- 14 -
"Lo siento, a veces amarte me hace hacer locuras, entre ellas lastimarte con mis palabras..."
Años atrás...
No le encontraba el sentido a mantenerlos con vida. Se me hacían estúpidos, sucios y demasiado concentrados en ellos mismos para que tuvieran utilidad. Pero, creo que fue cuando vi que nuestros cuerpos eran similares, que encontré un uso perfecto para ellos. Su cuerpo frágil me incitaba a molestarlo, su piel fácilmente se podía desgarrar, su sangre era de un rojo vivo, y su temor me hacían sentir un rey de nuevo.
La primera vez que Hiroko lo traía en sus brazos y me lo puso en frente, sentí una fascinación por su fragilidad. Me dedicaba a probarlo, ver que tan resistente es el ser humano. A veces lo empujaba a propósito, otras simplemente lo pateaba por diversión, había otras donde no lo dejaba dormir, otras donde lo mantenía encerrado sin luz. Iván realmente era interesante, su comportamiento se volvió completamente sumiso, de ser un niño rebelde, a besar el piso por donde camino era un gran cambio.
Entonces me di cuenta de que la utilidad de los humanos, además de la sexual, podría ser, diversión. Si, diversión, pura y vil diversión para mí. Era tan fácil dañarlos y matarlos, eran como pequeñas criaturas de cristal y eso me encantaba de sobremanera.
Iván Nikiforov era perfecto por ello, era un muñeco de trapo con el cual me divertía. Un muñeco de trapo hermoso, un humano semi albino, caminando como perro detrás de mí, esperando un poco de comida a cambio de su sumisión. Era perfecto.
Él me dio un motivo nuevo para vivir en la sucia Tierra. Mi propósito originalmente era solo conquistar diferentes lugares y hacer la voluntad de Aura, pero, últimamente, todo había sido aburrido, porque los pueblos a donde llegábamos se rendían fácilmente a nuestros pies. Los humanos fueron divertidos los primeros días, pero eran tan débiles que acabamos con ellos en unas horas.
Pero...
Ahora tengo mi pequeño pedazo de caos manejable en la palma de mi mano.
– Iván, ven. – dijo el rey y el muchacho se acercó. – Eres importante para mí Iván, sin ti, la vida en la tierra sería terrible. Para alguien tan estúpido como tú, puede que sea difícil entender lo que acabo de decir. Así que te lo pondré más simple. Sin ti como mi juguete favorito, no podría vivir en tu inmundo planeta.
– ... – el peliplata bajó la mirada mordiéndose las mejillas por dentro ocultando el coraje. ¿Qué diablos estaba haciendo para sobrevivir? ¿Humillarse? ¿Humillarse aun más?
– Puedes hablar, no me molestaré – y el rey jaló a su regazo al chico, sentándolo en sus piernas. – Quiero escuchar tu voz.
– Gracias por considerarme. Aprecio el más mínimo afecto que me proporcione. – contestó el chico, acomodándose la camiseta que resbalaba por sus hombros. Estaba sucio, su ropa estaba desgarrada y tenia marcas de mordidas por sus hombros, aun sangrantes.
– ¿Dónde estabas? – dijo el Rey, mirando dichas marcas.
Y el muchacho se tensó.
¿Qué le diría? ¿Qué estaba siendo desnudado por algunos Heras? ¿Qué Hiroko lo salvó? ¿Qué mancho con lágrimas el regazo de la reina? ¿Qué la reina le mostro comprensión cuando él, este tirano que ahora le acaricia, había pedido a todo el reino ignorarle? ¿Qué diría?
– Con la reina. – contestó temeroso.
– Oh... – el rey le acaricio el cabello, ese largo cabello para después subirle la playera – Y dime, Hiroko te dejo estas mordidas en el cuerpo, o, ¿Quién fue? ¿Estuviste como un puto humano en celo con alguien más? ¿Lo disfrutaste? Tu trasero de zorra seguro lo hizo.
El muchacho llego a un nivel de ansiedad enorme, mirándome y levantándose de golpe. Si tan solo fuera fuerte. Sin tan solo supiera como matarle... Como hacerle sufrir lo mismo que él. ¿Cómo? ¿Cómo matas a estas bellas criaturas? ¿Cómo matas a alguien en tierra de nadie?
– Yo no quería, ellos me quitaron la ropa. Nunca dejaría que alguien me tocara rey... Es repugnante – dijo entre lagrimas de coraje el peliplata, tensando su mandíbula.
– ¿Puedes identificarlos? – dijo el Hera, y su humano entre lágrimas asintió. – ¿Solo te desnudaron y mordieron? ¿Paso algo más?
– No.
– ¿Lo juras?
– ... abrieron mis piernas. – dijo arrastrándose a mis pies, sujetando mis tobillos – pero no pasó nada más, solo querían mirarme. Querían ver cómo era abajo.
– Okey. Podemos hacer algo al respecto. Prometo que no te volverán a molestar, pero, la próxima vez, si sucede de nuevo, el único culpable serás tú. Deberías usar ropa de tu talla. No esas pequeñas prendas donde provocas a mi pueblo.
El ruso apretó los puños. ¿Qué acababa de decir? ¿Qué diablos acababa de decir el rey?
– ¡Uso estas malditas cosas porque tu me las das! ¡Si me dieras algo para cubrirme lo usaría maldito hijo de puta!
El rey rio, atravesando el abdomen del chico con la punta de sus alas, jalándolo a el mientras un camino de sangre manchaba la fina alfombra blanca del suelo. El rey vio el dolor en sus ojos, la ira, la perdición en aquellos ojos azules. Le encantaba eso. Acabó por curarle y cargándolo como una princesa a su recamara, donde en la perfecta cama real lo recostó y le acaricio el cabello.
– Iván, ¿Quieres que te mate? Porque si lo hago volvería a revivirte una y otra vez, haciéndote sufrir mas cada vida. Para mi seria divertido, pero ¿Lo seria para ti?
– ... – el humano estaba pálido, había sido curado y ahora era solo una muñeca que el rey usaba y deshilachaba para volverla a tejer y repetir el mismo ciclo una y otra vez. – No. – contestó casi en un susurro el muchacho.
– Entonces, ¿Serias un buen chico? –dijo el rey, abriéndole las piernas, desnudándolo – Porque solo me gustan los chicos buenos.
– Soy un chico bueno – dijo entre lágrimas el peliplata – Por favor, cójame rey. – la demencia que reflejaba la mirada de desesperación del muchacho era como viagra para aquel rey amante del dolor.
– Con gusto mi pequeña muñeca.
El rey de Hera abrió nuevamente sus ojos, y recordó que los días donde tenia a su preciada muñeca habían quedado atrás. Ahora, tenia disturbios en la calle, humanos rebeldes y un sinfín de ira acumulada en contra de un jodido humano kazajo que no merecía respirar en uno de los planetas que había conquistado. Se levantó de su asiento y camino por el palacio. Después de lo que había sucedido en los campos de concentración, esperaba, que solo buenas noticias llegaran en un futuro.
Tres golpes llegaron a la puerta y abriendo las alas, el rey permitió que entrará aquel visitante desconocido. Era Yakov, su viejo amigo, ahora un poco pálido pero seguía siendo el mismo.
– Toshiya, creo que mi Core está muy contaminado, no sé si pueda resistir. Si mi hijo intentara matarme ahora, estoy seguro de que lo conseguiría sin dudarlo.
– ¿Y qué quieres que haga? Esa fue tu culpa. – gruñó suspirando – Te dije que no pasaras tanto tiempo con ese humano. Tu obsesión con Temir te esta matando lentamente, y ahora, lo tenemos de vuelta por tu culpa, con información sobre cómo puede matarnos ¡Por tu culpa! Y... – el rey había perdido la compostura, y lo supo por la mirada de sorpresa de su viejo amigo, Toshiya nunca la perdía, porque para él todo era un juego, pero, ahora parecía preocupado. – Lo lamento, me exalté.
– Está bien si te sientes...
– Yo no siento nada. Solucionaré tus mierdas. – dijo el rey acercándose al Aura – Tengo mi reserva de humanos, te prepararé una cría de humano, su carne joven es suave y deliciosa, el sabor es tierno y perfecto. Te ayudará a controlar el dolor y te protegerá de la peste humana por unos días.
– ¿un niño? ... Toshiya, prometiste que solo los mayores serian.
- ¡Prometí no volar en mil pedazos millones de planetas y aun así lo hice! – sonrió el Hera – Vamos Yakov, somos la raza en la cima de la superficie, somos conquistadores, eso es nuestra raza. Nos reproducimos en diferentes lados del universo, nos adaptamos, ¡Con una mierda! ¡Nuestro Core consume el mismísimo cosmos! Tu boca ha probado diferentes especies que ahora forman parte de nuestra cadena alimentaria, y te tientas el corazón por un humano.
– Pero...
– ¿Por qué no dijiste pero cuando comías los corazones de crías de Yuñk? ¿Por qué no te importo cuando cenábamos a familias enteras del planeta 56–A345? ¿Por qué Yakov? ¿Era porque eran diferentes? ¿Era porque parecían bestias? ¿Qué es? ¿Les tomaste cariño a criaturas que se parecen a nosotros? ¿Es eso? ... – el rey miraba a su amigo y este bajo la mirada, negándose a hacer contacto. – Los humanos son otra especie más. Que hipocresía la tuya decidir que ellos viven sin ser consumidos y con derechos solo porque son los mas bonitos que nos hemos encontrado. ¿No se supone que los Auras son seres de conocimiento? ¿Dónde quedo tu diplomacia?
Y en un arranque de enojos e insultos, ambos reyes comenzaron a pelearse, pero, el Aura no estaba acostumbrado a pelear, y el Hera parecía divertido con ello.
– ¡No podemos hacer esto Toshiya! ¡No más! – gritó el Aura – ¡Regresemos a madre!
– No. Si regresamos a madre, lo haremos con la cabeza de cada uno de estos humanos en el refrigerador para alimentarnos en el camino.
– ... Dejémoslos solos en su planeta.
– Es ahora nuestro planeta, además, estas contaminado idiota, si te alejas de la Tierra, y no consumís carne humana, la peste humana te matara antes de llegar a Madre.
– ... ¿Funciona en verdad?
– ¿Me ves quejándome de dolor o algo así? Por supuesto que funciona, consumo su carne diariamente, me comí uno de dos años ayer y estuvo delicioso. – sonrió el Hera – Ahora, tengo una planeación de como destruir su pequeña rebeldía. Pero, primero te necesito fuerte, y como te estas comportando como un idiota, será mi deber salvarte el trasero. Tu primer trabajo Yakov, es matar a tu hijo. Es un problema. Mi hijo lo es igual, así que yo lo mataré de igual forma y tendré otro en una incubadora. Un embrión donde descargare la carga genética de Yuuri y lo moldeare a mi antojo para que sea un digno heredero. Te sugiero que hagas lo mismo.
– ¿¡Qué!? ¡Imposible!
– Son volubles y manejables, unos humanos los convencieron de darle la espalda a su especie para luchar con ellos. Son un fracaso como príncipes así que merecen morir. Ahora, no son los únicos que merecen morir. Nuestras reinas escaparon dándoles valiosa información. Morían, hay muchas mujeres, conseguiremos otras.
– ... Toshiya, no puedo matar a Lilia. – dijo asustado el rey de Aura – Yo la necesito, nuestras energías... ¡Tú no puedes matar a Hiroko! ¡Están enlazados, tú y ella! ¡Tu Core explotará sin la energía que comparten. ¡Morirás!
– ¡Da igual! – gritó molesto el Hera – ¡Únete conmigo y no moriremos! ¡Seamos reyes juntos! ¡No las necesitamos! Si unimos nuestros Cores, al momento de la separación, nosotros no moriremos. Seremos uno compartiendo energías. En cambio ellas. Estarán experimentando el dolor de su traición.
– Pero...
– Hagámoslo ahora – dijo el rey, rozando alas con su amigo – No temas, no dolerá, no a nosotros. Seamos un reino fuerte y prospero Yakov. ¿Estas listo?
– Si, lo estoy. – el rey de Aura sabia una cosa, ya no podría hacer nada mas que seguir las ideas de Toshiya, porque estaba muriendo, y ahora, él era su única salvación.
Ambos reyes tomaron sus manos sin dudarlo, y después, se envolvieron el uno al otro en sus alas, formando un capullo brillante, donde en un intercambio de energía, creaban un lazo, pero, al mismo tiempo, destruían otro. Las reinas pudieron experimentar el dolor de su Core rompiéndose por la mitad, y donde una fría sensación recorría su cuerpo.
Las reinas, acababan de llegar a Madre, cuando sus alas dejaron de brillar, y su último suspiro de vida, fue presenciado por su planeta.
Fue todo blanco.
Oh al menos eso fue lo único que vi.
A mi alrededor solo había blanco, pero poco a poco, como arte de magia, me encontré en un bosque, donde había un niño frente a mí. Uno de máximo 5 años, que comía un poco de fruta. Eran manzanas verdes, de esas brillantes y lindas. El niño no parecía prestarme atención, solo estaba comiendo...
– ¿Ya te desahogaste? – me preguntó y me confundí – Sabes, para ser el mayor, deberías ver tus errores.
– Eh... – dije, acercándome – ¿Qué diablos? ¿Qué es esto? Debería estar cortando la cabeza del Aura para enviarla al rey.
– No pienso dejar que toques a mi Yuri. – dijo el niño, entonces comprendí, que no era solo un niño, era yo de pequeño. Allí, sucio y con un collar de rayas de tigre. – Así que no deje que lo tocaras. Veras, somos dos mentes dentro de un cuerpo, se supondría que tendríamos que unirnos, no que tu tomaras control de mi cabeza. Tu ya no existes Temir, tu vida, aunque trágica, ya paso. Solo eres memorias, solo eso. No puedes arruinar nada de lo que he construido, no pienso dejar que una memoria me trate como su mascota de nuevo. Lamento nuestra vida pasada, lo que vivimos, pero, ahora es mi turno, y solo yo puedo hacerlo. No tú.
– ¡Pero somos lo mismo! – grité alterado – ¡Tú eres yo!
– ¡Lo sé! – gritó mi versión joven – Pero, tu tiempo acabó.
– ... pero...
– Mi vida no es trágica como la que tú viviste. – comentó el niño sonriendo suavemente – Hubo muchas cosas malas, sí, pero, al final, esas cosas me moldearon. ¿Quieres un pedazo? – dijo aquel chiquillo estirando esa manzana – Saben rico.
– Okey – sonreí sentándome en frente. – Solo que no comprendo que es esto.
- ¿Esto? Oh, es nuestra conciencia, estas muriendo, así que nos traje aquí.
– ¿¡Muriendo!? ¿Por qué?
– El ataque, cuando estabas a punto de atacar a Yuri, desperté, aquí,, en este lugar, y detuve lo que hacías. Clave el arma en nuestro propio pecho. Así que si, protegí a Yuri con mi vida, ahora, estamos muriendo.
– ¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso? La rebelión...
– La rebelión no nos necesita, no somos indispensables, no somos importantes. Somos un humano mas entre una multitud de humanos. Así que no es trágico. Lo que nos hace fuertes es estar unidos, apoyándonos. Solos, somos débiles. Somos como hormigas. Una sola es vulnerable, pero juntas, forman un imperio enorme. Eso me lo enseño Yuri, me dijo que la fuerza del humano esta en su debilidad. La fuerza del humano esta en su capacidad de ser equipo. A diferencia de ellos, tenemos eso de ventaja. Ellos son solitarios, nosotros no, por número, les ganamos, así que, la rebelión estará bien sin nosotros. Porque no necesitan un líder, necesitan miles de corazones juntos. Necesitan creer que podemos hacerlo, y ya.
– Lo haces sonar tan simple...
– Es porque lo es. Pero te comprendo, los humanos se complican la vida pensando en un millón de cosas, y no se dedican a ver las reales. Nos la pasamos en la fantasía, añorando ser algo, en lugar de crear algo en conjunto. Ellos estarán bien, son fuertes en espíritu, como tu lo fuiste cuando quisiste escapar con Aiday.
Mi corazón se quebró de golpe, viendo como ese paisaje de bosque comenzaba a soltar una tormenta eléctrica.
– Temir, tienes que dejar ir tu dolor. No dejes que te controle, o tú, como mis memorias del pasado, quedaran manchadas, y yo no podré vivir con ello.
– No puedo...
– Temir – sonrió el niño recargándose en mi pecho – Es hora, de que dejes todo ir, y es hora de que mueras aquí.
– Lo sé.
– No dolerá, solo serás un recuerdo en mi memoria creciente – sonrió el niño – Te reunirás al fin con ella y con el hijo que nunca tuvimos. Con el verdadero Otabek. Ahora, ¿Confías en mí?
– ¿No dolerá?
– No.
– ¿Seremos felices?
– Lo seremos.
– ¿Lo amas tanto como para dejarme ir?
– Mas que nada. – y el niño sonrió, así que tome sus manos.
– Buena suerte, Otabek. Espero que vivas feliz, mejor que yo.
– ¡Lo haré Temir! – rio el niño – Ahora, hasta luego, buen sueño.
Y todo se volvió negro de golpe.
Y después, poco a poco, la luz comenzaba a regresar, hasta el punto donde volvía el dolor.
El moreno abrió los ojos, solo para ver un Aura desesperado por curarlo. Usando su magia para sanar dicha herida que atravesaba su cuerpo y lo tenía en un charco de sangre. ¿Qué había pasado? Se preguntó, mientras miraba como los rayos de sol se reflejaban en las delgadas cerdas de cabello de su dueño. Como las lágrimas resbalaban por sus mejillas, y como la sangre roja manchaba su preciosa vestimenta.
– ¿Qué pasa? – pregunté atolondrado.
– ¡Beka! – gritó mi Yuri abrazándome – ¡¿Eres idiota!? ¡Pudiste morir! – gritaba el rubio abrazándolo – ¡Te pudo haber matado la energía, idiota!
– ... Yuri...
Estaba algo confundido. Yuri lloraba abrazándose de mi mientras yo solo podía abrazarlo de vuelta. ¿Qué había pasado? Recuerdo que iba a matarlo, pero... Oh, es cierto...
– Era la única forma. Mis memorias...
– Tus memorias – el Aura golpeó su frente con su mano – Esa estúpida incubación... No sabía que eras, debí reconocer tu voz cuando...
– Esta bien – contesté acariciándole el rostro – Solo que, recordar mi vida pasada, tener una mala transferencia de memorias casi hace que me perdiera para siempre.
– Viviste dos vidas diferentes y ahora esas memorias están encerradas en tu cabeza. Al final tú decides quien quieres ser, si Temir o mi Beka. Pero por lo que más quieras, no me alejes de ti.
– Pero Yuri, soy Beka, eso ni mi pasado podrá cambiarlo. Soy tu Beka.
– ¿En serio?
– Si, pero, si te quedas conmigo, morirás.
– ¿Y? He vivido ya mucho, debería ser justo y necesario. – sonrió y mi corazón se estrujo como si lo estuviera apretando en mis manos. – Tu eres mi vida Beka, por eso estaba dispuesto a morir si tú vivías.
¿Vivir feliz?
Solo podía recordar eso, esa pregunta que su memoria del pasado había hecho. ¿Podría vivir feliz? Quien sabe, pero, si podía amar a Yuri solo unas horas más, valía la pena, mas que nada en el mundo.
– ... Soy Otabek Altin, tu humano, y eso es lo único que debes pensar ahora. Si este amor que siento por ti te mata, acéptalo, como yo acepto ser tu mascota. Vamos a lastimarnos toda la vida, así que abraza el dolor Yuri, porque no pienso detener mis sentimientos, y no pienso dejarte ir. Si el amor que siento por ti duele, te estruja, te daña, te convierte, acéptalo. Lastimémonos toda la vida, toda la que me queda... lastimémonos hasta que se sienta bien el dolor.
Y fue un beso, dulce y suave, así, como caricia, que sello una promesa. La guerra quemaba por lo viva que estaba, la vida corría despavorida de la muerte reinando, pero, en medio de todo ese caos, unos amantes se juraban amores eternos en un fin asegurado, donde la muerte esperaba paciente a que el amor dejara el escenario.
¡Holi!
Ya se que me tardé mucho pero ¿Me perd00onan? Es que estaba escribiendo un One shot para el Otayuri Protection Squad, en su próximo Zine de vidas pasadas.
Se que el capitulo no es muy largo TnT y lamento las faltas de ortografía y todo, pero no tengo mucho tiempo ahora para editar y escribir unu.
Aun así se los entrego con todo mi amors.
¡Saluditos!
Lenzz Fuera :3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top