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Destruyamos todo juntos; tal vez del caos podremos ver la luz que siempre pedimos... 







Otabek Altin se encontraba en un conflicto ahora mismo.

De la nada, el príncipe de Hera había entrado al balcón, desesperado y estresado, pálido y apenas con su ropa puesta decentemente. Ese no era el problema de su posible migraña, sino que, había entrado gritándole al peliplata que dejará de ignorarlo, y Viktor, siendo Viktor solo seguía ignorándolo más.

Yuuri, de la dinastía Katsuki, estaba rojo de todos los sentimientos que tenía que no podía dejar explotar. Y al parecer, por como lo veía el kazajo, parecía que Viktor disfrutaba verlo sufrir así. Es más, parecía que Viktor sentía placer al verlo sufrir así, no le hubiera sorprendido que el peliplata tuviera una erección en ese momento por lo feliz que se veía el ruso.

Era su primera vigilancia oficial en el castillo, en el balcón de los príncipes mirando hacia una de las entradas, solo se tenían que asegurar de que nada fuera de lo común pasara, pero con todo ese lloriqueo del príncipe le parecía imposible hacerlo.

Príncipe, tenemos que trabajar – dijo tímido el moreno mirándolo.

¡Tú cállate y solo vigila! – gritó Katsuki, y con ese grito se había acabado la empatía del kazajo hacia él, que se pudra, que siga sufriendo por el desprecio de Viktor.

No le hables así, es su primer día – contestó tranquilamente el peliplata.

¿Que tengo que hacer para tenerte de nuevo? Viktor, no puedo vivir sin ti. –dijo el príncipe, abrazándolo por la cintura, buscando con sus ojos la mirada zafiro que seguía ignorándolo.

¿Porque no me besas los pies y después te vas así, en cuatro, hasta la salida? –dijo molesto el ruso mirándole, si a él le hacían lo mismo, hacerle lo mismo a un hijo de Hera era como una especie de venganza – Tengo trabajo que hacer y tú estás interfiriendo.

¿No puedes moverte de aquí verdad? Ese es el problema, es porque mi padre te ordenó toda esta vigilancia.

Exacto, si lo hago fuera de mis horas el rey me castigará. Y a diferencia de ti, sus castigos son un jodido dolor en el culo que no puedo quitarme de la memoria. – Y eso ultimo había sido literal, los abusos del rey hacia él, sufrir que lo sodomicen cada vez que viene es horrible.

Viktor Nikiforov sonrió, un día haría lo mismo pero intercambiando roles, haría que ese jodido rey llorar de dolor suplicando perdón, lo haría, liberaría a Yuuri y joder que disfrutaría su vida después de ello. Había tratado de contarle esto a Yuuri, desde la primera vez que lo hizo, pero, la vergüenza y la humillación le hacían retenerse y mantenerlo como secreto.

Si estás conmigo no, vamos, quiero hablar contigo. –continuo el príncipe jalando del brazo izquierdo al ruso, pero este se negaba a perder su posición. – ¡Maldición Viktor! ¡Quiero arreglarlo todo! ¡Déjame hacerlo!

... y como te decía niño, es mejor esta vista que la del lado sur. ¿Tú qué crees?

El moreno no sabía si responder, o decirle que dejara de ignorar al príncipe. Al final decidió responder porque sabía que recibiría un golpe de Viktor si no lo hacía. Y a decir verdad, si con ello hacían que Katsuki se retirara y los dejara en paz lo haría. Aunque, pensándolo bien, los dramas de Katsuki no se comparaban con los de su Yuri.

Creo que aún no me decido, pero esta es muy linda. – respondió el kazajo rascando su nuca.

¡Bien! – exaspero Katsuki arrodillándose– haré algo mejor que irme en cuatro. Sí tu no me haces caso, sé que una parte de ti sí, una parte que no pude mentir y que me ha esperado por estos años. – el príncipe se hecho el cabello para atrás con la mano abriendo el pantalón del peliplata.

Muchos pensamientos pasaban por la cabeza de Nikiforov, pero dios, el de ahora era demasiado erótico. No solo tenia a Yuri a sus pies, sino, tenia a Yuuri con deseos de una mamada suplicando perdón, eso era mejor que cualquier cosa en el mundo.

No ahora, por favor – dijo el moreno sonrojándose. ¿Pudor? ¿Los Auras lo conocían? ¿ Los Heras sabían el significado? Los humanos sí, pero al parecer esa raza superior no. Jodidos hijos de puta...

Estás incomodado al niño Yuuri, solo vete. –dijo Viktor, pero el ruso no hizo nada para quitarlo. A decir verdad, estaba disfrutando como el príncipe le abría desesperado el pantalón y bajaba su ropa interior, lamiéndole el miembro como un maestro. – hnn... bueno con ese argumento siento que no puedo correrte, aguántate niño.

Otabek Altin en ese momento pensaba que tal vez estaría dispuesto a recibir un castigo del rey, si eso lo libraba de tener a Viktor a lado recibiendo una mamada del príncipe de Hera. Y peor aún, escucharlo gemir, no quería escuchar a un anciano gemir, ni verle el miembro, ni escuchar como el príncipe se ahogaba con él.

Cerró los ojos tratando de imaginar cosas asquerosas mientras sus mejillas se enrojecían. Estaba en el infierno ahora mismo y todo por culpa de su calenturiento compañero.

hn... Ah maldición... Tu boca es perfecta – gruño el peliplata embistiendo suavemente la boca de Katsuki. Acariciándole el cabello echándolo hacia atrás – luces tan erótico... eros...

Quiero irme, me iré. –dijo el moreno pero la mano de Viktor lo detuvo apenas cuando estaba a punto de voltear.

Créeme que es mejor ver cómo me la chupan a que el rey te dé un castigo. Quédate aquí y sigue vigilando. Hnn... prometo terminar esto rápido.

Joder... ¿Al menos pueden hacerlo en silencio? –dijo el moreno, pero el príncipe comenzó a atragantarse un poco y eso lo hizo sonrojar – maldita sea.

Vete acostumbrado... – finalizó el peliplata, sujetando del cabello a Katsuki mientras le impulsaba a seguir más y más.

Otabek por primera vez en su vida, estaba deseando que Viktor muriera realmente. Simplemente por el hecho de hacer esto frente a él. Pero su sufrimiento no duro mucho, dado que en el momento en el que estaba a punto de enrojecer más sus mejillas, la puerta se abrió.

Dos guardias de Aura entraron, y Viktor ni siquiera se inmuto, podía cubrir al príncipe perfectamente con sus piernas y gabardina. Y parece ser que Katsuki sabia esto, porque ni siquiera paro, solo seguía en ese movimiento de meter y sacar el falo del ruso de su boca.

Otabek Altin, la reina Lilia demanda su compañía en los jardines reales. – dijo uno de los guardias mirando al kazajo que volteaba confundido.

¿A mí? – preguntó confundido el moreno.

Así es, por favor, síganos.

El kazajo no tenía idea de que pensar, ¿La reina? La reina nunca había mostrado interés en el desde cachorro. Solo recuerda haberla visto una vez, una mujer hermosa que se inclinó a acariciarle el cabello. Solía sentir ganas de llorar cada vez que la veía, incluso cuando ella no hacía nada para asustarlo. Y la única palabra que se dirigieron el uno al otro fue un "Hola"

¿Por qué dicha mujer querríaverle ahora?     




No sabía que esperar de un llamado así, inesperadamente la reina, a la cual no había visto en años, le había mandado a llamar. Recordaba poco de ella ya que solo le había visto rápido cuando era cachorro. Aunque recordaba cosas que no son fáciles de decir. O mas bien, de explicar sin trabarse en las palabras.

Ella olía siempre a flores, a hermosas flores, su cabello generalmente se encontraba recogido, o solo en ocasiones, cuando parecía relajar su mirada, lo soltaba. Ella usaba enormes vestidos, con una enorme cola que solía danzar detrás de ella, evitando que sus preciosas alas rozaran el suelo frío.

Solía recordar sus ojos verdes con toques amarillos, tenía un color parecido al de Yuri pero a la vez diferentes. Recordaba solo una palabra de ella, solo una que le dijo. "Cachorro" y después su suave caricia en su cabello.

La reina parecía siempre melancolía, o al menos esa sensación le dio ese día. Aunque podía ser diferente ahora.

Al llegar a los jardines que le habían citado, fue allí cuando se dio cuenta que esa bella mujer joven, seguía igual de vital.

Lucía un suave vestido de seda color Blanco con rosa pastel. Sus alas doradas y grandiosas como si fueran salidas de un cuento de hadas se encontraban perfectamente bajas, en posición de reposo. Su cabello negro y largo estaba suelto y caía por su lado derecho. Tenía un pronunciado escote al frente que podría desatar la lujuria de cualquier hombre que se atrevía a verla. Y para terminar, unos zapatos que parecían hechos de cristal, con tacones que le hacían las piernas más largas y preciosas.

Allí estaba la reina de Aura, sentada en un fino sillón que se encontraba dentro del kiosco en medio de todo ese jardín lleno de flores preciosas.

Sintió miedo, por supuesto, alguien tan hermosa y él solo siendo un soldado. Además, que no sabía si la reina quería hacerle daño o humillarle. ¿Qué quería la reina con él?

Sin pensarlo más, camino hacia ella hasta quedar a un metro de distancia, mirándola y viendo como la mujer le devolvía la mirada. Por un momento esa melancolía que solía ser el aura de la reina le inundó, y sintió un nudo en su garganta.

Cachorro, nos volvemos a ver. –dijo la mujer levantándose de su asiento – Yuratchka cuido muy bien de ti. Y Aura hizo tu cuerpo fuerte, me alegra.

El moreno le miró, y una lágrima recorrió su mejilla izquierda. ¿Qué era ese golpe de sentimientos que de pronto sentía? ¿Qué era? La tristeza había inundado su corazón de golpe y no entendía por qué.

La reina limpió dicha lágrima para después acaríciale el cabello.

Sigues haciendo la misma cara cuando me vez. ¿Qué tengo que te hace llorar así?

... No lo sé. –suspiró el moreno – Siempre siento un nudo en la garganta con usted.

¿No sabes por qué? Veo que Yuratchka no te ha hablado mucho de nosotros.

¿A qué se refiere?

Mis emociones afectan a los humanos que se encuentran cerca. Los Aura destilamos energía, diferente y a todo momento. Si me siento feliz, mi energía positiva afecta a los cercanos, si me siento triste, energía negativa les afecta. Por supuesto, esto no es un problema entre Auras, pero en humanos, ustedes siendo tan débiles, son muy susceptibles a esto. Son como perros, sienten cuando un humano esta triste así que van a su lado... algo parecido es con nosotros. El pedazo de Aura que llevamos dentro, con el cual controlamos energía, esta vivo, y depende de nosotros la energía que se absorbe y se deja ir.

Entonces, ¿Porque está tan triste? – la reina alzo las cejas, le había dicho un dato importante al humano y este se había preocupado por ella en lugar de prestar atención. Sintió una leve calidez en su Core, realmente una calidez que no había experimentado hace tiempo.

hmm... Supongo que extraño a alguien.

¿Al rey?

¿Cómo puedo extrañar a alguien que veo diario?

Se extraña aun así, yo extraño a Yuri todo el tiempo. Él es mi dueño, y me gustaría ayudarlo en todo, pero hay algunas cosas que no, así que él tiene que irse y yo me siento solo, y eso me hace extrañarlo.

La reina de pronto sonrió. Y esto hizo sonreír al moreno, era una mujer hermosa y joven, una mujer preciosa que no solía sonreír pero acababa de hacerlo, y no solo eso, había soltado una tenue risa.

Eres igual a tu padre, eso lo sé, sentí la misma calidez. – la mujer comenzó a caminar, y el kazajo supo que tenía que seguirle. – Él solía acompañarme aquí, plantaba mis flores, quitaba la hierba mala y solía procurar que ninguna saliera dañada. Decía que si yo veía una flor muerta, probablemente eso me haría que me sintiera triste así que se aseguraría de que todas las flores florecieran hermosas. No entendía porque se tomaba la molestia, ni siquiera me gustaban tanto las flores, pero aun así lo hacía. Entonces fue su devoción a hacerme feliz, lo que hizo que apreciara las flores que solía cuidar para mí. Ustedes humanos son tan susceptibles a sus sentimientos, se dejan guiar por ellos, eso lo considere terrible. Me sentí mal por tu padre, y pedí que dejara de hacerlo, que dejara de cuidar las flores, que dejara de importarle, pero nunca lo hizo. Seguía acompañándome y cuidando este jardín sin parar solo para hacerme feliz. Sentía lastima por él, tan joven y condenado a sus sentimientos, era una pena...

¿Por qué? No entiendo mi reina, mi padre le apreciaba, ¿Qué había de malo en ello? – preguntó curioso el kazajo siguiéndole el paso.

Porque nosotros no sabemos manejarlo. Los sentimientos, el apega que ustedes se dan el uno al otro, el amor humano, mata a todos aquellos que usen Aura. – la reina se detuvo mirando aquellos ojos negros como la noche, y solo podía recordar a aquel hombre que le miraba con una mirada parecida y una sonrisa en su boca – No quería que Yuri viniera a la tierra, no quería que conviviera con tu padre, porque entre más uno esta con humanos, más uno comienza a sentir todo. Se conecta con ese lado primitivo que lleva a las especies a morir...

No entiendo mi reina, ¿El amor los mata?

Somos intelectuales, nos dedicamos a prosperar nuestra vida, a hacerla grandiosa, a investigar diferentes cosas, a ser los mejores. – la mujer volteo a verle, y el kazajo sintió melancolía de nuevo, ese jodido nudo en la garganta no parecía desaparecer – pero, mi rey, yo, Yuratchka... comenzamos a sentir mucho con él a nuestro alrededor. Nuestro... "corazón" comenzó a cambiar, nuestra mente comenzó a dejar de ser perfecta. Los humanos son una plaga del planeta tierra, y cuando llegamos no entendíamos porque, hasta que nos vimos afectados por ellos. La "humanidad" que reside en cada uno de ustedes, ese bonche de sentimientos sin medida nos afecta, porque... bueno...

Yuri dijo que podía sentirme incluso estando lejos, ustedes se alimentan y manejan energía, han llegado a un punto donde nuestra energía influye en ustedes. Haciendo que la sientan dentro. Su aura melancólica, aquel sentimiento que no puede sacarse de encima, es por la pérdida de mi padre. Ustedes no saben manejar sentimientos, se consumen por ellos. Porque su raza no esta hecha para sentir esta clase de emoción. Sus cuerpos no están hechos para esto...

Algo así – la reina sonrió acariciándole el cabello – Mi rey no es malvado, no quiso matar a tu padre, fueron celos. Así le llaman ustedes, a ese sentimiento como plaga esparciéndose en todo tu cuerpo, a ese dolor insoportable cuando vez al ser amado dando amor a alguien más. – la reina apretó los puños, y las flores alrededor de ellos comenzaron a morir hasta quedar sin vida en la tierra – No aceptaba que tu padre le brindara atención, amor, y todas sus miradas a tu madre, así que en un arranque de esa plaga cometido lo impensable. Y ahora, el dolor y la ira, con miedo, lo guían por culpa de estar tan cerca de humanos. Y todo esto se ha vuelto peor desde que ellos llegaron.

¿Ellos?

Los Hera, Toshiya sabe del poder de los humanos, y esta decidido a salvarnos, tampoco es malo, solo esta viendo por su especie. Pero es demasiado para mí, no puedo ignorarlo como Hiroko, me esta matando el dolor de Temir... ¿Como curan ustedes este mal? – dijo la reina, soltando tenues lagrimas que recorrían sus mejillas – ¿Cómo uno es libre de esta sensación que destruye a mi Aura, mi Core...

¿Cuál mal?

Los sentimientos.

No puedes curar algo que es parte de ti. Vivimos con ellos y avanzamos incluso cuando nos provocan dolor. Reina, sentir algo no es malo, es parte de la vida.

Tal vez para ustedes criaturas inferiores lo sea, para nosotros es una crisis, es impensable, siempre hay una solución a todo. Saldremos adelante solo tenemos que seguir todo como planeamos – dijo la reina suspirando, limpiando sus mejillas y el moreno no sabía que decir o hacer ahora – hemos curado miles de enfermedades y virus todos estos siglos, los sentimientos son algo que está afectando a nuestra comunidad así que es mejor erradicarlos.

¿Tan malo es sentir?

La mujer miro aquellos ojos que le miraban, y las lágrimas no podían parar de salir de sus ojos, era igual, completamente igual a aquel hombre que le había sonreído desde la primera vez que la vio.

Nos alimentamos de energía, de vitalidad, Aura se alimenta de ello. Los sentimientos hacen que Aura no pueda alimentarse de energía vital al dañarse con las presiones en nuestra cabeza. No estamos hechos para sentir, más de lo debido como ustedes. Nos enferma, nos hace débiles, no podemos utilizar Aura cuando estamos consumidos, seriamos... mortales como ustedes. Y nuestro Core, moriría sin Aura haciéndolo funcionar.

¿Porque me está diciendo esto ahora? – dijo el moreno mirando a la hermosa mujer. Quien parecía asustada de su entorno

Porque es mi adiós hacia ti. Nunca pude decirle adiós a tu padre, así que te lo digo a ti. Quiero dejar la tierra, dejar toda esta plaga que infesta mi cuerpo, así que, al tener los ojos de tu padre, te digo adiós.

La mujer se acercó al hombre, acariciándole la mejilla para después besarle tenue en los labios. Y eso le había dolido al kazajo, porque sabía que un beso así de despedida traía consigo algo horrible detrás. Traía consigo un mal augurio del que no sabía si podría despertar, si podría combatir...

¿Por qué sin quererlo, seguía habiendo problemas y nada de paz?




No paso mucho tiempo para que el moreno corriera a la habitación de Viktor.

Tenía que decirle lo que la reina le había dicho, tenía que decirle sobre aquel beso, sobre todo, porque, ¿Que ganaría la reina hablando con él? nada, en lo absoluto, la reina aborrecía a los humanos y parecía que lo seguía haciendo hasta el día de hoy, pero, al parecer, había amado a uno y eso la estaba matando por dentro como al rey de Aura.

Viéndolo así, entonces, era posible que los humanos ganaran sin provocar una guerra, sin necesidad de una pelea, solo sentimientos, solo emociones eran lo que necesitaban al parecer. Todo esto le explico al peliplata, sin omitir ni un detalle, pero, el había omitido el mas grande detalle de todos sin pensarlo.

Eso fue lo que me dijo. Sus mentes están diseñadas para todo, para controlar todo, pero, llego algo que ni ellos mismos pueden controlar. Es estúpido pero los sentimientos los hacen débiles, ya que Aura se desestabiliza en su cuerpo y los hace mortales. – el moreno sonrió – La reina quiere irse de la tierra por esa razón. Entonces, que tal si usamos esto a nuestra ventaja, podemos entablar un dialogo con ellos ahora, haciéndolos mortales y susceptibles. Oh como dirían todos, "ponerlos en nuestros zapatos".

El peliplata lo veía y después miraba el suelo. Al menos sabia porque Katsuki se encontraba tan pálido y desesperado por su atención. Era porque no podía controlar sus sentimientos y eso lo mataba, lo hacía débil. No pudo evitar sentir un balde de agua fría al saber que estaba matando a Yuuri, que su amor lo estaba matando lentamente.

Al menos eso explica porque los reyes se mantienen alejados, lejos del castillo. Y explica aún más, porque Toshiya se empeña en hacerme sufrir e irse. – el peliplata suspiró, esta información era útil, ¿Pero a qué costo? – ¿Entiendes lo que significa?

Si, tenemos una oportunidad Viktor, podemos dialogar con ellos.

No idiota – gruño molesto el ruso levantándose de su asiento – significa que... que... – el peliplata apretó los labios, no podía decirlo, no ante esa cara tan inocente del moreno. – Otabek... mira niño...

¿Qué pasa? ... Tenemos ventaja al fin.

Otabek – con pesar cerró los ojos, el moreno no veía lo que significaba esto, pero era tiempo de abrirle los ojos al kazajo – Significa que tu amor por Yuri, que lo hayas enamorado, lo lastima y lo está matando lentamente. – parecía que la sonrisa que dibujaban los labios y hoyuelos en el rostro del moreno se la hubiera llevado el viento – Ellos se unen con su pareja a nivel de energía, no sienten nunca amor en su planeta natal, sino respeto y unión, la energía positiva de su pareja provoca en sus cuerpos bienestar y fuerza. Ellos nunca sienten algo por el otro, es la unión de diferentes energías lo que los une. Y ahora, aquí, los obligamos a sentir, su cuerpo no puede procesar los sentimientos porque son diferentes clases de efectos que una persona provoca sin quererlo. En otras palabras, estamos atrofiando su sistema al imponerles nuestro amor. Los estamos matando. Y no solo nosotros, todos aquellos que aman a sus mascotas morirán pronto sin saberlo, porque los humanos somos... muy diferentes en nuestra estructura.

Pero...

Ellos están a un paso de erradicarnos por esto, lo sé, lo siento, pero nosotros estamos matándolos igual. Es tomar un bando Otabek, ¿Qué preferimos? ¿Los humanos o ellos?... No podemos vivir juntos porque acabamos matándonos los unos a los otros, ya que lo que a nosotros nos da vida, a ellos los mata.

El moreno miro el suelo, porque Viktor tenía razón, y el momento que más temía había llegado.

Tendría que decidir, si seguir el plan para salvar a la humanidad y perder lo que más ama en el mundo, o, morir a manos de los Aura y Hera como todos sus hermanos, sufriendo hasta el final. ¿Qué iba a decidir?

Había leído alguna vez, que tal vez la razón de todos nuestros males es que somos atraídos a los malos actos que nos llevan a crear un tormento más grande de la inicial. Las decisiones nos vuelven lo que somos, nos moldean, incluso cuando son difíciles de tomar. Y ahora, aquel cachorro de humano, que había crecido para convertirse en un hombre, había tomado una.

Una que le costaría muy caro.

Rechazo ambas, mantendré a Yuri con vida con mi amor, y haré que el mundo pueda tener igualdad con los humanos y ellos. No tengo idea de cómo lo lograré, no se me cruza en la mente un pensamiento sensato que me dé una respuesta a tal locura, pero por el amor a todo lo sagrado, si nosotros pudimos dominar Aura, ellos dominaran este mal y podremos vivir juntos en armonía. Así que Viktor – el kazajo apretó sus puños – Derroquemos a los reyes, hagamos que los príncipes tomen el trono y recuperemos esta maldita tierra de nadie.

Y aplausos se escucharon.

Provenientes de una persona.

Cuando ambos humanos voltearon vieron la silueta de un hombre con grandes alas. Que avanzaba lentamente hasta ponerse en la luz de aquella habitación pequeña. Sus rasgos eran bellísimos, cabello rubio, ojos verdes lima, algo de bello facial tenue, una sonrisa que ponía nervioso al moreno. Y esa ropa negra y gris digna de un Herante.

Vaya, dos humanos tratando de vencer a los reyes, ahora si lo he visto todo – rio aquel hijo de Hera, quien portaba la marca real. – Viktor, regrese de mi viaje, y creo, que me tienes que poner al corriente con todas tus locuras. Y por supuesto, presentarme a tu apuesto amigo.

El peliplata suspiro moviendo la cabeza relajándose y después girando los ojos.

Otabek, te presento a Christophe Giacometti. Un Hera tan jodido que incluso está de acuerdo con nosotros. Y no solo eso, que seguramente piensa ayudarnos.

Un placer cariño – dijo el hombre guiñándole un ojo al kazajo.

¿Quién era esta persona y de donde había salido? Eso era lo único que rondaba la mente del kazajo en esos momentos. 

¡HOLA! 

Se que no les importa mi vida, pero aun así les contare igual uwu. 

Hace poco, bueno unos días, bueno unas semanas, fue mi aniversario de bonita amistad con una preciosa mujer, que es imposible que no la conozcan, así que...

cloudycaru te quiero muchisisisisisisimo, dentro y fuera del fandom donde compartimos mas costas. Eres super genial y amo todas tus historias porque me encanta la versatilidad y lo linda que eres en todo. Asi que te dedico este capitulo y te adoro <3 :'v <3 por cierto, perdón por tardarme en publicar TnT ! tu ya lo habías publicado y yo no, deshonra a todo, lo lamento. <3 Pero te amo mucho uwu. 
( No me dejaba etiquetar tu otra cuentita :'( así que en esta si )

Ahora si, chicos, chicas, 7u7 saluditos a todos y nos vemos en el siguiente cap. 

Lenzz Fuera :3 

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