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Es mejor ser el cazador que la presa...
Dos años después...
Era siempre el mismo sueño, él estaba enfrente de esa hermosa puerta de madera tallada a mano con toques de plata y cristal que el kazajo pensó que parecía hielo hermoso adornando la entrada.
Se quedaba estático viendo la belleza de la madera hasta que algo dentro de él lo empujará a caminar. Y justo cuando abría dicha puerta lo veía allí, sentado en aquel sofá de cuero negro, leyendo un libro de los muchos que consume sin parar. Sonriéndole, incluso, dejando caer unas lágrimas.
Le decía que lo extrañó, le abrazaba y besaba, le acariciaba el cuerpo y poco a poco se desnudaban hasta llegar juntos a la habitación. Donde el kazajo volvía a sentir esos dulces labios de seda besar su piel, donde se susurraban amor porque decirlo era inmoral. Donde valía lo que sucedía fuera, y solo importaba lo de dentro.
Pero entonces, cuando iba a pasar, cuando estaba a punto de tomar a Yuri. Acababa despertando siempre.
Y siempre de la misma forma.
Una alarma de campana irrumpía su sueño a las 5 de la mañana. Se quedaba viendo como el despertador vibraba en el suelo mientras esté se metía más en su saco de dormir. Al final decidía apagarlo para recibir una patada en el abdomen de su maestro.
Ya podría decirse que se había acostumbrado a los golpes. Viktor era muy duro con él, parecía que lo culpaba de estar allí encerrado entrenándolo en lugar de cuidar al hijo de Hera, al final, Otabek Altin se quedaba callado y aceptaba los castigos, porque, si desquitándose con él Viktor se sentía mejor, entonces lo dejaría golpear su cuerpo cuantas veces sea necesarias. Y esto solo para conseguir la confianza y el estimo de Viktor, porque necesitaba sentir que alguien le quería, al fin y al cabo.
Viktor solía recibir cartas de Yuuri, cartas escritas a mano, cartas que hacían sonreír melancólico al peliplata por las noches. Cartas que le hacían enfurecer más que nada y cartas que le hacían llorar golpeando el piso. El kazajo se preguntaba cuantas cicatrices de las manos de Viktor se deben a batallas y cuantas se deben al desamor de Yuuri Katsuki.
Al final, los hijos de Aura y los de Hera no eran tan diferentes. Ambos solían lastimar a los humanos de todas las formas posibles, principalmente, dejarlos desolados cuando están mas unidos a ellos que nada.
– Cuando eso suena es que ya debes estar fuera de tu bolsa. No que yo tenga que venir a patearte para que saques tu trasero perezoso de ella. –dijo el de cabello gris preparando una jeringa. – posición fetal y sostén bien tus rodillas.
El moreno obedeció.
Sabía que pasaba cada día, lo supo estos dos años. Él despertaba y Viktor inyectaba Aura dentro de él. Así es, el jodido mineral dentro de su sistema. Las primeras dosis fueron horribles. El kazajo sufría alucinaciones, su cuerpo parecía estar pudriéndose y juraba que el dolor le hacía querer arrancarse los brazos.
Pero sobrevivió.
Pocos humanos sobreviven y es por ello por lo que dichos humanos son tomados tanto por los Aurantes como los Heranos para cuidar de la realeza. Era como mantener un perro bien entrenado, le das y das cosas que lo fortalezcan. Nunca será más poderoso que tú, pero si lo suficiente para poder pelear en tu nombre. Así funcionaba el sistema de guardia humana para la familia real.
¿Qué hacía dicho liquido dentro de él? Pues, le permitía poder protegerse contra la magia. Hacer su cuerpo fuerte, y lo más importante, convertirlo en un guardián.
La inyección directa a su médula no dolía tanto después de tantas veces. Incluso se estaba volviendo placentero el dolor, pero por nada en el mundo diría eso a Viktor.
– Listo, no te muevas hasta que te diga. – el peliplata limpio la herida para después suspirar estirándose, mirando su reloj. Al parecer la rutina mañanera era igual de desesperante para ambos – okey, levántate.
El joven lo hizo y su maestro le miró el cuerpo. Acarició sus músculos, miro su cabello, y esos ojos negros como la noche.
– Mírate... Ya no eres el chiquillo flacucho que conocí hace dos años. El entrenamiento y Aura te han convertido.
El moreno se levantó para mirarse en el pedazo de espejo que había en esa habitación. Se sorprendió, no reconocía mucho su cuerpo. Esos músculos marcados, esa piel morena con cicatrices y moretones de los entrenamientos. Esas venas acentuando sus brazos. Ese rostro maduro y definido, el cabello negro y alborotado. Definitivamente más alto de lo que se recordaba... ¿Cuánto había crecido en dos años?
– Ven conmigo, después de desayunar, al fin, podremos comenzar con tu entrenamiento de magia.
– Viktor... – dijo, una voz gruesa y madura, la voz de niño se había ido. Se sorprendió que su voz de adulto fuera tan perfecta. Le encantaba y no podía evitar sacar una sonrisa cada vez que la escuchaba, al final, siempre había algo de ese niño dentro de él.
– ¿Sí?
Miro a su maestro, sabia que lo que estaba a punto de preguntar podría hacer enfurecer a Nikiforov, pero, tenia que hacerlo, porque la duda le estaba lastimando, y, además, podría acompañar a Viktor en sus lamentos si la respuesta era un sí.
– ¿Ellos están casados ya, cierto? Es por ello por lo que rompiste todas esas cosas cuando recibiste la carta de Yuuri un año atrás. ¿Ellos son pareja ahora?
El peliplata bajó la mirada un poco, y después miró al moreno, a ese intenso color negro en sus ojos. Al parecer, no había ocultado bien sus sentimientos, el chiquillo sabía que pasaba, y no servía de nada ocultárselo si al final, cuando regresen, los vería unidos.
– Sí, hace un año. Que Yuri no quiera decírtelo en las cartas no niega la verdad de que ahora viven juntos... – el mayor mofó – Oh cierto, Yuri no te manda cartas, perdona.
– Salvaré a Yuri. –dijo el moreno apretando las vendas de sus puños, sorprendiendo a Nikiforov de golpe – lo salvaré del hijo de Hera, yo vi el corazón de Yuri aquel día, se cuanto quiso evitar eso y se que fue obligado a hacerlo. Teniendo esto en mente, solo puedo decirte eso, salvare a Yuri de ese matrimonio y lo salvare de él mismo.
El peliplata sonrió, le agradaba ver al fin a un hombre en lugar de un chiquillo miedoso que lloraba a cada rato. Pero, también dudo de si entrenarlo era la mejor opción. ¿Qué prefería? Convertir a la presa en cazador, o, asesinarla antes de que se volviera un problema. Sería muy fácil ahora mismo matar al pequeño cachorro, tan fácil que podría decirle a Yuuri que se mató por sí solo.
Pero, siempre había un "pero", al final no puede darle la espalda a su raza.
– Si piensas destruir a mi Yuuri primero tienes que pasar sobre mí. Y eso es imposible. Aunque, sería interesante verte crecer. ¿Vamos a comer?
– Sí.
El moreno no dijo más, porque sabía que Viktor probablemente acabaría golpeándolo. Pero no podía sacarse de la cabeza eso, querer ir por Yuri y rescatarlo. Porque él sabía la verdad, Yuri le amaba a él, no al idiota con el que se ha casado. Y al final, si rescataba a Yuri, podría rescatar a la humanidad en el proceso.
La única duda en su mente era si realmente valía la pena salvar a la humanidad. El mundo era mejor sin ellos, se detuvo el calentamiento global, no hay guerras, muchas especies prosperaron y la tierra brilla mas de lo que brilló algún día pasado.
¿Realmente son necesarios los humanos? ¿Realmente es necesario rescatar a una especie tan toxica?
El rubio acababa de darse un dulce baño y ahora vestía ropas de telas preciosas. Su cabello estaba más largo que antes y sus alas se abrían sin ser ocultadas. Caminó directo a una esquina de la pared y al mover sus dedos está abrió una especie de compuerta que guardaba una caja, donde dentro de ella encontraba pastillas.
Suspiró tomando una y bebiéndola, para después esperar unos minutos e ir al baño. Por supuesto que sentía horrible, pero era la única forma. No importa cuántas sangre y desecho cayera en aquel baño, estaba seguro de que nunca iba a concebir un hijo de ese sujeto. Además, era lo único que podía hacer antes de el regreso de Otabek.
Yuuri Katsuki seguía insistiéndole que lo follara, que él concebiría entonces al producto de su unión, pero el rubio se rehusaba, incluso, había amenazado al hijo de Hera 5 o 6 veces de suicidio si seguía insistiéndole. Ser el que debe concebir, es más fácil de manejar. Así, solo tenia que prevenir un embarazo, hacer lo que fuese necesario...
Al terminar, debilitado usaba "Aura" para ganar fuerzas y salir como si nada hubiera pasado.
– Yurio – dijo una voz acercándosele – mis padres están impacientes, así que toma. –le dijo Katsuki, dándole una especie de papel – ponlo bajo tu lengua y descubramos si al fin tendremos...
– No estoy embarazado, eres jodidamente mal en la cama y nadie se embarazaría de una polla tan pequeña.
Y ya lo sabía, siempre sabía que sucedía después. Un jodido golpe en la cara llegaba para el rubio y este carcajeaba. Por supuesto, Katsuki estaba al borde de querer matarlo, ambos se aborrecían, pero tenían que seguir fingiendo porque ambos eran cobardes. Plisetsky le tenia miedo a sus padres, principalmente a Yakov. En cuanto a Yuuri, él le tenía miedo a la dinastía Katsuki.
El único varón del rey tenia que dar el ejemplo y casarse en esta unión de mundos. Con esto dicho, tenia que concebir a un bebé que sellara la unión de ambos príncipes.
Una tortura para ambos, que se odiaban el uno al otro.
– Solo métete esto en la boca.
–Bien – y así hacia el rubio, en la boca lo metía y el papel salía del mismo color blanco que tenía. – te lo dije.
– Entonces deberíamos seguir intentándolo.
– ¿Estás demente? Eres infértil, acéptalo, igual lo soy yo, así que dejemos esta mierda.
– Mi familia espera un heredero.
– Pues yo espero a mi humano que me quitaste, y ninguno de los dos tiene lo que quiere. Así que jódete Katsuki, ¿Por qué no vas a jugar con tus armas y me dejas solo?
– A tu humano le faltan dos años de entrenamiento y lo sabes. Además, que, gracias a mí, tu humano no terminará en un jodido albergue, lo criaste para ser un bueno para nada, al menos yo le estoy dando educación, disciplina, entrenamiento. ¿Qué le diste tu? ¿Inocencia? ¿Paz? ¿Un humano actuando como si fuera un igual? Que patético.
– Beka se merece eso y más.
– ¡Él no es uno de nosotros!
– ¡Viktor tampoco y lo tratas como si fuera tu pareja! ¿Crees que no lo es? ¿Crees que no lo he visto?
– ¡Cállate! ¡No digas algo tan asqueroso! ¡Yo nunca podría!
– ¡Oh por favor, lo amas!
– ¡Cállate! – Katsuki cubrió sus oídos, porque sentía su corazón palpitar cada vez que mencionaban el nombre de su mascota, porque se sentía furioso cuando le insultaban y odiaba mas cuando Plisetsky decidía molestarlo gritándole mentiras en la cara... ¿Mentiras? ¿Eso le molestaba? No, mas bien era porque solía decirle verdades.
– ¡Quiero ver a Beka!
– ¡Y yo a Viktor! Pero no podemos hacer nada por tu culpa, si lo hubieras entrenado como es debido ese jodido chiquillo estaría aquí. Así que prepárate, lo haremos de nuevo esta noche.
– Ni muerto...
– No me va la Necrofilia, pero si es la única salida a que mis padres dejen de molestarme y que tu cierres esa jodida boca lo haré. Vivo o muerto, me veras esta noche.
– Idiota...
El rubio siempre acababa en lagrimas de furia, y el japonés siempre acababa golpeando las paredes lleno de ira. Siempre era igual, siempre acababan discutiendo eso, y siempre Yuri acababa en su cama forzado a empinar el trasero esperando a quedar preñado. Y aunque quedaba, seguía el mismo proceso, deshacerse de esa cosa, y seguir molestando a Katsuki.
Le dolía completamente el cuerpo.
Viktor era brusco con él al punto de querer matarle, y ahora, con esas nuevas armas que tienen magia dentro de ellas, le era imposible llevarle el paso. Ya había sangrado de muchos lugares, pero Viktor siempre permanecía perfecto. Claro, el idiota se burlaba, él había sido entrenado desde cachorro, y le llevaba mucha ventaja.
– Sabes realmente no es magia. – dijo el peliplata comenzando a vendar el torso del moreno – Ellos tienen la capacidad de controlar energía sin necesidad de máquinas o instrumentos y expulsarla. Tienen capacidad de absorberla y crear cosas o deshacer cosas. No es magia, es saber controlar la materia a tu favor. No son hechizos, solo están en más sintonía con el ecosistema. Velo así, es como si todo el universo propagara un aura de energía diferente, los hijos de Aura como de Hera, tienen dentro de su organismo algo que llaman Core. El "Core" logra absorber y beneficiar sus cuerpos, los hace imparables, son las criaturas mas poderosas por lo mismo.
– ¿Qué tipo de energía controlan?
– Toda la que te imagines, masa, tiempo, espacio, realidad... Eres muy joven como yo para entender todas esas cosas. Solo imagina esto, si un día creías que el único todopoderoso era un Dios que vivía en el universo, tenias toda la razón. Solo que eran muchos, y solo esperaban para conquistar a nuestro planeta.
– ¿Hay alguna posibilidad de que nosotros podamos controlar la energía como ellos? – preguntó el moreno, sintiendo la sangre escurrir de una de sus cejas.
– No podemos, nuestro cuerpo no aguantaría energía en él. No podemos aguantar un rayo, un choque eléctrico, un golpe fuerte. No podríamos aguantar una energía miles de veces más fuerte. Es por eso por lo que utilizamos estas herramientas. – dijo Nikiforov, alzando su espada – Permiten absorber la energía y usarla. Nos permite tener algo a nuestro favor, y poder así protegerlos.
– ¿Nadie ha intentado usarlo para atacarlos?
– Si, años atrás, un grupo de humanos lo hizo.
– ¿Qué pasó?
– Los vi hacerse polvo frente a mis ojos. La familia de Yuuri, y la familia de tu Yuri, dios, son otro nivel, ni siquiera tuvieron que levantarse, un chasquido de dedos. Y eso fue todo. Desde entonces he aprendido una lección, mi deber es ser fuerte, más fuerte que alguien común que quiera atacar. Pero, no importa cuánto lo intente, nunca podría levantar una espada en contra de la familia real.
– Deben tener una debilidad – gruñó el moreno sintiendo como Viktor apretaba las vendas. – El universo no es perfecto si él mismo crea cosas que le destruyen. Si lo que dicen los libros es cierto, y somos solo algo de todo ese basto mundo detrás de los cielos, entonces, todos tenemos alguna debilidad que nos destruye, aunque seamos fuertes.
– Supongo que sí. No hay seres perfectos en un mundo imperfecto. La cosa es mi pequeño cachorro de humano – dijo el peliplata sosteniendo una gaza contra el rostro del moreno para limpiar la sangre – Es que es imposible averiguarlo. Dime, ¿Cuándo algo de aquí en la tierra, ha podido acabar con un agujero negro? ¿Cuándo alguien de aquí de la tierra ha podido detener un meteorito? El universo solo es compuesto, pero créeme que somos compuestos tan débiles que nada de lo que hagamos causa un efecto real, tu vida y la mía no tienen sentido, no impactan en el mundo, no somos necesarios, nadie lo es...
– ¿Ni siquiera ellos?
– A como yo lo veo, no creo que nadie sea fundamental... pero al mismo tiempo sí.
– ¿Cómo?
– Si todos somos parte de lo mismo, entonces, de alguna forma, esta bien existir, no somos errores, somos una extensión mas de compuestos en el tiempo y espacio correcto que solo deben existir y ser plenos. Y creo que eso mismo nos acompleja como humanos, porque últimamente pensamos mucho y sentimos poco. Tal vez esa fue la debilidad que ellos vieron... y nos destruyeron sin pensarlo.
– ¿Crees que ellos tengan los mismos problemas?
– No, ellos saben que son parte de un todo y eso lo tomaron como fuerza y empuje a lograr mas para su especie. Nosotros solo logramos hundirnos en nuestras penas y decadencia al sentirnos mal de nosotros, provocando nuestra propia agonía...
– Oye Viktor, sabes, pensando en lo que dijiste, ¿Qué tal si volvemos a empezar? Podemos hacerlo, al final, si somos parte de él, ¿No crees que está en nosotros reparar todo?...
Nikiforov vio de reojo a ese chico, supongo que, al final, Otabek Altin no era tan diferente de los Auras o los Heras, tenia la misma mentalidad, puede, que el rubio le educara de una forma donde un humano entiende su grandeza en un basto universo lleno de defectos que le hacen único.
– Supongo, pero por ahora, solo sigue haciendo presión y detén el sangrado, luces muy mal, pararemos por hoy. Iré por aguja e hilo... te coseré esa ceja.
– Okey.
El moreno se recostó en su saco de dormir mientras Viktor iba por los materiales. Por un momento, viendo la poca luz que las velas daban en esa habitación se puso a pensar. ¿Qué hay de frágil con aquella especie que los domó y los crió como esclavos y mascotas? Definitivamente sabía que Yuri Plisetsky era fuerte, era único, y al mismo tiempo era egoísta, era clasista y narcisista. Tenía miedo de los demás, y era un bebé que no podría salvarse solo.
¿Porque la humanidad perdió ante criaturas poderosas físicamente, pero frágiles mentalmente?
Tanto los hijos de Aura como los de Hera usaban a los humanos por "moda" pero esa moda parecía más una necesidad. ¿Una necesidad? ...
– ¿Porque me necesitas tanto Yuri? ... ¿Porque no he recibido ninguna carta tuya como Viktor recibe de su Yuuri? ...
Al parecer, un corazón joven esperanzado, no podía pensar claro si no dejaba de buscar a su amo todo el tiempo. Si quería por un momento, soñar en que podría ser igual a Yuri, el primer paso que debía hacer es abrir su corazón y ser capaz de alejarse y soltar los sentimientos hacia el rubio para poder pensar con claridad en un futuro.
Querido Otabek;
No he recibido ninguna respuesta tuya en estos dos años. No sé si es porque no quieres recibirla, o el jodido anciano con el que estás no te deja ver ninguna de estas cartas. Pero eso no importa, no me importa, puedo sentirte. Una habilidad que nosotros tenemos es poder sentir energías en nuestro alrededor, sé que estas lejos, pero sé que estás allí, podría reconocer esa luz de energía donde fuera. Se que lo sabes, y sé que estás molesto, pero supongo que ninguno de los dos avanzará hasta que te diga la verdad.
Si, me he casado. Te dije que era algo que no podía controlar, mis obligaciones siempre vienen antes de mis deseos, y a diferencia de ti, no sé cómo sobreponerme a las demás personas. Quisiera tenerte aquí, y tenerte protegiéndome, tenerte a mi lado por las noches, cuando ese hijo de Hera entra en mi habitación. Tenerte protegiéndome de cualquier roce o beso que él quiera darme, protegerme hasta el final.
¿Estoy siendo egoísta contigo? dímelo, por favor, a veces siento que los humanos son más frágiles de lo que yo creo...
Espero tu regreso, ven a mi lado... te deseo a mi lado.
Yuri.
El rubio envolvió y sello la carta, por supuesto, la entrego para que se la hicieran llegar, esperando, que, por un minuto, el kazajo pudiera al menos sentirlo. Pero, aunque su mente estaba llena de ese moreno, ahora había más problemas que atender. Al regresar a su habitación le vio allí mirándole, Yuuri Katsuki estaba en su cama, usando una simple bata negra de seda, mirándole.
– Te dije que vendría así que no te veas tan sorprendido. – dijo el de cabello negro levantándose – Desnúdate.
– No voy a quedar embarazado.
– Pues lo haremos hasta que lo hagas, porque tú te rehúsas a cogerme a mí.
– ¿Quién diablos querría coger tu trasero gordo? – se quejó el rubio sentándose – Lárgate.
– Si no vas a cogerme, entonces, abre las piernas y déjame acabar con el jodido trabajo.
– Hmm... debiste decirle a tu humano que te enseñara a coger, porque definitivamente apestas siendo el de arriba.
– Y tu debiste decirle a tu cachorro en esa carta que sigues siendo una puta abre piernas. – contestó Katsuki jalando a la cama al rubio – ¿Crees que disfruto coger a alguien como tú? Me siento mal de tener que rebajarme a esto. Pero no puedo hacer más, así que solo abre las piernas y terminemos con esto.
– ¿Viktor te odia? – dijo el rubio mirándole – ¿Viktor sabe lo que me haces? ... No has recibido ninguna carta desde que le dijiste lo que hacías conmigo. ¿Te odia ahora? ... es curioso, tu humano actúa como si solo te quisiera para él. ¿No crees?
– No digas cosas repugnantes. – dijo Katsuki apretando la mandíbula, encendiendo aquellos ojos marrones.
– ¿Viktor es repugnante para ti?
– No metas a Viktor en esto. No digas su nombre con la suciedad de tus palabras.
El rubio sonrió, tenia a Katsuki justo donde lo quería y no iba a parar para nada.
– ¿Te encanta cuando te folla cierto? Lo adoras, amas como él te toca, lo sé, gruñes su nombre cuando eyaculas, odio realmente cuando lo haces porque tu miembro se vuelve tan duro como una roca y me lastima.
– Es porque tu no abres tu jodida Clava a tiempo, tengo que empujar y penetrar para que la abra a la fuerza.
– ¿Es eso? O eres tú el que esta saboteando todo. ¿Seguro que quieres embarazarme Katsuki? O tú mismo estas arruinando todo, porque la única cría que quieres es la que nunca podrás tener, porque no importa cuanto tu Clava se habrá, no importa cuanto lo intentes, Viktor nunca podrá embarazarte.
– Viktor es mi mascota... – dijo el hijo de Hera, dejando caer unas lágrimas – No digas... Solo déjame solo, maldito idiota.
Culmino el príncipe, levantándose y saliendo de la habitación del rubio.
¿Qué tan peligrosas son las lágrimas para aquellos que se declaman perfectos?
Aun con los vendajes, fue llamado por Viktor, lo llevó en una carrosa hasta llegar al lugar destinado. Una enorme mansión, donde ambos bajaron y Viktor saludo a un hijo de Hera reverenciándole, por supuesto, el kazajo hizo lo mismo siguiendo los pasos de su mentor.
El lugar era lindo, no podía negar que la casa estaba bien cuidada y mantenida. Al adentrarse por un pasillo vio muchos humanos, algunos jóvenes, otros más grandes y de diferentes sexos. Se preguntó que hacían todos allí.
– Otabek, ¿Sabes dónde estamos?
– No.
– Estamos en una de las más grandes humillaciones humanas de la historia. – dijo el peliplata encendiendo un cigarrillo – Es un putero. Estos humanos son criados solo para dar placer, nada más, dudo que algunos sepan hablar. ¿Realmente crees que seremos iguales a ellos? ¿Realmente quieres ser igual a ellos? Hay niños aquí... niños de 6 años aquí. No sé tú, pero no quiero ser nunca algo con lo que me pueda comparar a ellos.
– Los humanos también tenían a niños trabajando según la historia.
– ¿Uh?
– ¿Porque la hipocresía ahora? – dijo el moreno mirando a su maestro – ¿Qué hay de todos esos niños violados día a día cuando los humanos reinaban? ¿Qué hay de esos animales extintos? ¿Qué hay de dicha contaminación? No me pidas que cree un asco hacia los Aura o los Hera solo porque actúan como si fueran invencibles, cuando nosotros actuamos así en primer lugar cuando gobernábamos.
El peliplata sonrió. Un humano criado para ser completamente neutro. Eso era algo fuera de este mundo. ¿Acaso Altin pensaba en algo más que solo su existencia? ¿Qué había de especial en un humano de raza Altin?
– Bien dicho... Entonces aprende lo que necesitas. – dijo el peliplata – te traeré aquí por un mes, y aprenderás a complacer. ¿Entiendes?
– Entiendo.
– Bien, disfruta tu tiempo aquí, vendré seguido para seguir el otro entrenamiento y vendré a recogerte cuando las lecciones culminen. ¿Entiendes?
– Entiendo.
– Me debes todas las cenas por esto. La idea era que solo aprendieras de libros, pero la practica hace al maestro.
– Ok.
El kazajo vio al peliplata salir, y un hijo de Aura lo guio a una habitación donde se encontró con un chico, de unos 16 años, mirándole. Tenia el cabello rubio obscuro y unos ojos azules. El moreno sonrió, por alguna razón le daba ternura, y al mismo tiempo vergüenza, él no estaba presentable ante tal belleza que estaba envuelto en simples prendas delicadas y preciosas.
– hnn..baa.ah...mmhmmma – gimió entre gruñidos el chiquillo soltando una sonrisa. Acercándose al moreno, abrazándose de él.
– Si, yo también estoy feliz de que seas un humano igual. – el moreno sonrió, por supuesto que conocía esa lengua, solía hablarla todo el tiempo con su madre cuando quería decirle cosas que solo él, para que nadie más entendiera.
– mmhm aah ba... baah... – el chiquillo le acaricio las mejillas al kazajo, haciendo que este le besara las palmas. Ambos se miraron, y ambos se sonrojaron el uno con el otro.
Los humanos sabían conectarse durante el sexo, sabían sentirse queridos, sabían consolarse el uno al otro con mirada. Cosa que los Auras ignoraban, y los hijos de Hera aborrecían.
– Enséñame todo. – dijo el moreno, cerrando la puerta tras de sí.
¡HOLA A TODOS!
Espero hayan disfrutado este capitulo. Yo lo hice. UwU
No tengo mucho que decir, solo que disfruten y que @Kriztal_black78 no se cuando regreses, pero esta historia la escribí para ti, y espero la estés disfrutando.
Bueno si tengo algo que decir, así me imagine a Beka cuando Viktor lo curaba;
¡Saludos!
Lenzz Fuera :3
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