prepara psicológicamente para recibir las estocadas, que al principio son suaves, pero al rato se vuelven salvajemente intensas.

Cuando los quejidos de Jimin se convierten en chillidos, Jungkook comienza a sonreír. Ese sonido le encanta. Él también suelta sus propios sonidos, más roncos, eso sí. Ambos jadean como perros, hasta que Jungkook decide salir del agujero y pedirle a Jimin que se voltee. Y cuando lo hace, Jungkook se coloca detrás de él, sobre su espalda y lo penetra  hasta el alma. La erección de Jungkook llega hasta la próstata de su excitado amante, quien se agarra de las sábanas con ambas manos.

—¡Dios! —exclama Jimin.

El choque de sus cuerpos retumba en toda la habitación junto con la mezcla de los gemidos de ambos.

Finalmente, Jungkook acaba expulsando su semen dentro de Jimin.

Al separar sus cuerpos, Jimin se voltea y comienza a masajear su propio miembro, el que aún permanece duro como una roca. Al darse cuenta de esto, Jungkook lo agarra con una mano y se acerca su boca para succionarlo. Unas pocas veces más y entre jadeos y a alaridos, Jimin le dice.

—Ya me voy a correr.

Y Jungkook recibe todo el líquido del rubio en su boca.

********

A las 10 de la noche del siguiente día, Jimin se reúne con Hyunjin en la dirección que le indicó.


Jimin

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