"Yo tenía 11 años, de hecho estaba a meses de cumplir los 12, el caso es que empecé a tener episodios de depresión, de pequeña sufrí bullying y pues todo explotó en ese entonces, empecé a cortarme e intenté suicidarme, mi familia al ver esto, pensó que era un alejamiento de Dios, así que un ortodoxo vino a casa a hablar conmigo, habló frente a mi familia y asi, hasta ahí todo bien, luego me dijo que lo acompañar al carro, para poder hablar en privado, así que lo hice, estando yo sentada en el asiento de copiloto y el en el otro, me pidió que le contara todo bien, como me sentía y así, y eso hice, no llevaba ni 5 minutos hablando cuando metió su mano en mi brasier y empezó a acariciar y apretar mi seno izquierdo, me dijo que era para así sentir mis latidos, pero esas caricias no eran para eso.
Después de que terminé de contarle todo (todo este tiempo el con su mano ahí) dijo que el me llevaría a la Iglesia, a que yo me confesara con un padre (ya que los ortodoxos no pueden confesar) él bajó y le dijo a mi mamá que él me llevaba y traía, ella dijo que sí, pero yo no quise ir, afortunadamente se fue, no quiero pensar que hubiera pasado si hubiera aceptado ir con él"

Anónimo.