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¿Cuál es el límite del amor antes de que se convierta en odio? ...






En los pasillos había distintos murmureos.

"¿El humano atacó al príncipe?"  Se especulaba pero nadie daba la respuesta. Yuri Plisetsky tenía muy tenues marcas en el cuello, rojizas que se desvanecían. Y Otabek Altin caminaba detrás de él, tres pasos detrás de él como perro arrepentido.

Plisetsky le había castigado, no le dejaba mirarle a los ojos por nada del mundo. Ese era el castigo de ambos. Altin no podía ver la vida que traen esos ojos esmeraldas, y Plisetsky no podía ver los misterios detrás de aquellos ojos negros como la noche.

Ambos vivían por ello, por esa unión que tenían al mirarse, pero al no poder hacerlo, el corazón del moreno moría un poco y la salud del rubio empeoraba.

Había sido tan rápido, sin medida, cuando se lanzó contra su amo y apretó ese frágil cuello de una manera violenta. Se había dejado llevar por la ira y la tristeza dentro de él, sin preguntarse del origen de todo. Sin preguntarse si realmente Yuri Plisetsky sabia lo que estaba sucediendo. Agradeció dentro de su ser que Yuri le pateara el abdomen y lo hiciera volar contra la pared. Porque eso dolería menos que ser lastimado por uno de los nobles que le miraban ahora como una amenaza a su futuro rey.

Yuri no se había molestado en ese instante, solo le regaño enfrente de los humanos y Auras, y le pidió que lo siguiera. Por supuesto, que lo hiciera en privado. Y ahora, que se encontraba detrás de él siguiéndole el paso, no podía dejar de sentir el remordimiento de culpa y dolor en su corazón.

- No sientas dolor Beka. - dijo el príncipe - No por favor, que tengo la plaga humana y esa energía mata a mi Core.

- Lo sabías... - dijo con sorpresa el moreno.

- Siempre lo supe. Pero es algo que decidí para mí. Mi padre tomó mejores decisiones cuando tenía a Temir amándole. Nos hizo ver un futuro distinto, nos hizo pensar qué tal vez nuestra existencia no era el motivo del universo, sino, que éramos resultado de algo más grande de lo que podemos comprender.

- ¿Más grande?

- Nuestra raza se cree la élite entre la élite. En todo ese tiempo de viaje, en este basto universo, no hemos encontrado a ninguna especie que pueda igualar nuestro poder, así que nos volvimos soberbios y egoístas a tal punto que nos olvidamos de nuestros inicios. - el rubio abrió aquella biblioteca que le había mostrado el rey al moreno hace días - en nuestro planeta, apenas podíamos vivir. AURA en todo su esplendor nos asesinaba. No sabíamos controlarlo, éramos criaturas que se arrastraban bajo tierra. Fue entonces que comenzamos a evolucionar, y construimos un Core dentro de nosotros, nos adaptamos a los cambios impredecibles hasta llegar a nuestro máximo desarrollo.

- Genial - dijo el moreno escuchándolo con curiosidad.

- Y fue allí cuando... Acabamos consumiendo a madre. - bajo la mirada el rubio, "Madre" era el nombre que le daban a su planeta origen - ... No nos importó nada más que nosotros, destruimos tierras, especies a nuestro paso, hasta que fue muy tarde... Y tuvimos que tomar una dolorosa decisión. El rey en ese entonces decidió que había que explorar el espacio para buscar un nuevo lugar en donde vivir. En cambio, la reina, pidió quedarse en Madre, esperando conseguir rehabilitarla. Creo que está demás decir que el rey consiguió su objetivo.

- ¿Y la reina?

- También - sonrió el rubio sentándose- al no haber Aurantes, Madre comenzó a recuperarse por completo, y la reina cuido a madre como cuidaría un reino y a todos sus súbditos. Pero esa no es la moraleja de la historia.

- ¿Cuál es entonces?

- Es que, si seguimos así, todos los planetas serán Madre, y llegará un punto donde no encontremos un lugar a donde huir. Los humanos, estaban cometiendo los mismos errores, ciegos de su futuro, empeñados en su presente, olvidando su pasado... Quiero detener todo eso, salvar a la tierra y demás planetas conquistados y darles vida como la reina le dio vida a Madre en esos años...

- ¿Matar a la especie problema es la solución entonces? ¿¡Porque están consumiendo humanos joder!? - dijo el moreno tomándolo de los hombros - dime... Dime qué no es verdad. Dime que esto solo es un error de Leo.

- No lo sabía hasta ahora. - dijo el rubio acariciándole levemente el cabello - No lo sabía, lo juro, no puedo entender que hizo mi padre... Pero tampoco estoy limpio para decir que es una barbaridad lo que hizo.

- ¿A qué te refieres?

- La carne Hulu es fuente de grandes nutrientes para nuestro organismo. Nos ayuda y se esta volviendo una pieza clave en nuestra vida. No es diferente la carne humana, que la de las otras especies que matamos para consumir. Lo único diferente es que tú tienes la oportunidad de hablar y razonar más allá que las demás, pero el fin sigue siendo el mismo ante nuestros ojos. Eres una especie inferior que podemos consumir, punto.

- ¿Soy cómo un pollo o un cerdo?

- En términos generales si, la única diferencia es que tú te puedes comunicar y ellos no. Es un caos y una barbaridad matar humanos por eso, porque hablan, se quejan y piensan. Pero, sin ser hipócritas, su vida no vale mas que la del pollo o cerdo que matamos para tú consumo. Por eso te pido que no me exijas creer que lo que hizo mi padre es inhumano, porque no lo es, es humano, es jodidamente humano comer una especie inferior por sobrevivencia, es la ley natural. Lo que si te puedo decir, es que no estoy de acuerdo en que los asesinen, cuando ustedes son pieza clave de este mundo. Por eso lucharé contra la carne Hulu, no más.

- Yuri... - el moreno bajo la mirada, tratando de controlarse, no podía argumentar nada en contra, ante los ojos de Plisetsky no había algo fuera de sí. Es como si un pollo decidiera hablar un día y exigiera que no los comieran, al final, como humanos, acabaríamos matándolo de todas formas para el consumo - Yuri... ¿Hay esperanza para nosotros?

- No lo sé Beka, pero... - el rubio sostuvo su rostro mirándole directo a los ojos, rompiendo la regla que había puesto, porque dicha regla era imposible de no romperse - yo ya he elegido mi camino, es tiempo de que elijas el tuyo. Siempre estaré contigo, siempre, pero es hora de que dejes de pensar en protegerme, en no hacerme sentir mal, y es tiempo que pienses en como salvar tu vida. Porque yo te apoyo y te protegeré si puedo, a todos, pero si llega el caso en donde mis alas no cubran tu cuerpo, y eres expuesto, entonces, quiero tener la certeza de que estarás a salvó.

- ¿Qué tratas de decirme? - dijo el humano mirándole, y el cuerpo del Aura se sintió débil al ver esos ojos negros, que no reflejaban nada mas que su rostro, que le daban escalofríos y que le hacían desear caer en ese abismo de sentimientos que le matarían por completo.

Así que no pudo responder.

Ambos comenzaron a besarse desesperadamente cuando el rubio apenas rozó los labios del moreno. Sus manos se abrazaron al otro, como si no se hubieran visto en siglos. El corazón mortal del humano latió tan fuerte que retumbaba en todo su ser, mientras que el Core del rubio ardía como una llaga infectada que esparcía su veneno por todo el cuerpo.

Pero no importo, porque lastimarse a sí mismo, amar al moreno, amarlo tan desesperada y locamente, era su castigo por traicionar a su raza de la manera en que lo haría. Cortándole la cabeza al rey.

- Te amo Yuri. - jadeó el moreno entre besos y caricias, pegándolo contra la pared mientras sus manos traviesas seguían recorriendo el cuerpo delicado del rubio.

-Te amo Beka. - contestó, soltando un suave gemido de placer mordiéndole el labio al moreno, haciéndolo sangrar.

- ¿Sabemos tan bien? - con una suave sonrisa miró al rubio acariciándole las mejillas.

- Son deliciosos... Pero quitaré su carne del mercado, lo prometo.

- Yuri.

- No hables ahora, solo bésame, bésame como si me extrañarás, como si me hubieras encontrado después de muchos años, como si fuera aquella vida que siempre anhelaste ver en un universo incierto.

Fue un beso el que sello el camino de caricias pérdidas entre sabanas y jadeos ocultos entre palabras de amor. 



Nikiforov lo sintió en el aire, lo sintió como una daga que rasgaba su piel. La presencia de Toshiya Katsuki en el castillo real le helaba los huesos. Lo sabía sin siquiera tener una confirmación, o verlo, podía sentirlo en el aire. Aun desnudo, beso la dulce cabeza de su príncipe que seguía durmiendo plácidamente bajo esas sabanas de seda, y se levantó comenzando a vestirse lo más rápido que podía.

Ya con el traje puesto, aguantando sus ganas de despertar a Yuuri y pedir ayuda, se inyectó Aura en su torrente sanguíneo para después salir sin hacer ruido alguno. Caminó por el pasillo como si estuviera a punto de ver a la muerte al final de este.

Y la vio.

Allí estaba, Toshiya Katsuki junto al rey de Aura quien lo saludaba con la mirada.

- Viktor, ¿Dónde esta mi hijo? – preguntó Toshiya mirándolo.

- Durmiendo mi rey. – contestó el peliplata inclinándose ante los reyes. - ¿Quiere qué lo despierte?

- No es necesario, sígueme. Yakov, ve a buscar al cachorro de humano.

Sin mas que decir, los reyes tomaron distintas direcciones. Nikiforov trago saliva caminando detrás del rey mientras veía como todos le reverenciaban a su paso. Eso le dio ira, porque sabia que nadie, absolutamente nadie, le ayudaría si el rey volvía a humillarlo como siempre lo hace. Y eso le dolió, porque no tenia ayuda alguna.

- Viktor – dijo el rey llegando a una habitación vacía.

- Si mi... - no pudo acabar la oración.

Apenas se dio cuenta, y un enorme golpe al estómago lo había dejado sin aliento. Sintió sus estomago contraerse de dolor, provocando que vomitara mientras trataba de ponerse de pie, pero no se pudo ya que un golpe directo a la espalda llego para él. Se quedo así, tumbado en el suelo después de dos golpes, apenas sintiendo su cuerpo, mareado, entre sangre y vomito.

- ¿Qué es lo que estas tramando Viktor? ¿Por qué mi hijo esta actuando tan extraño? ¿Lo has infectado con la enfermedad de los humanos? – dijo el rey pisando con su pie la cabeza del peliplata – Dímelo, si hablas, si me dices que planeas, prometo que tu muerte no será dolorosa.

- N-no... tengo... idea de lo que dice mi rey. – exclamó debilitado el ruso comenzando a lagrimear.

- Oh, lo puedo sentir, ese dolor que propagas. Te inyectas Aura para soportar mis golpes, pero Aura no puede vivir tanto en ti si la matas con tus emociones. Es algo patético e irónico ¿No crees? – dijo el rey, sosteniendo la cabeza de Nikiforov por el cabello, alzándole la cara para que lo vea – La especie mas poderosa del planeta Tierra, humillada en su totalidad. Tus ancestros deben estar retorciéndose en su tumba.

El peliplata no pudo decir nada, estaba apenas recuperándose tratando de poner fuerza en los brazos y piernas para levantarse.

- ¿Sabes como supe que los humanos eran comestibles? – dijo el rey soltándolo, mirando como el ruso trataba de ponerse de pie – Fue tu madre. Nunca le digas a Hiroko que su preciosa humana después de dar a luz no murió de causa naturales. La envié a un centro de laboratorio en una nave de Hera, a ti te di en adopción antes de que mi familia lo supiera y cuando llegaron los resultados. Descubrí que la carne humana era comestible para nosotros. Así que di el primer bocado de la carne Hulu, y dios, sabia demasiado bien. Así que ideé un plan, para engañar a mi hijo le dije que mandaría una flota a los diferentes mundos que habíamos conquistado antes, en busca de nutrientes que pudieran darse en la tierra, años pasaron y la flota regreso con diferentes cosas, entre ellas, la carne. Y todos aquellos humanos muertos en el albergue rellenaron el estomago de nuestra gente esa misma noche.

- ...

El rostro del ruso miraba borroso, perdido entre sus lagrimas y el dolor en su cuerpo. Acabó cerrándolos, tratando de tener un recuerdo de cachorro, un recuerdo de unos suaves brazos sosteniéndolo, un recuerdo de una bella mujer de cabello platinado acariciándolo. Se sentía en casa, como se sintió el día en el que unos brazos, de un chico lo sostuvieron de cachorro. Un chico de cabello negro y ojos marrón, un chico... que era un príncipe de una nación que acabó con su mundo, hijo de un tirano que busca la extinción de su especie, un chico que amaba con locura desde que le asigno un nombre ese día.

"Viktor..."

Cuando el peliplata abrió los ojos de nuevo, vio al moreno a unos metros de él, con los reyes a cada lado.

- Otabek, siento que Viktor no le es leal a la familia Katsuki, y con esto, no le es leal al esposo de tu príncipe. Así que exterminarlo. – dijo el rey de Aura, dándole un arma al kazajo.

- ¿Qué? – comentó el moreno perplejo.

- Viktor Nikiforov es un traidor a la familia real. Su vida ya no vale para la dinastía Katsuki, acábalo. – confirmó Toshiya dándole un leve empujón al moreno.

El kazajo miró al peliplata en el suelo.

Y recordó que Viktor le había dicho, que si un día él llegara a ser un obstáculo para sus planes, que acabara con su vida. Y ese día había llegado antes de lo planeado. Y no pudo evitar que su memoria se refrescara con todos esos momentos de Viktor siendo un idiota con él, pero igual, siendo una figura paterna. Le cuidó, le defendió, le enseñó a pelear, a pensar, a decidir libremente.

Le enseño a ser un hombre, y le enseño que un hombre tiene que tomar decisiones, incluso cuando estás te destruyen.

- Lo lamento Viktor... - susurró el kazajo alzando el arma. – Veremos el amanecer riendo en otra vida hermano... en una mejor que esta.

El kazajo sin dudarlo, tomo la aguja del arma, aquella modificada especialmente para ellos, clavándola en su pecho, trasmitiendo Aura de su cuerpo al arma, para después verla resplandecer en un tono azul potente de Neón. El peliplata cerró los ojos, apretándolos consiente de su destino, perdonando al moreno de lo que sucedería.

Pero nunca sucedió.

El kazajo, acabo atacando a los reyes, creando una onda lo suficientemente fuerte para tumbarlos y arrojarlos de improvisto contra la pared. Tomó el cuerpo de Nikiforov y con un salto, atravesó el ventanal dejándose caer desde el piso, para después utilizar el arma como un resorte, y evitar la caída a causa de la gravedad.

Su corazón latía al mil por hora, mientras sostenía con todas sus fuerzas el cuerpo de su amigo perdiéndose entre los bosques.

Ese día, el cachorro de humano tuvo una visión.Solo el mas fuerte sobrevive, y cuando las palabras no llegan a oídos sordos,la guerra grita en todo su esplendor golpeando la verdad.     

¡HOLA! 

Espero hayan disfrutado este capitulo como yo lo disfrute. 

No tengo mucho que decir, solo, ¡Que me encanto que mi Bekababy rescatara a Viktor! Si, hasta yo me emociono con mis historias. xD 

¡Saludos!

Lenzz Fuera :3 

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