Capítulo 2

Durante algunos días, Jeon Jungkook estuvo evitando ir a las clases de piano con el rubio y joven profesor. Por supuesto, tuvo la consideración de avisarle enviándole un mensaje y aludiendo a una indisposición de índole de salud. Aunque lo ha pensado, no es capaz de prescindir de las clases por completo. Su mente racional y adulta, le indica que debe alejarse, antes de que pueda meterse en un lío, ya bastantes problemas tiene en su vida. Sin embargo, su emoción lo llama a verlo, hablarle, intentar conquistarlo. Está lidiando consigo mismo para contener sus impulsos.

Una tarde, al finalizar su día de trabajo en el centro, Jimin va a la habitación de su alumno desertor, pero al llamar a la puerta, nadie le abre, entonces decide irse a casa. La verdad es que Jungkook no quiso abrir la puerta.

"Estoy actuando como un adolescente, ¿pero qué se supone que debo hacer? ¿Por qué me busca? ¿Acaso él...? No, no, no. No lo creo".

Al día siguiente, Jimin está dando su última clase del día y antes de finalizar ve entrar a Jeon Jungkook al salón. No tiene buena cara. El rubio levanta la mano para saludarlo, a lo que el pelinegro responde alzando la barbilla manteniéndose inexpresivo.

-Hola, Jimin -lo saluda Jungkook al acercarse, al verlo que se ha desocupado.

-Hola, ¿estás bien?

-Eh... sí, estoy bien. ¿Podemos hablar?

-Claro, ¿qué ocurre?

-Um, Jimin, quiero disculparme por no haber asistido a tantas clases.

-Está bien, no te preocupes por eso. Aunque espero que puedas retomar pronto.

-Sí, quiero venir mañana.

-Seguro. Sabes que puedes venir cuando tú quieras -le dice Jimin sonriendo y achinando sus ojos.

Jungkook observa detenidamente el rostro del chico y no puede contener la sonrisa y cuando un suspiro sale por su boca, sintió un frío recorrer su espalda y pensó: "¡Mierda! Ya es demasiado tarde, estoy jodido"

********

Días después, Jeon Jungkook vuelve a recibir una visita, pero esta vez de un amigo.

-¿Por cuánto tiempo más estarás aquí?

-Por dos semanas más. Pero ahora podré salir los fines de semana.

-¿En serio? ¿Y tu familia lo sabe?

-No y no pueden saberlo. No quiero que nadie me vaya a joder a mi casa.

-Por supuesto que yo no diré nada. Avísame si necesitas que venga a buscarte.

-Sí, te llamaré.

-¿Los demás pacientes del centro saben que puedes ocupar tu teléfono?

-No, solamente sabe... el chico de las clases de piano y la directora, por supuesto.

-¿Estás tomando clases de piano? ¿Tú? -su amigo suelta una carcajada.

-¿Es tan extraño eso?

-Mi querido amigo, tú nunca has sido talentoso en esas cosas, tienes menos ritmo que una gotera -su amigo sigue riendo y burlándose de Jungkook.

-Tú no sabes nada...

-Claro que lo sé, te conozco de toda la vida. ¡Espera! Si nunca te ha interesado tocar piano antes, debe haber una poderosa razón para que lo hagas ahora -le dice su amigo alzando una ceja.

-Solamente quise hacer algo distinto para no aburrirme aquí.

-Mmm...

-Bueno, tal vez podría haber una motivación especial, pero si te lo cuento no puedes decírselo a nadie, de lo contrario podrías meterme en un lío.

-Puedes confiar en mí, ya lo sabes.

-Está bien, pero te lo diré el fin de semana.

-¿Qué? No puedo esperar a saberlo hasta el fin de semana, al menos dame una pista.

-¿Una pista? No seas infantil -le dice Jungkook riendo.

-Entonces dímelo de una vez.

-Aaahhh ¡Está bien! Te lo diré.

-Okay, soy todo oídos.

-Uff, bueno... me gusta el profesor.

-¡Lo sabía! -vocifera su amigo con más emoción que sorpresa.

-¡Cállate hombre!

Ambos ríen a carcajadas.

-El fin de semana te lo contaré con detalle porque es algo complicado.

-¿Pero ya ha pasado algo con él? -le susurra su amigo.

-No y ya no preguntes nada, te dije que el fin de semana te contaré.

-Okay, okay.

Al día siguiente, Jungkook se reúne con Jimin para retomar las clases.

-Me alegro de que hayas vuelto, te extrañé - le dice Jimin.

-¿Me extrañaste? -le pregunta incrédulo.

-Sí -le responde con naturalidad.

A lo que Jungkook reacciona con una enorme sonrisa y el sonrojo de sus mejillas.

-Hoy quiero enseñarte una melodía nueva para que vayamos incorporando nuevas técnicas. Primero obsérvame y luego lo intentas tú, ¿okay?

-Okay.

Jimin interpreta un trozo de una hermosa melodía en el piano, mientras Jungkook lo observa muy concentrado, aunque más en su rostro que en sus dedos. Al terminar, le pide que replique lo que acaba de hacer.

-¿Puedes tocarla nuevamente? Creo que me perdí algunos detalles.

A lo que Jimin asiente sin problema y vuelve a tocar la melodía, al finalizar le pide nuevamente a Jungkook que intente hacerlo también. El torpe alumno posa sus grandes manos sobre el teclado e intenta ubicar los dedos en las teclas que corresponde, pero no lo logra, por lo que Jimin toma sus manos con delicadeza y lo ayuda a presionar una a una las teclas. Tocar la piel del rubio profesor lo hace sentir bien e inconscientemente, Jungkook mira a los ojos de Jimin.

-Debes mirar las teclas, no mi cara -le dice riendo.

-Ah, sí, lo siento -le responde él y vuelve su mirada hacia las manos de ambos.

-Es que...

-¿Qué? -le pregunta Jimin al voltearse a verlo.

-Yo...

-Hola -interrumpe alguien. Es un delgado joven de unos 20 años.

Ambos se giran a mirarlo.

-Hola -lo saluda Jimin.

-Puedo observar -pregunta el chico de ojos negros a Jimin.

-Claro, te puedes sentar allí -le responde indicando hacia una silla que está cerca del piano.

Luego continúa dándole instrucciones a Jungkook para proseguir con la clase.

-¿Es alumno tuyo?

-No, es un paciente del centro que a veces viene a verme.

-¿A verte?

-Sí, a verme ¿Por qué te sorprende?

-¿Entonces ustedes son amigos?

-En realidad no. No nos conocemos tanto como para ser amigos, pero nos llevamos bien.

-Ah -finaliza Jungkook y asiente con la cabeza.

-Sigamos. Debes prestar más atención, Jungkook.

-Um ¿Qué? ¿Acaso me estás regañando? -le pregunta sonriendo.

-No, bueno, tal vez. Te distraes con facilidad.

-Lo siento, no volverá ocurrir. En serio.

-Okay. Sigamos entonces.

Jimin continúa instruyendo a su distraído y enamorado alumno, mientras este lo observa con mucha atención, a ratos perdiéndose en los gruesos y apetitosos labios de su maestro de piano.

Rato después, cuando toman un corto receso, Jungkook le cuenta al pelirrubio que saldrá del centro durante el fin de semana.

-Si quieres, podemos hacer algo, tú y yo.

-¿Hacer... algo? Um...

-Sí, no sé. Podríamos ir a comer, ir al cine o hacer lo que tú quieras.

-Jungkook, tú... ¿Quieres salir conmigo?

-Sí, pero si no quieres o no puedes, está bien.

-No, no. No es eso, es solo que me pillas de sorpresa.

-Entonces, ¿te gustaría?

-Claro. Me gustaría mucho.

-Bien -responde Jungkook con sesgo de alivio. Por un momento creyó que su propuesta no sería bien recibida, pero finalmente, Jimin acepta salir con él.

********

Ese viernes por la tarde, coincidentemente, Jungkook y Jimin salen a la misma hora del centro de rehabilitación.

-¿Quieres que te lleve a tu casa? -le pregunta Jungkook.

-Eh... ¿Alguien vendrá a buscarte? -le pregunta Jimin.

-No, pedí que trajeran mi auto.

-Ah...

-Vamos, te llevaré a tu casa.

-Bueno... está bien -responde un indeciso y algo confundido Jimin.

Ambos se suben al lujoso auto de Jungkook y emprenden el rumbo a la ciudad.

-Vivo un poco lejos -le advierte Jimin.

-No te preocupes, no tengo prisa. Coloca la ubicación en el GPS -le responde él con una sonrisa, la cual es correspondida por su joven acompañante.

-Tu familia debe estar esperándote -le dice Jimin con entusiasmo.

Jungkook sonríe y niega con la cabeza.

-¿Mi familia?

-Sí, tu esposa y tus hijos.

Jungkook suelta una carcajada, pero casi inmediatamente se da cuenta de que Jimin se siente avergonzado y cambia su expresión.

-Yo no estoy casado, ni tengo hijos. No, nada de eso.

-Ah, entiendo. ¿Y tus padres?

-Ellos no están en el país, además estamos distanciados, así que...

-Lo siento, no lo sabía. No debí preguntarte nada, a veces soy entrometido.

-No, está bien. Puedes preguntarme lo que tú quieras, Jimin.

-Y... ¿Piensas casarte algún día?

-No lo he pensado. Hasta el momento no ha pasado esa idea por mi cabeza porque no he conocido a alguien con quien quiera casarme. ¿Es por acá, verdad?

-Sí, aquí debe doblar hacia la derecha.

-Okay.

-Es aquí -le dice Jimin mientras desabrocha el cinturón de seguridad.

-¿Te llamo mañana?

-Okay.

-Descansa Jimin.

-Igual, tú. Gracias por traerme.

Luego de dejar a Jimin en su casa, Jungkook se va a la suya, ubicada en una lujosa zona de la ciudad. Esa noche, se duerme temprano.

********

Al día siguiente, por la tarde, Jungkook marca al teléfono de Jimin, pero no contesta.

"Espero que no se haya arrepentido", piensa.

No mucho rato después, Jimin lo llama devuelta y le cuenta que no había escuchado sonar el teléfono.

-Dime a qué hora quieres que pase a buscarte -le dice Jungkook.

-Eh... no lo sé.

-¿A las nueve?

-Okay ¿Y dónde iremos?

-Donde tú quieras. Cuando vaya por ti lo decidimos, ¿te parece?

-Ya, nos vemos -le responde Jimin.

La ingenuidad de Jimin, no le permite percatarse por completo de las intenciones de conquista de su "nuevo amigo", aunque el comportamiento de Jungkook lo hace ponerse algo tímido. Mientras espera a que Jungkook pase a buscarlo, el rubio de lindos labios, le cuenta a su madre que saldrá con alguien del trabajo. Una verdad a medias, considerando que a sus tiernos diecisiete años, saldrá con un hombre diez años mayor, que su cristiana familia no conoce y además es paciente del centro de rehabilitación donde trabaja.

"Espero que mi mamá no vea el auto en el que me vendrá a buscar", piensa Jimin, sabiendo que quedará en evidencia de que no saldrá con un compañero de trabajo.

*Escríbeme cuando estés afuera, no me llames ni toques la bocina por favor.

*Ok -le responde Jungkook.

Y tal como se lo pidió, Jungkook le escribe un mensaje al teléfono al llegar.

-Chao, mamá. Volveré temprano -le dice a su madre y sale casi corriendo de la casa.

Abre la puerta del auto y se sube presuroso.

-Vamos, antes de que mi mamá se asome -le dice a Jungkook.

El pelinegro sonríe e inicia la marcha.

-¿Está todo bien, Jimin?

-Sí, todo bien -le dice riendo.

-¿Dónde quieres ir?

-Eh... no sé.

-Quieres ir a tomar algo.

-Um sí. ¿Vamos al MorCrew?

-Bueno, vamos.

-¿Has ido?

-No, lo buscaré en el GPS...

-No, yo lo hago. Ojalá te guste el lugar -le dice Jimin, mientras busca la ubicación.

-¿A ti te gusta?

-Mucho. Siempre voy.

-Entonces supongo que me agradará también.

-¿Crees que te gustará solamente porque a mí me gusta?

-Sí, estoy seguro. Todo lo relacionado contigo me encanta.

Jimin traga saliva y sonríe. El descaro de Jungkook lo vuelve tímido.

Cuando entran al lugar, Jimin saluda al dueño, quien le da un apretado abrazo, lo que despierta el recelo de Jungkook, cuya expresión se torna seria.

-Él es mi amigo, Jungkook -por fin le dice Jimin al desprenderse de los brazos del dueño del bar.

-Hola, soy Jihyun.

-Hola -le responde Jungkook con una mirada fulminante sobre él.

-Sentémonos por allá, Jungkook -le pide Jimin.

-Claro -le responde.

Se sientan y Jungkook recorre el sitio con la mirada.

-¿Siempre vienes aquí? -le pregunta al pelirrubio.

-Sí ¿No te gusta el bar?

-Sí, mucho.

-Tú debes frecuentar otro tipo de sitios.

-¿Por qué crees eso? No soy de otro planeta -le dice riendo.

-Lo digo porque tienes mucho dinero y la gente millonaria no viene a estos lugares.

-¿Cómo sabes que soy... millonario?

-Me di cuenta por el auto que tienes, cómo te vistes, cómo hablas y...

-¿Y qué?

-Bueno, todos los pacientes del centro tienen mucho dinero.

-¿Podemos hablar de otra cosa? -le pregunta Jungkook.

-Lo siento, soy un idiota. ¿Cómo se me ocurre estar diciéndote todo esto? Yo...

-Es que no quiero hablar de eso contigo.

-Lo siento -le dice Jimin avergonzado.

-Me refiero a que quiero hablar de cosas más entretenidas. Tú eres distinto a mi familia, a mis amigos y a la gente que me rodea. Eres... especial.

-¿Especial? ¿Yo soy especial?

-Sí, eres especial para mí. Contigo puedo hablar de otros temas más profundos, más importantes que el dinero. O podemos hablar de cosas entretenidas, y reírnos ¿sabes? Mi familia y las personas en el trabajo son un poco...

-¿Aburridos?

-Sí, aburridos, pero lo que me jode es que no confío en ellos porque están demasiado interesados en los negocios y el dinero.

-Te entiendo.

-¿En serio?

-Claro. Entonces haré algo divertido.

-¿Qué cosa?

-Espera y verás.

Jimin se levanta de su asiento y va a otro lugar dentro del bar.

-¿A dónde vas? -le pregunta Jungkook sorprendido.

-Espera aquí -le contesta él.

Minutos después, Jimin aparece en el escenario con otras personas más.

https://youtu.be/m9EZK5vX4IE

Cuando finaliza la canción, Jimin se acerca nuevamente a la mesa en donde está Jungkook.

-¿Te gustó la canción?

-Sí, me gustó mucho -le responde un sonriente Jungkook.

-Que bueno, porque la canté para ti.

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