¿Qué hay más allá de las estrellas?

Un mundo infinito... más estrellas y galaxias, y agujeros negros que te llevan a otros universos aún por descubrir.

¿Para qué haría Dios (para los que creemos en Él), una creación tan exorbitantemente ilimitada? ¿Para qué estaría construyendo mundos constantemente si la vida se terminara aquí en la tierra? ¿No es incongruente cuando miras el infinito universo, pensar que la vida sea tan ínfima y limitada?

Poco antes de morir, mi padre me hizo partícipe de una pequeña revelación. Estaba ciego, sabía que su vida se encontraba a punto de cruzar el umbral de la eternidad, y allí sentado en su sillón, con la mirada perdida en uno de esos maravillosos mundos que todavía no conocemos, pero que Dios le había confesado, compartió conmigo uno de los regalos más bellos.

—Nuria...—me dijo — La eternidad no es como algunas personas se la imaginan, estar tumbados bajo un árbol tocando una lira. La eternidad es muchísimo más que eso, es estar ya para siempre disfrutando de la vida y de toda la creación infinita y en constante expansión, que Dios va creando para los que le aman.

Y yo así lo creo. El universo es parte de esa maravillosa creación que cuando partamos de este mundo tendremos la oportunidad de descubrir. Entonces, ya no hará falta nada más que el deseo de poder disfrutarla y compartirla con todos los que hayamos decidido que queremos estar allí, con nuestro Dios.

Yo espero poder estar allí algún día y desde luego, espero poder veros a todooos !!